BICENTENARIO DE LA BATALLA DE ASTORGA

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Asociación Cultural de Amigos del
Museo Histórico Militar de Valencia
BICENTENARIO DE LA BATALLA DE ASTORGA
- ENTRADA DE NAPOLEÓN ** 6 Y 7 DE DICIEMBRE DE 2008 **
El grupo de recreación de la Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico
Militar de Valencia participó durante los días 5,6 y 7 de diciembre, junto a un buen
número de recreadores españoles y del resto de Europa en la conmemoración del
bicentenario de la entrada de Napoleón en dicha localidad.
La organización de este evento ha recaído en los Voluntarios de León que se han
desvivido para que todo funcionase perfectamente habiendo logrado una magnífica
recreación.
Desde el primer momento nuestro
grupo estuvo representado en los actos con
la participación de nuestros Dragones de
Lusitania como escolta del Marqués de La
Romana durante la noche del viernes,
mientras el resto del grupo viajaba en
autobús hacia Astorga.
Por petición de la organización,
nuestro grupo venía uniformado como el
51ème Régiment d'Infanterie de Ligne y
como Artillerie à pied del Ejército francés.
El sábado por la mañana, aprovechando el descanso que
nos dio la lluvia, se levantó el campamento de época. Se
recorrió la ciudad para crear ambiente entre la población. El
uniforme negro de las tropas de Braunschweig, grupo de
recreación de Alemania con el que nuestra Asociación está
hermanada, volvió a llamar una vez más la atención, así como el
uniforme del 42th Highlanders del grupo asturiano ARHCA.
Por la tarde, todos ataviados, esta vez, con el uniforme
imperial, comienza el desfile hacia el campo de batalla
atravesando el centro de la ciudad.
La artillería se sitúa a retaguardia de la formación francesa junto a los artilleros de
Bailén.
Y comienza la batalla, avance de las tropas imperiales mientras la caballería
francesa recorre el campo en sucesivas cargas contra los españoles. El Ejército Español
emprende el repliegue hacia el centro de la población, a través de la calle del Postigo.
Las tropas españolas, con los voluntarios de Aragón e infantes de marina en mayor
número, intentan retener el empuje francés parapetándose al pie de la cuesta de la calle
de la Puerta del Sol. La caballería francesa inicia una carga a galope tendido contra las
defensas españolas, rompiendo estas y haciéndoles huir en desbandada.
Mientras nuestras tropas del 51ème Rég. d'Infanterie de Ligne persiguen a los
españoles apoyando el avance de la Legión del Vístula y flanqueando a la guardia
Imperial, la Artillerie à Pied da un rodeo para situarse en la zona final de la batalla
urbana, en una esquina de la Plaza del Ayuntamiento, enfrente del último baluarte.
Desde ese punto vemos las fuertes defensas que los españoles han montado. Una
barricada flanqueada por artillería portuguesa y de La Coruña. Esperando el avance
francés y cubriendo su acceso, la Infantería de Marina de Urgull.
Intentamos pasar desapercibidos dado
que no tenemos protección de Infantería Ligera
y estamos en una posición de desventaja. De
pronto, lo que queríamos evitar se produce. A
distancia, los españoles no pensaban que esa
pieza solitaria fuese francesa, pero al rato los
portugueses se percatan de ella y empieza el
fuego de mosquetería. Nos escondemos tras la
pieza pero en previsión decidimos cargarla y
esperar.
Efectivamente,
una
sección
de
infantería portuguesa avanza decidida en línea
para
intentar
capturar
la
pieza.
Sin
precipitarnos,
comienzan
las
órdenes:
“aprovisionner”, “boucher à la lumiére”, “refouler”, “amorcar”, “préparé”, etc...
Cuando el sargento a cargo de la pieza levante el brazo, grita a los portugueses que
esta está preparada y que si siguen avanzando hará fuego. Los portugueses dudan, paran
y se agachan esperando que el disparo pase por encima de sus cabezas, pero nuestros
artilleros sin ponerse nerviosos comienzan a mover el tubo bajándolo. Eso hace retroceder
a los portugueses hacia sus líneas momento en que la artillería francesa hace fuego. A
pesar de las bajas los portugueses supervivientes se rehacen e inician un asalto contra
nuestra pieza. Los artilleros franceses desenfundan sus briquets y con los escobillones y
los espeques se enzarzan en un cuerpo a cuerpo hasta que logran mantener la pieza y
devolver a los portugueses a sus filas.
Mantenida la distancia comienza un duelo artillero entre las tres piezas, mientras la
infantería española se resguarda en los parapetos.
El 51ème Rég. d'Infanterie de Ligne avanza por los alrededores de Astorga,
apoyando al resto de tropas imperiales, hasta que finalmente la Legión del Vístula irrumpe
en la plaza provocando el repliegue de la Infantería de Marina.
Mientras penetran el resto de tropas francesas parte del ejército español salen de
los parapetos pero reciben el fuego cruzado de la artillería francesa.
El 51ème Rég. d'Infanterie de Ligne se sitúa para proteger a sus compañeros
artilleros flanqueados por la Guardia Imperial.
El Mariscal francés ordena el avance de la
pieza para atacar el baluarte y comienza un
nuevo duelo artillero. Finalmente, se ofrece a la
guarnición española que abandone la ciudad con
sus armas, cosa que aceptan dejando Astorga
escoltados por los soldados imperiales que les
rinden honores. Astorga ya es francesa.
Esa misma noche Napoleón entra en la
ciudad.
La intensa lluvia del día siguiente hizo
peligrar la continuación de los actos. Sin
embargo, el tiempo fue mejorando.
Al medio día, bajo una ligera llovizna, en la
plaza de España, frente al Ayuntamiento, se llevó a
cabo el homenaje a los combatientes de aquella
campaña. Las autoridades presentes pasaron revista a
las tropas y, en la contigua plaza de Santocildes, ante
el monumento a los Sitios, se depositó una corona de
laurel tras escuchar los diversos himnos nacionales.
Por la tarde, llegado el momento de la marcha a Castrillo de los Polvazares, casi
había parado de llover.
Las tropas españolas, comandadas por el Marqués de La Romana, se habían
retirado de Astorga. El ejército francés les seguía de cerca. A lo largo del camino se
sucedían pequeñas escaramuzas entre la caballería y la infantería ligera de uno y otro
bando.
Al llegar a Murias de Rechivaldo, la tropa francesa hizo un alto en una típica posada
maragata, reponiendo fuerzas. La fina lluvia que aún caía iba cesando.
Llegando a Castrillo, las tropas españolas que cubrían la retaguardia se hizo fuerte
en algunos muretes de piedra. El 51ème Rég. d'Infanterie de Ligne se desplegó junto a la
Guardia Imperial y las Guardias Suizas (esta vez francesas) para hacer frente a estos
grupos de resistencia.
La noche había caído y la bruma invadía el campo de batalla. Seguíamos
avanzando. La artillería española resonaba cada vez más cerca. Envueltos en una espesa
niebla mezclada con el humo de los disparos, a penas teníamos visión de lo que se
encontraba delante de nuestras narices. Se oyen gritos: “¡¡Franceses!! ¡¡Ya están aquí los
franceses!!”.
De pronto, se disipa la niebla y aparecen ante nosotros las primeras casas de
Castrillo de los Polvazares y unas calles repletas de gente, en cuyos rostros se podía
apreciar el sobresalto de aquel encuentro.
Allí comenzó una intensa persecución, con numerosos enfrentamientos entre
franceses y españoles, por las calles de este fantástico pueblo maragato. Cada esquina,
cada rincón, cada cruce o plazuela era defendido con fiereza. Poco a poco las tropas
imperiales se iban asegurando en la población.
Al final, las tropas española se vieron acorraladas por los franceses y no les quedó
más remedio que capitular.
Desde esta sencilla crónica, la Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico
Militar de Valencia quiere agradecer a los Voluntarios de León, Ayuntamiento de Astorga y
demás organizadores de este evento el trato y la atención dispensada y darles la
enhorabuena por tan magnífica recreación.
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