El teléfono de Antonio Resines

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ES28 DE DICIEMBRE DEL 2013
20
21
EN CASA
Texto Cristina Sáez
Fotos Gemma Miralda
La presentación sobra, así que será corta: cántabro, sarcástico, cómico
(‘Los Serrano’) y dramático (‘La buena estrella’). Con humor se define
“pretecnológico”. ¿Móvil, ordenador, tableta? “¡Quita, quita!”, responde
El
teléfono
de Antonio Resines
Antonio Resines (Torrelavega, 1954) no es hombre
de tecnología. ¡Para nada! Un rato con él y es fácil
darse cuenta de ello. En algún momento suena
un móvil y entonces sorprende ver a este actor,
que tantas veces hemos visto en la pequeña y gran
pantalla, sacar del bolsillo un cacharro de esos que
ya hace años que no se fabrican. Un Nokia más bien
desfasado que está a años luz de los actuales modelos
pero que sigue funcionando perfectamente. “Es del
pleistoceno”, bromea este artista cántabro. Y con
ironía y también orgullo, se reivindica: “Es que yo soy
pretecnológico”.
Por no tener, Resines no tiene ni ordenador. ¿Y para
qué lo querría?, se pregunta. Y lo dice en serio. El
actor cuenta con una dirección de correo electrónico, pero explica sin tapujos ni vergüenzas, que no es
él quien la consulta directamente. Es en su oficina
donde reciben los e-mails que le envían y entonces
se los imprimen y se los dan. Y así los lee él, en papel,
como antes, como siempre.
Y claro, de navegar por internet, leer la prensa on
line, ver películas en streaming o escuchar música,
nada de nada, y ni oír hablar de ello. Como tampoco
de Facebook, WhatsApp o Twitter. Aunque últimamente algún dolor de cabeza por culpa de estas
redes sociales ha tenido.“ Hay un tipo que se hace
pasar por mí en Twitter. Ya le hemos dicho 20 veces
que borre la cuenta, pero nada. Y tiene más de mil
seguidores, ¿tú te crees? Gente que se debe creer que
soy yo quien está ahí diciendo cosas, porque usa mi
nombre y una foto mía”, explica medio enervado, y a
continuación confiesa, con cierto toque de sarcasmo,
que “eso me han contado porque yo nunca he visto
ni Facebook ni el Twitter ni nada de eso”. Y como en
una película de gángsters, realiza una pausa y con
voz grave añade: “Lo eliminaremos”.
De padre abogado, Resines empezó a estudiar Derecho dos años en la facultad. Por suerte, le suspendieron todo y decidió pasarse a Ciencias de la Información, donde se encontró con Fernando Trueba
y con Carlos Boyero, y se encaminó hacia el cine.
El rey de la
pequeña pantalla
“Fue muy importante encontrarme con esta gente,
sobre todo con Fernando, de cara a orientarme hacia
dónde quería ir. Porque Fernando tenía muy claro
que quería hacer cine y muchos nos fuimos detrás de
él. Y no nos podemos quejar, a la mayoría nos ha ido
muy bien”, razona.
A Resines lo hemos visto sufrir mucho en el celuloide. Tal vez por su aspecto de hombre normal y
corriente, que te hace creer que lo que le ocurre te
podría pasar a ti. En La caja 507 vive un tormento. En
La buena estrella encarna a un cuarentón castrado
que se enamoraba de una tuerta, Maribel Verdú. En
Carreteras secundarias es un viudo que no tiene buena relación con su hijo. Y en El tiempo de la felicidad
encarna a un cincuentón cuyo matrimonio se va al
garete. Para rematar, en Otros días vendrán interpreta
a un viudo cuyo hijo se ha suicidado. Resines dice
que es un tipo feliz.
“No sé por qué me dan esos papeles. Porque no soy
viudo, que conste. Tendré que reflexionar sobre el
asunto. Igual me ven cara de viudo, qué quieres que
te diga”, ríe. Antes de despedirse, espeta: “Oye, que
cuando se publique esto, que no me mandes nada,
que no lo voy a ver. En todo caso, ya me avisarán. Y si
no me gusta, te denuncio”. s
móviles
Los únicos móviles de última
generación que empuña
Antonio Resines suelen ser
en los rodajes. El que utiliza
en, por ejemplo, La caja 507
(E. Urbizu, 2002) parece más
moderno que el que usa hoy,
doce años después.
Hace tres décadas que
Antonio Resines se
pasea por televisión.
Es un medio en el
que se siente como
pez en el agua, dice.
“Si te fijas en mi
trayectoria, y para eso
le das a un botoncito
y lo ves rápido, llevo
haciendo tele desde
los años ochenta y me
encanta”, confiesa.
Así, ha protagonizado
teleseries míticas que
han marcado época
como Eva y Adán,
agencia matrimonial,
junto a Verónica
Forqué; Los ladrones
van a la oficina, o
la popular y más
reciente Los Serrano,
entre muchas otras.
Hace unas semanas
lo galardonaron con
un premio de honor
en la undécima
edición del Festival
Zoom de Igualada
“No sé por
qué me dan
papeles
de viudo;
que conste:
no lo soy”
por su trayectoria en
televisión. “Cuando
me llamaron para
decirme que me
daban este premio,
me dio un sobresalto,
porque al pronto
pensé que iba a ser a
toda una vida y eso ya
es más árido”, bromea
de nuevo.
Para Resines, la
televisión es tal vez
la única salida que
hay para el mundo
del cine hoy en día.
“Estamos haciendo
películas en unas
circunstancias cada
vez peores. Y los
profesionales de este
sector, que son miles
de personas, tendrán
que trabajar en algún
sitio. No vamos a
quedarnos de brazos
cruzados. Y la tele es
una salida. Además se
ha demostrado que
funcionan muy bien
las pelis que se hacen
para este medio”.
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