EL SAHARA ESPAÑOL zando, durante horas, durante días y años, siglo tras siglo, con el más monótono y constante caminar, cambiando de lugar cada una de las lomas arenosas, aisladamente, pero siendo en el conjunto estáticas y ofreciendo idénticas características a lo largo del tiempo. A q u í se recubre de arenas hasta desaparecer este pequeño matojo; más allá el esqueleto de un camello empieza a verse libre de la masa que lo recubrió después de muerto, y sus huesos mondos y blancos nos hablan del tiempo transcurrido. Finalmente, después de recorridos centenares de kilómetros, los médanos disminuyen de tamaño, y en procesos semejante, pero inverso a como se formaron, se van esparciendo sus arenas, hasta desaparecer repartidas y esfumadas por el llano infinito. E n algún otro paraje, tanto en el litoral y zonas costeras, como ya se hizo notar hacia el interior, cercanías de Arak Nincora, y Kudia T i s la y en determinadas zonas, existen barkhanes completamente aislados, pudiendo asegurarse que los del interior se desplazan con relativa velocidad, pues la pista de un auto que había pasado por delante de uno de 6-8 m. de altura a 1 0 ó 1 5 m. de los llanos de Adrak, cerca ya de Tisla, hacía unos dos meses, cuando nosotros visitamos estos parajes, estaba cubierta por las arenas y rebasada por el médano unos 8 m . ; así, pues, en esta ocasión el barkhan se había desplazado al menos en dirección S. de 18 a 23 m., lo que supone un recorrido al año de unos 1 2 0 m., espacio que en estos inmensos campos y llanos, al no ser por el dato de la pista, pasaría totalmente desapercibido. Hacia la costa, los barkhanes son relativamente numerosos, y algunos grandes y, destacándose desde el mar, sirven de referencia a los pescadores, teniendo nombres determinados, que fijan, más o menos, ciertos parajes costeros, como antes hicimos notar. Es muy probable que estos barkhanes se desplacen muy lentamente sólo algunos metros al año o, quizá, sean estables, pues teniendo un núcleo de arenas humedad en el interior, el médano en sí no se movería, y lo único que haría es aumentar o disminuir de tamaño según la cantidad de arena que el viento transporta y la velocidad de éste. Las arenas de estas formaciones es extraordinariamente fina y de acentuada coloración morena, midiendo los granos no muy redondeados un tamaño medio de 0,3 a 0,5 m., predominando los granos de cuarzo hialino. E l paso de las formaciones cerradas de los campos de médanos transversales, características de los espacios situados al S E . y S S E . de Puerto