Esta es la historia de James, un joven lleno de prejuicios sobre el mundo y las personas desesperado por buscar alguien como él para no sentirse tan solo, como todo joven utiliza como recurso la internet para hallar esa persona igual a él, sorprendentemente no pasa mucho tiempo para encontrarla y el por fin se siente aliviado, aunque esto no durará por mucho. Falsas Impresiones Por: Camila Rodríguez. James podría hacerse pasar por una persona común pues no tiene un aspecto extravagante, su cabello es negro y rizado, es de tez un poco morena, su nariz y su boca son grandes y sus ojos color marrón, mide máximo un metro y ochenta centímetros, además es robusto. No llamaría mucho la atención ya que a diario viste con jean y camisas simples de uno o dos colores nada más, y normalmente lleva zapatos negros. Es un aspecto aburridor… Pero lo que tiene interesante y característico es su interior, su forma de ver el mundo, nada comparado con su aspecto, lo que lleva dentro no se refleja nada en su físico, pues su realidad es única porque está bastante influenciada por su característica forma de ver el mundo, él construye una nueva vista a base de pensamientos e ideas que surgen de su mente sin saber el porqué, aunque él es diferente, no es del todo bueno, su percepción sobre la vida en general es amarga y derrotista y llena de prejuicios, él no le ve sentido a la existencia. Esa visión derrotista y sin sentido se transformó en un monstruo para James y poco a poco lo convirtió en un ser iracundo y arrogante, para nada humilde o amable, nunca, ni siquiera cuando lograba estar de buen humor. Ese monstruo (del que James era totalmente consciente) se alimentaba de sus malos sentimientos, era como su otro yo, una versión del mismo hecha para destruirse, autodestruirse por estar aburrido de todo, no necesitaba más ayuda para desanimarse, el solo podía, el mismo se iba consumiendo poco a poco. James se convirtió en una persona poco querida, sensible y cerrado a todo, siempre muy orgulloso creyendo que él y su opinión, su visión del mundo son los únicos correctos y probables, como si su creación (el monstruo) fuese su mejor amigo, su aliado fiel inseparable y sólo su amigo podría tener razón. Lastimosamente esta visión hace que sus relaciones con las personas que lo rodean sean pobres, él dice no necesitar a la gente, tiene suficiente consigo mismo y por eso es muy solitario, en realidad no se sabe qué lo llevó a ver el mundo de ésta forma pero parece que nada ni nadie lo podrá hacer cambiar, eso creía él mismo. Aparentemente nadie lo comprendía pero no podía creer, aunque cierta parte en él lo deseara, que fuese el único de su tipo, realmente nadie es original ni único en este mundo, ¿o sí?, el solo quería conocer a alguien como él para no sentirse tan único, porque sabía que ser único sería una condena, una eterna soledad y una eterna incomprensión y tan solo la idea era insoportable. Él quería saber si otra gente también era capaz de crear sus propios monstruos como él, él quería experimentarlos también. James se propuso encontrar a ese alguien como él, alguien que viese el mundo en tonalidades de gris. No puede ser que todos los humanos sean felices y sonrientes. Por suerte James es inteligente y recursivo, aunque no trate mucho con las personas, las conoce bien, porque las estudia y las observa seguido, además hoy en día todo se trata de masas, todos parecen querer lo mismo, y así la tarea de encontrar a alguien diferente es más fácil. Para su búsqueda él utiliza un medio que todas las personas aman y donde dan a conocer su verdadero ser y sus verdaderos sentimientos, ahí a James le sería más fácil identificar un monstruo, si es que alguien lo había creado, este sitio es la Internet. James ve a diario como la gente revela a desconocidos como estuvo su día y que opina de ello, bueno, escriben su mente, la plasman mediante teclas y las hacen visibles en pantallas, las guardan para siempre en sus ordenadores. Esto obviamente hacia mucho más fácil la tarea de James, para su búsqueda, se ha unido a una página popular de preguntas y respuestas, es algo bastante sencillo, ahí el hace una pregunta anónima colectiva y quien quiera simplemente la responde, aunque solo hallaba gente ordinaria con respuestas ordinarias, sin embargo no se daba por vencido, él preguntaba cada día cosas cómo: ¿Qué tal el día de hoy?, ¿Qué sientes al ver las flores en los jardines de las casas?, ¿Cuál es tu humor predominante? Etc… Y día tras día las mismas respuestas – El día normal, solo trabajo-, -¿Las flores?, no siento nada, solo son flores…simples decoraciones-, -Mi estado de ánimo siempre es feliz-. Con esto se puede ver si una persona es ordinaria o no y a veces James perdía la esperanza de encontrar monstruos, parecía que nadie era como él, será siempre único e incomprendido, una sombra más de gris sin esperanza… - ¿Alguien más cree que esto de vivir es un mal chiste o un simple juego dónde algo más grande que nosotros nos utiliza sin piedad, solo para entretenimiento? ya me cansa esto de la vida…no es nada interesante y no creo que valga la pena. Pregunta sin responder, anónimo, hace 6 días. Hace mucho tiempo que James no preguntaba ni leía sus preguntas, estaba desanimado por culpa de la gente común e igual. Pero al entrar ese día al sitio de preguntas sintió una gran emoción por haber leído la pantalla de su ordenador, no podía creerlo, ¿es enserio?, eso definitivamente no lo podía pensar una persona común. Responder: -Interesante pregunta, no sé si exista algo más grande que nosotros, pero esto de vivir si es un mal chiste... Enviado. James sintió un pequeño alivio al ver la pregunta y al responderla, eso significaba para él esperanza, avanzó un poco, hay una persona allá afuera, hombre o mujer, que no encaja totalmente en el común. Que tenga un monstruo debe ser demasiado pedir pero algo es algo. James quedó pensativo después de su experiencia, esa persona anónima parecía comprenderlo, él fantaseaba acerca de la persona quien hizo la pregunta, si fuese hombre o mujer, que edad tendría, sería o no solitario, trabaja o estudia, que le gusta hacer si es que le gusta algo… Surgían tantas preguntas y expectativas… ojalá me entienda, que no me vea como un loco, que no se espante y huya para siempre, que me entienda completamente, que sea exactamente como yo, que tenga un monstruo de pensamientos negativos, que vaya en contra de todo… que sea perfecto, o perfecta, no importa pero que me alivie y no me haga sentir tan solo. *No hay preguntas en su inbox. ¿Desea hacer una pregunta? -¿Cómo te llamas? Enviar a anónimo. Anónimo respondió su pregunta: -Kate, ¿y tú? Hace un momento. Responder: -James. Enviado. Anónimo: -James, lindo nombre. Hace un momento. Ahora se sabía, esa persona era una mujer, es interesante porque podría contar con una perspectiva femenina de un caso como el de él, James quiso aventurarse y dar prisa al el momento de conocer a Kate. ¿Desea hacer una pregunta? -Hey Kate, he notado que tenemos una forma de ver el mundo similar, hace mucho tiempo que busco alguien parecido a mí y creo que tú eres esa persona que tanto he buscado, sé que apenas te he hablado y que esto puede ser un poco raro pero… ¿Aceptarías una cita conmigo para conocernos mejor? Enviar a anónimo. Anónimo respondió su pregunta: -Seguro, es evidente que tenemos algo en común y sería interesante conocerte. ¿Qué te parece si nos vemos en el parque Lakewood, mañana a las tres? Hace un momento. Responder: -Está bien, ahí te veo. Enviado. James nunca se había sentido tan nervioso en toda su vida, nada, nunca antes le importó demasiado como para ponerse nervioso por ello, esta era una sensación nueva, no la podía controlar pero estaba decidido en encontrar a Kate, conocerla y ver de cerca desde otra perspectiva cómo es ser como él. Al día siguiente James salió de su casa a la 1:30 p.m. él quería caminar desde su casa hasta el parque lentamente mientras imaginaba como sería su encuentro con Kate. ¿Cómo será su aspecto físico?, ¿De qué forma vestiría?, ¿Se notaría mucho que es una persona oscura?... No le pareció suficiente el tiempo, se había pasado volando, alzó su mirada y el parque estaba frente a él, casi que no supo ni cómo llegó, miró el reloj… 3:20 La emoción era mucho más fuerte, pronto lo invadió una sensación de ahogo, casi que de pánico ¿En qué me he metido?, ¿Qué he estado pensando?, ¿Realmente quiero conocer a esta chica?, ¿Qué tal si no es una chica?, ¿Qué tal si es una trampa?... Sin embargo así estuviese invadido por el pánico y el miedo James decidió no retirarse aún, ya había logrado un avance que no podía dejar atrás, él estaba decidido a terminar con esto. Se sentó en una banca a esperar los 10 minutos que faltaban, si es que Kate cumplía su cita. Le temblaban las manos, sudaba frío, su corazón estaba muy acelerado, su cuerpo no lo había hecho sentir tan vivo como ahora. Mira a todos lados, solo hay poca gente charlando, pasan algunas personas, pero no está Kate, que emoción, que ansiedad, que angustia, que miedo que tengo, me ahogo... Vuelve a mirar... de repente escucha un suave "James, hola", el corazón de James se paró por un segundo, su sangre se tornó helada, sus músculos no respondían y su mente estaba en blanco, por un segundo no sentía nada, no escuchaba nada y parece que eso dura una eternidad... -¿Eres tu James? De repente su cerebro le dijo "¡Voltea!" y casi que involuntariamente su cabeza giró -K-Kate Entonces la vio por primera vez, en un principio no logró visualizarla bien pues su vista estaba un poco borrosa por el ataque de pánico que acababa de sufrir pero ahora podía verla, quedó atónito pues Kate tenía una belleza extraordinaria y cautivante, ella le sonreía pues le pareció algo gracioso que James quedase petrificado contemplándola, él estaba hipnotizado. -Hola Le dijo James a ella -Hola Respondió Kate, es un gusto conocerte -Lo mismo digo... Ella se sentó a su lado mirándolo fijamente pero James no podía sostener mucho tiempo su mirada en los ojos de ella. -Y bien, dime exactamente por qué estoy aquí… -Creo que aún es muy pronto para decírtelo, primero quiero conocerte un poco más. -Está bien, supongo. -¿Qué tal si vamos por un café? -Sería grandioso, me encanta el café. Pronto salieron del parque, caminaron unas cuantas cuadras y llegaron hasta una calle cercana donde había un café, no cruzaron una sola palabra durante el recorrido y James seguía muy pensativo, Kate obviamente notó esto y le preguntó: -¿Hey James, pasa algo malo? -No, nada Le respondió con una sonrisa fingida -Oye si pasa algo debes decírmelo porque no pienso perder mi tiempo con un desconocido pensativo. -Mira es que no es tan fácil… pero tienes razón, creo que me he equivocado, puedes irte si quieres, discúlpame. -De qué hablas, ¿Equivocarte? ¿En qué? -hmm, Kate, no, enserio todo esto es un error mejor vete. -No me iré, ya llegué hasta acá y no vine para nada, dime que pasa. -Yo tengo un problema. -Si… -Bueno, recuerdas la pregunta, en internet, la que hiciste sobre que la vida es un mal chiste. -Claro, la recuerdo, tú respondiste que pensabas igual. -Si, por eso te busqué, necesito a alguien como yo… -¿Qué quieres decir? -Necesito a alguien que vea el mundo como yo lo veo, para saber que no soy el único En ese momento James sintió húmeda su cara, las lágrimas brotaban de sus ojos involuntariamente, se sentía muy extraño, estaba llorando, estaba triste hace mucho no lloraba, no podía calmar esa reacción tan extraña que tenía pero en el fondo se sentía bien, había liberado un poco de su tristeza que tenía reprimida desde hace tiempo. -James, no te entiendo, por qué lloras, ¿cuál es tu problema? James le explico a Kate su problema, a diario tenía que lidiar con el mismo, él es su propio enemigo, dejo que su parte triste creciera más que su parte feliz por eso su vida es miserable, no sabe cómo cambiar, ha sido así por tanto tiempo que ya no recuerda con ser normal, ahora es y ha sido por un buen tiempo una persona fría alejada de la sociedad. Kate realmente no entendió muy bien esto ya que desgraciadamente ella no era como James esperaba, sin embargo ella decidió involucrarse en la situación de James. -Tranquilo, mira no entiendo muy bien por lo que estás pasando pero estaré contigo... -¿De verdad? -Si James realmente necesitas ayuda. - No sé qué decir... -No tienes que decir nada. Él se sentía un poco aliviado pero defraudado porque Kate no era como él creía, parecía que solo el sufriría algo así, y nunca podría ser normal, pero no presto mucha atención a ello ya que Kate lo distraía. James y Kate se hicieron buenos amigos y pronto confiaban uno en el otro, lo cual era nuevo para James ya que nunca estuvo tan cerca de alguien, cada vez salían mas, hablaban sobre sus vidas, sus pensamientos, las personas del pasado y sus sentimientos, por primera vez él se abría a una persona y desahogaba todo lo reprimido en su interior, James pronto empezó a notar que la vida al lado de Kate era más llevadera, cuando él estaba a su lado, todo en el cambiaba, de repente podía sentir y sentía tanto como nunca antes, no sabía identificar que sucedía con él, no sabía exactamente qué estaba sintiendo, solo sabía que se sentía cálido y ahora sonreía cada vez que se veía con ella, era bastante confuso casi parecía que James se estaba enamorando. Ahora Kate sabía todo sobre James, su problema, su pasado, su verdadero ser, parecía ser buena compañía para James, lo había hecho cambiar y sentir por primera vez, el ya liberaba sus emociones por lo que parecía que ella era su salvación, ella era una persona bondadosa con buenas intenciones, eso era Kate para James su ángel destruyendo el monstruo en el que él se había convertido. El tiempo parecía volar, ya había pasado un año desde que james y Kate se conocieron ya habían salido juntos varias veces y su relación era estable, ella destruyó todo lo malo que James había creado durante toda su vida, en tan solo un año, podría decirse que James era feliz…a su manera. Kate sabía esto, ella sabía que James era mejor persona ahora que había pasado tiempo con ella, él ya estaba curado y eso la hacía feliz a ella. Aunque las cosas entre ellos marchaban perfectamente Kate quiso que James conociera nuevas personas, así que decidió presentarle a James una amiga para que avanzara en su asunto de sociabilidad y pronto lo llamó. -Aló? -¿Hola, James? -Hola Kate, ¿Cómo estás? -¿Estoy bien y tú qué tal? -Bien, ahora que me hablas. -Qué bueno, mira en realidad te llamaba para hacerte una propuesta. -Claro, dime de que se trata. -Bueno ya llevamos bastante tiempo saliendo y pues creo que es hora de que conozcas otras personas ya que estás un poco mejor. -Hmm, no lo sé Kate, yo no... -Vamos será divertido además últimamente has estado animado - Está bien lo haré -Ok, nos veremos en tu parque preferido, Lakewood mañana a las 12 y almorzaremos con mi amiga. -Ahí te veré...adiós. James realmente no estaba seguro sobre esto y la ansiedad volvía. Conocer gente, no me siento cómodo con la gente, de milagro estoy con Kate no quiero lidiar con conocer a alguien más, ¿qué hare?, ¿cancelo nuestros planes?, no ella podría defraudarse de mí y no quiero eso, la perdería, no hay de otra tengo que ir. A la mañana siguiente despertó con las manos temblorosas, hoy iba a hablar con alguien más que no era Kate, no quería hacerlo pero Kate sonaba bastante entusiasmada por ello y el no quería hacerla sentir mal. James pronto se arregló para cita combatiéndose a sí mismo y a sus pensamientos intrusivos tratando que el dejara todo atrás, por un momento su ánimo se fue al suelo y pensó que desde el principio todo fue un error no debió conocer a Kate eso tarde o temprano lo obligaría a lidiar con el mundo tal como ahora, él no tenía la energía para eso pero saco fuerzas de donde no las tenía y emprendió su camino hasta Lakewood. Como la primera vez que se vio con Kate, decidió ir caminando, sentía como si se hubiese devuelto en el tiempo a hace un año, todo lo que sintió y pensó ese día volvió a experimentarlo como si fuese la primera vez, aunque ahora tenía un sinsabor, un presentimiento, esta vez era un tanto diferente, era una corazonada que le decía que algo andaba mal, que no debería ir a su reunión con Kate y su amiga pero él solo pensó que sería su ansiedad hablando y decidió ignorar sus pensamientos. Pronto llegó a Lakewood a la zona de restaurantes y cafeterías, alcanzó a ver desde lejos dónde estaban Kate y su amiga y fue hacia ellas. -¡James! Gritó Kate. -Hola -Mira James, ella es mi amiga, Sara. -Sara, James. James, Sara. -Hola Sara, ¿Qué tal?, un gusto conocerte. -Hola, Kate me ha hablado mucho de ti -Jaja, no puedo decir lo mismo. Dijo James en tono burlón. -A ella la conocí por internet igual que a ti James. -¿Enserio? Que interesante. -Si. Dijo Sara. -Ella tampoco habla mucho. Respondió Kate. -Bueno, tengo hambre, ¿Qué les parece si traigo el almuerzo chicos? -Suena perfecto Kate. Le dijo James. Kate se levantó de la mesa y le lanzó una mirada extraña a Sara pero ella solo agachó su cabeza con signo de tristeza, a James le pareció muy extraño, tan pronto se fue Kate él le preguntó a Sara: -¿Qué fue eso? -¿De qué hablas? -¿Por qué Kate te miró de esa forma? -Ah, nada. -¿Hay un problema entre ustedes dos? -No, tranquilo James, todo está bien. -Ok, si tú lo dices. James trató de entender la situación, por qué Kate traería a su amiga si había un pleito entre ellas, eso lo dejó pensativo pero no le dio mucha importancia, solo se quedó callado esperando a Kate con su comida. Sara parecía muy nerviosa, miraba a todas partes, evitando hacer contacto visual con James, movía su pierna incontroladamente, ni un músculo de su cuerpo estaba quieto y su frente estaba empapada en sudor, James la miraba fijamente con tremenda confusión. -Oye -Sí, dime Sara. -Ella no es una buena persona, no se supone que te diga esto, pero estás en peligro. -Ella, ¿Quién? ¿De qué hablas Sara? -Mira, mejor tu vete, inventa una excusa, pero nunca vuelvas a hablarme a mí o a ella, ¡Vete!. -¿Pero qué te pasa? Estás loca. -James tú no has sido el único… -¿El único qué? -Ya varios han sido sus víctimas, ¡VETE YA! -No entiendo… En ese instante llegó Kate. -¿De qué hablaban, eh? -Nada, respondió Sara, James solo me decía que tenía mucha hambre. -Jaja, qué bueno que ya llegué con la comida. James pronto notó que Sara había cambiado completamente su actitud, pasó de estar desesperada y nerviosa a estar tranquila, pero ella hablaba con la mirada, en sus ojos se podía ver terror, él solo pensó que talvez era un problema de Sara, él nunca desconfiaría de Kate, ella había sido muy buena con él y nunca mostró una pizca de maldad, así que decidió ignorar a Sara y concentrarse en su comida. -Estoy muy feliz de que ustedes dos estén en mi vida. Dijo Kate. -A mí también me hace feliz tenerte en mi vida. Respondió James. Kate tu me has ayudado mucho, creo que ahora puedo decir que he dejado mi problema atrás gracias a ti, de verdad te lo agradezco y te quiero. -¡Ay! Que tierno eres James -Jaja, si lo soy. -¿Sabes?, eres simpático James, creo que te extrañaré. -¿Extrañarme? -Estoy loca, no me hagas caso, sigue comiendo. En eso, un silencio invadió la mesa, nadie habló más, fue como si de pronto alguien apagara el sonido del mundo, Kate de pronto empezó a mirar fijamente a James, el al principio no lo notó pero en un momento alzó su mirada... Su corazón se aceleró a gran velocidad apenas sus ojos miraron los de Kate, la comida que había masticado no la pudo tragar, sintió un frio espeluznante recorriendo toda su espalda y su cabeza podía sentirse a mil grados de temperatura, todos y todo se esfumó a su alrededor, ahora ya no existía el parque Lakewood ni los restaurantes, las personas de ahí se habían ido, no había nada, solo quedaba un terror indescriptible, los ataques de ansiedad no eran absolutamente nada comparados con esto, la maldad pura estaba en los ojos de Kate, era una mirada penetrante, oscura y agobiante, la mente de James pronto se quedó en blanco, no podía moverse, su vista se hacía borrosa y poco a poco se desvanecía, lo invadía un sentimiento indescriptible, no pensaba y lentamente se perdió en el oscuro vacío de la aterradora mirada de Kate o lo que fuese que lo mirara, sentía que flotaba, ya no estaba sentado en la silla, sentía su cuerpo a miles de kilómetros del piso, sentía un vacío en el estómago, el cerebro fuera de su cráneo, todo su cuerpo estaba disperso y su alma no estaba dentro de su cuerpo, estaba en el limbo, en la aterradora nada dentro de los ojos de un monstruo, un monstruo verdadero hecho de maldad pura, sin alma y sacado del mismo infierno, se había disfrazado y tenía sed de vidas… De pronto ya no había nada, James ya no estaba, toda su vida, sus momentos lo condujeron a esto, realmente él nunca tuvo un problema hasta ahora, su corazonada era cierta, en realidad el nunca fue un monstruo, ahora lo entendía todo, todos sus prejuicios e ideas se desvanecieron en un instante, siempre había estado equivocado pero no podía hacer nada, no quedaba nada, se había perdido en ese limbo de oscuridad y entonces todo terminó.