Juan E. Romagosa, Ph.D.

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III. En el atardecer de la vida
"En el atardecer de nuestras vidas solo se nos pedirá cuentas sobre el
amor." Estas palabras de San Juan de la Cruz llevan un profundo
mensaje que nos habla de aquello que verdaderamente va a ser lo
fundamental en nuestras vidas. El amor es posiblemente, la emoción
humana más sublime, la más codiciada y, sin embargo, la más
inestable.
Todos queremos amar y queremos ser amados. Buscamos, consciente o inconscientemente, la aprobación y la aceptación de otros.
Y todo esto es bueno y agradable. ¡Qué satisfacción cuando sentimos el calor afectivo de quien en una expresión de cariño nos
hace saber que no estamos solos! El amor es así, rompe barreras
de aislamiento y, porque lo perdona todo.. . Nos da fuerzas para
aceptarlo todo.
Aprovechemos esta vida que nos regala Dios,. Algunos de
nosotros ya en el atardecer de nuestras vidas, otros acercándose a
ese atardecer lenta pero seguramente para examinar cuánto hemos
amado. Es más, cada día trae su propio atardecer, por eso es que
cada día trae también la oportunidad para proponernos hacer de
nosotros y derl mundo que nos rodea, uno un poquito más
feliz. Dispongámonos pues a amar . . . ya que por solo eso se
nos pedirá cuentas.
Juan E. Romagosa, Ph.D.
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