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REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO. NÚMERO 16. JUNIO 2014
TELEGRAFISTAS.COM
ACTIVIDADES
FUIMOS A CATALUÑA
X ASAMBLEA GENERAL
Turno de…Huelga en Telégrafos
Inmigración en Ceuta y Melilla:
Otro drama humano
EL PUIG: Un telégrafo desaparecido
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
REVISTA DE LA
ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
TELEGRAFISTAS.COM
NÚMERO 16. JUNIO 2014
DIRECTOR
MANUEL BUENO
CONSEJO DE REDACCIÓN
ESTHER ARRANZ
SANTIAGO HERNÁNDEZ
AGUSTÍN DE PABLO BLANCO
RAFAEL DELGADO TABERNER
COLABORADORES
VALENTÍN USED
MÁXIMO VELADO
JOAQUÍN MUÑOZ CALERO
JESÚS RAMIL
RAÚL M. GARCÍA FANDIÑO
MAGI VIDAL
EMILIO BORQUE SORIA
MARTÍN PRIETO
MARÍA LUISA LÓPEZ
JESÚS LÓPEZ REQUENA
MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ
AVELINA JORGE
JAVIER SUÁREZ CASADO
ÁNGEL CELIS
MARÍA OTERO
REDACCIÓN:
Conde de Peñalver, 19
28006 Madrid
e-mail: [email protected]
[email protected]
Teléfono:
91 396 19 73
ÍNDICE
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Fuimos a Cataluña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
X ASAMBLEA GENERAL ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO DE ESPAÑA . . . . . . . . . . . 8
Hace 50 años en Telégrafos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
La llegada del telégrafo a Cataluña. La aparición del diario “El Telégrafo” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
EL PUIG: Un telégrafo desaparecido en una montaña inexistente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
LA CALIDAD HUMANA Y EL SERVICIO TELEGRÁFICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
OFICINA FUSIONADA DE PUERTO LUMBRERAS: INTENTO DE ESTAFA FRUSTRADO . . . . . . 20
Inmigración en Ceuta y Melilla: Otro drama humano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
El Griego de Toledo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Carta de un genio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Turno de Huelga en Telégrafos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Gabriel García Márquez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
En memoria de Gabriel García Márquez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
SI TENGO QUE VOLVER . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
HACE 170 AÑOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
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REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
EDITORIAL
. NÚMERO 16. JUNIO
DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
2014
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REVISTA DE LA ASOCIACIÓN
Y NOS JUNTAMOS PARA
CELEBRARLO EN BARCELONA
E
l X Aniversario de la Asociación de
Amigos del Telégrafo de España lo
hemos celebrado en Cataluña como
conocéis. Hemos vuelto para encontrarnos
con muchos de los compañeros que allí
dejamos en aquella primera Asamblea General
del año 2005 o a recordar a los compañeros
que durante estos 10 años hemos dejado en
el camino, pero no en nuestro recuerdo y en
nuestros corazones, que será el lugar donde
siempre sobrevivirán.
Nos hemos reunido más de 100 telegrafistas
procedentes de todos los rincones de España:
Canarias, Melilla, Andalucía, Extremadura,
Castilla-León, Castilla la Mancha, Murcia,
Valencia, Alicante, Aragón, Madrid,
Cantabria, Asturias, Galicia y Cataluña.
Es una alegría celebrar las Asambleas
Generales, pues aprovechamos siempre para
que esa reunión sea la justificación de una
semana de convivencia entre los compañeros
procedentes de las diversas Autonomías.
Magnífico entendimiento entre todos los
componentes de estos actos, nunca hay
reproches por los posibles errores que se
cometan en la elaboración de los mismos,
ni malos entendidos, ni broncas, ni malas
caras, nadie llega tarde a las reuniones, ni
a las presentaciones, ni a las salidas para las
visitas culturales y excursiones. Los fallos se
perdonan de inmediato. Los programas se
cumplen milimétricamente conforme estaban
previstos, y si por alguna circunstancia no se
realizaran, se trata de consensuar entre los
compañeros las modificaciones al mismo.
¡Es estupendo poder hacer cosas con todos
vosotros!
Con vuestra ayuda seguiremos con nuestra
labor de recuperación histórica del telégrafo,
motor de desarrollo económico y social del
siglo XIX.
ACTIVIDADES
FUIMOS A CATALUÑA
L
X ASAMBLEA GENERA
fos
Turno de…Huelga en Telégra
Melilla:
Inmigración en Ceuta y
Otro drama humano
EL PUIG: Un telégrafo
desaparecido
Es necesario para ello el comprometernos
a seguir celebrando actos conmemorativos
tendentes al recuerdo de aquellos que han
contribuido a dicho desarrollo con todos
los medios que tenemos a nuestro alcance
y partiendo de los más cercanos, como
la revista, la web, pronto la tendremos
actualizada, conferencias, artículos en
medios cercanos y celebraciones en locales
que puedan cedernos para tales efectos.
En estos 10 años nos han concedido dos sellos
conmemorativos: uno por el 150 aniversario
de la creación del Cuerpo de Telégrafos, cuyo
motivo es un manipulador morse, y otro
recientemente por el Centenario de la Escuela
Superior de Telegrafía con la fotografía de
la primera convocatoria de Ingenieros de
Telégrafos, surgidos de dicha escuela, y cinta
perforada procedente de una perforadora de
épocas posteriores. También la Dirección de
la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, S.A.,
nos ha concedido una placa conmemorativa,
instalada en la propia Escuela de Conde de
Peñalver, 19, de Madrid.
El Excmo. Ayuntamiento de Marchena
-Sevilla- nos concedió el nombre de una
calle en un lugar céntrico de dicha población
con la denominación AMIGOS DEL
TELÉGRAFO.
Nuestra intención será el
seguir la misma trayectoria,
petición de nuevos sellos de
Correos
conmemorativos
de personajes importantes
de Telégrafos y nuevas
denominaciones con el
título Telégrafos, para que
en el callejero de España se
dé cumplido recuerdo a una
institución que consideramos
fue muy importante en el
devenir de una sociedad
moderna.
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ACTIVIDADES
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Fuimos a Cataluña
Martín Prieto
D
e todos los lugares de la Península,
incluso desde nuestras islas más alejadas,
llegaron a un hotelito de Lloret de Mar
un numeroso grupo de compañeros, amigos y
familiares para asistir a la X Asamblea General de
la Asociación de Amigos del Telégrafo que este año
se celebraba en Barcelona.
Como en esta ocasión no hubo actos institucionales,
todo el tiempo lo dedicamos a recorrer la hermosa
tierra catalana y de paso empaparnos un poco más
de su historia y de su cultura a través de la gente
sencilla y amable.
Unos llegaron en avión, otros en tren y los que
optamos por el autobús tuvimos el premio de una
rápida visita al corazón de Zaragoza. La grandeza
de su basílica renacentista con su pilar hendido
por la fe de los peregrinos, no fue suficiente para
colmar nuestro asombro, una vez más. La cercana
catedral de San Salvador (La Seo), nacida románica
para acabar gótico-mudéjar, sí que nos dejó
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aturdidos por la belleza de su interior, desde los
ábsides centrales a las capillas laterales, sin olvidar
el magnífico retablo mayor. Sin embargo, el
Cabildo Metropolitano de Zaragoza nos reservaba
otra sorpresa, la impresionante colección de tapices
flamencos de los siglos XV y XVI, verdaderos paños
ornamentales que ofrecían un riguroso recorrido
por la historia sagrada y civil.
A la mañana del día siguiente nos encontramos
ante la montaña serrada que alberga desde el siglo
XII una virgencita morena que quiso quedarse a
vivir entre aquellas caprichosas montañas para
gozo de sus hijos catalanes. Montserrat, leyenda y
naturaleza a mil doscientos metros de altura, era
una visita obligada.
Por la tarde descendimos al nivel del mar para pasear
por las geométricas calles del barrio del Ensanche
barcelonés. Allí nos esperaba el arquitecto Gaudí y
ya no nos abandonó durante toda aquella intensa
y extensa tarde. La Pedrera, la Casa Batlló, y al
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final del Paseo de Gracia, cruzando la Diagonal,
el Parque Güell.
Un nuevo lenguaje arquitectónico lleno de
contenido se desplegaba por escaleras y terrazas del
jardín que en 1900 Eusebi Güell encargó a Gaudí
para crear una residencia de familias acomodadas.
La muerte de Eusebi en 1914 detuvo el proyecto
iniciado y se conservó tal como lo vemos hoy. La
Plaza de la Naturaleza, terraza panorámica con
sus ondulados bancos de trencadis que a modo
de “collage” de cerámica quebrada evolucionan
en formas caprichosas hasta convertirse en la
salamandra más fotografiada.
Antoni Gaudí, ¿genio o loco?, no lo sé, lo que sí sé es
que era un hombre de fe para levantar hacia el cielo
esas torres neogóticas, símbolo de la espiritualidad
de un pueblo. El Templo Expiatorio de la Sagrada
Familia es ahora también signo de identidad de
la gran ciudad de Barcelona y atractivo cultural y
turístico de primer orden.
ACTIVIDADES
Desde 1882, cuando se comenzó el proyecto, hasta
nuestros días, se han ido sucediendo las portadas,
elevando los pisos y sembrando el bosque de
columnas que imaginó Gaudí: “La intimidad con
la amplitud es la del bosque, que será el interior
del templo”.
La fachada del Nacimiento, la primera, con la
Puerta de la Caridad; la fachada de la Gloria, la
última construida, con la Puerta del Padre Nuestro
y entre ambas la fachada de la Pasión, presentando
un Calvario sobre la puerta al gusto estético del
momento (¿). Y en el interior, ya lo he dicho, un
bosque plantado de altas columnas en cinco naves
de luz y colorido que crean los bellos vitrales.
Asombrados por tanta creación artística
trascendente, nos despedimos de Barcelona hasta
el día siguiente.
El día siguiente fue el 17 de mayo, Día Mundial de
las Telecomunicaciones, el día de de la Asamblea y,
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ACTIVIDADES
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
sobre todo, el día del partido. Llegamos a la Plaza
de Cataluña, centro neurálgico de Barcelona, y
junto a ella la Cibeles o el Neptuno madrileños,
la Fuente de Canaletas, aunque en esta ocasión
algunos entusiastas atléticos la vistieron de blanco
y rojo ante el asombro de propios y extranjeros.
Provocación o premonición de lo que iba a
suceder, tal vez ambas cosas, lo cierto es que los
amigos del telégrafo descendieron alegres con su
bufanda Rambla abajo entre kioscos de flores y
“souvenirs”.
A mitad de la Rambla, la Boquería, antiguamente
convento de San José, hoy templo de la gastronomía,
escaparate multicolor de mar y campo en 2.500 m2
y reclamo irresistible para el visitante. Nos tuvimos
que resistir por la falta de tiempo, si no…
Y de lo comestible a lo espiritual. El barrio Gótico
nos permitió introducirnos en la historia de la
ciudad a través de sus angostas y laberínticas calles
con sabor medieval y observar las transformaciones
que a lo largo de los siglos ha sufrido la Barcelona
Vieja. Santa María del Pí, la Casa Padellás, la Plaza
porticada del Rey, la Plaza de Sant Jaume y el
Carrer del Bisbe que la comunica con la catedral
de Santa Eulalia, patrona de Barcelona.
La catedral, que también está dedicada a la Santa
Cruz, es una de las más antiguas del mundo
cristiano. Surgió como basílica paleocristiana y hoy
se nos presenta como una soberbia iglesia neogótica
como lo demuestra su fachada principal. Cinco son
las puertas de la catedral y tres sus naves interiores,
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flanqueadas por capillas entre las que destaca la del
Cristo de Lepanto, en donde el crucificado hace,
con un golpe de cintura, “el recorte” a la bala de
cañón que le envió el turco.
El segundo personaje de nuestra excursión es
Salvador Dalí, y quien dice Dalí, dice Figueras.
Si con Gaudí había dudas, con Dalí no. Dalí es
un genio envuelto en la locura, en las moscas, en
los caracoles y en los relojes blandos. Aunque él
mismo decía que su locura la había depositado
en su musa Gala, está claro que Dalí estaba
tocado por la tramontana del Ampurdán. Pintor
de lo invisible, nos volvió también locos a todos
nosotros buscando la doble imagen que subyacía
en sus cuadros. El Museo-Teatro diseñado por el
propio Dalí es toda una experiencia para la vista
y la mente que intenta sumergirse en ese mundo
daliniano sin conseguirlo la mayoría de las veces.
Y de Figueras a Gerona. Pero no a una Gerona
cualquiera, sino a una Gerona en tiempo de flores.
Patios, plazas, escalinatas, jardines, llenan la ciudad
de espacios florales que atraen al forastero perdido
en el casco histórico. El barrio Viejo, el Call judío,
las casas del río Oñar, o la paradoja arqueológica
de unos baños árabes construidos por cristianos
al estilo románico, y en lo más alto, la Catedral,
de una única y enorme nave gótica que alberga el
tesoro más interesante de nuestro viaje: el Tapiz de
la Creación, joya de lino bordado del siglo XI que
tuvo la consideración de figurar en una emisión
de sellos en el año 1980 con motivo de su VIII
centenario.
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La Plaza de la Independencia, en el centro de la
ciudad, fue el espacio elegido para reponer fuerzas
y dar tiempo para comprar unas moscas de San
Narciso, pacíficas y de chocolate, no como las
virulentas moscas de la leyenda, que saliendo de
la tumba del santo liquidaron al invasor francés.
Algunos volverán a Gerona aunque no sea en
Temps de flors; tomaron este compromiso cuando
escalaron el poste para besar el culo de la leona.
Tarragona cerrará nuestra incursión por las tierras
catalanas. Desde campamento de verano para las
legiones de Escipión el Africano, hasta metrópoli
de la Hispania Tarraconensis de Augusto, Tarraco
constituyó un importante asentamiento romano
durante varios siglos y prueba de ello es el legado
arqueológico de sus ruinas que le ha valido la
consideración de Patrimonio de la Humanidad.
Las murallas, el anfiteatro junto a las cálidas aguas
del mar, la Torre del Pretorio, el gran circo que
apenas se adivina dentro del casco urbano y la calle
Mayor con lápidas romanas, constituyen el pasado
de Tarragona. El Balcón del Mediterráneo desde
donde se divisa el mar, el puerto y la estación, la
Rambla Nova y la Plaza de la Font son el hoy de una
Tarragona moderna y con un indudable atractivo
comercial y turístico. Nos queda la Catedral,
Basílica Metropolitana y Primada de España que
se eleva en la parte más alta de la ciudad donde
en otro tiempo estaba la acrópolis de los romanos.
Como tantos templos comenzó románica y con
el tiempo se transformó en gótica, renacentista e,
incluso, en buena parte, barroca.
ACTIVIDADES
Dos detalles recuerdo, vista la iglesia desde el
callejón de la calle Mayor: su enorme rosetón,
grande como pocos y las inconclusas torres de
su campanario. Ciertamente mereció la pena dar
unas vueltas por esta histórica ciudad, no tantas
como las que dio el auriga Diocles en el gran circo
tarraconensis, 2.400, pero algunas menos, sí.
El regreso es siempre pesado, las maletas y la mente
van más cargadas que a la ida y el autobús, aunque
no ayuda, compensó. La compensación fue la
parada en tierras de Aragón para disfrutar de los
caprichos del agua que deja escapar el río Piedra.
El Monasterio y su parque, con lagos, cascadas y
grutas construyen un paisaje difícil de describir
y fácil de perpetuar en imágenes que ya no se
borrarán jamás.
La ávida cámara agotó allí su batería y yo ahora
mis recuerdos de estas estupendas jornadas vividas
con mis amigos del telégrafo. Muchas cosas habré
olvidado, seguro, pero no me importa porque
os remito, si queréis, completar esta crónica, al
excelente trabajo que para este viaje preparó el
cántabro Valentín Used.
Y de la Asamblea General, ¡qué!, os preguntareis.
Eso es otra historia, mejor dicho es la historia de
siempre, no hay quien quiera reemplazar a estos
heroicos compañeros que mantienen el espíritu
del fundador sin flaquear y la aclamación de unos
pocos se convierte en gratitud de muchos.
Pero todo esto que lo cuente otro que sabe más.
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ACTIVIDADES
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X ASAMBLEA GENERAL
ASOCIACIÓN DE AMIGOS
DEL TELÉGRAFO DE ESPAÑA
Conforme estaba previsto, el día 17 de Mayo, a
las 13,00 horas, en el Hotel Novotel Barcelona
City, Avda Diagonal 201 Barcelona, se celebró la
X Asamblea General de la Asociación, todos los
puntos del Orden del Día, fueron aprobados por
unanimidad por los más de 100 componentes de
la Asamblea.
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Los más importante: la aprobación del Acta de
la Asamblea General anterior, el resumen de los
actos celebrados por la Asociación durante el
curso pasado, la aprobación de las cuentas al 31
de diciembre del 2013, así como la ratificación de
los miembros de la Junta Rectora actual y de los
Delegados Provinciales.
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Al finalizar el punto de ruegos y preguntas Pedro
de la Prada, presentó el libro Expediente KDO,
que se refiere a una recopilación de informes
y escritos efectuados durante la guerra civil y
posteriormente, a compañeros de Telégrafos,
intercalados con información del diario catalán
La Vanguardia, en la misma fecha de los citados
escritos.
Con posterioridad nos dirigimos todos al lugar
donde estaban montadas las mesas para degustar
un sugestivo menú que nos tenían preparado.
ACTIVIDADES
INSIGNIAS DE KDOS
D. Enrique Reyero Pantigoso,
D. Manuel Escudero Sanz,
D. Pedro Arenas Iñiguez,
D. Victoriano Mestre Paliares,
D. José Moré García,
D. Onofre Vicente Martínez,
D. Juan Luis Arroyo Duran,
D. Emilio Alonso Iglesias,
D. Carlos Jimeno Gonzalvez,
Doña. Aurora Llórente López,
Doña Rosa M5 Roig Marquina,
Doña M& del Carmen Bordonaba,
D. Jesús M^ Sanz López,
D. Alfonso Cid-Fuentes Morales,
D. Antonino González Godos.
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ACTIVIDADES
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A los postres y como en ocasiones anteriores
se hizo entrega de las Insignias de Telégrafos
y los Kdos por el Presidente, Vice-Presidente y
Secretario de Organización de la Asociación:
D. Manuel Ferreras Pérez, Dña. Carmen Peña
Valiño y D. Jordi Farré Carboneli
También se celebró un homenaje a los Telegrafistas
de la Oposición de 1964 y en representación de
los mismos se hizo entrega del KDO a:
D. José Sánchez Navarro y a Doña Amparo
Calvo García.
Todos los receptores de Insignias visiblemente
emocionados dieron las gracias a la Asociación y a
la Junta Rectora por tai distinción
Terminado el acto, nos autoconvocamos para la
próxima Asamblea General, esperando volver a
vernos todos de nuevo.
Imposición de Insignias
Homenaje a los Telegrafistas de la Oposición de 1964
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COLABORACIÓN
Hace 50 años...
en Telégrafos
Agustín de Pablo-Blanco
H
ace 50 años... en Telégrafos. Estaba
recién casado, aún no había cumplido
los 25 años pero ya estaba en camino
mi primera hija. Los que somos algo mayorcitos,
creo, nos vemos obligados a recurrir a la muletilla,
¡qué barbaridad, como pasa el tiempo! Casi todos
nosotros hemos vivido una época difícil y, sobre
todo, hemos pertenecido al colectivo profesional
que con mayor rapidez cambió, cambia y nos
asombra cada día sin que podamos ser capaces de
entenderlo.
situada en la cuarta planta -a lo largo de la calle de
Montalbán en Madrid- desde la que podías ver y
escuchar la atronadora Sala de Aparatos del Palacio
de Comunicaciones.
Por un momento trataré de recordar cómo era
mi lugar de trabajo. A petición propia, estaba
destinado en una sección que llamábamos
PORTADORAS, en alusión a los equipos de
ondas portadoras que en él se ubicaban. Se
trataba de una extensa y luminosa sala rectangular
las vísperas de San José y de la Virgen del Carmen,
etc., las elevadas cifras de transmitidos y recibidos
-situadas en aquel entonces- reflejaban un mundo
que se esforzaba por salir a flote tras muchos
años de aislamiento y caminar solos. En las horas
de cambios de turno (8, 14, 21 y 24 horas) los
Para cuantos hemos conocido la Sala de Aparatos
de los años 50 y 60, era tan impactante que estoy
seguro no podemos borrarla de entre tantos
recuerdos de trabajo y juventud. Por aquella época,
en las fechas en que la curva de tráfico obviamente
se disparaba, como en las Navidades, Año Nuevo,
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COLABORACIÓN
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
de forma muy simplista, se caracterizaban por
ser redes cerradas que necesitaban autorización
para interconectar sus usuarios con los de otra;
eran independientes y dirigidas por compañías
individuales, gobiernos, universidades o particulares.
Transcurrido medio siglo nos encontramos
totalmente inmersos en INTERNET. Para su
funcionamiento, los estándares abiertos permiten
Jefes de Aparatos pasaban -como antes se decíaa la “superioridad” el parte de depósitos pendientes
de transmitir, que a veces superaba los 30.000
telegramas.
Hoy, 50 años más tarde, esas cifras -para las
nuevas generaciones- son sólo pequeños datos
que en absoluto pueden reflejar el gran esfuerzo,
en muchas ocasiones casi artesanal, que había
de realizarse con escasos medios para cubrir la
creciente demanda de una sociedad que deseaba
y necesitaba comunicarse con toda rapidez. A que
todos recordamos, allá por los años cuarenta, la frase
¡papá, mamá, han traído un telegrama! Evidente, se
trataba de una noticia que llegaba a gran velocidad.
Hoy, ya en el siglo XXI, son impensables “los
depósitos”; una noticia se transmite y recibe por las redes habituales (Facebook, Twitter y otras)
todos los dias por millones de usuarios. Todos nos
preguntamos, en especial los jóvenes: “tú tienes
Facebook, tienes Twitter, tienes Whatsapp... ¡Son
las REDES!
que todas las redes se conecten a todas las redes. ¿Y
quién es el responsable de todo este engranaje? La
respuesta es muy simple: nadie y todo el mundo.
Internet es una Red de Redes que trabaja como si
fuera una sola. De ahí que sus características sean:
A mediados del siglo pasado en España, tras la
guerra civil y más de un decenio de aislamiento
total, tuvieron que adaptarse las líneas para soportar
los nuevos sistemas de “ondas portadoras” con sus
correspondientes canales de “telegrafía armónica”.
El cambio fue espectacular, algo increíble para
la mayoría. Sólo a un par de conductores bien
equilibrados -harto difícil aquellos días- podíamos
conectar Z3F tricenales, de frecuencias portadoras;
y sobre cada canal su correspondiente equipo de
telegrafía armónica, los conocidos WT-24 de la
casa Siemens. El resultado no podía ser más claro,
casi multiplicabas por cien el aprovechamiento de
dos conductores, a más de obtener también líneas
telefónicas para órdenes.
Y así, poco a poco, conseguimos en unos años
tener una RED de Telegrafía radial y perimetral
que cubría todo el territorio nacional. Nuestra
RED, como todas las que entonces existían, y
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es una red abierta, es independiente dentro de su
universalidad y está dirigida por organizaciones -sin
ánimo de lucro- que trabajan juntas para atender las
necesidades de todo el mundo.
pueblos de la sierra de Madrid, varias instalaciones
completas de aparatos baudots que hasta los
primeros años sesenta nos comunicaban con las
provincias gallegas, y hasta 1962, en un extremo
de la Sala de Aparatos, un sorprendente aparato
Hugues que nos conectaba con la central del Banco
Hispano Americano. Hoy, aquellos Morkrum,
Creed, los “pulgas” modelo T-100 de Siemens, los
530 de Olivetti, el francés Sagem y otros, ya todos
son solo objetos de museo.
Para que entendamos un poco qué es Internet me
planteo tres preguntas y sus respuestas. La primera:
¿quién hace funcionar Internet? Pues todas las
organizaciones, comunidades e individuos que
ayudan al trabajo y a la evolución de Internet.
Entre ellas: Técnicos, Ingenieros, Arquitectos...
y también el Consorcio World Wide Web
(W3C); todos ayudan a coordinar e implementar
estándares abiertos. Se incluyen además
operadores y proveedores que ofrecen servicios de
infraestructura de red, como son los proveedores de
dominio (DNS), operadores de redes y aún todos
los usuarios que utilizan Internet para comunicarse
entre sí y ofrecer servicios. En segundo lugar, ¿cuáles
son los elementos que principalmente componen
Internet? Pues su hardwere y su softwere. En el
hardwere incluimos satélites, cables, ordenadores,
smartphones, tablets, antenas, routers, servidores
y otros más; entre todos, unos nos ayudan a
entrar en Internet y otros son parte de la cadena
que transporta la información. El softwere lo
componen los programas y los diferentes sistemas
de codificación y decodificación de la información.
Y como tercera pregunta, ¿cómo funciona
Internet? Internet está regido por protocolos, que
consisten en formas de codificar y decodificar la
información; por ejemplo, los navegadores pueden
leer lenguajes de programación, como html, java,
flash, etc., de forma que cualquier usuario que
trabaje con protocolos compatibles, puede ser
leído por un computador normal. Señalaré, por
último, las direcciones IP que son las asignadas a
cada computador terminal y cada servidor cuenta
con su IP, única e irrepetible.
Por tanto Internet es una Red de computadoras
interconectadas alrededor del mundo. Millones y
millones de computadoras comparten su información
segundo a segundo.
Creo que ya sólo me queda referirme a los aparatos
propiamente dichos, transmisores y receptores de
la información. Hace 50 años... en Telégrafos
y, en concreto, en la Sala de Aparatos de nuestro
Palacio de Comunicaciones que yo contemplaba
todos los días a través de las grandes cristaleras
de Portadoras, se podían ver alrededor de ciento
cincuenta aparatos, entre transmisores, receptores,
perforadoras, morses, para enlazar con pequeños
COLABORACIÓN
Pasados 50 años, los transmisores y receptores
de información que todos los usuarios de Internet
conocemos son: los smartphones de la coreana
Samsung con sus modelos Galaxy, los también
coreanos LG con sus modelos Optimus, los modelos
Xperia de Sony, los estadounidenses Iphones, los
canadienses Blacberry y muchos más.
Quiero terminar poniendo de relieve el increíble
cambio habido en mis últimos cincuenta años,
con unos datos suministrados por la firma sueca
Pingdom a finales del pasado 2013. En cifras
mundiales, el número de internautas fue de 2.400
millones, el número de usuarios de e-mails de
2.200 millones y, por último, fueron 144.000
millones de correos el tráfico por día en el mundo.
Y qué puedo añadir, solo escribir o decir: ¡Ufff! no
me lo puedo creer.
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La llegada del telégrafo a Cataluña.
La aparición del diario “El Telégrafo”
Domingo Martín de la Vega Fernández
E
l 17 de mayo de 2014 la Asociación de
Amigos del Telégrafo ha elegido Barcelona
para celebrar la X Asamblea. Si retrasamos
el reloj del tiempo 157 años hasta el 17 de mayo
de 1857 podríamos leer en El Diario de Barcelona
de esa fecha la siguiente crónica del corresponsal en
Tarragona ante la llegada del telégrafo a las cuatro
provincias catalanas.
Gibert, después de dejar definitivamente arreglada
la estación de esta capital y colocado el aparato
debe haber salido hoy para Barcelona quedando en
esta capital el personal suficiente para transmitir y
recibir los correspondientes despachos. Nos hallamos,
en su consecuencia, en instantánea y rápida
comunicación con la Corte y el extranjero , y no
han de pasarse muchos días sin que el público
Telégrafo Bruguet ( emisor y receptor ) usados en la comunicación.
“Tarragona, 16 de mayo. Tuvimos ayer la
satisfacción de ver funcionar el telégrafo eléctrico y, en
su consecuencia, admirar sus rápidos e instantáneos
efectos. Es sorprendente, no sólo la sencillez del aparato,
si que la simplificación del sistema Breguet, a cuyo
sistema pertenecen aparato y máquina. Durante a lo
más seis minutos, estuvo en comunicación la estación
de esta capital con la de Barcelona, y mientras este
cortísimo intervalo, las palabras comunicadas , a ser
pronunciadas frente a frente y a viva voz, hubiérase
necesitado cuando menos el mismo tiempo que en
hablarlas por la electricidad, pues que aún seguía
corriendo la manivela sobre el abecedario cuando
marcaba el recibidor la contestación. La sorpresa,
pues, se hallaba retratada en los semblantes de cuantos
teníamos la fortuna de ver funcionar el telégrafo
eléctrico merced a la condescendencia del comandante
señor Gibert, con cuya amistad nos honramos, que
tuvo la dignación de invitarnos. El referido señor
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disfrute de esta sorprendente mejora del siglo.
Debemos hacer partícipes a nuestros lectores de
haberse recibido en la mañana de ayer la primera
comunicación de Madrid, siendo ésta un despacho
particular.”
El 16 de mayo de 1857 se ponía en servicio
la primera línea de telecomunicación pública
(telegrafía eléctrica) que unía las cuatro capitales
catalanas: Barcelona, Tarragona, Gerona y Lérida.
La llegada de las telecomunicaciones a Catalunya
fue así:
Durante el verano e invierno de 1854 se construyó
la primera línea de telegrafía eléctrica que unía
Madrid con Alcalá, Guadalajara, Alcolea, Calatayud,
Zaragoza, Tudela, Pamplona, Alsasúa (con ramal a
Vitoria y Bilbao), San Sebastián e Irún.
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
COLABORACIÓN
Escudo de Telégrafos. Los rayos se incorporarían al escudo de la nueva profesión de Ingeniero de Telecomunicación surgida de la
Escuela Oficial de Telegrafía en 1921.-Museo Postal.
Las grandes ventajas que esta primera línea de
telecomunicación produjo no sólo al Gobierno sino
a los particulares, a cuyo servicio se destinó desde el
1 de marzo de 1855 por Real Orden de Isabel II de
25-2-1855, hicieron que las Cortes promulgaran e
Isabel II sancionara la ley de 22 de abril de 1855
autorizando al Gobierno “para plantear un sistema
completo de líneas electrotelegráficas que pongan
en comunicación a la Corte con todas las capitales
de provincia y departamentos marítimos y que
lleguen a las fronteras de Francia y Portugal”.
a Barcelona por Huesca, Barbastro,
Monzón, Lérida, Tarragona y Reus
con un total de 289,64 Km.” B-“desde
Barcelona por Gerona a La Junquera
con estaciones en Mataró y Figueras
con un total de 164,53 Km.” La línea
B fue recibida provisionalmente el 17
de diciembre de 1856 (Memoria del
Ministerio de Fomento de 1856) y se
supone entró en servicio en febrero de
1857.
Este sistema incluía en la LÍNEA DEL NORTE:
La línea A entró en servicio el 16 de
mayo de 1857 según la crónica del
corresponsal en Tarragona del Diario de
Barcelona de 17 de mayo de 1857:
A-“El ramal desde Zaragoza a Barcelona, por el
mucho servicio que es de presumir produzca, ya para
el extranjero, ya para Madrid, deberá llevar cuatro
hilos en su extensión de 52 leguas.”
B-“Desde Barcelona deberá partir un ramal por
Gerona a La Junquera con dos hilos en 29 leguas.”
Posteriormente, en el año 1858 se
sustituyó el sistema Breguet por el
sistema Morse que había sido adoptado
en los demás paises europeos.
Por Real Orden de 27 de diciembre de 1855 se
aprobó la contratación de las dos líneas A y B a los
Sres. Brusí, Luch y Compañía. A-“desde Zaragoza
También el mes de noviembre de ese
año apareció en Barcelona el diario de
nombre “EL TELÉGRAFO”.
Primera página del primer número del diario EL TELÉGRAFO
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COLABORACIÓN
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
EL PUIG: Un telégrafo desaparecido en
una montaña inexistente1
Emilio Borque Soria
E
l tramo de la línea civil de telegrafía
óptica de Valencia a Barcelona no llegó a
funcionar oficialmente pero nos consta
que se hicieron ensayos desde Valencia a Castellón
y desde Tarragona a Barcelona. Esta condición
de línea inacabada hace que aún existan algunas
incógnitas sobre la situación de algunas de las torres
que poco a poco vamos solventando. Una de éstas,
es la correspondiente a El Puig de Santa María;
aunque nuestro querido Sebastián Olivé (1990)
no señalaba ninguna estación entre Valencia y
Sagunto, es lógico pensar que hubiera una estación
intermedia para salvar los 25 kilómetros entre
ambos extremos. Un mapa firmado por Mathé en
1852, refleja el punto de El Puig y lo señala como
construido, correspondiendo a la torre número
31 de la línea de Madrid a Barcelona. El hecho
que este telégrafo dependiera de la sección 5.ª,
correspondiente a Valencia, ayuda a comprender la
omisión en el listado de Olivé.
Vista de El Puig desde el telégrafo óptico de Sagunto. Fuente: Emilio Borque.
Varios autores posteriores han tratado de precisar
el lugar exacto del emplazamiento, como la
Cartuja de Ara Christi (Montoya Beleña, 2005)
o el colegio público Pere Jofré en la montaña de
Santa Bárbara (Bolufer & Rivera, 2009)2; pero
1
2
3
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TELEGRAFISTAS.COM
Detalle del MTN50-0696 ed. 1946 Fuente: IGN.
ninguna de las hipótesis ha podido ser confirmada
documentalmente; lejos de adoptar cualquiera de
ellas, aportamos otra más con los últimos datos
que tenemos.
El municipio de El Puig de Santa María está
situado a mitad de camino entre Valencia a
Sagunto, formando una estrecha franja de unos tres
kilómetros de ancho desde las últimas estribaciones
de la Sierra de la Calderona hasta el litoral.
Canteras del Puig, 1867, original de José Martínez Sánchez.
La llanura está jalonada de pequeñas lomas a modo
de “montañas islas” en medio de la planicie litoral
y la población se extiende entre las faldas de la
Muntanya de la Patá, con 56 metros de altura sobre
el nivel del mar, y la de Santa Bárbara. El DUDE3
nos indica que la estación número 31 estaba en
Avance de un trabajo en preparación sobre la línea de telegrafía óptica de Valencia a Barcelona.
Hasta ahora nosotros éramos de la opinión de situarla en los restos del castillo de la Patá.
Diccionario universal del derecho español constituido (ESCOSURA, 1853), obra contemporánea de la línea de telegrafía óptica y única referencia completa de la totalidad de las torres construidas.
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el cerro del Cabez, transcripción castellanizada
del vocablo valenciano cabeç, que significa
«cabezo, cerro aislado»; en el término de El Puig
este topónimo aparece en El Cabeç Bord y en El
Cabeçolet. El primero, situado en el extremo SO
del municipio, a pesar de ser el punto más elevado
Fragmento de la fotografía de 1867 de las canteras de El Puig, original
de José Martínez Sánchez. Fuente: BNE.
COLABORACIÓN
Estos datos, junto a la existencia de una fotografía
de 1867 en la que aparece en la cima de la
cantera una torre, que aunque no se distingue
correctamente, podría ser la torre del telégrafo
debido a la orientación de las ventanas y a las
aspilleras en el piso inferior5, nos hace pensar
que la torre de El Puig estaba situada en la cima
del desaparecido Cabeç en las coordenadas
aproximadas de 0º 17’ 42” W y 39º 35’ 33” N, a
15,3 Km. de la torre de Valencia y a 9,3 Km. de
la de Sagunto. Para confirmar nuestras sospechas,
el personal del archivo del Instituto Geográfico
Nacional nos facilitó la reseña del viejo vértice
geodésico de la «Cantera»:
«Está situado en la parte más alta del cerro llamado
“Cantera del Puig”, donde existe una torre
telegráfica que es la señal que constituye el vértice.
de éste, no tiene visual hacia Sagunto. El Cabeçolet,
por su parte, es una pequeña elevación de apenas
19 m.s.n.m. con una imagen de la Mare de Deu de
Puçol venerada por el vecino pueblo de Puçol.
Pero, ¿en cuál de los puntos enumerados estuvo el
telégrafo? Pues en ninguno de ellos.
En la época de construcción de la línea existía
otra montaña entre la población y la costa4 que se
habilitó como cantera para extraer piedra de rodeno
(areniscas rojas) para construir la ampliación
del puerto de Valencia y que se unía a él con un
ferrocarril (Sahuquilo Dobón); actualmente la
autopista CV-21 parte en dos la superficie ocupada
por la cantera. Dicha montaña aparece en mapas
del Instituto Geográfico y Estadístico de 1929 con
un vértice geodésico a 59 m.s.n.m., el vértice se
mantiene hasta mediados de la década de 1970
pero con una altitud menor.
El arqueólogo Jesús López Requena y Emilio Borque estudiando un
posible emplazamiento del telégrafo de El Puig.
La única referencia actual del nombre se halla en
el yacimiento ibérico Cabeç de la Cantera o de la
Pedrera catalogado por la Generalitat Valenciana y
situado en la parte izquierda de la CV-21 (La Nave
Planeamiento, 2008).
Se puede comprobar que las dimensiones de
la torre coinciden con las de una torre tipo
Mathé, por lo que podemos confirmar nuestra
hipótesis de que el telégrafo de El Puig estaba
en la montaña del Cabeç, desaparecida debido
a la explotación de la cantera.
La señal definitiva constituida por la torre
telegráfica, que es de base cuadrada de 6.20 m. de
lado y 8.16 m. de altura.» 6
Incluso el escudo heráldico de la población, representa tres lomas con un castillo en la central. 4
Es muy probable que se reutilizara la torre del telégrafo que se usó en la primera guerra carlista.
6
IGN, reseña del vértice «Cantera» nº 696, sin fecha.
4
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COLABORACIÓN
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
LA CALIDAD HUMANA
Y EL SERVICIO TELEGRÁFICO
Francisco Medina Ortín
Y
a sé que son otros tiempos y otras
maneras de vivir. Pero no puedo dejar de
preguntarme si estos tiempos actuales (con
todas sus indudables ventajas y adelantos) nos
proporcionan una calidad humana mejor que la
que hemos vivido los que ya pintamos canas, y
hemos vivido también en otros tiempos pretéritos,
y no tan lejanos.
Me centraré en un punto. Las relaciones personales,
a nivel de amistad, de vecindad de servicio a los
demás…, ¿se viven de igual modo hoy que hace
años las vivíamos? Pienso que, como mínimo, se
me permitirá ponerlo en duda. Un solo ejemplo, si
vive en una ciudad, por mediana siquiera que sea,
¿tiene relación más o menos asidua con los vecinos
de escalera de su propio bloque de viviendas? Ya
me conformaría yo con que se pudiera contestar,
con que conocerlos, al menos los conoce… a la
mayoría.
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TELEGRAFISTAS.COM
Es sólo un ejemplo. Sí, ya sé que son los tiempos
que nos han tocado vivir. Por cierto, también
“nuestros tiempos”, que a mí, como individuo vivo
que soy, aquello de que “en mis tiempos…” Estos
también son mis tiempos.
A lo que iba; es que resulta que los que venimos de
unos tiempos en que nuestra profesión, es decir, el
Telégrafo, esto de la calidad humana a través del
servicio y relación con y a los demás es algo que
vivimos muy intensamente. Y es porque la misma
la entendimos siempre y de manera especial como
auténtico servicio público. Nuestra finalidad de
trabajo era la de poner en contacto a las personas
que de otra manera les resultaba muy difícil de
hacer (también el Correo, pero no de forma tan
inmediata). Y porque por entonces el teléfono ni
estaba tan extendido, ni era posible la conexión
directa entre teléfonos de distintas localidades. (Las
famosas demoras de espera para que se nos diera la
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solicitada conexión con otros abonados -familiares,
amigos, etc.- que a veces podían suponer horas.)
Tal vez los que tan sólo han conocido los actuales
móviles telefónicos y todos sus muchísimos
adelantos, así como las conexiones vía Internet, les
cueste no ya creerlo, sino incluso ni hacerse idea de
lo que comento.
Pero sí, el Telégrafo era la forma más rápida y
eficaz de poder poner en relación a personas con
personas, independientemente de que tuvieran o
no línea telefónica. Éramos el canal y conducto
para conexionar a unos con otros, y para las buenas
o malas noticias, que de todo había, pero al cabo
noticias de importancia e interés para quienes las
enviaban y para quienes las recibían.
Y una de las mejores muestras de nuestro
interés de servicio a los usuarios, es decir, a las
personas, eran aquellos telegramas, no sólo los
de categoría “Urgentes”, que al fin y al cabo el
destinatario lo abonaba como tal, sino en aquellos
otros catalogados de “Preferentes”, que nadie
sobreabonaba, sino que era el propio funcionario,
desde el de ventanilla en que se imponía hasta el
repartidor que lo porteaba, quienes al comprobar
la posible importancia del texto lo hacía cursar
como si “Urgente” fuese, y tal vez, incluso con
mayor preferencia, ya que los “Preferentes”, todos
sabíamos que se trataban de textos de importancia
y gravedad, y no siempre un “Urgente” sí lo era,
en sí, aunque se hubiese abonado como tal, y por
tanto tenía derecho al servicio de urgencia.
Aquellos intercalados en nuestra regular serie de
tanda de transmisión, adelantados y preferenciados,
COLABORACIÓN
para que no pudieran perder ni un solo minuto,
de lo que avisábamos al compañero colateral,
con largas tandas de “timbrazos” que ponían en
sobreaviso del telegrama en cuestión.
Por no hablar de los que podían referirse a
“Seguridad de la Vida Humana” (los SVH), y de
que de su máxima rapidez podía depender la vida
de alguien (eran raros y escasos, pero los habían),
en donde todo el mundo corría, dejándolo todo,
avisando de la necesidad de urgencia, y partiendo
del funcionario de ventanilla, que ni cobraba a
priori el telegrama, sino que lo hacía a posteriori, y
una vez se había dado curso urgentísimo al mismo.
Todos los telegrafistas que vivimos estas vivencias,
válgaseme la posible redundancia, teníamos
perfectamente asumido aquello que entonces
se decía y, salvo raras posibles excepciones, que
siempre las hay, se llevaba a la práctica de que “el
servicio nunca debe esperar al funcionario, sino el
funcionario al servicio”.
Era una forma práctica y activa de entender lo que
significaba calidad humana en el trato y a través
del servicio de un trabajo o profesión a la que
amábamos. Y la que tal vez mejor explica el por
qué de aquello tan nuestro de “Querido/a” (que a
más de uno que no esté en “el ajo de la cuestión” le
pudiera llegar a resultar extraño, cuando no “fuera
de lugar”), referido al o la colateral que teníamos al
otro lado de la línea. Y es que esta noble implicación
en el servicio a los demás nos hacía al tiempo más
entrañable nuestra mutua relación profesional.
Tal vez otros tiempos, sí, pero ¡qué hermosos y
queridos!
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OFICINA FUSIONADA DE PUERTO LUMBRERAS:
INTENTO DE ESTAFA FRUSTRADO
24 diciembre de 1974
Juan Romera Sánchez
H
an transcurrido muchos años, pero
¿quién olvida lo “gordo” de lo que le ha
sucedido en su vida profesional aunque
haga muchos años? Como de costumbre, aquella
mañana a las nueve en punto cambié el rótulo de
cerrado por el de abierto que había en la puerta
de entrada a la oficina. El resto de personal (un
auxiliar y varios carteros) ocupados en lo suyo no
percibían nada de lo que se estaba tramitando.
Apenas me siento en mi puesto de trabajo, un
cliente de Caja Postal presenta su cartilla (formato
antiguo de las que llevaban el escudo nacional en la
portada) y solicita un reintegro de 10.000 pesetas.
Al no serme conocido, inmediatamente me fui al
fichero que al respecto llevábamos las oficinas para
las rectificaciones o errores que se cometían y que
telegráficamente la Administración General de
Caja Postal diariamente nos facilitaba. Mi sorpresa
fue mayúscula cuando compruebo que en aquella
cartilla estaba prohibido operar y ordenaba que se
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detuviera inmediatamente al portador de la misma.
Dios mío, ¡qué problema! Quiso la casualidad que
aquel día yo llevaba en el dedo índice de la mano
izquierda un pequeño esparadrapo para cubrir
una ligerísima herida que me había hecho el día
anterior. En esta situación y ya conocedor del error
en la cartilla, me dispuse a anotar el reintegro en
la misma, pero me dirigí al portador mostrándole
el dedo herido y manifestándole que no podía
escribir, que me disculpara unos instantes mientras
me cambiaba el esparadrapo, pues vivía arriba y
no tardaría nada en hacerlo. Accedió a ello muy
complacidamente nuestro cliente, pero yo en lugar
de subir directamente a casa, me fui directamente
al Ayuntamiento desde donde llamé por teléfono
al cuartel de la guardia civil. Del cuartel me dijeron
que sólo estaba el guardia de puertas y que no
podía abandonar el puesto, que la pareja estaba de
servicio en el mercado (unos 200 metros desde el
Ayuntamiento). Sin pensarlo, eché a correr hacia el
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mercado. Allí estaba la pareja, a la que indiqué el
problema diciéndole que me siguiera para detener
al individuo si es que todavía permanecía en la
oficina. Guardias civiles y yo subimos a un coche
que había por allí recomendándole al conductor
nos llevara a Correos. Por el camino le contaba al
chófer los motivos del precipitado viaje. Una vez
dentro de la oficina todos, invité a mi “visitante”
a que aguardase en espera unos minutos porque
había visto en la cartilla cierto error que precisaba
cotejar con Madrid. Mientras tanto, el individuo
estaba siendo cacheado por la Benemérita, pues
ignorábamos si disponía de armas o cualquier
otro elemento peligroso. Al propio tiempo yo
telefoneaba a Madrid, recuerdo haber sido con
don Ildefonso Garrido y Pérez de Tena, el cual me
dijo que detuviese al individuo (cosa que ya estaba
hecha) y que seguidamente recibiría instrucciones
telefónicas para proceder judicialmente.
Dicho lo anterior, especificaré el procedimiento
seguido por el infractor: La cartilla era de aquellas
grandes con la portada del escudo nacional. Su
rayado interior permitía escribir las cantidades
-ingresos o reintegros- con gran holgura de
espacios. El último asiento de la cartilla había sido
alterado añadiéndole las cifras 30. De esta forma,
si el saldo era 1.500 pesetas, se convertía en
301.500. Igualmente el espacio dedicado a poner
COLABORACIÓN
la cantidad en letra permitía añadir la palabra
trescientas, con lo cual el saldo seguía convertido
en 301.500 pesetas. El infractor, conocedor de
nuestro sistema operativo, había realizado un
reintegro de sólo 1.000 pesetas en una estafeta
de Zaragoza, tal vez pensando que ante una
cantidad tan pequeña el funcionario no perdería
el tiempo buscando en el fichero la situación de la
cartilla. Así conseguía dejar reflejado en la cartilla
un asiento con toda legalidad. Pocos días después
de esta operación se presentó en Ceuta, donde
obtiene un reintegro de 10.000 pesetas, que
según me dijo el compañero cuando le llamé para
indicarle que el fulano había sido detenido, había
aprovechado una hora de mucha aglomeración
de público para salir indemne de su fechoría.
Por aquellos años se celebraban reuniones
periódicas de C.P.A. en las capitales de provincia
y en la primera que tuvo lugar después del suceso,
proyecté una película en Súper-8 que al efecto
filmé y que fue elogiada por los mandos venidos
de Madrid, quienes me felicitaron y se la llevaron
para proyectarla en la sede de la Administración
General de Caja Postal. Lo malo de la película
para mí, fue que como yo pertenecía al Cuerpo
de Telégrafos por mi condición de fusionado y en
Correos no tenían mi Hoja de Servicios, el evento
no se pudo anotar en mi expediente personal.
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COLABORACIÓN
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Inmigración en Ceuta y Melilla:
Otro drama humano
Javier Suárez Casado
de guerras, calamidades naturales, causas políticas,
falta de trabajo, pobreza, hambrunas, etc.
Desde la Prehistoria, pasando por egipcios,
fenicios, persas, griegos, romanos, cartagineses,
árabes, la Edad Media, colonización de América,
Edad Moderna y hasta nuestros días, la migración
no ha parado; ha sido un constante ir y venir, unas
veces en un sentido y otras en otro.
S
e puede definir migración como la acción
y efecto de pasar de un país a otro para
establecerse en él. Desde el punto de vista del
país de origen supone una emigración y visto desde
el país de llegada, una inmigración.
Dicha migración puede ser temporal o definitiva,
según se regrese o no al lugar de origen, aunque
pueda hacerse por periodos cortos como vacaciones
u otras circunstancias.
También puede ser interna o externa; la primera
se efectúa dentro de las fronteras naturales de la
nación donde se vive, y la segunda, cuando se
rebasan dichas fronteras.
A lo largo de toda la historia han existido
movimientos migratorios, colaborando éstos a
la expansión de la humanidad y efectuándose en
todos los rincones de nuestro planeta. Dichos
movimientos han sido, unas veces voluntarios,
debido al afán de superación de hombres y mujeres
en busca de mejores condiciones de vida, eligiendo
normalmente países con la misma lengua y cultura
parecida, y otras veces forzados, como consecuencia
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TELEGRAFISTAS.COM
La globalización de la economía ha impulsado a
los países ricos a poner coto a la inmigración de
personas poco cualificadas y sin apenas estudios,
primando, sin embargo, paradójicamente, la libre
circulación de empresas, científicos y capitales,
todo ello amparado por normas que subvaloran
al ser humano, siendo mero instrumento de
producción, donde en muchos casos los salarios
no son los que corresponden según las leyes
imperantes.
Desde mi punto de vista, esta tragedia debería
mover el alma de todos los seres humanos y, muy
especialmente, la de aquellos que tienen directa
responsabilidad en el ámbito de la inmigración en
las dos ciudades españolas en África, o sea, Ceuta
y Melilla.
“A lo largo de toda la historia
han existido movimientos
migratorios, colaborando
éstos a la expansión de la
humanidad y efectuándose
en todos los rincones de
nuestro planeta.”
Es posible que para ciertas personas sea un tema
que no les importe, para otros es competencia de
los políticos o que, simplemente, expulsen a los
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
inmigrantes antes o después de pisar territorio
español. Pero la gran mayoría quiere una solución
basada en el total respeto a los derechos humanos.
Hay que reconocer que la inmigración en los
países que la soportan, algunos masivamente, está
constituyendo un tremendo problema que no
puede resolverse por las bravas. En el caso que nos
ocupa y, en general, hay que tratar de solucionar
el conflicto desde su raíz (casi nadie se va del lugar
donde nació por gusto) mostrando solidaridad,
tratando de apoyar y ayudar a los países de
origen, fortaleciendo su economía, invirtiendo
en desarrollo, seguridad, educación, sanidad,
infraestructuras, etc. Sobra cinismo, sarcasmo,
demagogia y un largo etcétera, pues el problema
necesita ser solventado a corto plazo; en caso
contrario, en Ceuta y Melilla, así como en otros
lugares del Mediterráneo (Italia, por ejemplo) la
situación puede llegar a ser insoportable.
“Claro que no es fácil su
solución, pero como dice
el refrán: “más hace el que
quiere que el que puede”;
por lo tanto, si se quiere se
resuelve.”
COLABORACIÓN
Claro que no es fácil su solución, pero como dice el
refrán: “más hace el que quiere que el que puede”;
por lo tanto, si se quiere se resuelve. Los miles de
inmigrantes, la mayoría de ellos subsaharianos que
se encuentran en las fronteras de Ceuta y Melilla
(en condiciones infrahumanas) y los que consiguen
saltar las vallas buscan una vida mejor, a la que
cualquiera tiene derecho, digna, en la mayoría
de los casos elemental, pero ante todo, que no se
les niegue su primacía como seres humanos por
encima de cualquier consideración. Ellos no son
culpables de la situación en la que viven. A veces esa
solución no se consigue, tampoco al otro lado de la
frontera; la repatriación casi nunca puede hacerse,
pues los países de origen se niegan a admitirlos
diciendo que no son de su nacionalidad; entonces,
unos son acogidos en los Centros de Estancia
Temporal de Inmigrantes y el resto en la calle. No
obstante, puede decirse que al final sobreviven
en España, gozando en algunas circunstancias de
servicios sociales y de asistencia sanitaria, aunque
actualmente la ley se ha endurecido.
En muchas ocasiones España sirve de trampolín
para inmigrar a otras regiones de Europa.
Bastantes de los inmigrantes que saltan la valla
son refugiados que huyen de países con conflictos
bélicos, pero sólo a un pequeño tanto por ciento
se les da asilo.
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COLABORACIÓN
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Téngase presente que en diversos casos son
universitarios; es evidente que dentro del conjunto
de personas existe gente excelente y otras no tanto,
pero no debe generalizarse, cuando la verdad, lo
que vienen buscando es mejorar su calidad de vida
tan depauperada en sus naciones de origen.
El muro que delimita la frontera con Marruecos,
en las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla,
está formado por dos vallas de seis metros de altura
y una sirga tridimensional en el medio de tres
metros; en el año 2005 se instalaron en la verja
alambres con cuchillas, retiradas en el 2007 para
volver a colocarlas en el año 2013, no en todo su
perímetro (parece ser que finalmente se reforzarán
con vallas antitrepas), que al intentar saltarlas se
producen tremendos cortes y desgarros.
Para el que escribe, resulta aberrante e
incomprensible que se trate así a seres humanos.
Las cosas deben hacerse de otra manera, sin que las
personas sufran. Si saltan la valla, las situaciones en
las que viven en sus patrias deben ser horrorosas,
de penurias inimaginables, cuando se ven forzados
a jugarse la vida.
“Dejemos las vallas y
miremos al mar, donde
en miserables barcas o
pateras se trasladan no sólo
hombres, también mujeres,
niños y, a veces, hasta
mujeres embarazadas.”
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Dejemos las vallas y miremos al mar, donde en
miserables barcas o pateras se trasladan no sólo
hombres, también mujeres, niños y, a veces, hasta
mujeres embarazadas. Muchos no llegan a su
destino al perecer ahogados, en el mar, tremenda
paradoja, pero ésta es la cruda realidad. Y los
que llegan, de ningún modo deben ser repelidos
con pelotas de goma. Debemos conmovernos
cuando se ven estas imágenes en la televisión y
su publicación en los medios de comunicación;
menos mal que las diversas ONGs y los vecinos de
dichas zonas muestran su buen quehacer y apoyo
con la mediación de las Fuerzas de Orden Público.
Es innegable que en la vida siempre ha habido y
habrá individuos que se aprovechan de las miserias
humanas, arribistas, gente sin escrúpulos, vividores,
tahúres, que sólo buscan su lucro personal sin
importarles en absoluto lo que pueda pasarles a
todas esas gentes que se ven obligados a irse de su
tierra. Me estoy refiriendo a las mafias que cobran
ingentes cantidades por facilitar la huida a quienes
buscan un bienestar mejor.
Los poderes públicos deben poner freno a estos
desmanes aplicando las leyes existentes o creándolas
cuando no existan; no se puede permitir, por más
tiempo, que jueguen con los sentimientos de las
personas.
El espacio disponible me impide ser más extenso
sobre el tema, espero que lo dicho sea suficiente para
tomar conciencia de un asunto tan preocupante.
Que mejor manera de acabar este artículo
recordando unos versos de Antonio Machado Ruiz,
uno de nuestros emigrantes más insignes que se vio
obligado a salir de su tierra por razones políticas.
Hago así un cálido homenaje a todos aquellos que
se ven obligados a migrar.
“Caminante, son tus huellas / el camino y nada
más; / Caminante, no hay camino, / se hace
camino al andar. / Al andar se hace el camino,
/ y al volver la vista atrás / se ve la senda que
nunca / se ha de volver a pisar. / Caminante no
hay camino / sino estelas en la mar.“
(Antonio Machado Ruiz) (Sevilla, 26/07/1875)
(Colliure, Francia, 22/02/1939). Poeta y escritor
español de la generación del 98.
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El Griego de Toledo
Martín Prieto
le pregunté a Ángela: ¿Ha venido? Sí, está aquí, me
contestó.
Efectivamente, allí estaba, en un gran cuadro
rectangular, alargado, en el formato predilecto
para las grandes composiciones, el “San Martín y
el mendigo”. No creo necesario explicar mi sintonía
con este cuadro, al que, por fin, pude ver al natural,
quiero decir el original. Tenía frente a mí al Santo de
Tours sobre el imponente caballo blanco partiendo su
En el territorio de La Mancha, manchada de pueblos
mestizos herederos de un hermoso maridaje entre
judíos, visigodos, árabes y cristianos, está Toledo, la
alhaja que el río Tajo abraza para no dejarla escapar.
La exposición del IV centenario de la muerte de
Doménikos Theotokópulos (1541-1614) fue, en
esta ocasión, el motivo escogido por la delegación de
Madrid para llevarnos al antiguo hospital de Santa
Cruz y poder saborear en su interior las obras del
Greco que están fuera de nuestro país.
Para Ángela, nuestra fenomenal guía cultural, la
exposición albergaba tres joyas dignas de atención: a)
“El tríptico de Módena”, pequeña obra de arte que
marca la transición del pintor de iconos en el artista
europeo de tipo latino; b) “ La dama con armiño”,
belleza de porcelana hecha retrato de autoría incierta,
pues algunos se la atribuyen a Sofonisba Anguissola;
c) “La adoración de los pastores”, magnífico cuadro
pintado para su retablo funerario.
Sin embargo, yo buscaba otra joya. Sabía que estaba
en la National Gallery of art de Washington, por eso
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capa por la mitad para dársela al mendigo desnudo.1
El cuadro exalta, de modo patente, el carácter vertical
y alargado de sus figuras más allá de lo verosímil y
a los pies del caballo el paisaje toledano del puente
de Alcántara como reconocimiento a su ciudad de
adopción.
Yo diría que en este cuadro, el Greco nos quiere decir
algo más; nos está diciendo claramente que hay dos
formas de pintar: una, la tradicional con respecto a
las medidas naturales de la proporción como se puede
observar en la figura del Santo ecuestre y otra, la suya,
como se puede ver en las patas delanteras del caballo y
en la talla del mendigo.
Al término de la visita te preguntas, ¿por qué este
estilo careció de continuadores? No lo sé. Sólo sé que
fue una trayectoria única y singular en la historia de
la pintura española y que pese a los intentos de su hijo
Jorge Manuel, el estilo del Greco desaparecerá en los
umbrales del barroco.
La espléndida mañana nos dejó un ratito para
pasear por la Judería Grande en torno a la sinagoga
de Sta.María la Blanca y luego, a eso del mediodía,
de Zocodover a Los Cigarrales por el puente del
Cristo de la Vega. Allí nos aguardaba una finca
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manchega convertida en restaurante. Lo de comer
fue lo de menos, lo verdaderamente suculento fue lo
que pudimos ver desde su terraza mirador: vimos al
Toledo imperial, con su Alcázar, la curva del río y las
agujas de la catedral.
Y el postre estaba por venir: la mezquita del Cristo
de la Luz.
Es la mezquita más notable del arte islámico de
Toledo. Sus nueve bóvedas nervadas que recuerdan el
esplendor califal cordobés, capiteles visigóticos, arcos
de herradura y ábside románico-mudéjar, constituyen
el más bello ejemplo de esa alianza de culturas que
convivieron en Toledo.
Y por la Puerta de Bisagra vuelta hacia Madrid.
Los buzones de Cibeles nos estaban esperando, tal
vez pensaran que echaríamos en sus fauces tarjetas y
recuerdos de Toledo, pero no fue así, sólo se tragaron
cariñosas despedidas y la nostalgia de una hermosa
convivencia de los Amigos del Telégrafo que por
desgracia, a las siete de la tarde, concluyó.
1 San Martín, legionario romano de la Galia dio lo que era suyo, la otra mitad de la capa
pertenecía al Emperador.
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COLABORACIÓN
Carta de un genio
Ángel Medina
M
i anticuaría de Porto Bello, en Londres,
es la más importante de todas. También
la más cara. Basta con echar una mirada
a las antigüedades que allí tengo. Desde muebles
con muchos años sobre sus esqueletos, extraídos
de los túmulos de Frigia y de las excavaciones de
Pompeya, jarrones etruscos de la Italia del siglo IX
al II a.C; una excelente copia del cuadro del Papa
Inocencio X, que cobró vida gracias a los pinceles
del inmortal Velázquez, personaje que mantiene
la mirada oblicua y el rostro deformado, en tanto
expresa su angustia existencial; una talla de Fidias
que representa a Atenea, del siglo IV antes de
nuestra Era, hasta un auténtico Stradivarius, el
mejor instrumento de cuerda construido hasta la
fecha y cuya sonoridad depende de la curvatura
dada a los arcos y de las maderas de abeto de los
Alpes, cuyos árboles miran hacia el mediodía y las
del sicomoro para la tapa del fondo (naturalmente,
lo exhibo en una urna de cristal irrompible). Y así,
muchas más.
Estaba haciendo inventario, cuando entró un
hombre de aspecto oriental y de nombre Samuel.
-
Traigo algo que le va a interesar. Déjeme
decirle que fue escrita cuando el autor
contaba 30 años, y estando la grafía de
derecha a izquierda, para hacerla legible
necesitará de un espejo.
Y sin más ambages depositó sobre mi mesa un
cilindro, del cual extraje un pergamino enrollado
que examiné con la lupa ávidamente, resultándome
los rasgos de un interés extraordinario. Necesitaba
reconocerlo y le entregué una sustanciosa suma
como garantía, conviniendo en volver a la semana
siguiente. Sin dilación, hice analizar las fibras del
vetusto papel cuya datación resultó de los siglos
XIII y XIV, sin olvidar que peritasen la autenticidad
del signante del documento, comparándola con
las de otras obras del insigne artista. Al retornar
Samuel, cerré el trato y nunca más volví a verlo.
Lo primero que me vino a la memoria fue
que el firmante había hecho en vida continuas
declaraciones en las que mostraba su aversión a la
guerra, calificándolas de “locura bestial”. Lo que
ignoraba era su belicismo utilitario. Era evidente
que en la confrontación entre el arte y la guerra,
ganaba la segunda; no obstante, de ser el genio
reconocido por la Historia. Y mirando aquella
carta, conservadas tras el peso y paso de los años,
imaginé las grafías adquiriendo contornos, perfiles
y formas, acabando por instalarse en mi mente la
imagen de dos hombres dialogando, expresando
lo que él narraba. Uno era de aspecto venerable,
mirada inteligente, ojos encogidos y escrutadores,
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nariz un tanto aguileña, boca estirada y la comisura
caída de sus labios, todo lo cual contribuía a dotarle
de un aspecto severo pero al tiempo bondadoso,
contribuyendo a ello su larga barba y cabellera
blanca. En realidad no hago ningún esfuerzo para
visualizarlo, pues he visto su autorretrato de tiza
roja en la Biblioteca Real de Turín. El otro era,
nada menos que Ludovico Sforza, al que apodaban
“El Moro”, a la par guerrero que mecenas del arte
.
- Sé que amas la paz, pero te necesito en
la guerra.
-
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Lo entiendo, Sire. Vos me habéis
apoyado y ahora me necesitáis. Por
eso, me he permitido traer conmigo
algunos planos para que veáis las armas
con las con las que contaréis, merced
a mi ingenio. Si es necesario someter
una ciudad dispondremos de baterías,
cuya trayectoria de los proyectiles serán
curvo-descendentes (como la flecha
lanzada al cielo, que caen con redobladas
fuerzas). Luego, este cañón múltiple
-señaló- disparará intermitentemente
hasta convertir la muralla en un queso
de gruyere. Cuando hayamos sembrado
el terror entre nuestros enemigos
penetraremos en el recinto, utilizando
esta torre rodante de asalto, con su
plataforma inclinada que nos permitirá
subir las máquinas de destrucción,
recubierta por planchas de acero.
-
¿Quién podrá resistírsenos, contando con
semejantes ingenios militares? -sonrió
Sforza.
-
Una vez dentro, utilizaremos este
vehículo blindado; consiste en una
plataforma giratoria compuesta por
una docena de cañones que dispararán
hacia todas las direcciones al moverse.
Como penúltimo ingenio de muerte, he
diseñado un helicóptero, que consiste
en una plataforma sobre la que hay dos
asientos, uno para un hombre hercúleo
que lo acciona a través de una manivela
que mueve el engranaje hasta batir las
alas, y el otro dispuesto para arrojar
bombas sobre los núcleos a eliminar.
-
Quiero recordar que me habéis dicho que
aún queda el último de vuestros artificios
-le recordó.
-
Es cierto, señor. Una vez anulada la
resistencia, derribado los muros, asaltada
la plaza, eliminado los focos oponentes
por tierra y aire, podrían quedar núcleos
que no se rindiesen. Para ello -observad
mis notas- dispondremos de carros tirados
por caballos que estarán recubiertos por
un metal que he descubierto, duro como
el acero, pero más liviano, que recubrirán
a los cuadrúpedos y a los guerreros. Su
finalidad es la de matar cuanto encuentre
a su paso, disponiendo a tal fin en su
parte trasera, así como en las laterales de
sendas cuchillas giratorias, al estilo de
segadoras.
En aquel momento, Ludovico se sintió invencible.
El genio de aquel hombre era superior al poder
militar de sus ejércitos. Su buen súbdito, aunque
odiaba la guerra, sabía imponer la paz de su señor.
Los dos personajes volvieron a sumirse en la
mansa tinta de la escritura, cuyo valor emanaba
de quién la había escrito, del firmante. No un
hombre cualquiera, sino aquel que fue a la vez
pintor, escultor, arquitecto, músico, matemático,
ingeniero, inventor, anatomista, geólogo, cartólogo
y botánico. Todo ello en grado de perfección. Y ahora
-merced a la carta que hasta entonces había
ignorado- también signo de contradicción, pues,
amando la paz, odiando la guerra, se inclinaba
hacia ella debido al servilismo que obliga el gozar
de la protección de un poderoso, mecenas de sus
inventos.
Y mientras depositaba la carta en mi caja fuerte
frotándome las manos por el negocio, pensaba
que, a pesar de todo, Leonardo da Vinci sólo ha
habido uno.
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COLABORACIÓN
Turno de…
Huelga en Telégrafos
Mi nombre es Prudencia
Avelina Jorge
P
or fin había llegado el día de la huelga.
Aquello era lo más grande, en todas partes.
Durante todo el mes no se hablaba de otra
cosa: reuniones, asambleas. Se discutía hasta la
saciedad sobre cómo se iba a organizar, la fecha.
Hasta las consignas que se gritarían.
Mi hermana Esperanza, líder indiscutible del
sindicato, aseguraba que la huelga era la única
arma del trabajador. Y era de ver como brillaban
sus ojos y como vibraba su voz cuando abominaba
de las leyes injustas, de los humillantes “contratos
basura” del Gobierno indiferente o corrupto, de los
empresarios desaprensivos y explotadores. Cuando
hablaba, su delgada figura parecía emerger de un
sueño y hasta su pelo parecía arder. Yo adoraba
incluso su sombra; hasta el hecho de que respirara
me parecía maravilloso. Cuando circulaba veloz en
su moto de reparto, yo imaginaba una especie de
centauro, dispuesto a dejarse matar, antes de que le
arrebataran las importantes misivas que le habían
confiado. Solo os diré una cosa, cuando ni había
cumplido los dieciséis, tuvo que empezar a trabajar
y ¿qué creéis que hizo con su primer sueldo? Pues
comprar una tarta enorme que repartió entre todos
los mocosos del vecindario
A mí me gustaba que me contaran una y otra vez
como mi hermana me rescató de las aguas heladas
del río, cuando yo era una criatura, sin pensar
en el peligro. Pero más difícil era callar ante una
injusticia, aunque ello la perjudicara…Y casi
nunca se lo agradecían. Esperanza era altruista,
desinteresada, siempre esperaba lo mejor en las
personas: le iba bien su nombre
Yo era regordeta y muy tímida, encima, sin suerte
con los chicos ¡y por si fuera poco, me llamaba
Prudencia! Cuando clasificaba los telegramas en
los casilleros, procurando no equivocarme, mi
hermana pasaba por detrás, me tocaba el hombro
y me dirigía una sonrisa de aliento. Entonces me
sentía feliz.
Se comentaba que pronto las nuevas máquinas
electrónicas, los ordenadores harían innecesario
nuestro trabajo. Ya se empezaba a clasificar
automáticamente. Muchos de los contratados
iríamos a engrosar las tristes filas de los parados
¡Ya eran más de cuatro millones! Eso repetíamos
indignados ¿Cómo continuaban viviendo como si tal
cosa? ¿Cómo no se amotinaban y asolaban el país?
Ya sé que eso era pasarse un poco; pero lo que
queríamos era que el Gobierno reflexionara
y diera marcha atrás con lo de las leyes que nos
perjudicaban. Eso estaba claro. Y una de las cosas
más importantes era evitar que cuatro insolidarios
dieran al traste con nuestros proyectos, que eran en
bien de todos.
Así es que el día señalado cinco o seis compañeros
se situaron a ambos lados de cada puerta de acceso.
Yo no formaba parte de ningún “piquete” y sobre
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todo, no quería que nadie sufriera daño, pero
a causa de todo lo que había dicho Esperanza,
me consideraba un poco responsable. Y sobre
todo, era mi primera huelga y quería ver cosas
extraordinarias.
Por la noche, lo que yo recordaba era la cara terca
y desfigurada de Ernesto. Escuché a Esperanza,
medio dormida, que murmuraba palabras
inconexas y le pregunté:
–Esperanza… ¿Tú odias a los esquiroles?
Algunas personas hicieron ademan de entrar;
bastaron unas palabras para que desistieran. De
pronto vi a un compañero que a diario trabajaba
a mi lado: se llamaba Ernesto, era lento y al decir
de los jefes “un poco obtuso”. A todos nos hacía
gracia su acusado acento . Avanzó decidido hacia
la entrada, sin hacer caso de los huelguistas que
se acercaron. Algunos murmullos me parecieron
amenazadores. Uno gritó:
–¿Vas a entrar?
–Si
El otro insistió: –¿No te da vergüenza?
–No– contestó –tengo cuatro hijos que necesitan
comida, mi mujer está enferma y no puedo
permitir que me despidan, ni siquiera que me
descuenten el salario de un día
Otro salió de entre el grupo y le dijo muy airado
–¡Vete a la mierda esquirol ! ¿Acaso crees que los
demás no tenemos problemas?. No nos vengas con
historias de mujeres y niños hambrientos; o si no
¿quién te mandó tenerlos?
Nadie se esperaba lo que pasó: Ernesto dio un
paso adelante y le golpeó la mandíbula. Todo
acabó enseguida, ni un minuto duró. Ernesto
fue zarandeado y le hicieron la zancadilla. Miré a
Esperanza y ví que estaba muy pálida, se mordía
los labios y trataba de abrirse paso.
Imaginábamos ser paladines, héroes; pretendíamos
ayudar a los trabajadores y asar vivos a los infames
en su propio jugo ¡y he aquí lo que habíamos
hecho! Esperanza intentaba ayudar a levantar
a Ernesto, pero éste la rechazó. Cuando pudo
levantarse por sí mismo, sangraba un poco por la
nariz y tenía la chaqueta rota.
–Y ahora ¿vas a entrar?– le preguntaron
–¡Si! –gritó él– ¡ venga, por qué no me matáis ya! Pero le dejaron pasar y aunque algunos le siguieron
unos pasos, él no corrió. Aquel día pasaron
muchas más cosas, y al final la huelga fue un éxito.
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Y ella, aunque sé que me oía , no me contestaba.
Y es que la respuesta no es fácil, se supone que
los tenemos que odiar, a los esquiroles, y es justo,
porque revientan las huelgas y echan por tierra lo
que tratábamos de construir con gran esfuerzo.
Repetí mi pregunta y ella dijo:
–No, no los odio, son igual que nosotros
–Entonces, ¿Odias al Gobierno?
–No, al Gobierno tampoco… aunque hubieran
sido de los nuestros, hubiéramos luchado igual
–¿Odias a los ricos, Esperanza? …Ellos nos
explotan, a los trabajadores, y son la causa de
mucho mal
–Pues…no lo sé, la verdad es que no pienso en
ellos como personas; supongo que lo son y que
tienen familia como nosotros…lo que pasa es
que ellos tienen casas con muchos pisos y chalets
con piscina y tres o cuatro coches lujosos…y sus
hijos, cuando sean mayores, pues igual que ellos…
Pero odiarlos, creo que no, Prudencia. No puedo
explicarlo mejor…anda duérmete ya
Pero yo ya lo iba entendiendo; lo que las dos
odiábamos era lo egoísta y lo cruel que hay en la
naturaleza humana, que causa el dolor y la miseria
en otros hombres. Y luego viene la desesperación,
y luego, la rabia. Pero también odiaba yo lo que
había pasado con Ernesto, que me caía tan bien,
de siempre
Y es que por separado cualquiera del grupo es
bueno e incapaz de dañar a nadie. Pero lo que
hicieron todos juntos, la verdad, aunque fuera
necesario…
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
COLABORACIÓN
Gabriel García Márquez
María Luisa López
historia dedicada a su abuelo Nicolás; “Amor en
tiempos del cólera”, dedicado a sus padres. La
obra cumbre, “Cien años de soledad”, con su
MACONDO imaginario y etc.
Para mí, y creo que para el mundo, fue el Fénix
de los ingenios de las letras, codo con codo con
nuestro Quijotesco Cervantes. Recibió el Nobel
de Literatura en 1982 en Estocolmo adonde fue a
recogerlo vestido con el liquiliqui, traje que solía
usar su abuelo y como homenaje a él.
U
n 6 de marzo de 1927, en un pueblito
llamado ARACATACA, nació Gabito,
el mayor de once hermanos, siete niños
y cuatro niñas, de Luisa Santiago y de Gabriel
Eligio, y hace unos días, el 17 de abril de 2014,
moría Gabriel García Márquez, genio universal
de las letras, en México DF., dejándonos
si no huérfanos, nos queda su obra, tristes,
desconsolados, hechos polvo, a los millones de
lectores (fue traducido a más de cincuenta idiomas
y vendidos más de cinco millones de libros en el
mundo) que le seguimos, le leímos y le amamos.
En la literatura tocó todos los “palos” como los
genios del flamenco; fue periodista, ejerciendo
como tal de reportero crítico de cine, cronista
(Relato de un naufragio, que luego se convirtió
en libro), escribió cuentos, novelas tan maravillosas
como “El coronel no tiene quien le escriba”,
Me parece un ser humano digno, no solo de
conocer su obra universal, por supuesto; además,
su interesantísima y comprometida vida que
podemos encontrar en biografías como “El viaje
a la semilla”, de Dasso Saldívar, colombiano,
o Gabriel García Márquez, una vida del inglés
Gerald Martín, o las memorias del propio Gabo,
que empezó a escribir a raíz de un viaje realizado
con su madre a su pueblo natal, Aracataca, en el
año 1950, para vender la casa de los abuelos.
Quiero añadir compañeros una pequeña
“pincelada” que vi y oí en un reportaje de TV-2
en el cual salió la Oficina de Telégrafos de
ARACATACA en donde había trabajado Gabriel
Eligio, padre de García Márquez.
Gracias Gabo, permítame que, como la gente
que le quería y respetaba, me tomé la licencia de
nombrarle con ese diminutivo cariñoso (gracias por
su obra con la que hemos soñado, reído, llorado,
emocionado y que seguiremos haciéndolo aunque
usted no esté), deja la mejor de las herencias al
mundo, intelectuales o no, pobres o no, su lectura
nos hermana y espero haya tenido consciencia del
cariño que la gente le ha tenido y le va a seguir
teniendo a través de su Literatura.
Hasta siempre Maestro.
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COLABORACIÓN
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
En memoria de Gabriel García Márquez
María José Martínez
H
ace casi dos meses que nos dejó nuestro
amigo Gabo. Gabriel García Márquez
nació en 1928, en Aracataca, Colombia.
Poco tiempo después, a los doce años, Gabito era
un niño adolescente que estudiaba en el colegio
de jesuítas de La Barranquilla y que firmaba sus
escritos bajo el pseudónimo de Capitán Araña. En
1950, siendo estudiante becario de la facultad de
Derecho en la Universidad Nacional de su país,
escribió un artículo titulado: La tercera resignación,
que fue publicado en el suplemento semanal de El
Espectador, en Bogotá, periódico de donde era
redactor. Allí trabajó como periodista logrando
siempre buenas e interesantes entrevistas de las
que decía que eran un valioso género literario.
Después vendría su época de escritor ya exquisito
con títulos como La hojarasca, El coronel no tiene
quien le escriba y La mala hora, obras anteriores a
su gran novela Cien Años de Soledad. Y aunque
la novela de mayor calado social fue El Otoño del
Patriarca, Cien años de Soledad siempre fue la más
conocida de sus obras.
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TELEGRAFISTAS.COM
Narrador extraordinario cuyos textos resisten
el paso del tiempo, como los clásicos, narrador
original a más no poder, decía que después de leer
la historia de Gregorio Samsa, ese personaje que
un día amaneció siendo un escarabajo, él ya era
capaz de todo. Y así fue en 1967, cuando el mundo
tuvo noticia de aquel famoso coronel, Aureliano
Buendía, “…que muchos años después, delante del
pelotón de fusilamiento había de recordar el día en
que …” Y ahí vino toda la historia de Macondo,
de su tierra entera, con el realismo aprendido de
su abuelo, más la imaginación mágica y cierta de
su abuela. Porque, ¿es que la imaginación no es
cierta? Yo, que soy de la tierra de las meigas no
me atrevería a desmentirlo. Así fue como aquellos
Cien Años de Soledad, fueron en nuestros años
mozos una ventana abierta al mundo, un conocer
lo que nunca habíamos visto, un no poder olvidar
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
aquel comienzo mágico de su novela más famosa,
casi igual de mágico que aquel lugar de La Mancha
que nos dejaba a todos pensando dónde sería. Pues
hablando de Cervantes, el escritor comentaba “Sí
que era listo el viejo, sí”, porque ante comienzos
así, un lector ya no puede resistirse. Luego, en 1982
vendría el Nóbel como reconocimiento a toda su
obra. Ese día tuvimos el orgullo de ver en televisión
a un hombre vestido con guayabera de un blanco
puro y deslumbrante que recogía el galardón de
manos del rey Carlos Gustavo de Suecia, y que
saludaba sonriente a todos los presentes vestidos de
negra etiqueta. Creo que aquella foto lo hizo más
inolvidable todavía.Tal vez lo menos conocido del
autor es su obra poética, anterior a cualquiera de
sus cuentos. Uno de aquellos poemas, hecho a los
diecinueve años, se titula Poema desde un caracol,
el cual, del que saltándome algunas estrofas, por
COLABORACIÓN
razón de espacio, me atrevo a transcribiros escrito
de corrido. Dice así:
Yo he visto el mar. Pero no era el mar retórico con
mástiles y marineros amarrados a una leyenda
de cantares. Ni el verde mar cosmopolita… ni el
mar de Ulises que tenía siete sirenas musicales…
ni el mar bohemio con un puerto y un marinero
delirante… ni el mar que rompe contra el muelle
una canción irremediable… Que era mi mar, el mar
eterno, mar de la infancia inolvidable. Era el mar
de la Geografía de los pequeños estudiantes… el
mar de los caracoles, mar prisionero, mar distante,
que llevábamos en el bolsillo como un juguete a
todas partes… el mar azul que nos miraba… que
se doblaba bajo el peso de los castillos en el aire. Y
era el mar del primer amor en unos ojos otoñales.
Un día quise ver el mar -mar de la infancia- y ya
era tarde.
Y hoy, cuando ya es un poco tarde para tantas
cosas, le despedimos.
Descanse en paz.
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RINCÓN DEL ARTE
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
SI TENGO QUE VOLVER
… ¿Y este gusto entero de entrar bajo la tierra..?
Juan Ramón Jiménez
Y…
Si tengo que volver,
sea yo un árbol
de raíces profundas y abundantes,
para no desprenderme de la tierra
por más que crezca.
En el monte,
a un lado del camino,
en el espacio corto de un paso,
junto al río,
cubierto con un paño de niebla,
o agostado por el peso amarillo,
reclamo de descanso,
frutal si se me diera
ese don agradecido.
Si tengo que volver,
sea yo un puerto del alba,
árbol,
hermano de aquel al que dieras
el adiós definitivo.
Y a la sombra de mis brazos
seguirán creciendo flores,
… y seguirán los pájaros cantando,
no creerán que te has ido.
Pilar Aranda
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BREVES
REVISTA DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL TELÉGRAFO
HACE 170 AÑOS
Pilar Aranda
E
l día 24 de mayo de 1844, tras
concluir la construcción de
la primera línea telegráfica,
el inventor Samuel Morse emite el
primer mensaje telegráfico entre dos
ciudades, que envía desde el Capitolio
de Washington a la ciudad de Baltimore,
a unos 60 km.
Gracias a él entré a formar parte de una
profesión de élite.
Hoy día su recuerdo se mantiene gracias
a la Asociación de Amigos del Telégrafo.
IÓN DE AMIGOS DEL
TELÉGRAFO. NÚMERO
16. JUNIO 2014
TELEGRAFISTAS.COM
REVISTA DE LA ASOCIAC
ACTIVIDADES
FUIMOS A CATALUÑA
L
X ASAMBLEA GENERA
TELEGRAFISTAS.COM
TAMBIÉN
EN LA
RED
afos
Turno de…Huelga en Telégr
Melilla:
Inmigración en Ceuta y
Otro drama humano
EL PUIG: Un telégrafo
desaparecido
Visítanos
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donde te puedes descargar el pdf de nuestra revista
TELEGRAFISTAS.COM
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