PATRIMONIO HISTÓRICO ARTÍSTICO Y CULTURAL Hotel Monasterio de Piedra Sus dos perspectivas: ¿Mutilación o conservación del patrimonio? Laura Campos Caunedo, 3D 07/05/2013 Historia: Ubicado en Nuévalos (Zaragoza) se alza el Monasterio de Santa María de Piedra en medio de un paraje natural sin igual. El monasterio en sus orígenes fue una fortaleza de defensa a los musulmanes junto al río Piedra, pero que Alfonso II de Aragón cedió a la orden del Císter. Fundado en 1195 por trece monjes cistercienses, fue concluido en 1218 en época de Jaime I, por tanto se hace en unos años de transición del Románico al Gótico. Este monumento tiene todas las características de la arquitectura cisterciense en la que todas las estancias del monasterio se ajustan a las necesidades de la comunidad y cuya característica principal es la austeridad para no distraer a los monjes de sus oraciones y su trabajo. Sus principales estancias son la iglesia, la sala capitular, el refectorio, la cocina, el claustro y las celdas. Esta austeridad se fue perdiendo a medida que pasaban los siglos, ya que se hicieron reformas en estilo gótico, y fue también retocada en los siglos XVI y XVII. Su iglesia es monumental de tres naves y crucero. En el siglo XVIII fueron retocados sus pilares y fue recubierta la piedra con yeso dejándolo todo blanco un tanto artificial. Su cubierta se derrumbó hace unos años y debido a esto todo su interior, que se encuentra al aire libre, se halla en muy mal estado de conservación: figuras rotas, freascos casi borrados o desprendidos, etc. (Hay dos imágenes como ejemplo de este caso en la ficha) Aparte de sus elementos formales encontramos singularidades como la torre del homenaje que pertenecía a la antigua fortaleza, el palacio abacial de un estilo provincial y por supuesto el impresionante entorno natural. Los monjes vivieron en este monasterio casi 650 años en los que hicieron famoso este lugar porque fue el primer sitio de España donde se hizo chocolate. El comienzo de la transformación: Los monjes tuvieron que abandonar el monasterio definitivamente en 1835 con motivo de la desamortización de Mendizábal. Mendizábal fue un ministro regente de María Cristina de Borbón el cual se dedicó a expropiar bienes eclesiásticos y los vendió en subastas públicas a nobles y burgueses muy adinerados. Ejemplo de ello, es este monasterio que cayó en manos de Pablo Muntadas Campeny en 1840 que llegó a pagar 1.250.000 reales de vellón, dedicando este territorio a la explotación agrícola. Juan Federico Muntadas, hijo de Pablo Muntadas, tras rehusar dedicarse a la industria familiar se retira a esta finca agrícola y reestructuró el paisaje que se encontraba en estado salvaje. En 1860 descubrió e hizo accesible la Gruta Iris. A partir de esta fecha el parque natural se convierte en una meta de los viajeros románticos de la época generando un amplio repertorio de leyendas, poemas e historias del lugar. Juan Federico y su mujer, Carmen, dedicaron su vida a atender a las ilustres personalidades que llegaban siendo él mismo el que inspiró a estos para hacer toda una serie de obras literarias del lugar como El descubrimiento de la Gruta Iris. En 1886, Muntadas, consciente de la responsabilidad del estado de conservación y de su riqueza piscícola, ofreció en arriendo la piscifactoría central del Monasterio de Piedra. Desde entonces pasa a ser administrado por el departamento de Agricultura y Medioambiente del gobierno de Aragón. A partir de este momento el monasterio y el parque se siguieron adaptando para usos turísticos. Además se ha creado el Centro de Interpretación de Fauna Piscícola y el Museo del Vino Denominación de Origen Calatayud. En 1940, se declaró el Parque del Monasterio de Piedra "Paraje Pintoresco Nacional" y, en 1983, el Monasterio "Monumento Histórico-Artístico-Nacional". Conversión en atractivo turístico: Transformado ahora en hotel, el visitante además de poder ver los monumentos y el parque, puede quedarse a dormir en las mismas celdas de los monjes (imagen añadida a la ficha) con todo lujo de comodidades, aunque por un alto precio. Esta transformación ha provocado que la estructura original del edificio no se halla respetado y se halla modificado para dividirlo en distintas habitaciones y para hacerlo más atractivo al turista. Aunque si es cierto que la arquitectura moderna armoniza con la arquitectura antigua. Pero no sólo se han modificado las celdas, se ha cambiado todo el monasterio para poder poner instalaciones tales como un bar en lo que era el antiguo granero, un spa (imagen 1), salones de actos y hasta un restaurante con un gran comedor ubicado en el antiguo dormitorio común de los monjes. Para realizar todo esto se han tenido que tirar muros, enyesar y agujerear las paredes; levantar nuevos muros de separación, etc. Unos daños sin duda irreversibles que han corrompido el alma original del monasterio. Sin embargo se respetaron las partes más importantes como la iglesia que se está pensando en restaurar por completo (imagen 4), algunos frescos del siglo XVI (imagen añadida a la ficha) y las dependencias monacales que sólo se pueden visitar con un guía. Zonas como la cilla y la cocina se han convertido hoy en el museo del vino y el museo del chocolate respectivamente en las que se han hecho recreaciones de cómo trabajaban los monjes a través de muñecos un tanto burlescos, ya que incluso sale monje borracho (imagen 2). En la visita guiada, tal y como te cuentan la historia, se le da un ambiente muy misterioso al monasterio a través de la narración de leyendas inventadas en el siglo XIX seguramente por Muntadas, pero que te cuentan como si fuesen verídicas. Por tanto tiene un lado muy turístico que contribuye a que el visitante salga con una idea equivocada de lo que fue el monasterio en los siglos medievales. Aunque haya claros intentos de respetar lo que era el antiguo monasterio, estas nuevas instalaciones puede que no dañen inmediatamente el inmueble, pero puede que lo dañen con el paso del tiempo. Por ejemplo, los frescos que se encuentran en el techo de la entrada están sufriendo graves daños debido a la humedad del spa que se nota nada más entrar en el recinto. Sin embargo, no debemos olvidarnos de la función educativa de este lugar en la que se insta al visitante a interesarse por la historia y el arte del monasterio. Está dirigido tanto a adultos como a niños que pueden vivir una experiencia muy enriquecedora alojándose por unos días en un monasterio del siglo XIII en el que se acrecienta el interés por la vida de los monjes cistercienses. Otro de los atractivos turísticos sin duda es el Parque Natural por donde discurre el río de Piedra que va creando impresionantes grutas, lagos y cascadas. “La imaginación de visitantes y propietarios, los comentarios de poetas, han ido dando denominaciones inspiradas e imaginativas que en su mayor parte corresponden a épocas recientes y decimonónicas”1. Las grutas son naturales, en cambio en el siglo XIX se modificaron algunas cascadas colocando piedras para conseguir distintos efectos de movimiento y descendimiento del agua. Debemos también a esta transformación radical el excelente estado de conservación en el que se encuentra, ya que, como ocurre en muchos casos, su continuo uso a lo largo del tiempo y por supuesto la aportación económica de los visitantes ha colaborado para que este monumento se halle perfectamente cuidado. Probablemente si 1 TORRALBA, Federico, 1975, pp. 52-54. esto no hubiese sido así, podría haber acabado abandonado como ocurrió en el caso de la abadía de Nuestra Señora de Rueda tras la desamortización de 1835 que afortunadamente fue restaurado recientemente. Por tanto, sí ha sido una mutilación del monasterio y del parque natural con fines turísticos, pero que ha respetado bastante el recinto a pesar de haberlo transformado en hotel y de mantener esa visión romántica equivocada del siglo XIX que se transmite al visitante. Pero a la vez esta modificación ha colaborado a su excelente grado conservación no sólo de patrimonio inmueble, sino de piezas muebles excepcionales como el tríptico-relicario gótico-mudéjar destinado a exhibir la reliquia del Santo Misterio de Cimballa2 (imagen 3). 2 Una hostia que sangró milagrosamente ante las dudas de un clérigo sobre la transustanciación. ILUSTRACIONES: Imagen 1: Spa Imagen 2: recreación de monje ebrio. I I Imagen 3: Tríptico- relicario del Santo Misterio de Cimballa. Imagen 4: iglesia de Santa María de Piedra