Antropología en Marx (REVISADA 2015)

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Historia de la Filosofía 2º Bachillerato
Sara Guerra
ANTROPOLOGÍA EN MARX
INTRODUCCIÓN
Marx, siglo XIX (1818-1883) es uno de los filósofos más influyentes de la filosofía
contemporánea. Su filosofía materialista ofrece una explicación del ser humano, la sociedad y la
historia que influyó en numerosos intelectuales y que inspiró la instauración de los regímenes
comunistas de la primera mitad del siglo XX.
Algunas de sus sobras son: Ideología alemana. Tesis sobre Feuerbach. Esencia del cristianismo. El
capital. Manifiesto comunista. La sagrada familia. La miseria de la filosofía.
Su antropología está marcada por las pésimas e injustas condiciones económicas y laborales del
proletariado (el hombre se encuentra alienado económica, social, política e ideológicamente según
Marx).
Marx enraíza con la izquierda hegeliana en la necesidad de cambiar la realidad que no pueda ser
justificada y en su crítica de la religión. Especialmente importante es la influencia de Feuerbach por
el giro materialista que realiza al afirmar que la filosofía no debe comenzar por abstracciones sino
con la vida, sus necesidades y deficiencias. También por el concepto de alienación y por su
“antropocentrismo” pues para Feuerbach (ateo) Dios no es más que una proyección, una imagen
idealizada que el hombre hace de sí mismo, el hombre ha creado a Dios, (no al revés,) con la
gravedad de que luego no se reconoce y se va empobreciendo a medida que enriquece a Dios; de
esta manera se va alienando, el hombre debe recuperarse a sí mismo, convirtiendo la teología en
antropología.
Por otro lado podemos ver la influencia de Rousseau en la idea de que el origen de la desigualdad
entre los hombres es social y se debe a la propiedad privada.
TEORÍA
Nos vamos a centrar en su explicación del hombre como un ser material natural, que se convierte
en un ser natural humano en el desarrollo de la historia. Esto ocurre gracias a su actividad
productiva que realiza transformando la naturaleza junto a otros hombres. Es, por tanto, no sólo
un ser social, sino un ser que se constituye en sociedad. Para alcanzar su autorrealización y la
verdadera libertad, el hombre deberá librarse de las alienaciones a las que se encuentra
sometido: económica, social, política e ideológica.
El hombre es un SER MATERIAL, no hay realidad espiritual alguna ni en el hombre ni fuera
de él, incluso su inteligencia es producto de la materia, por tanto, el destino final del hombre es su
desaparición en la nada. No hay una trascendencia más allá de esta vida, Dios y la vida más allá de
la muerte no son más que ilusiones nacidas por el descontento humano con las malas
circunstancias de la vida. La única posibilidad de felicidad debe buscarse en este mundo.
Para Marx, el ser humano es un SER NATURAL , surgido de la naturaleza, y que se distingue
de los animales por el hecho de que ha de fabricar los medios para sobrevivir, transformando la
naturaleza en la que vive.
Esta transformación de la naturaleza se realiza mediante el trabajo. El trabajo, o mejor
dicho la producción (praxis) constituyen la esencia del hombre. Somos seres “activo-productivos”
que necesitamos transformar la naturaleza para vivir.
Es precisamente en esta actividad productivo-transformadora como entramos en relación
con otros seres humanos y nos socializamos. Nuestro ser dependerá, por ello, de las
circunstancias socio-económicas, es decir, el ser humano actúa y piensa determinado por las
circunstancias sociales en las que se ve inmerso y estas circunstancias sociales vienen dadas por un
sistema productivo concreto.
La situación del ser humano dentro del capitalismo industrial del siglo XIX es de
alienación, pues el ser humano (que es en esencia un ser trabajador) no se realiza en su trabajo,
sometido a unas condiciones indignas, con un salario de mera subsistencia que no le permite
llevar una vida verdaderamente humana.
Cuando el sujeto (el trabajador) entra en contacto con la naturaleza (se exterioriza) para
realizar un objeto (el producto), realiza un esfuerzo que le produce un desgaste o pérdida de
energía (se enajena de sí mismo), hasta aquí no hay problema pues tanto el proceso de
exteriorización como el de enajenación son inevitables y necesarios. La ALIENACIÓN ECONÓMICA
se da en el modo como se produce el objeto y en lo que ocurre una vez terminada la producción del
objeto:
a) El trabajador es utilizado como un medio de producción dentro de una cadena de
producción, convirtiéndose en una mercancía que se compra y se vende: Al limitarse a desarrollar
tareas mecánicas, al igual que las máquinas que utiliza en su trabajo, se le limita su capacidad
creativa. En definitiva, es tratado como un objeto y no como un sujeto. Se produce una
“cosificación del sujeto”
b) El objeto producido no le pertenece al trabajador, sino al empresario, se produce así una
“expropiación del objeto”
Esta situación de alienación puede cambiar si cambian las circunstancias, de modo que el
trabajador pueda autorrealizarse en su trabajo. Para ello es necesario que el producto de su
trabajo le pertenezca, que sea suficiente para satisfacer sus necesidades materiales y, al mismo
tiempo, le permita disponer de tiempo libre para desarrollar su personalidad y realizarse como
ser humano.
De la alienación económica derivan otras situaciones de alienación de tipo social, político e
ideológico.
ALIENACIÓN SOCIAL: La sociedad capitalista divide a los hombres en dos clases sociales: la
dominadora (burguesía empresaria) y la dominada (proletarios), esta división es negativa porque
produce un enfrentamiento entre ellas: La situación debería ser, al contrario, una situación de
igualdad en la que no hubiera clases sociales.
ALIENACIÓN POLÍTICA: Tanto el Estado como su sistema legal amparan y protegen el sistema
económico vigente en la sociedad. Por eso, el Estado es en realidad un “Estado burgués”, en
manos de la burguesía que está al servicio de sus intereses económicos, pues con su política de no
intervención en economía, favorece a la clase dominante, dejando a su suerte a los más débiles. El
proletariado ve entonces
en el Estado un enemigo, cuando el Estado debería ser y estar al servicio de todos.
ALIENACIÓN IDEOLÓGICA: la conciencia del ser humano, lo que piensa, depende de las
condiciones materiales de la vida. El proletariado se encuentra alienado ideológicamente porque
la ideología dominante es la de la clase dominante, tanto la filosofía como la religión han
colaborado hasta ahora a mantener esta alienación:
La filosofía porque hasta ahora se ha dedicado a explicar e incluso a justificar lo que pasa, lo
inevitable se la situación y no a criticarlo, por eso dice Marx: “los filósofos se ha dedicado a
interpretar el mundo de distintos modos, ya es hora de transformarlo”.
En cuanto a la religión lo que hace es proyectar al hombre fuera de este mundo, prometiéndole
un mundo ficticio donde todo sus males serán resueltos. Además predica la sumisión y aceptación
del sufrimiento en este mundo para alcanzar el premio en el otro. Por eso Marx lo considera el
“opio del pueblo”. Su función social es la de adormecer los anhelos revolucionarios y
emancipadores de la clase trabajadora.
CONCLUSIÓN
A pesar de que Althusser (marxista) ha negado que el marxismo pueda considerarse un
humanismo, otros autores afirman que sí es posible hacer una interpretación en términos
humanistas del marxismo, en este sentido se mueven la Escuela de la praxis de los años 60, el
existencialista Jean Paul Sartre o el español Fernando de los Ríos por su obra El sentido humanista
del socialismo.
Algunas de las razones por las que podría interpretarse como un humanismo son:
a)
b)
Porque promueve una crítica y lucha contra la alienación del hombre, que tiene
como fin acabar con su explotación, acaba con su conversión en cosa (en algo inhumano) y que busca la liberación del hombre. El humanismo marxista aboga,
pues, por la libertad del hombre, la racionalidad y la personalidad (su ser
persona) del hombre. En este sentido el marxismo mantiene el “ideal”
racionalista-ilustrado del hombre.
Porque al negar la existencia de un ser distinto superior a la naturaleza y al
hombre ateismo) se está afirmando la primacía, suficiencia y autonomía del
hombre. Así se enfatiza la naturaleza esencialmente creativa y práctica de los
seres humanos. sobre todo el entendimiento de los hombres como productores
de naturaleza.
Entre sus influencias posteriores son destacables:
a) En Sartre, para este autor, el marxismo tiene de bueno el hacernos tomar
conciencia del momento históricopero falla en que no hace un auténtico
examen de la existencia humana en términos de libertad.
b) En Gramsci (en la importancia de las ideologías como instrumento del poder)
estudia los instrumentos que el poder del Estado tiene para reproducir la
ideología de la clase dominante (la escuela, la religión, la información, la
policía, el ejército…)
c) En los intelectuales de la escuela de Fankfurt que tenían en común su rechazo al
sistema capitalista, que reinterpreta el marxismo como una postura crítica, un
método de análisis social, tratando de descubrir y denunciar los elementos
deshumanizadores que existen bajo la apariencia de racionalidad en la sociedad
científica e industrial del siglo XX, con una finalidad emancipadora, pero
rectificando aquellos elementos que ya no son válidos.
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