Memoria Activa y demandas de justicia en Argentina Laura Glanc* **

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Memoria Activa y demandas
de justicia en Argentina
Laura Glanc* **
Resumen
Desde la Segunda Guerra Mundial hasta la fecha las demandas de
justicia han estado representadas por los movimientos de derechos
humanos. Dichos grupos hicieron posible que la idea de justicia
ocupara un lugar central en la configuración del espacio político. De
esta manera, la “justicia” se convirtió en un tema de gran relevancia
tanto para los gobernantes como para los ciudadanos. Ahora bien,
lejos de ser neutral, este término ha estado siempre en disputa y es
constantemente rearticulado en diferentes demandas. De este modo,
este artículo se propone examinar los cambios que tuvo la demanda
de justicia de la agrupación Memoria Activa (MA) al Estado argentino
luego del atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina
(AMIA) y a la Asociación de Delegaciones Israelitas Argentinas
(DAIA) el 18 de julio de 1994. Es decir, mostraremos cómo la demanda
de justicia que efectúa MA al Estado argentino se ha ido modificando
durante todos estos años. Para ello, analizaremos los momentos
coyunturales que dieron origen a nuevas y diferentes significaciones
en la demanda de justicia de MA.
Introducción
Desde la década de 1960, nuevos actores irrumpen en el espacio
público enarbolando demandas alrededor de los derechos de los
homosexuales, mujeres, ecologistas, así como también por la paz y la
libertad en el mundo. De esta manera, el terreno político exhibía una
heterogeneidad de reclamos hasta entonces desconocida, la cual ya
no podía ser explicada en términos de enfrentamientos entre clases
económicas. Se produce un cambio del concepto de clase a la noción
*
Licenciada en Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires. Maestría en Ideología y Análisis del Discurso,
Departamento de Gobierno, Universidad de Essex. Candidata a Doctora en
Ciencia Política, Departamento de Gobierno, Universidad de Essex.
** Quisiera agradecer a Emilio Allier Montano por los comentarios aportados en
la elaboración de este artículo.
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de movimiento como respuesta a la diversidad de las demandas,
constituyendo éste la nueva realidad política que nos rodea1. Siendo
así, la definición de clase, entendida como individuos objetivamente
definidos dentro de una estructura, regulada a través de relaciones
de producción, no era suficiente para explicar reclamos tales como
los de justicia y democracia, ya que la definición de clase sólo se
limitaba a explicar el cambio social2. En América Latina la mayoría
de las demandas estaban asociadas a la defensa de una pluralidad de
derechos que por muchos años fueron inexistentes. En Argentina, las
demandas de justicia han sido representadas por diversos organismos
de derechos humanos, uno de los más reconocidos es Madres de Plaza
de Mayo. Dentro de este último grupo puede ser ubicada MA, ya que
ésta también le demanda al Estado argentino por el incumplimiento
de derechos civiles y políticos.
El pedido de justicia que efectúa MA al Estado argentino se ha ido
modificando considerablemente durante estos años. De esta manera, en
este artículo nos proponemos debatir acerca de qué estamos hablando
cuando hablamos de justicia para MA. Sin duda, lo que MA entiende
por justicia hoy es muy distinto a lo que entendía en 1994, pues ha
habido un esfuerzo constante por ampliar la particularidad de su
demanda, ya que ha sido capaz de incluir y abarcar otras demandas de
justicia relacionadas con el lenguaje de los derechos humanos.
La emergencia de Memoria Activa
En el corazón de Buenos Aires, una bomba explotó el lunes 18 de
julio de 1994 en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA),
en el edificio que también alojaba a la Delegación de Asociaciones
Israelitas Argentinas (DAIA); ambas eran de las instituciones judías
más representativas del país. Como resultado de tal ataque, 85 personas
murieron y más de 200 resultaron heridas.
Según los medios de comunicación, nadie sabe si fue una bomba
en un coche o un coche bomba lo que ocasionó el atentado. Asimismo,
se dijo que la bomba que explotó en la AMIA habría sido de calibre
similar a la que explotó en la embajada de Israel en Argentina en 19923.
Cuarenta y cinco días antes de la explosión los servicios de inteligencia
1
2
3
Foweraker, Joe, Theorizing Social Movements. Pluto Press, Londres, Reino
Unido, 1995, pág. 37.
Veltmeyer, Henry y James Petras, The Dynamics of Social Change in Latin
America. Macmillan Press LTD, Gran Bretaña, 2000, págs. 105 y 109.
Periódico Página 12, Buenos Aires, Argentina, 20 de julio de 1994, pág. 2.
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habían recibido el aviso que podía haber un nuevo atentado, relacionado
con la guerra en Medio Oriente, razón por la cual los teléfonos de la
diplomacia iraní se encontraban intervenidos4.
No obstante, las instituciones estatales encargadas de la investigación de ambos atentados, la Gendarmería Nacional, la Secretaría
de Inteligencia de Estado (SIDE) y la Policía Federal, no supieron
dar respuesta alguna sobre los ataques, ni sobre las advertencias
mencionadas. Nada se había investigado, y previniendo los reclamos
que vendrían, el gobierno menemista (1989-1999) decidió ofrecer una
versión oficial de los hechos. Sin embargo, para MA, desde el primer
día de la investigación, “en el expediente judicial a cargo del ex Juez
Juan José Galeano y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia
comenzaba a escribirse una historia que nunca se correspondería con
la realidad”5.
Así las cosas, luego del atentado a la AMIA y debido a que ya había
un antecedente, la voladura de la embajada de Israel, la comunidad
judía comenzó a barajar diferentes estrategias de seguridad frente a
la posibilidad de un nuevo ataque. De este modo, no sólo se comenzó
a pensar sobre la falta de protección de las instituciones judías, sino
también en la posibilidad de que estas se convirtieran en una especie de
búnker6. Efectivamente, días después al ataque diversas instituciones
judías exhibían un alto despliegue de seguridad. Es decir, cámaras,
policías en las veredas y una novedosa suerte de vallas podían ser
vistas en frente de las instituciones; sus “funciones supuestamente eran
las de ‘proteger’, ‘defender’ y ‘proveer’ seguridad a las instituciones
mencionadas”7. Sin embargo, pese al gran despliegue de protección
el atentado a la AMIA seguía impune. Pronto, esto llevó a aumentar
la desconfianza y el descontento hacia el Estado argentino, dándole
origen a MA en 19948.
4
5
6
7
8
Memoria Activa, “Atentado a la AMIA-12 años. Crónica de un encubrimiento”. Buenos Aires, Argentina, julio de 2006, pág. 1. Disponible en:
http://www.memoriaactiva.com/cronica%20de%20un%20encubrimiento/
memoriaactiva.2006.pdf, al 10 de julio de 2009.
Memoria Activa, “Atentado a la AMIA-12 años”…, pág. 1.
Periódico Página 12, Buenos Aires, Argentina, 20 de julio de 1994, pág. 2.
Palabras de Gerardo Mazur, integrante de MA, entrevistado por la autora
en Buenos Aires el 11 de noviembre de 2001. Ver también, Memoria Activa,
“Memoria Activa a dos años del atentado a la AMIA”. Documentos Página/12,
Buenos Aires, Argentina, 1996, pág. 27.
La primera vez que MA fue vista públicamente como grupo fue el lunes 8 de
agosto de 1994 en la Plaza Lavalle, Buenos Aires. Periódico Página 12, Buenos
Aires, Argentina, 9 de agosto de 1994, pág. 10.
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Para MA la instalación de las vallas, lejos de ayudar a que se
clarificara el caso, permitió que el atentado continuara impune, ya
que el hecho de que haya vigilancia no implicaba que haya justicia9.
De aquí que MA eligiera llevar a cabo su reclamo en La Plaza de la
Memoria, conocida como la Plaza Lavalle, ubicada en Buenos Aires,
Argentina. En la Plaza de la Memoria MA se reunió por más de diez
años, haya lluvia, haya sol o sea feriado. Los encuentros de los lunes
no se cancelaban ni se suspendían.
Creemos que esta elección se relaciona, en primer lugar, con el
hecho de que al ser Plaza Lavalle un espacio público, no había nada
que demarcara que se estaba reclamando por un pedido expresamente
judío. En segundo lugar, porque desde la Plaza la demanda pudo
potencialmente generar un reclamo mucho más amplio, esto es, al
demandar desde un espacio público, el reclamo logró involucrar tanto
a personas judías como individuos no-judíos. Consideramos que esta
estrategia de MA puede ser leída como una fuerte crítica al Estado
argentino, puesto que el espacio público –donde las demandas iban a
ser articuladas– le permitió a la agrupación, en un momento posterior,
mostrar la radicalidad de su denuncia, ya que su reclamo excedía el
pedido de justicia por “casos judíos”. A su vez, gracias a esta estructura
de demanda, MA pudo articularse con otros movimientos sociales10,
la mayoría de ellos íntimamente vinculados con los hechos ocurridos
en la última dictadura militar en Argentina (1976-1983) y relacionados
con el lenguaje de los derechos humanos.
El espacio público
Desde 1994 hasta fines de 2004, MA se concentró todos los lunes
por la mañana en frente al Palacio de Justicia para reclamar justicia al
Estado argentino por el atentado a la AMIA y a la embajada de Israel.
A nuestro parecer, lo interesante del evento recayó en que no sólo
asistieron integrantes de MA o de la comunidad judía, sino también
diferentes grupos sociales que se acercaron para expresar su apoyo
y solidaridad hacia la agrupación. Jubilados, grupos de derechos
humanos –principalmente: Madres de Plaza de Mayo, Amnistía
Internacional, el Centro de Estudios Legales y Sociales– entre otros.
De aquí que MA mencione:
9
Entrevista de la autora con Gerardo Mazur, integrante de MA, realizada en
Buenos Aires el 11 de noviembre de 2001. Ver también, Memoria Activa,
“Memoria Activa a dos años del atentado a la AMIA”…, pág. 27.
10 Estos grupos son Amnistía Internacional, Centro de Estudios Legales y Sociales
(CELS), Madres de Plaza de Mayo, entre otros.
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Más de 500 personalidades se acercaron a la Plaza para dar testimonio
y acompañar a MA en sus demandas, ya que todos peleamos por lo
mismo: justicia11.
Entonces, el empleo del espacio público le posibilitó a MA
relacionarse con otros organismos de derechos humanos, así como
también aunar sus reclamos al suyo. Tanto es así que, hoy en día, MA
ha dejado de considerar los atentados a la AMIA y a la embajada
de Israel como hechos aislados, pues cree que los atentados están
íntimamente relacionados con otros crímenes de Estado12. Siendo así,
no es de extrañar que MA diga:
La relación que entablamos con otros grupos de derechos humanos
es recíproca, puesto que todos nos juntamos con el mismo propósito,
nuestro común denominador es la búsqueda por la justicia13.
Tampoco es de extrañar que MA relacione sus demandas y, a su
vez, reclame no solamente por el caso AMIA sino por “todos los casos
de impunidad que hay en la Argentina”14.
Esto último nos permite ubicar el pedido de justicia de MA en
un nivel más general de demanda; es decir, asociar su demanda
con un interés y compromiso social más amplio y generalizado. Es
más, creemos que en estos diez años MA no sólo logró vincular sus
demandas con otras demandas de justicia, sino también homogenizar
su reclamo de manera tal que el mismo pasó a formar parte de todas
aquellas denuncias que expresaban un claro descontento hacia el
Estado argentino. Pronto, esto se visualizó en la conformación de
una frontera política, la cual dividía el espacio social en dos campos
claramente antagónicos15, los que reclamaban justicia y los que
proclamaban su encubrimiento.
11 De la entrevista de la autora con Gerardo y Eugenia Mazur, integrantes de MA,
y Laura Bonaparte, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, realizada en
Buenos Aires el 15 de octubre de 2001. Ver también: Memoria Activa, “Memoria
Activa tres años de impunidad por las víctimas de la AMIA”, Documentos
Página/12, Buenos Aires, Argentina, 1997, págs. 7-15.
12 Memoria Activa, “Discurso pronunciado por Memoria Activa en la Plaza Lavalle
en el 8 aniversario de la masacre en AMIA”, Buenos Aires, Argentina, 15 de julio
de 2002. Disponible en: http://www.memoriaactiva.com/aniversarios.htm, al 10
de julio de 2009. Ver también, Memoria Activa, “Memoria Activa a dos años del
atentado a la AMIA”…, pág. 24.
13 De la entrevista de la autora con Gerardo Mazur, integrante de MA, realizada en
Buenos Aires el 13 de agosto de 2001.
14 Ibídem.
15 Howarth, David y Yannis Stavrakakis, “Introducing discourse theory and
political analysis”, en: David Howarth, Aletta Norval y Yannis Stavrakakis
(editores), Discourse Theory and Political Analysis. Manchester University Press,
Londres, Reino Unido, 2000, pág. 11.
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Durante estos catorce años muchos actores han interactuado con
MA; consideramos importante señalar cómo éstos condicionaron las
demandas y camino de lucha de MA. En primer lugar se encuentra
el Estado argentino, entendiendo por éste principalmente al gobierno
de Carlos Saúl Menem (1989-1999) y al gobierno de Fernando De la
Rúa (1999-2001). Desde 1994, MA considera a la administración de
Menem y luego a la de de la Rúa sus principales adversarios, razón
por la cual reclama justicia junto a otros organismos de derechos
humanos, los cuales también acusan al Estado nacional de ser el mayor
responsable por la falta de justicia. En segundo lugar, la dirigencia de la
comunidad judía en Argentina. Si bien MA considera que esta última
no fue la responsable directa del atentado a la AMIA, la agrupación
ésta convencida de que es igualmente responsable del ataque, ya que
ha sido cómplice de la impunidad que comenzó a girar en torno al
atentado, razón por la cual en 1997 constituyó su propia querella en la
causa judicial, separándose de la representación legal de AMIA-DAIA.
En tercer lugar, la Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre
Impune de la AMIA (APEMIA), grupo que surgió en el año 2001 como
un desprendimiento de MA, ocasionando un fuerte debilitamiento
al interior de ésta. Por último, los gobiernos “K” –Néstor Kirchner
(2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-presente)–, en
particular la figura presidencial de Néstor Kirchner, quien no sólo ha
conseguido el apoyo político necesario dentro del Peronismo, sino
también por fuera del partido, convirtiéndolo hoy en día a él y la actual
presidenta Cristina Fernández de Kirchner en actores fundamentales
a la hora de articular reclamos de justicia relacionados con el lenguaje
de los derechos humanos.
De esta manera, a lo largo del trabajo nos proponemos mostrar los
cambios que ha sufrido la demanda de justicia en MA. Sostenemos que,
por un lado, esto se debe a los acercamientos, tanto permanentes como
esporádicos, de MA con otros movimientos de derechos humanos
que también demandaban o actualmente demandan justicia al Estado
nacional. Mientras que por el otro, las negociaciones, situaciones de
conflicto y enfrentamientos mismos del espacio político en el que MA
lleva a cabo su lucha, han modificado sustancialmente la demanda de
justicia enarbolada por este grupo. Así, interpretar el significado que
MA le dio y da a su reclamo, es ponerse a hacer, en buena medida, el
riguroso y difícil ejercicio de reconstruir el espacio político por el que
la agrupación transitó desde sus inicios hasta la actualidad.
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El espacio político
El Estado argentino y los gobiernos
de Menem y De La Rúa
Desde la emergencia de MA, la agrupación colocó al Estado
argentino, en especial al gobierno de Carlos Saúl Menem (1989-1999)
y luego a la administración de Fernando De la Rúa (1999-2001), como
interlocutores directos de sus demandas. De esta manera, desde sus
inicios y sin lugar a dudas, MA identificó al propio Estado argentino
como el primer responsable de la impunidad que giró entorno al ataque;
siendo así, no tardó en clasificarlo como su principal enemigo:
…los representantes nacionales no hicieron nada para hacer justicia,
por el contrario, hicieron lo posible por mantener y permitir que
reinase impunidad en nuestro país, ellos se volvieron nuestros
enemigos16.
Desde un principio el terreno político para MA fue entendido como
un espacio de conflicto donde el Estado, asociado con el gobierno de
Menem –y luego el de De la Rúa– se presentaba como un enemigo
concreto y fácilmente identificable. Un ejemplo ilustrativo fue el
tercer aniversario al atentado a la AMIA, donde Laura Ginsberg, exrepresentante de MA, enfáticamente expresó el famoso “yo acuso”:
Yo acuso al gobierno de Menem y Duhalde17 por permitir la
impunidad, la indiferencia de quienes sabían sobre el atentado
y callaron, de permitir la inseguridad y la ineptitud. Yo acuso al
gobierno de Menem y Duhalde de ocultar la conexión local que fue
usada para matar a nuestros familiares18.
Desde un primer momento, entonces, observamos que el enfrentamiento de MA con el gobierno de Menem no sólo comenzó a
condicionar y conformar el carácter político de MA sino al mismo
tiempo a dividir el terreno político en dos campos antagónicos. En
efecto, por un lado se podía situar al gobierno de Menem, y por el otro
a MA, a quien tiempo más tarde se le unirían diferentes movimientos
relacionados al campo de los derechos humanos. Sin embargo, como
veremos a continuación, los límites que separaban la arena política
en dos campos opuestos, lejos de haber estado determinados o sido
16 Palabras de Diana Malamud, integrante de MA, entrevistada por la autora en
Buenos Aires el 2 de mayo de 2002.
17 Eduardo Duhalde, ex vicepresidente de Argentina (1989-1991), ex gobernador de
la Provincia de Buenos Aires (1991-1999), ex senador de la Provincia de Buenos
Aires (2001-2002), ex presidente de Argentina (2002-2003).
18 Memoria Activa, “Discurso aniversario 18 de julio de 1997”, Buenos Aires,
Argentina, 18 de julio de 1997. Disponible en: http://www.memoriaactiva.com/
aniversarios.htm, al 10 de julio de 2009.
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precisos, sufrieron desplazamientos tales que llevó a que MA tildara a
la propia dirigencia de la comunidad judía de cómplice por encubrir las
irregularidades en la causa AMIA. Lo que tiempo más tarde llevaría
a MA a romper todo tipo de relación con ésta última.
La dirigencia judía
El distanciamiento de MA con la dirigencia comunitaria tomó
estado público recién a mediados de 1997, cuando las discrepancias
entre MA y la comunidad judía se tornaron insostenibles. Tanto es así
que un integrante del grupo comentó:
No hemos sido legalmente representados como correspondía… [y]
aunque la dirigencia [judía] no fue la responsable directa del atentado,
fue cómplice de la impunidad que comenzó a rondar alrededor de
éste, ya que no ha investigado lo suficiente para que se llegase al
esclarecimiento19.
El enfrentamiento fue aún mayor cuando en 1997, luego del “Yo
Acuso” de Laura Ginsberg en el tercer aniversario del atentado a
la AMIA, los líderes comunitarios fueron a ofrecerle disculpas a
los gobernantes de turno por los insultos recibidos tanto por parte
de integrantes de MA como de los manifestantes que asistieron al
acto20.
A partir de entonces, se produce un quiebre y ruptura de MA hacia
la dirigencia de la comunidad judía, y MA decide conformar su propia
querella en la causa jurídica de AMIA. Así, en 1997, MA conformó
una querella absolutamente independiente, la cual a diferencia de la de
DAIA y AMIA, ya que “obstruye la inacción, el esfuerzo menemista
por no alcanzar la verdad de los hechos”21.
Con la constitución de una querella independiente, la agrupación
pasó a adoptar una posición más firme y activa hacia el Estado, ya
que MA dejó de cuestionar al gobierno solamente por fuera de las
instituciones estatales. Esta situación, le permitió estrechar aún más
los lazos con todos aquellos grupos que también demandaban justicia
al Estado nacional. A través de dicha acción, MA logró ampliar todavía
más el contenido de su pedido e incluir otras demandas de justicia
en su reclamo. Sin embargo, si concordamos en que esta maniobra
19 Palabras de Diana Malamud, integrante de MA, entrevistada por la autora en
Buenos Aires el 8 de julio de 2002.
20 Castro, Ángeles, “Replanteo tras el acto de la AMIA”, periódico La Nación,
Buenos Aires, Argentina, 20 de julio de 1997. Disponible en: http://www.
lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=73140, al 10 de julio de 2009.
21 Memoria Activa, “Documento nacional contra la impunidad”, Documentos
Página/12, Buenos Aires, Argentina, 1999, pág. 15.
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fue clave para la ampliación del rango de su demanda, también es
importante mencionar que el contenido inicial de la demanda de MA
ha sido modificado, puesto que su reclamo se nutre ahora de diversas
demandas.
Una vez más observamos cómo la lucha por la justicia se presenta
como el principal elemento articulador entre diferentes demandas
públicas, permitiendo que se genere entre los movimientos de derechos
humanos, de manera constante y sistemática, una homogenización
en el contenido de sus pedidos. Sin embargo, esto no impide que
mientras demandan justicia al Estado argentino, los diferentes
movimientos tengan intereses diversos, y por ende sus motivos de
protesta también sean distintos. En este sentido, lo que fue motor
y dio luz a la articulación de las demandas fue el oponerse a la
injusticia estatal; empero, como bien menciona Laclau, oponerse a
la injusticia no implica ponerse de acuerdo acerca de absolutamente
nada22. Esto último nos lleva a cuestionarnos sobre la plasticidad de
la demanda de MA: la posibilidad de que la misma sea modificada
y transformada. Observamos, a su vez, que dicha plasticidad no sólo
quedaba restringida a la demanda, sino también se presentaba en la
demarcación de los enemigos del grupo.
Por este motivo, creemos que MA no tardó en entender que sus
enemigos no sólo podían encontrarse “por fuera” de la comunidad
judía sino también dentro de ella. De aquí la necesidad de crear una
querella propia e independiente de la dirigencia judía. En consecuencia,
MA comenzó a demandar justicia por ambas vías, es decir, desde la
Plaza de la Memoria, lo que vendría a ser por fuera de la Corte de
Justicia, y mediante los canales legales. Asimismo, el “dominio”
de ambos medios (público/ jurídico) comenzó a ser funcional y
complementario en su lucha por la justicia. Ya que pronto uno de sus
principales objetivos fue,
…reunirse todos los lunes para informar de una “manera didáctica”
el estado actual de la causa y transmitir algunos conceptos que tienen
que ver con la justicia23.
De esta manera, al informar pública y didácticamente el estado
actual de la investigación, MA le estaba dando a conocer a la sociedad
en su conjunto lo que estaba sucediendo dentro de las estructuras
22 Laclau, Ernesto. Misticismo, retórica y política. FCE, Buenos Aires, Argentina,
2002, pág. 32.
23 Palabras de Gerardo Mazur, integrante de MA, entrevistado por la autora en
Buenos Aires el 11 de noviembre de 2001.
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jurídicas con la causa AMIA. El espacio público se presentaba así
como un espacio de presión y denuncia del espacio jurídico.
De este modo, a diferencia de 1994, en 1997 nos encontramos
con escenarios políticos completamente diferentes, ya que en 1997
la arena política para MA se dividía entre, por un lado, el Estado
argentino y la dirigencia de la comunidad judía y, por el otro, los
organismos de derechos humanos y todos aquellos movimientos que
reclamaban justicia al gobierno nacional. Sin embargo, a fines de 2001
MA se enfrentó con un panorama político completamente de distinto.
Este nuevo escenario estuvo íntimamente emparentado con la crisis
económica y socio-política que atravesó la sociedad argentina en su
conjunto. Meses más tarde dicha crisis repercutiría en MA con el
surgimiento de APEMIA (Agrupación Por el Esclarecimiento de la
Masacre Impune de la AMIA). Como es de conocimiento público, a
raíz de los acontecimientos acaecidos el 19 y 20 de diciembre de 2001,
el entonces presidente Fernando De la Rúa renunció a su cargo. En su
reemplazo asumió la presidencia el doctor Adolfo Rodríguez Saá, y
aunque duró sólo siete días en el poder, para MA no fuera simplemente
un presidente más. Al anunciar el nuevo gabinete24 presidencial, se
da a conocer públicamente la noticia de que Rodríguez Saá había
convocado al abogado de MA, Alberto Zuppi, para hacerse cargo de
la Secretaría de Justicia.
APEMIA
Entonces, si bien para muchos integrantes de MA la emergencia
de APEMIA fue producto de un crecimiento interno25, para otros, en
especial para Laura Ginsberg26 se debió al hecho de que el abogado
de MA fuera convocado por el gobierno entrante para ser parte de su
gabinete, abriendo con ello el interrogante,
¿En que quedó el slogan “Basta de impunidad en la causa AMIA”
ahora que nuestro representante es quien tendrá que defender al
Estado Nacional frente a nuestras acusaciones27?
24 Ver, Moreno, Sergio, “Quienes son los nuevos ministros de Rodríguez Saa.
Gabinete ecléctico y con sorpresas”, periódico Página/12, Buenos Aires,
Argentina, 24 de diciembre de 2001. Disponible en: http://www.pagina12.com.
ar/2001/01-12/01-12-24/pag05.htm, al 10 de Julio de 2009.
25 De la entrevista de la autora con Mariana, integrante de MA, realizada en Buenos
Aires el 15 de julio de 2002.
26 De la entrevista de la autora con Laura Ginsberg, ex integrante de MA, titular de
APEMIA. Disponible en: http://apemia.blogspot.com/, al 10 de julio de 2009.
27 Palabras de Laura Ginsberg, ex integrante de MA, en el discurso en la Plaza de
la Memoria, Buenos Aires, 24 de diciembre de 2001. Disponible en: http://www.
memoriaactiva.com/anteriores2001diciembre.htm, al 10 de julio de 2009.
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Las semanas siguientes al 24 de diciembre de 2001, lejos de debatir
prolijamente lo que había sucedido, se hacía evidente que los roces y
desacuerdos dentro de la agrupación no eran recientes. De aquí que las
versiones y visiones frente a un mismo episodio hayan sido percibidas
de manera distinta y hasta contradictoria por los miembros de MA,
pues algunos de sus integrantes expresaron que “el ‘desprendimiento’
fue resultado de un desarrollo interno”28, mientras que otros afirmaron
que: “APEMIA surgió porque la dirigencia de MA se había apropiado
de un derecho colectivo”29; agregando que de ahora en adelante, “la
lucha tomaría lugar donde realmente se enfrenta al gobierno nacional:
en la Plaza de Mayo [la plaza presidencial]”30.
En este sentido nos parece necesario retomar al menos dos cuestiones en relación a la forma en que esta agrupación venía demandando
justicia. Por un lado, el surgimiento de APEMIA no significó simplemente que un grupo decidiera abandonar la Plaza de la Memoria y
reclamar justicia desde la Plaza de Mayo, sino que el hecho mismo
de que una nueva agrupación se desprendiera de MA cuestionaba las
formas y los medios que el grupo usaba en su demanda de justicia.
Por otra parte, con la emergencia de APEMIA el espacio político,
claramente definido en 1997 entre los que apoyaban a MA y los que
no, entre los que eran caratulados como enemigos o simpatizantes,
comienza a convertirse en un campo de conflicto al interior mismo de
MA. Así, las fronteras políticas que en algún momento delimitaron
los bordes que separaban a MA de sus enemigos, empezaron a señalar
los que se encontraban “afuera” de MA pero desde el “interior” de
MA. En efecto, el núcleo mismo de MA pasó a estar dividido en
dos polos opuestos. Ello podía observarse a la hora en que APEMIA
acusaba a MA de “no ser tan radical e intransigente como lo había
sido anteriormente”31. De esta manera, se produce un giro en la
confrontación del reclamo, MA cuestiona a APEMIA y viceversa,
en vez de depositar todas sus energías en enfrentar al Estado. Esto
nos lleva a preguntarnos, ¿si es posible interpelar al Estado desde la
28 De la entrevista de la autora con Mariana, integrante de MA, realizada en Buenos
Aires el 15 de julio de 2002.
29 Laura Ginsberg, integrante de APEMIA, ex integrante de MA, en el discurso en
la Plaza de la Memoria, Buenos Aires, 14 de enero de 2002. Disponible en: http://
www.memoriaactiva.com/anteriores2002enero.htm, al 10 de julio de 2009.
30 Kollmann, Raúl, “Laura Ginsberg lidera otra escisión de Memoria Activa”,
periódico Página/12, Buenos Aires, Argentina, 25 de junio de 2002, pág. 11.
31 Kollmann, Raúl, “Laura Ginsberg lidera otra escisión de Memoria Activa”…
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diferencia, y si la diferencia puede ser vista no como un enemigo, sino
como una manera diferente de demandar justicia?
Gobiernos K-I: eI acercamiento a MA
En 2003, frente al gobierno de Néstor Kirchner, MA enfrenta un
panorama completamente diferente. Cabe recordar que aunque la
formula presidencial encabezada por Néstor Kirchner y Daniel Scioli
no logró posicionarse en el primer lugar en las elecciones del 27 de
abril de 2003, el 25 de mayo de 2003, Kirchner asume la presidencia
nacional. Esto debido a que el candidato a presidente Carlos Saúl
Menem, junto a su compañero de fórmula Juan Carlos Romero, decide
no presentarse a ballottage32, el cual debería haber tenido lugar el 18
de mayo de ese año.
De esta manera, Kirchner automáticamente se convirtió en el
presidente electo de los argentinos, pero con el más bajo porcentaje
de votos de la historia argentina: sólo el veintidós por ciento. Ante
este escenario, Kirchner acusó a Menem de amenazar las bases
democráticas y de tratar de generar una situación de inestabilidad
política con el propósito de que el gobierno entrante fuese percibido
como débil e inconsistente. De aquí que el presidente electo haya
llamado a los diversos sectores a contribuir con el pueblo argentino
para lograr la construcción de un país nuevo y diferente. Siendo
así, desde un primer momento, la necesidad de generar consenso
apareció como prioridad en la agenda política del nuevo gobierno.
Dicha necesidad se transluce en la variedad33 con la que el gabinete
presidencial fue diseñado. El gabinete político pasó a ser un gran
abanico de posiciones políticas, que incluía desde simpatizantes del
partido radical hasta fieles miembros del partido peronista, intentando
al mismo tiempo prestar especial atención a temas de derechos
humanos. Para ello, se convocó, por ejemplo, a Rafael Bielsa34 como
32 Ver en La Nación, “Quedaron a dos puntos de diferencia. Menem y Kirchner
disputarán la segunda vuelta el 18 de mayo”. Disponible en: http://www.lanacion.
com.ar/nota.asp?nota_id=492225, al 10 de julio de 2009.
33 Los ministros que acompañaron al presidente Kirchner fueron: Alberto
Fernández, secretario de la Secretaría de Gobierno; Aníbal Fernández, Ministerio
del Interior; Rafael Bielsa, Relaciones Exteriores; José Pampuro, Defensa;
Roberto Lavagna, Economía; Gustavo Béliz, Justicia; Daniel Filmus, Educación;
Carlos Tomada, Trabajo; Ginés González García, Salud; Alicia Kirchner,
Desarrollo Social; Julio De Vido, Planeamiento Federal, Servicios e Inversión
Publica; Sergio Acevedo a cargo de la Secretaría de Inteligencia de Estado
(SIDE).
34 Rafael Bielsa es conocido por haber sido activista político del partido político
Frepaso, durante la década de los 90. A su vez, en el gobierno de De la Rúa,
2008]
Revista IIDH
113
ministro de relaciones exteriores, y se reemplazó a Julio Nazareno35
por Eugenio Raúl Zaffaroni36 en la Suprema Corte de Justicia.
Gracias a la generación de consenso, Kirchner consiguió todo aquel
apoyo político que no logró obtener oficialmente en las elecciones
presidenciales, específicamente desde los partidos de izquierda. Por
esta razón, desde el comienzo de su mandato, las políticas del gobierno
de Kirchner se inclinaron a favor de los derechos humanos, cuestión
por la cual su gobierno fue clasificado, por muchos, como un gobierno
de izquierda, “rojo”.
Ahora bien, este posicionamiento del gobierno tuvo consecuencias
directas en la demanda de MA. A los pocos meses que Kirchner se
hiciera cargo de la presidencia, MA expresó:
A 9 años de tanta muerte, un nuevo escenario político se nos presenta
a los argentinos. Por primera vez en 9 años un gobierno nacional
parece asumir la causa AMIA como un tema de Estado
Que hoy el Presidente de la Nación [Néstor Kirchner] se comprometiera con Memoria Activa a abrir toda la información de todos los
organismos del estado, significa que siempre fue posible, ¿por qué
nadie lo hizo antes37?
Bielsa estuvo a cargo de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), organismo
nacional a cargo de investigar los fondos y la transparencia del Estado. Su gestión
es conocida por dar a conocer las inmensas sumas de dinero que fueron gastadas
por la SIDE, en ese entonces a cargo de Fernando de Santibañes. Ver: Política y
actualidad.Com, “Rafael Bielsa”. Disponible en: http://www.politicayactualidad.
com/autores.asp?id_autor=132, al 10 de julio de 2009.
35 Fue el presidente de la Suprema Corte de Justicia por casi 10 años durante el
gobierno de Carlos Menem. Durante su gobierno, fue conocido por integrar e
impulsar la “Mayoría Automática Menemista”. Como presidente de la Corte,
impulsó la ampliación de la Corte de Justicia, tanto es así que la Corte de tener
cinco miembros pasó a tener diez, todos ellos elegidos por el entonces presidente.
Ver: Terra, Actualidad, “Cambios en el Tribunal, el juez Julio Nazareno renunció
a la Corte”. Disponible en: http://www3.terra.com.ar/canales/politica/72/72205.
html, al 10 de julio de 2009.
36 Eugenio Raúl Zaffaroni, reconocido activista en el campo de los derechos
humanos. La designación de Eugenio Raúl Zaffaroni como nuevo integrante
de la Corte Suprema de Justicia, fue apoyada por unas de las principales
organizaciones de derechos humanos: Madres de Plaza de Mayo, Madres de Plaza
de Mayo-Línea Fundadora, y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),
entre otros. Ver: Granovsky, Martín, “Zaffaroni, candidato único para reemplazar
a Nazareno”, periódico Página/12, Buenos Aires, Argentina, 2 de julio de 2003.
Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-22167-2003-07-02.
html, al 10 de julio de 2009.
37 Memoria Activa, “Discurso pronunciado por Memoria Activa en la Plaza Lavalle
en el 9 aniversario de la masacre en AMIA”, Buenos Aires, Argentina, 14 de julio
de 2003. Disponible en: http://www.memoriaactiva.com/aniversarios.htm, al 10
de julio de 2009.
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Revista IIDH
[Vol. 47
De esta manera, el ex presidente Kirchner ha conseguido tener un rol
fundamental en la demanda de justicia de los diferentes movimientos
de derechos humanos, incluida MA, mediante sus políticas relativas
a estos derechos. Los diálogos entre MA y el entonces presidente
nacional comenzaron a ser más frecuentes y fluidos. Luego de la
colaboración del presidente en la apertura de los archivos secretos
ocultados por la SIDE, quedaba claro que la acusación de MA
apuntaba directamente hacia los gobiernos anteriores, ya que ellos no
sólo no habían hecho nada para abrir los archivos de la causa AMIA,
sino que además contribuyeron a que no haya habido presión para que
éstos fueran abiertos. En este contexto, las políticas empleadas por el
gobierno de Kirchner pueden ser entendidas como un momento de
ruptura y cambio. A través de abrir los archivos secretos, aquellos que
la SIDE fuertemente se oponía a abrir, el gobierno K logró desafiar el
pasado y estructurar una nueva realidad política.
Mediante estas acciones y otras, sumadas a sus relaciones en
el campo de los derechos humanos, el gobierno de Kirchner logró
acercarse y posicionarse en el mismo nivel de todos aquellos que
demandaban justicia junto a MA, logrando un amplio apoyo de MA así
como también la confianza de otros grupos de derechos humanos.
El soporte por parte de los movimientos de derechos humanos pudo
ser visto, por ejemplo, en la conmemoración por el 28 aniversario de
la última dictadura militar en Argentina, la cual tomó lugar el 24 de
marzo de 2004. Allí, Kirchner anunció que la Escuela de Mecánica de
la Armada (ESMA), uno de los campos de detención de desaparecidos
más grandes de toda Sudamérica, funcionaría como un museo y sería
llamado Museo de la Memoria. A su vez, en dicho evento Kirchner
terminó de ganarse la simpatía de las diferentes agrupaciones de
derechos humanos y movimientos de izquierda al inaugurar el museo
en la puerta de entrada de la ESMA, permitiendo con ello que la
asistencia al acto fuese abierta a todo el público, sin necesidad de tener
invitación previa. Según Kirchner, el objetivo fue comenzar a “crear
un poder alternativo”38 , cuyas bases surgieran de la arena pública.
Ahora bien, este “poder alternativo” al que Kirchner desde las
escalinatas de la ESMA apeló, no sólo se convirtió en el estandarte
“K”, sino que simultáneamente comenzó a funcionar como principal
arma de apoyo en la búsqueda de consenso político a la hora de
38 Granovsky, Martín, Mario Wainfeld y Sergio Moreno, “Reportaje al presidente
Néstor Kirchner sobre la economía, el poder y sus alianzas”, periódico Página/12,
Buenos Aires, Argentina, 23 de mayo de 2004. Disponible en: http://www.
pagina12.com.ar/diario/elpais/1-35715-2004-05-23.html, al 10 de julio de 2009.
2008]
Revista IIDH
115
ejecutar sus propuestas. Una vez obtenido, Kirchner articuló una
forma particular de hacer política: la política “K”, cuyo éxito recayó
en desafiar la dinámica tradicional de las instituciones estatales y
caratular de enemigo al autoritario pasado.
El éxito de la administración K se debió a un cuestionamiento de
la política convencional, en dos sentidos. Por un lado, desde el interior
de las instituciones estatales, al incorporar, por ejemplo, renombrados
profesionales, relacionados con el lenguaje de los derechos humanos,
tanto en su gabinete como en el poder judicial. Por el otro, desde la
arena pública, mediante el uso de canales extra oficiales para condenar
el pasado, a través, por ejemplo, de inaugurar el museo de La Memoria
desde afuera del edificio.
Claramente, una de las características principales de la política K ha
sido su particular preocupación por el tema de los derechos humanos.
Para esto fue necesario que el antiguo gobierno K se acercara a las
agrupaciones de derechos humanos, incluida MA. Para que ello
sucediera, a su vez, era necesario que se enfrentara con los gobiernos
anteriores y defenestrara al autoritario pasado. De este modo fue
posible que MA se relacionara con la administración K de una manera
completamente diferente como lo hizo con los gobiernos anteriores.
El gobierno K ya no era considerado un enemigo de Estado. Muy por
el contrario, más de una vez fue difícil trazar la distinción de dónde
terminan las políticas del Estado y comenzaban las acciones de los
organismos de derechos humanos: el acto del décimo aniversario del
atentado a la AMIA, el cual tuvo lugar el 18 de julio de 2004, pudo
ser un ejemplo de ello.
Frente a la reconstruida AMIA, el 18 de julio, como todos los
años, se llevó a cabo el acto en conmemoración al atentado contra
la misma. Sin embargo, a diferencia de otros gobiernos, el entonces
presidente, la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández de
Kirchner, y otros funcionarios públicos, asistieron a la ceremonia.
Empero, Néstor Kirchner, en vez de ubicarse en el palco principal,
como era de esperarse debido a su envestidura presidencial, prefirió
estar en el piso para tener la oportunidad de hablar directamente con la
gente que participaba del evento. En tal acto, Kirchner fue afectuosa y
respetuosamente tratado, tanto por los familiares de las víctimas como
por la gente que asistió39.
39 Di Nicola, Gabriel, “AMIA: una multitud volvió a pedir justicia”, periódico La
Nación, Buenos Aires, Argentina, 19 de julio de 2004. Disponible en: http://www.
lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=619823, al 10 de julio de 2009.
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[Vol. 47
Así, sus políticas lejos de separar la sociedad civil del terreno
político y lo privado de lo público, marcaron una distinción clara entre
el pasado y el presente. De esta manera, fue el propio gobierno de
Kirchner que demarcó quienes serían asociados con antiguos mandatos
y quienes con los nuevos tiempos.
Así las cosas, al poner como estandarte a la justicia y los derechos
humanos, el entonces presidente logró culpabilizar a los gobiernos
anteriores y distanciarse de éstos. Esta situación le permitió involucrarse más aún en el pedido de justicia de MA. De esta manera, al
focalizar el reclamo de justicia en los gobiernos anteriores, el gobierno
de Kirchner no sólo consiguió demandar justicia junto a MA, sino
también ser uno de los actores principales a la hora de articular su
demanda con otros organismos de derechos humanos.
Entonces, a diferencia de 1997 donde la arena política estaba
dividida en dos campos antagónicos40, esto es, entre el gobierno de
Menem, por un lado, y MA y los organismos de derechos humanos, por
el otro, en el 2004 el espacio político se caracterizó por delimitar dos
momentos opuestos: el pasado autoritario y el presente democrático.
A su vez, contrariamente al año 2001 donde las fronteras políticas
delimitaban dos terrenos contrapuestos al interior de MA –MA y
APEMIA–, en el 2004 MA volvió a utilizar sus actos para acusar a
los responsables del atentado, en vez de discutir públicamente con
APEMIA cuestiones internas de su organización. Ello pudo observarse
en el acto del 17 de julio de 2004, donde MA focalizó su acto en
acusar a quienes fueron los culpables del ataque y los responsables de
su posterior impunidad, sin dejar de reconocer la labor del gobierno
de Kirchner.
10 años en los que denunciamos al ex Presidente Fernando De la
Rúa, quien en su corta y vergonzosa gestión fue continuador de la
construcción de la impunidad
10 años en los que denunciamos al ex Presidente Eduardo Duhalde,
responsable de la maldita policía, continuador de la impunidad
10 años en los que denunciamos al prófugo de la Justicia Argentina, el
ex Presidente Carlos Menem, responsable de consentir la impunidad,
la impericia y la ineptitud en la causa AMIA. Máximo responsable de
que se haya perdido la posibilidad de conocer la verdad y que se haga
justicia. Posible responsable de acuerdos y pactos que permitieron que
el atentado tuviera lugar y quedara impune
Después de estos 10 años se puede decir que hay logros??
La respuesta es: NO!!!
40 Laclau, Ernesto y Mouffe Chantal, Hegemony and Socialist Strategy. Towards
a Radical Democratic Politics. Segunda edicion, Verso, Londres, Reino Unido,
2001, pág. 131.
2008]
Revista IIDH
117
Pero, sin embargo, algunos hechos son contundentes…
10 años y algunos de los habitantes de este edificio de la Suprema
[Corte de Justicia] son otros41.
Por un lado, en relación al gobierno de Kirchner, estas palabras
muestran que el entonces presidente logró distanciarse del acusatorio
pasado para apropiarse del justiciero presente formando parte de
las demandas populares. Sin embargo, de lo narrado anteriormente
se desprende la siguiente pregunta, ¿por cuánto tiempo iba a poder
Kirchner ser parte de las demandas populares y acusar a los gobiernos
del pasado sin que su propio gobierno se viera afectado? En otras
palabras, ¿por cuánto tiempo el gobierno de Kirchner iba a poder
controlar las demandas populares y con ellas la de MA?
Según lo dicho anteriormente, Kirchner pudo seguir vinculado a la
demanda de MA con éxito mientras continuó comportándose, en ciertos
espacios, como un ciudadano común y corriente, preocupado por los
crímenes ocurridos en el pasado dictatorial y por la falta de justicia en
un contexto democrático, como sucedió en el décimo aniversario del
atentado a la AMIA, donde él y su esposa se colocaron en el piso, en
vez de en el palco de los oradores, para hablar y ser parte del público.
A su vez, el entonces presidente iba a poder seguir entrometiéndose
en las demandas populares sólo si se presentaba como “aquel” que
por su figura presidencial podía y estaba obligado a terminar con el
autoritario pasado, a través de mostrarse lo suficientemente fuerte para
seguir aplicando políticas específicas relacionadas con los derechos
humanos, así como también para seguir demandando justicia junto a
los organismos que encabezan los reclamos en ese sentido.
Luego de diez años de una interrumpida presencia en la Plaza de la
Memoria, el lunes 27 de diciembre de 2004 Memoria Activa anunció
que sería el último lunes que demandaría justicia desde la Plaza.
Resulta oportuno preguntarnos por la relación entre el retiro de la
Plaza y las nuevas políticas K.
Gobiernos K-II: MA deja la Plaza
El domingo 26 de diciembre de 2004 aparece en uno de los
principales periódicos argentinos la noticia de que “Memoria Activa
decidió dejar la Plaza”. El artículo decía que el tiempo en la Plaza
se había terminado, no obstante, los integrantes de la agrupación
41 Memoria Activa, “Discurso pronunciado por Memoria Activa en la Plaza Lavalle
en el 10 aniversario de la masacre en AMIA”, Buenos Aires, Argentina, 18 de
julio de 2004. Disponible en: http://www.memoriaactiva.com/aniversarios.htm,
al 10 de julio de 2009.
118
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[Vol. 47
continuarían su lucha mediante su querella, llamando, a su vez, a
participar del último acto en la Plaza, el cual iba a tener lugar el lunes
27, a la misma hora de siempre42.
Siguiendo la línea argumentativa de este artículo, el primer
interrogante que se desprende es si la decisión de MA de dejar la
Plaza estuvo influenciada, de alguna u otra forma, por las políticas K
de derechos humanos. Este interrogante surge a raíz de lo mencionado
más arriba, respecto a las nuevas políticas K y la cercanía del entonces
presidente con los organismos de derechos humanos. Como se ha
explicado, durante su mandato Néstor Kirchner fue capaz de participar
de manera tal en las demandas de justicia que para muchos organismos
de derechos humanos el ex presidente fue, y en gran medida su
sucesora lo sigue siendo, una parte constitutiva de las demandas
populares.
En este sentido, el hecho de que MA dejase la Plaza podría leerse
como la satisfacción de un grupo frente a las políticas K. Siendo así,
MA no tendría ningún motivo para seguir demandando, ya que por
primera vez podría pensarse que la entidad se sintió representada
tanto por el gobierno de Néstor Kirchner como por el de turno: hasta
el momento no ha vuelto a demandar justicia desde la Plaza, y solo
realiza ahí los actos de conmemoración a los aniversarios del atentado
a la AMIA.
No obstante, sostenemos que la transición de lo público a lo
jurídico debe ser leída en un sentido más amplio, y no sólo como un
desprendimiento político a partir de la implementación de ciertas
políticas sociales. En efecto, consideramos que la transición de una
esfera a la otra implica un proceso mucho más complejo, que para ser
entendido requiere ubicarse en la historia misma de MA.
Cabe recordar que desde su surgimiento la agrupación ha mostrado
un cambio considerable en su identidad como grupo, lo que llevó a
que su demanda también se fuera modificando a lo largo del tiempo.
Lo que había empezado como un reclamo judío en 1994, en el 2004
era visto y percibido como un reclamo más amplio.
Como hemos mencionado anteriormente, por más de diez años
la agrupación reclamó justicia por dos vías diferentes, pero no por
eso opuestas. Es decir, MA reclamaba por dentro de las instituciones
estatales y por fuera de los canales legales. Esto es, congregándose
42 Kollmann, Raúl, “El adiós a una tribuna pública”, periódico Página/12, Buenos
Aires, Argentina, 26 de diciembre de 2004. Disponible en: http://www.pagina12.
com.ar/diario/elpais/1-45242-2004-12-26.html, al 11 de julio de 2009.
2008]
Revista IIDH
119
todos los lunes a la mañana en frente de la Corte Suprema de Justicia,
así como también a través de su querella independiente. Ahora bien,
lejos de ser incompatibles o contradictorias, ambas vías de demanda
se presentan como complementarias, ya que el espacio público era
estratégicamente usado para hacerle saber a los ciudadanos, de forma
didáctica, lo que estaba sucediendo en el campo jurídico con la causa
AMIA.
De lo narrado arriba se desprenden las siguientes preguntas, ¿qué
llevó a MA a tomar la decisión de dejar la Plaza? ¿Por qué a finales de
2004, y no en otro momento? ¿Qué lugar ocupa en la decisión de MA
el veredicto final del juicio oral por la pretendida “conexión local” del
atentado?
Sin lugar a dudas, desde el punto de vista de la protesta social como
desde el plano jurídico, el 2004 fue un año agitado para MA. El 2 de
septiembre de 2004, la Corte oral del Distrito Federal número tercero
de Buenos Aires dio a conocer, luego de tres años, el veredicto final
del juicio oral contra la pretendida “conexión local” en el atentado.
En tal sentencia se dictaminó la absolución de todos los acusados
por el atentado. Sin embargo, en éste también se pidió el juzgamiento
del juez Galeano, quien estuvo a cargo de la causa AMIA, de los
fiscales Mullen y Barbaccia, del anterior ministro del Interior, Carlos
Corach, Hugo Anzorreguy, encargado de la SIDE, Cavallo y Oyarbide,
jueces y miembro de la Comisión Bicameral de Investigación de los
atentados a la embajada de Israel y a la AMIA, Rubén Beraja, entre
otros43. El fallo fue contundente y a la vez controvertido. Confirmó lo
que MA venía denunciando por muchos años, la responsabilidad de
funcionarios estatales y de dirigentes de la comunidad judía por las
maniobras de encubrimiento y falta de voluntad en el esclarecimiento
del atentado44.
Como era de esperarse, los lunes siguientes al resultado del
fallo MA hizo uso de su tarima para hacerle saber a la población el
dictamen de la sentencia y su posición respecto. Allí, la mayoría de
sus integrantes expresaron su desacuerdo, pero todos remarcaron la
importancia de haber tenido “una querella independiente”45, ya que
mediante ésta, fueron capaces de exponer las irregularidades del caso.
A su vez, la organización reiteró a Néstor Kirchner:
43 Memoria Activa, “Atentado a la AMIA-12 años”…, pág. 3.
44 Ibídem.
45 Palabras de Eugenia, integrante de MA, entrevistada por la autora en Buenos
Aires, el 26 de septiembre de 2008.
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[Vol. 47
La exigencia de expresar en hechos concretos la voluntad política
de que se castigue a todos y cada uno de los responsables del
encubrimiento de la causa AMIA. Que aparezcan los archivos
secretos que permanecen ocultos en la SIDE y Policías. Solicitamos
se separe en forma inmediata al juez Galeano porque es inadmisible
y vergonzoso que tenga el poder de seguir “impartiendo justicia”.
Exigimos no se le acepte un eventual pedido de renuncia, tal como se
hizo con Vázquez. Requerimos que se separe en forma inmediata al
Fiscal Barbaccia mientras se sustancian las investigaciones exigidas
por el Tribunal46.
Por último, MA remarcó una vez más al gobierno y a la sociedad toda
que:
No fuimos ni seremos funcionales a ningún poder de turno, los
denunciamos y denunciaremos. Nuestro único compromiso es con
nuestros familiares y amigos asesinados en la AMIA el 18 de julio
de 199447.
Ahora bien, el hecho de que MA tuviese entonces la oportunidad
de expresar su posición respecto al veredicto final del juicio oral,
¿no reforzaba el rol que ocupaba la Plaza para la entidad? O por el
contrario, ¿sacaba a relucir la importancia del campo jurídico en la
demanda de MA? ¿Se modificaría de ahora en adelante la demanda
de justicia de MA?
Como mencionamos más arriba, el lunes 27 de diciembre de 2004
fue el último lunes que se congregó en la Plaza de la Memoria. Ese día,
más de diez personas dieron testimonio y, en sus discursos, el retiro
de la Plaza fue asociado con el final de una etapa. Algunos integrantes
mencionaron la dificultad de mantener los actos de los lunes, ya que
consumía mucha energía48, otros, dijeron que:
…ya todo estaba dicho, y por tal motivo, no había razón alguna para
seguir acudiendo a los encuentros49.
Aunque la agrupación no se arrepiente de la decisión tomada, sin lugar
a dudas, “haber dejado la Plaza fue un gran cambio y una gran ruptura
en muchos sentidos” 50.
46 Malamud, Diana, “Comunicado de Memoria Activa ante el fallo del Tribunal
Oral Federal, Buenos Aires, Argentina, 6 de septiembre de 2004. Disponible en:
http://www.memoriaactiva.com/anteriores2004septiembre.htm, al 10 de julio de
2009.
47 Ibídem.
48 Ibídem.
49 Palabras de Eugenia, integrante de MA, entrevistada por la autora en Buenos
Aires, el 26 de diciembre de 2004.
50 Palabras de Diana Malamud, integrante de MA, entrevistada por la autora en
Buenos Aires, el 29 de septiembre de 2008.
2008]
Revista IIDH
121
Por un lado, MA empezó a tener “mucha menos presencia”. La
Plaza “era un instrumento de presión muy importante”. Y “comunicar
lo que estaba sucediendo comenzó a ser mucho más difícil”. Mientras
que por el otro, esta situación le permitió “encausar un poco más
la energía” en el caso AMIA, puesto que antes no tenía “ni tiempo
material ni físico porque [la Plaza] nos insumía mucho tiempo y mucho
esfuerzo” 51.
Esto demuestra el cambio de prioridades en las actividades de
MA. A diferencia de años anteriores, donde la Plaza era la principal
actividad y centro articulador de la demanda, hoy en día a la Plaza se
concurre sólo en los actos aniversarios, mientras que la energía esta
puesta en desmantelar las maniobras del encubrimiento estatal a través
de la presión judicial. De este modo, actualmente
…el rol de MA es específicamente jurídico... nuestra lucha tiene que
ver con la verdad y la justicia en la causa AMIA, no tenemos otro
propósito que ese, y no me imagino la continuación [de MA] con
otros objetivos52.
Gobiernos K-III: MA, la OEA y el decreto 812/05
Una vez notificadas las conclusiones del juicio oral y de haberse
hecho públicas las acusaciones desde el Poder Ejecutivo a la administración de Carlos Saúl Menem por su negligente papel en la
investigación de la causa AMIA, el 4 de marzo de 2005 el Estado
reconoció su responsabilidad ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados
Americanos (OEA)53. Esto sucedió en el marco de un proceso de
denuncia que MA había iniciado ante la CIDH en 199954. Ya se había
51 Ibídem.
52 Ibídem.
53 Memoria Activa, “Atentado a la AMIA-12 años”…, pág. 1. Ver también,
Kollmann, Raúl, “Hubo falta de prevención y una posterior privación de
justicia”, periódico Página/12, Buenos Aires, Argentina, 5 de marzo de 2005.
Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-48068-2005-03-05.
html, al 10 de julio de 2009.
54 El 16 de julio de 1999, al cumplirse casi cinco años del atentado, MA, con el
patrocinio del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el Centro por la
Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Human Rights Watch, y el Doctor
Alberto Zuppi, inició un trámite de demanda ante la CIDH, con número 12.204.
En el año 2000 el Estado propuso que la CIDH designara un veedor para el
juicio oral que se llevaría a cabo en el 2001. En el año 2001 la CIDH designó
como veedor del juicio oral al ex presidente de la CIDH, Claudio Grossman,
quien observó los tres años que duró el juicio. Entrevista de la autora con Diana
Malamud, integrante de MA, realizada en Buenos Aires el 29 de septiembre
2008. Ver también, Memoria Activa, “Atentado a la AMIA-12 años”…
122
Revista IIDH
[Vol. 47
pronunciado respecto a las irregularidades de la investigación judicial
Claudio Grossman, ex presidente de la CIDH, quien fue designado por
la CIDH como observador internacional de la causa AMIA, y en su
informe recomendó a la CIDH la admisión de la demanda de MA en
el Sistema Interamericano, en caso de que no se lograre llevar a cabo
una solución amistosa55.
Ante la OEA, la delegación argentina pidió
…perdón a Memoria Activa así como a todos los familiares y víctimas
de los dos atentados [embajada de Israel –1992– y AMIA –1994–]56.
A su vez, el Estado Nacional reconoció su responsabilidad por la
violación del derecho a la vida (artículo 4 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos – CADH), derecho a la integridad física
(artículo 5 de la CADH), derecho a las garantías judiciales (artículo
8 de la CADH) y derecho a la protección judicial (artículo 25 de la
CADH) y el deber de garantía (artículo 1.1 de la CADH), los cuales
habían sido denunciados por los peticionarios en su trámite ante la
CIDH57. Asimismo,
El Estado argentino reconoce su responsabilidad ya que existió un
incumplimiento de la función de prevención por no haber adoptado las
medidas idóneas y eficaces para intentar evitar el atentado, teniendo
en cuenta que dos años antes se había producido un hecho terrorista
contra la embajada de Israel en argentina.
El Estado reconoce su responsabilidad porque existió encubrimiento
de los hechos, porque medió un grave y deliberado incumplimiento
de la función de investigación del hecho ilícito ocurrido el 18 de julio
de 1994, y porque este incumplimiento en materia de investigación
adecuada produjo una clara denegatoria de justicia. Todo ello
conforme fue declarado por el Tribunal Oral Federal en lo criminal
no. 3 de la Ciudad de Buenos Aires en su sentencia de fecha 29 de
octubre de 200458.
55 La supervisión del veedor Claudio Grossman culminó con un impactante informe,
el cual dio a conocer las irregularidades que tantas veces habían sido denunciadas
por MA. Es en este contexto que el gobierno de Néstor Kirchner propuso iniciar
un proceso de solución amistosa. Ver, “Informe del decano Claudio Grossman
observador internacional de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
en el juicio de la AMIA - 22 de febrero de 2005”. Disponible en: http://www2.
jus.gov.ar/Amia/grossman.htm, al 10 de julio de 2009. Ver también, Memoria
Activa, “Atentado a la AMIA-12 años”…
56 Alejandro De la Rúa, representante de la delegación argentina. Ver, Memoria
Activa, “Presentación del Dr. Alejandro De la Rúa por el Estado argentino”,
Washington, 4 de marzo de 2005. Disponible en: http://www.memoriaactiva.
com/OEA_marzo2005.htm#4, al 10 de julio de 2009.
57 Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ver, Memoria Activa, “Acta
de la audiencia”, Washington, 4 de marzo de 2005. Disponible en: http://www.
memoriaactiva.com/OEA_marzo2005.htm#2, al 10 de julio de 2009.
58 Ibídem.
2008]
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123
Es en este contexto internacional que el Estado argentino le propuso
a la agrupación iniciar un proceso de solución amistosa del caso ante
la CIDH. Como muestra de ello, el 12 de julio de 2005 el Estado hizo
oficial el reconocimiento de responsabilidad por la violación de los
derechos humanos denunciados, mediante el decreto 812/05. En dicho
decreto, el gobierno de Kirchner formalizó la instancia de diálogo
iniciada en la audiencia de marzo de 2004, donde detalló los puntos
propuestos que se comprometía a cumplir:
1) La pública difusión... del reconocimiento de la responsabilidad del
Estado argentino…
2) La publicidad del Informe Final del Decano Claudio GROSSMAN…
3) La adopción, por las jurisdicciones que correspondan, de medidas
de apoyo a la investigación…
4) Creación de una unidad especializada en catástrofes, tanto para
la atención de las emergencias médicas como para la recolección
y protección de pruebas en casos criminales, lo que incluye la
elaboración de un plan de contingencia para casos de atentados.
5) Medidas relacionadas con reformas normativas con el objeto de:
a) Transparentar el sistema de utilización de fondos reservados
de la SECRETARÍA DE INTELIGENCIA; b) facilitar el acceso
a la información de inteligencia por parte de los jueces en
investigaciones vinculadas con hechos de terrorismo.
6) Promover la sanción de una ley de reparación para todas las
víctimas del atentado.
7) Cuestiones vinculadas con las costas en el proceso interno e
internacional59.
Para MA el hecho de que el Estado haya
…asumido la responsabilidad por las violaciones a los derechos
humanos… fue un gesto muy importante de parte de Néstor
Kirchner60.
Lamentablemente hasta el momento, con excepción de las medidas
de difusión pública, el Estado argentino no ha cumplido ninguna de
las cuestiones prometidas61. Como mencionó Malamud, integrante de
MA:
De alguna manera ellos pensaban que ahí terminaba su responsabilidad
y olvidaron los puntos que ellos se comprometieron a cumplir62.
En consecuencia, MA seguirá solicitando audiencias ante la CIDH
para evaluar el avance del caso, seguirá demandando justicia para que
59 Memoria Activa, “Decreto 812/05”. Disponible en: http://www.memoriaactiva.
com/Decreto812_2005.htm, al 10 de julio de 2009.
60 Palabras de Diana Malamud, integrante de MA, entrevistada por la autora en
Buenos Aires, el 29 de septiembre de 2008.
61 Ibídem.
62 Ibídem.
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se cumplan los puntos que el gobierno se comprometió a implementar
y, principalmente, para garantizar que se cumpla lo que el gobierno
propuso. Es decir, para que éste se haga responsable de sus iniciativas
y de sus actos.
Entonces, al igual que hace más de catorce años, la demanda de
justicia de MA sigue siendo por el esclarecimiento del atentado a la
AMIA, pero a su vez porque los nuevos gobiernos K, y los muchos que
les sigan, cumplan con la responsabilidad internacional que asumió
el Estado nacional al firmar el decreto 812/05. Es en este sentido que
el gobierno de Néstor Kirchner ha marcado un punto de inflexión en
la Agrupación MA.
Conclusión
En este artículo nos propusimos indagar los momentos coyunturales
que dieron forma a nuevas y diferentes significaciones en la demanda
de justicia de MA. Como hemos demostrado, desde 1994 hasta 2004
MA se concentró todos los lunes por la mañana en frente al Palacio
de Justicia para reclamar justicia al Estado argentino por el atentado
a la AMIA y la embajada de Israel.
El uso de un espacio público y sin vallas –a diferencia del resto
de las instituciones judías– le permitió a MA, por un lado, demostrar
que el caso AMIA era un problema de Estado y no solamente “judío”.
Por el otro, le posibilitó asociar el caso AMIA con otros casos de
impunidad existentes hoy en día en la Argentina63. Entonces, gracias
a esta forma de demanda, MA logró articularse con otros movimientos
sociales, íntimamente vinculados con el lenguaje de los derechos
humanos. Esto llevó a que la denuncia de MA quedara inscripta dentro
de un marco de protesta más generalizado.
Con el gobierno de Néstor Kircher (2003-2007) tanto MA como
el resto de los movimientos de derechos humanos se enfrentaron
con un panorama político completamente diferente. Para MA era
la primera vez que un presidente colaboraba con la investigación
judicial e internacionalmente reconocía la responsabilidad del Estado
argentino en no haber prevenido el atentado, así como también de
haber encubierto las irregularidades de la causa AMIA. A partir
de este hecho clave, el derecho internacional se ha constituido el
ámbito fundamental desde donde MA actualmente lucha para que el
63 Mazur, Gerardo, integrante de MA, entrevistado por la autora, Buenos Aires, 13
de agosto de 2001.
2008]
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Estado cumpla con el decreto 812/05. Decreto que el mismo propuso
y firmó.
De este modo, aunque dejar la Plaza para MA ha significado una
ruptura en la estructura de su demanda, le ha permitido, sin embargo,
redelimitar su función y su objetivo: vigilar de cerca el comportamiento
estatal ahora también a nivel internacional. Así, MA no sólo hace
justicia por los muertos de la AMIA, sino que, comprometiendo al
Estado a nivel internacional, sienta precedente para que casos de
impunidad y antisemitismo no se sigan repitiendo en la Argentina y
continente americano.
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