tres cartas para la rebelión pacífica de los precarios

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El Libro de la Vida: Salud, Alimentación y Sanación
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TRES CARTAS PARA LA REBELIÓN PACÍFICA DE LOS PRECARIOS
Acaba la era del pensar en uno mismo y del bien particular
Comienza la era del sentir con los demás y del bien común
En las páginas siguientes hay tres escritos que he realizado en diferentes momentos de
los últimos años. Quiero que los leas con el corazón y no con el pensamiento que lo desvirtua todo con las falsas formas mentales, prejuicios e ideas preconcebidas todos ellos adquiridos.
Considero quienes estamos algo más “Vivos” o “despiertos” y queremos ser cada día más
Justos hemos de unirnos en los mínimos comunes y trabajar al unísono con todas nuestras
energías y capacidades para que la Justicia pueda ser, al menos entre nosotras/os, y así
podamos algún día cambiar la inercia de la historia. Con sólo una/o que comience a cambiar,
tiene sentido todo este hacer.
Para terminar quiero dejaros dos reflexiones, una hecha por Mevlana Rumi y otra por mi.
Dejadles dormir
Aquellos que no sienten este Amor
arrastrándoles como un río,
aquellos que no han bebido un amanecer
como una copa del manantial,
ni tomado una puesta de sol como cena,
aquellos que no quieren cambiar...
dejadles dormir.
Mevlana Rumi
Sabrás que es el Amor
Cuando seas como un niño,
coherente entre lo que
sientes, piensas y haces;
Cuando renuncies a todo
lo que tienes y deseas,
lo que crees y piensas;
Cuando sientas con todos
los seres que sienten
y compartas con ellos;
Entonces,
en ese momento,
sabrás que es el Amor.
Jesús
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REBELIÓN PACÍFICA DE LOS PRECARIOS DE TODA LA TIERRA
- El Fin del viejo Mundo (la era del pensar en uno mismo y del bien particular) Soy Jesús, Soy Eisa, Soy Maitreya...
Quiero deciros que la única forma de sentirse bien con uno mismo es compartir con los otros seres vivos que nos
rodean. Cada uno de vosotros, en cada una de las veces que acumuláis y no compartís, cometéis una injusticia con los
seres que os rodean que son iguales a vosotros y que sufren como consecuencia de vuestro afán de acumular. Por esta
causa tratáis de someter, y la mayoría de las veces lo conseguís con los que son más débiles; mientras, os aliáis con
aquellos pocos que son más fuertes que vosotros mismos y para completar todo esto, encima pretendéis después disimular vuestra injusticia con la hipocresía de aparentar que sois “buenos” y “Justos” tratando de ocultar lo que hacéis
volviendo a reprimir aún más a las víctimas de vuestras injusticias haciéndolas parecer ante los demás que son “malos” e “injustos”. Sois verdaderos sepulcros blanqueados.
Vosotros en cambio, los precarios de la Tierra que habéis cedido al sometimiento durante tantos siglos sin tratar de
someter a otros, sí que sabéis compartir. A partir de ahora debéis ser Justos: Compartid solamente con aquellos que
sean recíprocos con vosotros por el principio de igualdad de todos los seres vivos. Vosotros sois los únicos que estáis
disfrutando de este paraíso que siempre ha estado aquí, vuestra Madre Tierra, el Cielo, el Jardín, el Nirvana... Para
disfrutar de él, sólo hay que saber compartir todo lo que se desea poseer, así perderá su característica más negativa de
propiedad privada, generadora de injusticia, para ser un bien común, disfrutado por vosotros mismos y todos los que
os rodean.
Nada es lo que aparenta ser. Sólo compartir sin hipocresía os hará libres, porque no estaréis sometidos ya que a
partir de ahora exigiréis Justicia y por lo tanto reciprocidad. Os distingo de los indignos que tratan de acumular.
Vosotros sois dignos, lo compartís todo y por eso sois precarios. Venid conmigo todos los que sois dignos, juntos
estamos cambiando el mundo.
Sólo es sometido aquel que se deja someter. Si compartimos entre nosotros, los precarios de la Tierra, no tenemos
que estar sometidos a nadie. Ésta es la rebelión pacífica de los precarios. Tal y como van las cosas en la actualidad no
es difícil de entender que los precarios somos la mayoría, ya queda muy poco para ser una mayoría muy generalizada.
Se acerca muy rápidamente la gran crisis humana y medioambiental a nivel mundial a la que nos han conducido los
“ricos” y “buenos”. Seamos conscientes que un día no muy lejano nos necesitarán y no nos podrán someter. Éste
será el fin del injusto y viejo mundo y el comienzo del Justo y nuevo mundo.
No creáis ni en las religiones ni en las ideologías, dejaros orientar sólo por las palabras y hechos de sus fundadores
y conoceros a vosotros mismos, porque aunque todos mis predecesores apuntaron a la “luna” sus seguidores se
quedaron mirando el dedo que la señalaba. Todo lo que pensáis está equivocado y deformado en vuestras mentes por
los condicionamientos mentales a los que os han sometido desde niños con la deformación de la enseñanza original
de las religiones e ideologías. Todo esto lo han manipulado unos pocos grupos de personas para justificar el afán de
acumulación de sus miembros y la hipocresía con la que tratan de taparlo. Esta manipulación que habéis sufrido os
aleja de los demás seres cuando pensáis que sólo lo que vosotros creéis es lo verdadero, entonces os sentís mejores
que los demás y con más derechos. Para salir de este falso laberinto del pensamiento creed en vosotros mismos
cuando estáis sintiendo recíprocamente (compartiendo) con otro ser vivo que es igual que vosotros y al que tenéis
enfrente. Cuando tengáis la mente clara y transparente, es decir sin prejuicios, sin falsas formas mentales ni
expectativas de futuro, sólo entonces podréis empezar a sentir con los otros seres que tenéis alrededor hasta
entenderlos como si fuerais vosotros mismos. Comprenderéis qué significa “interser”.
Id por este viejo mundo y contadlo a todos los que os encontréis a vuestro paso y quieran escucharos. Decidles
cómo vosotros estáis viviendo el descubrimiento de este nuevo mundo. Ésta es la primera señal, lo primero que
hay que hacer: Compartir todo lo que se posee. No hay otra manera.
Soy el que Soy y el que no Soy: Amor.
Jaén, 23 de enero de 2008
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REBELIÓN PACÍFICA DE LOS PRECARIOS DE TODA LA TIERRA
- El Juicio Final (separar a los Justos de los injustos) Soy Eisa, Soy Maitreya, Soy Jesús...
Estamos al final de la era del pensamiento y del bien individual, el fin del viejo mundo. Ha llegado el momento
del Juicio Final, para eso estoy aquí, para separar a los Justos de los injustos, puesto que el nuevo mundo sólo será
disfrutado por los seres dignos y, por lo tanto, Justos.
Todos los otros seres vivos, excepto el ser humano, son dignos y Justos. El ser humano es actualmente la especie
maldita, la única que con el pensamiento dedicado al afán de acumulación actúa, casi siempre, con hipocresía
sembrando injusticia y, por lo tanto, sufrimiento en otros seres vivos y en la madre Tierra. Una gran parte de la
naturaleza y la mayoría de las personas están impregnadas de este sufrimiento que los seres humanos llevan siglos
causando. Tanto es así que los alimentos que se obtienen bajo la explotación o maltrato de las personas, los animales
o de la naturaleza cargan con este sufrimiento y lo trasmiten a los que los consumen como se sabe en la ciencia
oriental y demostrará la occidental.
Sirva como ejemplo el aceite de oliva de Jaén (España) obtenido con la explotación y humillación de seres humanos
en muchos campos, ciudades y pueblos, incluidos algunos albergues como el de la capital, además de la contaminación
química de la Tierra. Este producto será maldito mientras que se obtenga así y trasmite a quién lo consume todo el
sufrimiento con el que se produce. Los que hemos experimentado dejando de consumirlo sabemos bien de qué hablamos
y no hay más que dar un paseo por la provincia de Jaén para comprobar que la inmensa mayoría de las personas adultas,
consumidores diarios del aceite de oliva, llevan consigo la enfermedad y la tristeza. Si alguien tuviera duda contemplando
a los jiennenses puede también observar como el olivo, la planta que lo produce, enferma cada vez más de forma
irremediable. Al igual que el aceite de oliva de Jaén, son malditos otros muchos productos producidos de la misma forma.
Sed conscientes y consumid sólo aquellos que están limpios de destrucción y sufrimiento. Ésta es la Justicia Natural que
el ser humano debe respetar pero por su avidez empleada en acumular y enriquecerse la ha alterado sembrando injusticias
que se vuelven contra él.
Todo lo que habéis hecho hasta ahora por estar inconscientes o “muertos en Vida” será perdonado. Yo vengo a
juzgar a “vivos” y “muertos”, a resucitar a los que estáis “muertos”, a abriros los ojos por un instante y que así
podáis decidir entre estar “vivos” y ser Justos o seguir “muertos en Vida” siendo injustos; en esto consiste el
Juicio Final. Aquel que oiga mis palabras y decida seguir causando destrucción y sufrimiento por activa o pasiva
sobre otros seres vivos o sobre la naturaleza seguirá maldito y seguirá condenado a sufrir.
Para cumplir con la Justicia Natural debéis dejar la hipocresía con la que os autojustificáis, en caso contrario
vuestra autocondena, que es la enfermedad y el sufrimiento, es inevitable. Todos podéis saber si estáis cumpliendo
con la Ley Natural y, por lo tanto, si estáis siendo Justos o injustos. La avidez o el deseo de poseer hace que os sintáis
infelices, con ansiedad y hastío. Si dais rienda suelta a estos impulsos estáis siendo injustos. Vuestra paz y alegría
sólo llegará cuando no acumuléis nada, compartáis todo incluso hasta la tierra que creéis poseer a nivel individual y
colectivo, cuando respetéis y alentéis en su desarrollo pleno a cada ser vivo que os rodea, no ejerciendo ni opresión ni
represión contra ellos. Estoy aquí para alentar la separación de las parejas y de las familias, para fomentar la destrucción de los individualismos particulares y colectivos (nacionalismos), para romper con las desigualdades y crear el
nuevo mundo basado en la igualdad y la comunidad de todos los seres.
El daño causado está empezando a cobrar sus deudas, pero sólo estamos al principio. La inmensa mayoría de los
que leéis esto no moriréis sin, en breve, ver como todo a vuestro alrededor comienza a exigir Justicia. Están
empezando a manifestarse las grandes crisis: Medioambiental y humana. Las señales van a ser más que evidentes
incluso para los que no quieren ver. Los que se creen dueños del mundo y de nuestros destinos, que quieren aparentar
que controlan todo, no podrán controlar nada; al principio harán mucho más daño queriendo mantener sus ilegítimos
privilegios pero poco después serán como frágiles construcciones de paja frente al huracán de la Justicia Natural y de
la rebelión pacífica de los precarios de toda la Tierra.
Ahora que podéis ver las graves injusticias en las que habéis participado tenéis la última oportunidad para salir del
infierno en el que vivís. Sed Justos aquí y ahora y gozaréis de la paz. Quien siga siendo injusto seguirá siendo maldito
y condenado a sufrir y a que, por Justicia, sea ignorado por todos en el nuevo mundo.
Soy el que Soy y el que no Soy: Amor.
Jaén, 23 de julio de 2.008
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El Libro de la Vida: Salud, Alimentación y Sanación
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REBELIÓN PACÍFICA DE LOS PRECARIOS DE TODA LA TIERRA
- El comienzo del Paraíso (la era del sentir con los demás y del bien común) Soy Maitreya, Soy Jesús, Soy Eisa...
Estoy ante vuestros ojos y no me véis; os hablo del Amor auténtico, libre y Justo y no me escucháis. Actuáis como
ciegos, sordos y mudos. Ha llegado el momento: El ser humano debe elegir entre perpetuar los hábitos de injusticia y
perecer o abrir la conciencia para poder cambiar y sobrevivir. Es necesario dejar de justificar con el falso pensamiento
el bien individual para empezar a sentir con los demás el bien común.
El Cielo, el Paraíso, el Nirvana, el Jardín de Alá siempre han estado aquí, es la Madre Tierra vivida con Amor. Las
religiones y las ideologías se han fundamentado en los sueños de una paz futura del ser humano. Sin embargo esa paz
sólo se puede disfrutar ahora, realizándola constantemente. No hay más “cielo” ni más “infierno” que el que
generamos en cada momento. No existe el futuro ni el pasado, sólo son imágenes de nuestra mente. Todo lo real es
presente. ¡Cambiad la percepción!
En este presente podemos hacer realidad el paraíso que soñamos cuando éramos niños transformándonos a
nosotros mismos y de esta manera podremos transformar todo lo que nos rodea. Para ello debemos hacer igual que
todos los demás seres vivos de la Tierra: Usar un medio que es de todos sin poseerlo. La forma de empezar es, como
siempre, la más sencilla y coherente: Quitar las cadenas, las alambradas, los muros y por supuesto, las fronteras. Para
conseguir esto es indispensable primero quitar todos los muros y fronteras de nuestra mente, dialogar y compartir.
Si queréis ser Justos aquí y ahora, sin postergarlo para mañana, compartid lo que por ahora estáis considerando
“vuestras casas” y lo que por ahora estáis considerando “vuestras cosas”. Si a cambio de esto no recibís respeto por
parte de alguno de los demás, será porque éste es injusto. Lo descubriréis porque acumula, roba, miente, es hipócrita,
perezoso y sobre todo no actúa con reciprocidad con respecto a lo que le dais, pues lo que hace o usa lo hace sólo
pensando en su provecho individual. Debéis hablar claro con él y, si no cambia, expulsarlo del “paraíso de compartir”
pues no ha respetado lo que estaba siendo compartido para todos. Así separaremos a los Justos de los injustos y todos
los seres humanos dignos que estamos dispuestos a compartir nos uniremos sirviendo como ejemplo coherente para
aquellos otros que quieran hacerlo igual.
Ha comenzado la rebelión pacífica de los precarios, pues por dignidad y Justicia sólo compartimos con los que son
Justos y recíprocos, negándonos a trabajar para el enriquecimiento de los injustos que no comparten, generando
formas autogestionarias de trabajo común. Este mundo y sus recursos naturales pertenecen de forma Justa y natural a
todos los seres que lo habitamos pero los injustos, indignos codiciosos y ricos (verdaderos terroristas, asesinos o
cómplices), mediante la manipulación, las ilegítimas leyes inventadas e impuestas y la salvaje represión, quieren
apoderarse cada vez más de él, y sometiéndonos, vivir a costa del trabajo y el empobrecimiento de todos los demás
llevándonos con ello a la presente insostenibilidad y a la cercana autodestrucción. No hay más que ver la gran crisis
financiera, social y medioambiental que no ha hecho nada más que empezar. ¿Creéis que podemos seguir
dependiendo de estos indignos y corruptos “ricos” (empresarios, religiosos, políticos...) que quieren mantener por
encima de todo sus ilegítimos privilegios? ¿No será más bien que tratan de justificarse criminalizando y reprimiendo
salvajemente a los demás para que nadie les reclame los Derechos Naturales que tenemos como seres vivos?
Por tanto, estos malditos “ricos” se justificarán con la mayor de las hipocresías y tratarán de someternos mediante
diversas formas de violencia y terrorismo legalizado. Pero así harán más claro todavía que quieren arrebatarnos todo
en pos de conseguir sus deseos, hasta la misma vida, como pasa en los pueblos originarios dignos a los que quieren
someter como están haciendo con mi pueblo palestino. Pero no conseguirán someternos porque compartiendo
acabaremos con las injusticias. Ahora que estáis viendo por un instante la realidad, podéis elegir entre estar vivos
(siendo Justos compartiendo) o seguir muertos en Vida (siendo injustos acumulando) mientras os llega la hora de
perecer, más cercana de lo que imagináis. Si no hacemos realidad el “paraíso de compartir” los seres humanos
nos exterminaremos a nosotros mismos.
Soy el que Soy y el que no Soy: Amor.
Jaén, 23 de enero de 2.009