Protagonistas de la historia de Rush hablan de los 40

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LATERCERA Sábado 21 de junio de 2014
Sociedad
Espectáculos
Protagonistas de la historia de Rush hablan de
los 40 años de la mayor banda de culto del rock
R Este 29 de julio, el grupo festejará
cuatro décadas desde la formación
de su elenco definitivo.
Alejandro Tapia
Julio de 1974. Rush acababa
de publicar su disco homónimo, habían logrado firmar
con un sello en Estados Unidos y por fin se iban de gira
a ese país. Pero John Rutsey,
el baterista, dejaba la banda
por problemas de salud. Entonces Geddy Lee y Alex Lifeson, viejos camaradas de
Toronto, decidieron audicionar a Neil Peart, un joven
desgarbado de la zona,
amante de los libros y con
pinta absoluta de nerd. Lee,
el bajista, pensó que Peart
era algo tonto, pero cuando
éste comenzó a tocar su batería, quedó mudo. “¡Tocaba como Keith Moon y John
Bonham al mismo tiempo!”,
recuerda Lifeson en el elogiado documental sobre la
banda canadiense Beyond
the lighted stage (2010).
Peart se unió a Rush el 29
de julio de 1974, sólo dos semanas antes del inicio del
primer tour estadounidense,
como teloneros de Uriah
Heep. De este hito han transcurrido nada menos que 40
años; cuatro décadas con la
misma formación, 19 títulos de estudio, una fanaticada militante y 40 millones de
álbumes vendidos, sólo por
debajo de The Beatles y The
Rolling Stones en discos
consecutivos de oro y platino.
No cualquiera puede contar esta gesta. Sobre todo
para un conjunto que ha facturado su reputación desde
el culto, nunca desde la ma-
sividad ni la condescendencia con la prensa, pese a que
igual puede jactarse de repletar estadios de fútbol y
servir de faro para generaciones completas de instrumentistas.
Ni lindos ni feos
Pero el camino no fue fácil.
En un comienzo, los críticos destruyeron a la banda,
especialmente por la aguda
voz de Lee, lo poco “ondero”
de sus integrantes y la temática futurista/existencialista de las letras de Peart.
Desde el inicio, Rush estuvo
fuera del mainstream musical porque su obra era difícil de clasificar y digerir:
¿Rock progresivo?, ¿hard
rock?, ¿heavy metal?, ¿todas
las anteriores?
Donna Halper trabajaba en
esa época como directora
musical de una radio de Cleveland y recuerda cómo descubrió y lanzó a Rush al estrellato, cuando aún eran
desconocidos. “Nunca soñé
que la banda sería tan popular. La gente de Cleveland
amó la canción Working
man porque se sintieron
identificados. La letra decía:
‘No tengo tiempo para vivir, porque estoy trabajando
todo el tiempo’. La gran sorpresa para mí es que, después de 40 años, Geddy, Neil
y Alex siguen siendo amigos. Hoy Rush es una banda
reconocida y respetada. Por
eso ingresaron al Rock and
Roll Hall of Fame el año pasado”, dice Halper a La Tercera.
R La directora radial que los
descubrió en EE.UU. y uno de sus
biógrafos explican el éxito del trío.
NUEVOS LANZAMIENTOS
Album
Rush
Reedición en vinilo del primer
disco, el único sin Neil Peart.
Libro
Una nueva biografía
El periodista Max Mobley lanza
la quinta biografía del trío.
DVD
Rush: the rise of kings
Documental que recorre la historia del grupo de 1968 a 1981.
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de música de Rush
Max Mobley, autor del último libro en torno a los norteamericanos -Rush FAQ:
All that’s left to know about
rock’s greatest power trioy uno de sus mayores biógrafos, agrega que la trascendencia del grupo está por
otro costado: “Sus miembros no son lo suficientemente guapos para estar en
la portada de sus propios álbumes, ni son lo suficientemente feos como para ser
considerados fuera de la leycool, como un Ramone o un
Sex Pistol. Lee, Lifeson y
Peart son los antihéroes finales. Por eso no han sido
portada de la Rolling Stone.
Pero para quienes aman la
buena música, Rush es un
grupo impresionante”.
De hecho, acota que el trío
se escapa al molde de rock
tradicional que la crítica ha
estandarizado por décadas.
“Ellos no exudan sex appeal, no son artistas melancólicos persiguiendo a los demonios. Son sólo tres chicos normales que son
también músicos y compositores increíbles. No son famosos, algo que la prensa
del rock parece admirar estos días”, dice el escritor.
Tras sus inicios, Rush
abandonó pronto la factura
zeppeliana de sus primeros
dos discos para adentrarse
en obras conceptuales como
2112 (1976) –su primer gran
éxito- y Hemispheres (1978);
para luego cambiar de estilo con Permanent waves
(1980) y Moving pictures
(1981); este último, su disco
R Además, la agrupación saldrá de gira
en 2015 y se acaban de editar una
nueva biografía y un documental.
definitivo, que recrearon en
el Time Machine Tour que
los trajo al Estadio Nacional
en 2010. Su versatilidad y la
experimentación con new
wave, reggae y pop rock siguieron ampliándose en la
era de los sintetizadores, con
Power windows (1985).
Gira para celebrar
En cuanto al disco que mejor representa el sonido clásico de Rush, Mobley comenta: “Pienso que A farewell to kings (1977) posee
lo mejor del material antiguo. Contiene una selección
de canciones progresivas
con un alto nivel de instrumentalización y arreglos. Incluye una pieza conceptual
(Cygnus X-1), una más corta y rockera (Cinderella
man), una más progre-pop
como Closer to the heart y,
por supuesto, el opus Xanadu”, concluye.
Ya en los 90, Rush retomó
su veta más densa y rockera
con Counterparts (1993) y
Test for echo (1996). Fue precisamente después de la gira
del T4E que estuvieron cerca de disolverse. La hija de
Peart murió en un accidente y, meses después, su esposa, a causa de un cáncer.
El baterista emprendió entonces un largo viaje en
moto por Norteamérica para
intentar sanarse, hasta que
cinco años más tarde volvió
a la ruta con su banda. El regreso fue glorioso. Por primera vez se presentaron en
Sudamérica, con un memorable recital en Río de Ja-
neiro que quedó plasmado
en un DVD, con 40 mil almas
entonando un instrumental
como YYZ.
Ya en los 2000, Rush retomó el tinte de sus líneas más
progresivas y la crítica se
rindió con Clockwork angels (2012), de temática
steampunk y con un set de
violines. Incluso, la adultez
ha servido para acercar posiciones con esa crítica que
siempre los despreció. “Ya
no es verdad que a sólo los
fans les encanta Rush y que
los críticos los odian. Ahora
hay un nuevo grupo de periodistas que ha crecido con
esta banda e, incluso, sus integrantes reconocen que tienen discos mejores que
otros”, detalla Halper.
En un reflejo de su particular humor, Rush tiene planificado celebrar sus “41 años”
en 2015, con una gira mundial. La idea, según ha adelantado Lifeson, es interpretar canciones nunca antes
vistas, con énfasis posiblemente en su era setentera.
Y para festejar hay material
de sobra. En mayo, la banda
reeditó su disco homónimo
en vinilo, junto a una serie
de pósters y fotografías inéditas; la semana pasada salió a la venta una nueva biografía de Mobley y, además,
fue publicado un documental: Rush: the rise of kings. A
su vez, los fans tendrán su
propio evento: entre el 22 y
24 de agosto se reunirán en
Toronto para su convención
número 14. Hay bastante
para brindar. b
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