INTRODUCCIÓN La operación de secado se divide en 3 etapas fundamentales, que describen la manera en que el proceso se lleva a cabo en una relación de contenido de humedad respecto al tiempo. La primera etapa llamada periodo de inducción. La segunda etapa correspondiente se refiere a la eliminación de agua de la superficie del sólido que tiene una velocidad menor que la del agua en el interior del sólido. Esta etapa es también llamada periodo de velocidad de secado constante, ya que la superficie del material se mantiene constantemente húmeda. Por último, pasa la etapa de velocidad de secado decreciente, donde la humedad del sólido disminuye hasta alcanzar el equilibrio. (Fito et., al 2001). En los alimentos al reducir el contenido de humedad se previene el crecimiento de microorganismos y se minimizan las demás reacciones de deterioro (Doymaz y Pala, 2003). Por otra parte se reducen su volumen y su peso, lo cual disminuye los costos de empaque y transporte, además el almacenamiento puede ser a temperatura ambiente por largos períodos de tiempo (Jarayaman y Das Gupta, 1995). Estos fenómenos se producen al secar los alimentos, el cual es un proceso que implica fundamentalmente los conceptos de contenido de humedad y contenido de humedad en el equilibrio. Esta última variable depende de la dirección, ya sea que un sólido húmedo se seque por desorción o que en un sólido seco se lleve a cabo el fenómeno de adsorción. Para entender el comportamiento de los procesos de desorción y adsorción, se deben construir las isotermas de sorción, ya que con ellas se describen la relación entre la actividad de agua y el contenido de humedad en el equilibrio de cierto producto, a temperatura y presión específicas. 15 El estudio de la cinética de secado es esencial para un correcto diseño en un proceso de secado y un buen modelo matemático del proceso de secado ayuda a prevenir ciertos problemas como lo son los daños al producto, consumo excesivo de energía, desgaste del equipo o inclusive la disminución del rendimiento (Olivas et al., 1999). En el diseño de equipos de secado es una prerrogativa evaluar los fenómenos de transferencia de calor y materia, así como el cálculo de la difusividad y los coeficientes de transferencia de masa y energía. Una vez establecidos los respectivos balances de materia y energía, y que se han definido los parámetros de calidad para un producto en particular, es factible determinar el tipo de secado y equipo a emplear. En este sentido se lleva a cabo la selección del mecanismo y equipo de secado que se adecúe a las condiciones del ambiente y a ciertas propiedades del sólido. Los secadores solares son una alternativa para locaciones donde se encuentra una alta radiación solar (Pangavhane et al., 2002). Además es una manera de ahorrar en combustibles, no contaminar el medio ambiente y mejorar la calidad del producto significativamente (Trogul y Pehlivan, 2002, Janjai et al., 2008).Funcionan por un flujo de aire precalentado por medio de energía solar, que se hace pasar por el sólido a secar, este aire provee el calor necesario para remover la humedad contenida dentro y fuera del sólido (Hui et al. 2008). Específicamente y en cuanto al deshidratado o secado del chiltepín se refiere, existen diferentes prácticas desarrolladas por los comerciantes de este fruto, ya que actualmente no existe un proceso sistematizado que permita garantizar estándares de calidad que se han establecidos para otros tipos de chiles, o al menos no se tiene estandarizada esta calidad. A pesar de estas 16 prácticas, bastante artesanales, el mercado y precio del chiltepín seco, permiten considerar que existe un gran potencial de este chile en el mercado nacional e internacional. Aunado a esto el alto contenido de capsaicina en este fruto, permite elevar las perspectivas de uso, incluso en el mercado de la farmacología. Debido a que las prácticas de cosecha y postcosecha de este producto no se han establecido, y que las distintas opciones de proceso no se han sistematizado, es factible establecer primeramente y como parte medular el deshidratado del fruto. La deshidratación como una práctica de conservación de alimentos es un proceso relativamente sencillo y barato, y si se establecen las condiciones óptimas de temperatura y tiempo, la calidad del producto es equiparable a cualquier producto similar en el mercado. Por otro lado, los productos deshidratados tienen una vida de anaquel prolongada, lo que permitiría su comercialización en lugares distantes y a mejor precio. Aunado a lo anterior, el diseño y uso de un secador solar, permitiría la mejora de una práctica muy arraigada en las diferentes regiones del estado. Debido a lo anteriormente expuesto la meta de este trabajo se resume en los siguientes objetivos: 17