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Interés General
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EL PLATENSE QUE INTEGRO LAS FUERZAS DE LA COALICION
“500 mil iraquíes
querían comernos”
De baterista punk en La
Matías fue baterista de Embajada Boliviana, una banda que alcanzó cierta fama.
En el Ejército español encontró la posibilidad de emigrar, pero también la puerta
al infierno de la guerra. Hace un mes estuvo en La Plata y contó sus experiencias
A poco de ingresar en Medio
Oriente, la brigada de Matías fue
enviada a Najaf, la ciudad santa de
los chiitas, ubicada sobre el río Eufrates, a sólo 160 kilómetros de
Bagdad. En esa tierra sagrada viven
unas 500 mil personas, y están enterrados los restos de Alí, el hijo de
Mahoma.
Los recuerdos más crudos que
guarda el joven platense tienen como escenario a esa ciudad. “No había alimentos, no había agua, no
había electricidad. Así que la gente
nos pedía todo. Al principio nos
querían, después ya no”, dice.
Cuando los marines se retiraron,
quedó a cargo de la seguridad de la
brigada el cuerpo de elite de El Salvador. “Esos sí que estaban locos
-dice Matías-. Eran cabeza de guerra, habían estado diez años
combatiendo en la selva de su país
en plena guerra civil. Habían incendiado poblados, matando
mujeres, nenes y viejos”.
Y recuerda un día que los morteros iraquíes cayeron demasiado
cerca. “El teniente que estaba al
mando se puso loco, ordenó que
cargaran la artillería. Si ellos tiran,
nosotros tiramos, así que a ver, apuntá a la mezquita, al hospital y al ce-
www.eboliviana.com.ar
Matías recuerda las peores imágenes de la guerra.
Las vivió durante su estadía en la ciudad santa chiita
El reencuentro con la banda
menterio. Y dio la orden de fuego.
Eramos nosotros y ellos contra
500.000 iraquíes que querían comernos crudos, y este demente tirando a los lugares sagrados. Murieron muchos iraquíes”.
En los momentos de mayor hostilidad, dormir era una utopía. “Todos los ataques eran de noche, así
que dormías con la música de las
ametralladoras y los morteros. Pero te acostumbrás, te acostumbrás
a casi no dormir”.
Pero todo lo cotidiano se volvió
difícil. Matías se ríe y recuerda que
“cuando nos bañábamos, aparte
de bañarnos, cagábamos al mismo
tiempo”.
La historia de Matías puede parecer
incomprensible. Se trata de un joven
platense que creció en el barrio La
Cumbre escuchando a Los Ramones, y
ganó cierta popularidad en el ambiente punk cuando la banda que formó
con un grupo de amigos logró subirse
a escenarios prestigiosos del circuito
rockero. Pero su vida dio un giro inesperado cuando se fue del país y se sumó a las filas del Ejército español. Allí
En la casa de Matías,
en el corazón de
La Cumbre, funcionó
durante muchos años
la sala de ensayo
el destino le tenía reservado otro lugar
impensado: como integrante de un
grupo de elite participó en la ocupación a Irak, en la coalición que se formó detrás de Estados Unidos.
Hace menos de un mes Matías regresó por pocos días a nuestra ciudad. Su
paso fue breve, pero quedaron algunas
huellas: el testimonio de sus experiencias en una entrevista realizada por
Vladimir Castelli para la revista Cerdos
& Peces, y las imágenes de una noche
de reencuentro con sus ex compañe-
ros de Embajada Boliviana, publicadas
en su página oficial.
Las fotografías lo muestran detrás de
la batería, disfrutando de su música y
la compañía de sus amigos. Luce la remera de “Plus Ultra”, la brigada internacional integrada por tropas españolas y de cuatro países latinoamericanos (El Salvador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana), que llegó a Irak con la misión de reemplazar
El dato
La misión de la
brigada internacional
La Brigada Plus Ultra, integrada
por fuerzas españolas,
nicaragüenses, hondureñas,
salvadoreñas y dominicanas,
reemplazó a los marines en
la ocupación y control de
Diwaniya, en el sur de Irak.
Su función fundamental fue
la de mantener el control de
la población, una exigencia
que la llevó a reprimir a los
ciudadanos iraquíes rebeldes.
a los marines norteamericanos para
mantener el control de la población.
Sin estereotipos
En una nota que los integrantes de
la banda dieron cuando ésta aún existía y estaba a punto de sacar a la venta
su primer disco “oficial”, dijeron: “No
formamos parte de ningún estereotipo”. La vida de Matías lo confirma.
Decidió dejar todo cuando el grupo
estaba en su mejor momento. Habían
tocado como teloneros de Attaque 77
dos veces, y habían accedido a varios
escenarios de primer nivel en el circuito porteño, incluido el mítico Cemento. “Teníamos contrato para dos
discos más, pero todos queríamos hacer otras cosas, así que nos separamos”, recuerda el baterista.
En la entrevista con Castelli, Matías
explica cómo llegó al Ejército español.
“Yo estaba un poco cansado de la ciudad, de la gente y dije: Bueno, voy a
probar suerte a España”. Esa “suerte”
quiso que recibiera una carta del ministro de guerra español con la propaganda del Ejército. La nacionalidad
“Vi muchos Rambos,
que habían hablado
de devorar iraquíes,
desfigurados de
pánico”, dice Matías
obtenida varios años antes simplificó
la decisión: en agosto de 2001, se enteró que había sido seleccionado.
El viaje al infierno
Las imágenes devuelven a un muchacho sonriente. Tiene 30 años y
su rostro es amable. Cuesta imaginarlo en un infierno de balas y bombas. “Ibamos como misión de paz a
relevar a los que estaban allá”, recuerda sobre las primeras noticias
del viaje a Medio Oriente.
Sin embargo, “nos empezaron a llevar a prácticas de tiro tres veces por
semana. Nunca habíamos practicado
tanto. Ahí nos dimos cuenta que iba
en serio. Nos dieron un equipo especial, no antifragmento como teníamos hasta ese momento, y cascos
especiales. El 11 de agosto de 2003
salimos para Kuwait”.
El impacto con el desierto fue duro.
Para que la brigada se aclimatara, estuvo una semana sufriendo las peores
condiciones. “Era un infierno -dice-.
Nos metieron ahí y yo pensé: Me voy,
El regreso. España integró la coalición liderada por Estados Unidos
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CORTE AQUI
Plata a soldado en Irak
Recortá el cupón,
llenalo con tus datos
y depositalo en las urnas de los puestos verdes.
Todos los domingos a las 19 hs. se realizará el sorteo
de $ 500 (2 premios de $ 250 c/u) ante escribano público
en 32 nº 426. Podés estar presente o la empresa se comunicará con el ganador por teléfono.
Para ganar, alguien debe atender nuestro llamado y acercarse al diario. No podrán participar
empleados o cualquier otra persona allegada a este medio.
NOMBRE Y APELLIDO
DIRECCION Y LOCALIDAD
Nº DOCUMENTO
TELEFONO
Fuego y mortal. En Irak murieron 13 soldados españoles. Todas las tropas ya han regresado a su país
no aguanto. La comida era terrible. Ni
siquiera te daban ganas de comer. Parecía que te morías de calor todo el
tiempo, era muy fuerte encontrarte
con los tachos de basura en las calles
derretidos por la temperatura”.
En Diwaniya, a 300 kilómetros de
Bagdad, estaba el destacamento español. La fiesta del encuentro entre
quienes ya estaban y sus reemplazos
duró poco. A la noche, Matías experimentó por primera vez la sensación
de estar en medio de un bombardeo.
Matías jugaba
cartas y fútbol en
un club español.
En 1986 obtuvo
la nacionalidad
“Yo estaba en la ducha, quitándome
la remera, y escuché tres estallidos.
Uno está acostumbrado a los estallidos, son una cosa casi normal. Pero éstos eran distintos. Escucho otro
más y la orden apaguen las luces, casco y arma en mano y en posición. Y así
salimos casi en pelotas, en la oscuridad, con los estallidos de morteros
por todos lados”.
Los bombardeos fueron más frecuentes durante las semanas que la
brigada pasó en Najaf. Pero Matías
nunca pensó que iba a morir. “Pensaba que iban a morir todos mis compañeros y que yo iba a sobrevivir”,
confiesa. Y cree que ese pensamiento
lo salvó de la locura.
La banda que lo contuvo
Embajada Boliviana nació en
La Plata en octubre de 1992,
cuando cuatro adolescentes de
distintos barrios de la ciudad, se
encontraron bajo una bandera
común: la de Los Ramones.
Sus integrantes son: Juli en voz,
Cabeza en bajo, Kuntacu en
guitarra y Matu en batería.
A fines de ese año tocaron por
primera vez en fiestas de fin de
curso. En 1994 comenzaron a
grabar los 17 temas de la primera
producción independiente.