Oleada de protestas de los funcionarios de prisiones para exigir más salario Oleada de protestas de los funcionarios de prisiones para exigir más salario Los funcionarios de 66 cárceles españolas protagonizaron ayer una oleada de protestas contra la oferta salarial que les ha planteado la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Sus representantes sindicales irrumpieron en los despachos de los directores para dejar claro que 20 euros más al mes durante 2005 y otros 17 en 2006 no sólo les parece una propuesta económica insuficiente, sino «claramente insultante» y opuesta al compromiso contraído por la directora general, Mercedes Gallizo. Las centrales -UGT, CC OO, Acaip, CSIF, entre otras- se han unido en una plataforma que no descarta convocar una huelga el 29 y 30 de noviembre, pero que, de momento, ha preparado un calendario de movilizaciones para forzar al Ministerio de Interior a que haga propuestas económicas «serias y responsables». Tras los encierros de ayer, los sindicatos aguardan a la reunión prevista con Interior el martes próximo. Entretanto, aprovecharon la ocasión para denunciar los problemas que afrontan a diario las cárceles. Los funcionarios de la prisión de Alhaurín (Málaga) aseguraron que algunos reclusos musulmanes se han organizado para «presionar y extorsionar» a los cerca de doscientos internos de esa religión. La plantilla se queja de que no sabe árabe, lo que le impide «controlar» a ese grupo y saber qué planes están preparando. «Incumplen el horario y las normas porque los consideran incompatibles con sus postulados religidos», explicaron. El Ramadán ha provocado «serios conflictos» en la penitenciaría malagueña, ya que los presos conflictivos «aprovechan interesadamente» las reivindicaciones religiosas «con fines extorsionadores». Los funcionarios critican, en particular, que han convertido la sala de lectura en sala de oración y «realizan llamadas al rezo a gritos durante la noche y en horas descanso». Droga y agresiones UGT de Galicia explicó que las prisiones de esa comunidad albergan al 30% de los reclusos musulmanes, adonde les trasladan procedentes de las penitenciarías andaluzas. Acaip denunció que son los más problemáticos, ya que suelen controlar el trapicheo de drogas y agreden a los funcionarios. Según los sindicatos, la masificación de las cárceles es tan grave que, por ejemplo, en la de Lugo se hacina medio millar de internos, a pesar de que sólo tiene capacidad para 350. La mitad de ellos es de origen extranjero. Los trabajadores de la prisión de Acebuche, en Almería, pidieron ayer que refuercen la plantilla y les proporcionen más medios materiales para enfrentarse a presos procedentes de la nueva delicuencia organizada. Correo Digital © CCOO SERVICIOS 2015 Logos y marcas propiedad de sus respectivos autores Se permite la reproducción total o parcial de todos los contenidos siempre que se cite la fuente y se enlace con el original 1/1