Soberbia espiritual

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Soberbia espiritual
2014-08-17- Columnas-Valores_Morales
Autor: Juan del Carmelo
La soberbia es la madre, de todos los vicios humanos, todos ellos tienen su raz en la
soberbia; de la misma forma que en la anttesis de la soberbia, tenemos la ms preciada
por el Seor, de todas las virtudes que es la humildad, donde tienen su raz las dems
virtudes humanas. En la epstola de Santiago apstol podemos leer: 5 No piensen que la
Escritura afirma en vano: El alma que Dios puso en nosotros est llena de deseos
envidiosos. 6 Pero l nos da una gracia ms grande todava, segn la palabra de la
Escritura que dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. (St. 4, 56).
Santo Toms de Aquino, define a la soberbia, como: El apetito desordenado de nuestra
propia excelencia. Tambin escriba sobre la soberbia dicindonos: Si bien todos los vicos
nos alejan de Dios, solo la soberbia es la que se opone a l; Y a ello se debe la
resistencia que Dios ofrece a los soberbios. Y sin embargo, hay quienes estiman que la
soberbia es grandeza del hombre a los cual San Agustn manifestaba: No es grandeza la
soberbia, sino hinchazn Tambin San Agustn deca: Cuando los humildes reciban el
premio, del cual hacen befa los soberbios, la arrogancia de los soberbios se convertir en
llanto.
Soberbia es creerse uno que es alguien y que representa algo. Soberbia en el hombre
es, lo que en el lenguaje vulgar se expresa y se dice de aquel que se viste con ajenas.
En este caso el soberbio se viste con plumas que le corresponden a Dios. Es un
menosprecio de Dios apropindose uno lo que es solo de Dios, y en definitiva lo que
hace es negar a Dios. San Alfonso Mara Ligorio deca: El hombre espiritual dominado
por la soberbia es un ladrn, porque roba, no bienes terrenos, sino la gloria de Dios. Por
esto, San Francisco de Ass sola pedir: Seor, si me concedis cualquier bien, guarddmelo
vos, no sea que os lo robe.
El orgullo que nace de la soberbia, nos aparta de la Verdad, que es Dios mismo, pues
nos hace creer, que todo gira a nuestro alrededor, que nosotros somos el centro del
centro y por lo tanto, lo que nosotros pensamos y deseamos, es la verdad. Salvador
Canals, escribe diciendo: El incrdulo es un ciego que atraviesa el mundo y ve las cosas
creadas, sin descubrir a Dios. El soberbio descubre y ve a Dios en la naturaleza pero no
logra descubrirlo y verlo en s mismo.
El soberbio, mancha con su soberbia toda su propia conducta, a todo le da la impronta
de su condicin de soberbio. l tiene que ser siempre un Vip, jams acepta lo que para l
supone una humillacin: el pasar desapercibido. El ser siempre el primero, el que marque
pautas, el que no admita rplicas ni dilogo alguno. La paciencia la desconocer, y la
arrogancia y el egosmo sern siempre las dos piernas sobre las que camine. Todos de
una forma u otra, estamos manchados por la soberbia, pero lo peor de todo, es que no
nos damos cuenta, y caminamos por la vida creyendo que estamos libres de ser
soberbios. Esta es nuestra gran tragedia que no tenemos nocin del pecado de soberbia.
Nunca buscamos ni deseamos la humillacin, que es gran remedio para irnos curando de
nuestra soberbia, porque repito en mayor o menor grado, la soberbia nos tiene cogidos.
Nadie en este tema podemos tirar la primera piedra.
Es clsica la expresin de que los enemigos del alma son: Mundo demonio y carne, pero
hay opiniones para darle la preeminencia a la soberbia. Escriba un cartujo dicindonos:
El cuerpo no es nuestro enemigo ms poderoso, ni el ms tenaz. El pecado ha penetrado
en nosotros ms profundamente, y es en el centro mismo de nuestro espritu donde ha
depositado el orgullo. Es all donde realmente el amor propio esconde sus races
impalpables. San Francisco de Sales, nos escribe tambin sobre la soberbia dicindonos:
No hay palabras para expresar la fuerza y la astucia de este demonio de la soberbia, ni
el ingenio y la variedad de artimaas. Es una verdadera serpiente que ha nacido con
nosotros, y quiere enredar en sus anillos y enconar con su veneno todas nuestras
pasiones, las ms santas y las ms indiferentes, nuestros ms secretos pensamientos y
nuestras ms rectas intenciones. Se alimenta con frecuencia de nuestras mismas
virtudes, y trata de aprovecharse hasta de los dones ms exquisitos de Dios. Si alguna
vez parece adormecerse, es para introducirse con mayor comodidad en nuestras almas
llenas de ilusiones; si se muestra, si se deja herir, es para triunfar con los mismos
golpes que le asestamos.
Desde luego como siempre ocurre cuando se ocupa uno de un vicio o una virtud,
siempre varias clases de ellos y de ellas. En el caso de la soberbia tenemos una clase
muy especial que Dios la tiene una especial repugnancia, es el orgullo espiritual fruto de
la soberbia espiritual. San Agustn nos dice: Cuanto ms convencidos estn de su propia
rectitud, tanto ms atienden a los pecados y faltas de los dems, de todos los que les
rodean. De la creencia en nuestra propia rectitud y santidad de vida, nos nace la
soberbia y de esta el orgullo espiritual.
El Seor claramente nos alude a esta situacin en el pasaje evanglico de los dos hombres
que suben al Templo a orar: "Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro
publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: Oh Dios! Te doy
gracias porque no soy como los dems hombres, rapaces, injustos, adlteros, ni tampoco
como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis
ganancias. En cambio el publicano, mantenindose a distancia, no se atreva ni a alzar
los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Oh Dios! Ten compasin de m,
que soy pecador!". Os digo que ste baj a su casa justificado y aqul no. Porque todo el
que se ensalce, ser humillado; y el que se humille, ser ensalzado.
Para Nemeck F. K. y Coombs: El orgullo espiritual genera una idea falsa de haber
logrado ya la perfeccin, lo cual a su vez lleva a la mediocridad interior y a la
autocomplacencia... Las personas con orgullo espiritual, fcilmente enjuician y critican a
los dems... Las personal con soberbia espiritual, ordinariamente desean tratar su espritu
(buscar director espiritual) con aquellos que entienden que han de alabar y estimar sus
cosas, y huyen como de la muerte de aquellos que se las deshacen para ponerlos en
camino seguro, y an a veces toman ojeriza con ellos... A los pagados de orgullo
espiritual, les suele gustar hablar y comentar acerca de sus experiencias de Dios con
demasiada facilidad, con demasiada ligereza y con demasiada gente..
La identificacin de uno mismo, escribe Jacques Philippe, con el bien que es capaz de
hacer conduce al orgullo espiritual: de forma ms o menos consciente, nos consideramos
el origen o el autor de ese bien. El bien que hagamos no es de nuestra propiedad, sino
un estmulo que Dios nos concede. Nos dice San Pablo: Qu tienes t que no hayas
recibido? Y si lo recibiste, Por qu te glorias como si no lo hubieras recibido? (1Co 4, 7), .
El orgullo espiritual se alimenta de todo lo que puede digerir, nos dice Slawomir Biela,
incluso de un examen de conciencia bien hecho y de la contricin por los pecados
percibidos. Es por ello, que Dios tiene formas de protegernos del orgullo espiritual, y
una de ellas, ya lo hemos sealado en varias ocasiones, es ocultndonos los frutos de
nuestra vida espiritual.
Mi ms cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.
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