Conclusiones finales

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Conclusiones finales
1. Abordar el análisis de Códice Borgia desde la perspectiva del análisis semiótico de la
forma y del espacio, corrobora la intención religiosa y adivinatoria con la que
fue concebido, al emplear el cuadrado, el círculo, las formas radiales como
elementos estructurales.
2. El cuadrado, concebido en el universo mesoamericano como lugar del centro y del
fuego, del viejo cuadratura, Xiuhtecuhtli, el Señor fuego, dueño del tiempo, del
presente, pasado y futuro, sabedor de éstos, es el lugar de la adivinación.
3. El círculo, malacachtic, que reenvía al carácter cíclico del Tonalamatl y que
estructura o compone numerosas láminas, dando un sentido de unidad plástica a
todo el conjunto.
4. Las formas radiales cuyo empleo intuitivo forma parte del corpus iconográfico que
representa a las deidades astrales a través de la lectura iconográfica de los
diversos elementos que las integran.
5. A partir de los elementos estructurales mencionados en los puntos anteriores, el
cosmos mesoamericano toma cuerpo plásticamente, por metonimia, en el
microcosmos que es el Códice Borgia, configurando una nueva entidad
diferenciada e insustituible, que es el códice mismo.
6. Otros elementos que forman parte inherente del lenguaje plástico, simultáneo a la
forma de ver, entender, percibir y de percibirse en el mundo por el Tlacuilotlamatini del Códice Borgia, sirven para estructurar las diversas láminas en el
códice, los cuales transcribimos al lenguaje hablado y occidental como: la
diagonal y las diagonales entrecruzadas que estructuran en una primera escala el
signo Olin, y en otro nivel, las encrucijadas y el balance de formas en el espacio;
y por otra parte, los bloques de cuadrados y rectángulos virtuales en los que se
inscriben las imágenes en diferentes tamaños, que juegan o interactúan entre sí
organizando y balanceando las composiciones o estructuras plásticas así como
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las direcciones cíclicas, serpentinas o en bustrófedon que estructuran también las
secuencias de imágenes.
7. Las constantes del trazo o huella del Tlacuilo-tlamatini del Códice Borgia, así como
las proporciones en las figuras y en el conjunto de las composiciones o
estructuras en que se organizan las láminas, los rasgos de un naturalismo que
tiene la intención de describir algunos aspectos puntualmente de las imágenes, el
empleo casi libre de la línea en algunas curvas y contra-curvas, una gama
cromática variada y una escala tonal correspondiente, con un balance equilibrado
de tonos con múltiples variaciones lumínicas, nos llevan a la definición de un
estilo personal, para el cual proponemos la nomenclatura de huella y trazo del
Tlacuilo-tlamatini del Códice Borgia.
8. En otro nivel de análisis, gracias al trabajo de especialistas, la reunión de un
repertorio iconográfico y estilístico de la plástica Mixteca-Puebla, nos avanza en
la lectura puntual de la iconografía del Códice Borgia.
9. Resultado del análisis comparativo con la cerámica Mixteca-Puebla, por parte de
especialistas, es posible pensar que el Códice Borgia se nos presenta redactado
plástica, iconográfica, o ideográficamente con y por medio de las imágenes que
presenta, refiriendo difrasismos, adjetivos, sustantivos, frases reiterativas, frases
descriptivas y metáforas.
10. Derivada del punto anterior podemos inferir entonces que una de las finalidades o
funciones del Códice Borgia es la de transmitir de manera simultánea a su
lectura, por metonimia, ciertos poderes o facultades.
11. Al analizar el difrasismo subyacente en la imagen en particular de la lámina 56,
definimos que la lengua en que fue escrito es el náhuatl.
12. El punto anterior es corroborado por nuestro reporte fotográfico que demuestra el
origen del códice en la región de Cholula al comparar su factura con la de la
cerámica Catalina policroma del Posclásico procedente de esa región entre
otras.
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13. Determinar el origen del Códice Borgia delimita nuestro campo de estudio y
permite elaborar nuevas hipótesis acerca del contenido partiendo de los
difrasismos, adjetivos, sustantivos y frases reiterativas rituales para una
aproximación más precisa de la lectura del códice, en este caso, primordialmente
en lengua náhuatl.
14. Respecto a la lámina 56 del Códice Borgia, por la pintura facial y corporal de las
imágenes representadas, sabemos que se trata de los dioses EhecatlQuetzalcoatl y Mictlantecuhtli, en su carácter de sacerdotes.
15. Ehecatl-Quetzalcoatl, con los colores negro y rojo, tlillan-tlapalan, difrasismo del
conocimiento, es el señor del conocimiento; el caracol marino de su pecho
denota su vínculo con el aire, con la luna y con el agua, su coa para cortar, así
como su pico de ave para soplar y volar, lo relaciona con el Viento, Ehecatl;
como Quetzalcoatl es Serpiente-Quetzal o Serpiente Preciosa, Serpiente-Ave
que empuja las nubes y abre los caminos para la lluvia, anunciándola con
graznidos y aleteos también, con las características de diferentes aves y ánades,
siendo asimismo el Gemelo Precioso y el comerciante que emigra
constantemente.
16. Mictlantecuhtli, Señor de la Muerte, por su esqueleto con manos, pies y corazón, es
asimismo el señor de la resurrección, de la oscuridad, tanto del interior de la
tierra o Inframundo como del cielo nocturno.
17. El cráneo bajo las dos deidades representa la tierra, recinto en donde se oculta la
luna, también calcárea. Las mantas de hierba seca y de plumas, con los colores
del agua que cubren el cráneo, son superficies al igual que la tierra.
18. En la lámina 56 las columnas de los signos de los días y puntos rojos representan un
Tonalamatl completo.
19. Por el análisis de la posición que ocupa la lámina 56 en la totalidad del Códice
Borgia, proponemos que la lámina 56 abre un capítulo que se cierra con una
lámina complementaria, la lámina 73.
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20. Ehecatl-Quetzalcoatl o Ceacatl, es hijo de Mixcoatl o Camaxtli, Serpiente de nubes,
Vía Láctea, dios de la cacería y del Norte, la noche y la orientación por las
estrellas polares. Por su pintura corporal a rayas rojas sobre fondo blanco
Mixcoatl se asemeja a Tlahuizcalpantecuhtli, advocación de Quetzalcoatl como
Venus o Estrella de la Mañana. La madre de Mixcoatl y abuela de Quetzalcoatl:
Iztac Chalchiuhtlicue la Blanca de faldas de jade confirma este vínculo pues es
una deidad asociada con la luna, astro nocturno, y con el agua terrestre por su
textura de lajas de jade y con el origen como vientre de la tierra.
21. Al tomar en cuenta la información iconográfica, la de las fuentes escritas y la de los
estudios de especialistas, entendimos que las metáforas implícitas en las
imágenes yuxtapuestas de la lámina 56 con los conceptos de EhecatlQuetzalcoatl, Mictlantecuhtli, Tezcatlipoca, Xolotl y el tlocuee nahoaquee
caracterizan a deidades que se fusionan, desdoblan, y complementan.
22. El difrasismo Yohualli-Ehecatl, Noche, Oscuridad-Viento, Oscuridad (Muerte)Viento, es uno de los nombres de Tezcatlipoca, hermano y complemento de
Quetzalcoatl. Ambas deidades en la creación de los soles oponen sus poderes
alternándose. Tezcatlipoca, Espejo humeante, es el dios del cerca y junto, la
oscuridad que rodea todo, el que crea todo, el que define todo y todo lo sabe,
señor de lo desconocido, dueño de los destinos, el que siempre está presente, el
que nos rodea, deidad vinculada con las estrellas del Norte, con la luna, con el
jaguar y Quetzalcoatl el inventor, sabio, aliento vital. Ambos vinculados con el
aire Quetzalcoatl como ave, Tezcatlipoca, al tañer la flauta y al dominar el
habla.
23. Ehecatl-Quetzalcoatl, Viento-Serpiente Preciosa, Serpiente-Quetzal aparece no sólo
como aire, sino también como astro, Venus-Tlahuizcalpantecuhtli, el lucero
matutino que guía al sol en su recorrido por el Eje Oriente-Poniente, irradiando
su energía, junto con su gemelo, su opuesto: Xolotl, el lucero vespertino, el
deforme, el que guía al sol en su recorrido Poniente-Oriente por el Inframundo,
regido por Mictlantecuhtli. Tlahuizcalpantecuhtli, Xolotl y el sol caminan
entonces sobre la Eclíptica, que gira sobre el Eje Norte-Sur. Eje que parte de las
estrellas polares visibles sólo durante la oscuridad de la noche, cuando el
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interior de la tierra y el cielo se confunden, tiempo de Mictlantecuhtli,
Tezcatlipoca y Mixcoatl.
24. Las imágenes de la lámina 56 traducen un significado múltiple acerca de un Eje
astronómico formado por el Eje Norte-Sur regido por el principio de lo
permanente, de lo frío, de la oscuridad, de la orientación del nómada cazador de
las estrellas polares, de los cuerpos calcáreos, regido por Mictlantecuhtli y el
Eje que posibilita el desplazamiento y la expansión de la vida, el Eje OrientePoniente-Oriente, eje de la luz, de la germinación, del crecimiento, del
movimiento, de lo perecedero, de lo orgánico, el Eje de Ehecatl-Quetzalcoatl.
Ambos ejes forman una unidad de opuestos que se complementan, como el
signo Olin, Movimiento. En fin, un Eje cósmico que se desplaza y extiende
sobre la tierra, girando sus brazos.
25. El choque mostrado por la oposición de espaldas, de fuerzas opuestas contrarias
pero que comparten elementos. Como por ejemplo: el caracol, elemento lunar
en el pecho de Quetzalcoatl que simboliza el aire, la vida, la gestación, el
crecimiento, pero también lo calcáreo, relacionado con la luna, la muerte y la
oscuridad. Y el corazón, las manos, los pies y las estrellas del pelo encrespado
en el cuerpo de Mictlantecuhtli que tienen que ver con lo vivo, como si esos
elementos se entrelazaran y dependieran entre sí, tal y como se entrelazan las
venas y los músculos sobre una misma columna vertebral.
26. El signo Olin en la lámina 56, no sólo estructura la organización plástica, sino que
también forma parte del concepto filosófico intrínseco al difrasismo de la
lámina, en la oposición y complementariedad de los dioses representados. Olin
genera la vida sobre la tierra representada por el cráneo sobre el que se asientan
las deidades, expandiéndose sobre aquélla y sobre el tiempo representado por
las trecenas del Tonalamatl. El Viento, Ehecatl, es Movimiento, más aún
situado sobre el eje giratorio Este-Oeste-Este.
27. Las formas radiales en la lámina 56, comparadas con las de las láminas 51 y 52
denotan la idea de representar la irradiación de cuerpos astrales, ya sea porque
los dioses que presiden las trecenas se encuentran sobre los Ejes cósmicos
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Norte-Sur, Este-Oeste, irradiando su energía, sin ser necesariamente astros, ya
sea porque la manera en que las deidades rigen dentro del cuerpo humano
funciona a partir de irradiaciones, mismas que son percibidas como el “habla”
de la sangre con la que trabajan en la actualidad los shamanes.
28. Como imagen de un cuerpo paralela al cuerpo humano, la lámina 56 del Códice
Borgia, abre una sección que termina en la lámina 73. En la lámina 56 tenemos
el frente del cuerpo del costado derecho y la región de los órganos perecederos,
representados por Quetzalcoatl, mientras que el dorso del costado derecho,
representa lo imperecedero como son los huesos y lo mineral de Mictlantecuhtli.
En la lámina 73, en donde terminamos una sección, empezamos nuestra lectura
a la derecha, con Mictlantecuhtli y terminamos con Quetzalcoatl, tratándose de
la parte del cuerpo que completa el perfil del cuerpo iniciado en la lámina 56.
29. Por el trabajo de investigadores, podemos afirmar que el origen del Códice Borgia
se sitúa en la región Tlaxcala-Puebla-Mixteca Alta, en la Ciudad de Cholula, en
el Periodo Posclásico.
30. Un hecho que viene a confirmar el punto anterior es el de que la figura central en el
Códice Borgia, la que aparece con mayor recurrencia es la de Quetzalcoatl quien
era el dios principal en la ciudad de Cholula.
31. En torno al origen cholulteca del códice, presentamos el testimonio de 27
fragmentos que pertenecen a la Bodega de Arqueología del Centro INAH de
Puebla, a la Ceramoteca del Museo de Sitio de Cholula y a la Colección de
Cerámica del Laboratorio de Arqueología de la Universidad de las AméricasPuebla, fragmentos que además de corresponder a la iconografía del códice en
cuestión, tienen el grosor de la línea, el trazo, la proporción, gama cromática,
escala tonal y contrastes que se encuentran en el códice, probablemente de la
mano del mismo autor o de alguien que seguía muy de cerca los mismos
conceptos plásticos, menos refinados que los trazos de la cerámica de
Ocotelulco, más precisos que los murales de Tizatlán, y más cercanos al Códice
Borgia. En estos fragmentos existe un repertorio iconográfico que casi siempre
se limita a elementos rituales y que corresponden más exactamente a los del
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Códice Borgia. Independientemente de la iconografía y de las convenciones
estilísticas, que pueden tener procedencias múltiples, el trazo, la mano y la
factura evidencian la procedencia cholulteca del códice.
32. Si bien el Códice Borgia tiene múltiples influencias iconográficas y estilísticas,
respondiendo al repertorio específico de la Tradición Tlaxcala-Puebla-Mixteca
Alta y Costa del Golfo, asimismo tiene una manufactura específica en su trazo,
la huella del Tlacuilo-tlamatini, que corresponde a la factura y trazo que
caracterizan la cerámica cholulteca.
33. Los resultados de excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el Tlachihualtepetl,
la Gran Pirámide de Cholula vienen a apoyar le idea de la procedencia
cholulteca del Códice Borgia gracias a la iconografía del Mural de los Cráneos
y del Mural con Estrellas de los Edificios 3-1, 3-1-A, 3-2 y 4.
35. En la lámina 56 tenemos un Eje Cósmico, formado por las figuras de
Mictlantecuhtli que preside las trecenas orientadas al Norte y al Sur, y
Quetzalcoatl que preside las trecenas orientadas al Este y Oeste, con lo que se
forman dos Ejes: el del Norte-Sur y el del Este-Oeste. En la gran pirámide de
Cholula tenemos, también una pirámide con cráneos pintados, la Pirámide de los
Chapulines hacia el Noroeste de la construcción, mientras que tenemos dos
murales con la representación de estrellas, semejantes a las que representan a
Venus en Cacaxtla, y que son una advocación de Quetzalcoatl, que miran
respectivamente al Este y al Oeste, por lo que concluimos que el origen del
Códice Borgia, puede situarse en Cholula.
36. La sección de las láminas 49 a 53, única sección de nuestro códice cuyo orden de
lectura sigue el de los códices históricos de la Mixteca, y que trata de los árboles
cósmicos y de la probable fundación de dinastías, nos recuerda la tradición
mesoamericana de legitimar los documentos en relación a la ubicación de las
ciudades en donde se elaboraban con respecto a las ciudades circunvecinas,
formando con éstas un quincunce, al colocar a la ciudad en cuestión al centro.
Hay que señalar que la figura clave en esta sección sería Camaxtli, deidad
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principal de Tlaxcala, ciudad al Norte de Cholula y que aparece en la lámina del
árbol del Norte, la lámina 50, proporcionándonos una clave definitiva.
37. Debemos agregar que todo el Códice Borgia concierne a las tablas del Tonalamatl y
a sus diferentes aplicaciones en los cuerpos o planos cósmicos del ser humano en
tanto reflejo y miscrocosmos en donde habitan las deidades. Es decir, que para
observar el comportamiento de la salud y la enfermedad en el cuerpo humano, el
shaman invocaba, dependiendo del día con signo y numeral, el aspecto
Tezcatlipoca, Tlazolteotl, Mictlantecuhtli, Venado solar, Xochipilli, Cihuateteo,
Tlaloc, Quetzalcoatl, etc., de la parte del cuerpo que se tenía que tratar. Pues
esos dioses o fuerzas cósmicas, controlaban y regían las diversas partes del
cuerpo de manera específica.
38. El análisis del Códice Borgia a diferentes niveles de lectura presupone el
conocimiento del contenido general del mismo y de su funcionamiento global
como Tonalamatl, y el análisis de una de sus secciones en particular, en este
caso, el la de la lámina 56, reenvía a nuevas interpretaciones en la lectura
puntual de la totalidad del mismo y esboza nuevos cauces de investigación.
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