Poesia Visual en un domino didactico / A.G. Velasco y F

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Antonio García Velasco
Poesía visual en un Dominó didáctico
Poemas visuales de Francisco Peralto (dominó clásico de 28 fichas)
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Cubierta de la edición impresa del libro POESIA VISUAL en un Dominó
didáctico. Poemas visuales de Francisco Peralto, de Antonio García Velasco
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Explicación
La poesía visual, entre otras características, potencia el aspecto lúdico del arte.
Percibimos la secuencia fónica de un recitado por el oído, pero cuando leemos,
el ojo se convierte artificiosamente en “captador” secuencial, función que corresponde
al oído. En la lectura, el ojo se convierte en órgano auditivo, o si se quiere, en traductor
de la sucesión visual en sucesión sonora. Dicho con otras palabras, la lectura no es
natural, constituye una de las creaciones artificiales de los seres humanos. No en vano,
como decía el novelista norteamericano John Steinbeck, el aprendizaje de la lectura
constituye “el mayor esfuerzo que emprende la mente humana, y debe hacerlo en la
niñez”. Pero aprendimos a leer, aprendimos a escribir, aprendimos a convertir en arte lo
que nació como necesidad comercial –fijar débitos y haberes, las compras y las ventas-.
Utilizamos la escritura en arte, la utilizamos con función artística. Creamos la literatura,
creamos la poesía escrita, secuencial. Existía el canto, el recitado, la percepción del arte
poético por el oído y nos empeñamos en convertirlo en arte visual aunque secuencial. El
ojo, pues, comenzó a tener funciones similares al oído en un proceso visual-auditivo:
primero lo vemos, después lo traducimos en sonidos y nuestro cerebro descodifica
gratamente la creación artística. Pero, he aquí, que a alguien se le ocurrió convertir la
poesía en visualización instantánea, simultánea. O sea, trató de devolverle a los ojos su
función natural. Pero aquellas creaciones no podían olvidar la palabra escrita. No eran
pinturas, no eran cuadros. Otra cosa eran, porque nos estábamos dedicando a
compaginar, mezclar, jugar con letras, imágenes, palabras, tachaduras, ocurrencias
percibidas de un solo golpe de vista.
Ciertamente, toda actividad artística implica un componente lúdico. En
determinadas épocas, dicho componente se ha visto resaltado y, en otras, absolutamente
oculto. Pensemos, a modo de ejemplo y por centrarnos sólo en la Literatura, en el
escritor medieval don Juan Manuel. Escribía sus cuentos con un afán didáctico, ya que
“las enseñanzas se asimilan mejor en forma de divertidos cuentos”. Frente a él, Juan
Ruíz, Arcipreste de Hita, escribía y trovaba para divertir exclusivamente, aunque
también, de paso, pudiera enseñar algo. Después del Renacimiento, el Manierismo
jugaba con la literatura, tomaba la literatura como tema literario y se llegaron a crear las
obras más valiosas de la literatura universal, el Quijote, pongamos por caso, obra
manierista por antonomasia: nadie ha jugado tanto con la literatura como Miguel de
Cervantes Saavedra. En el Barroco, de nuevo, se volvió al arte, a la literatura, al servicio
de la moral y de los intereses de la Iglesia. Y podría seguir la enumeración de casos,
hasta llegar, incluso, a esa reciente poesía socio-política con sus pretensiones
adoctrinadoras.
La razón de esta aparente digresión no es otro que llegar, o retornar, a la poesía
visual, potenciadora del aspecto lúdico del arte, no sólo del poético, también del
pictórico, del tipográfico y, de manera especial, de la presentación simultánea que
corresponde la percepción ocular, muy diferente, como queda dicho, de la percepción
secuencial que corresponde por naturaleza al oído.
Y ahora que aludimos a la poesía visual como potenciadora, reveladora,
exaltadora del componente lúdico del arte, se nos ocurre crear un dominó didáctico con
una serie de poemas visuales. Juego con juego. Juego sobre juego. Un dominó lúdico3
didáctico clásico: veintiocho fichas, de las cuales siete dobles y, el resto, con las
combinaciones correspondientes. No sabremos nunca cual será la correspondiente al
seis doble, por lo que alejaremos el terror de los jugadores de dominó a quedar
“ahorcados” con esta fatídica ficha. Pero podremos jugar al modo de jubilados tomando
un carajillo en el bar de la plaza. Hasta podremos llevarlo a la clase de educación
primaria o secundaria para tratar de iniciar a los escolares en el notabilísimo arte de la
poesía visual. Lo digo por el artículo que el otro día leí en Internet sobre “Poesía visual
como recurso didáctico interdisciplinar”, escrito por el poeta visual Miguel Agudo
Orozco. Puede consultarse en: http://boek861.blog.com.es/2010/02/01/miguel-agudoorozco-poeta-visual-7917091/
En nuestro caso, hemos tomado siete poemas visuales, basados, sobre todo, en el
juego con la tipografía, de Francisco Peralto. Nuestro autor es un polifacético creador
que, además de la poesía convencional, cultiva la poesía visual, la experimental, el arte
postal y otros géneros literarios, desde la narración al ensayo. Por otra parte es creador
de libros, no sólo editor, y promotor-animador-difundidor de numerosas actividades
relacionadas por la literatura, ya en forma de publicaciones antológicas, ya en forma de
exposiciones de poesía experimental, incluyendo la visual.
Para este dominó didáctico, las obras fueron tomadas de sus primeras creaciones
de poesía visual, (algunas publicadas ya en 1979, en El nudo de la sierpe, poemas
tipográficos, compuestos a mano por su autor y publicados en el número 2 de Banda de
Mar, la que, por aquellos años, fuera revista del grupo literario del mismo nombre). Y
podría añadir que, con paciencia, fotocopias, tijeras y plastificadora compuse las fichas,
pero faltaría a la verdad. Me limité a escanear siete poemas visuales de la obra de este
autor, ponerlas en una carpeta del disco duro y ejecutar la aplicación informática
CreaDominó, de la que soy creador, dicho sea sin ánimos presuntuosos de ningún tipo.
Este programa me crea las fichas y me permite imprimirlas. Después todo es recortar y
plastificar, cuestión de un rato.
Francisco Peralto me anunció que tenía para mí un ejemplar del libro Visual
Libros (2001-2010), 1432 obras de la Década del Entusiasmo y Antología de Autores,
Muestra Retrospectiva de Publicaciones celebrada en el Taller de Poesía Visual y Arte
Correo Corona del Sur del uno de febrero al 31 de octubre de 2011, edición, por
supuesto, de Francisco Peralto, Taller de poesía visual y arte correo; Corona del Sur,
2012. Libro de edición limitada, encuadernado en piel, cada ejemplar con un tipo de piel
diferente, y numerado. Libro, diremos, que fue presentado el 20 de octubre de 2012,
durante el IV Encuentro de Poesía Visual Peñarroya-Pueblonuevo. Un lujo. Y un honor
recibirlo. En justa correspondencia, al ir a recogerlo, le llevé un dominó cuyas fichas
estaban formadas por poemas visuales de los que Peralto es autor. Le sorprendió mi
juego sobre el juego artístico de su poesía visual. Se ofreció a publicar el trabajo y aquí
está.
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Dominó didáctico: Poemas visuales de Francisco Peralto
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Contracubierta de la edición impresa del libro POESIA VISUAL en un Dominó
didáctico. Poemas visuales de Francisco Peralto, de Antonio García Velasco
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