Buen GOBIERNO

¡Buen GOBIERNO!
La práctica permanente del buen gobierno en una empresa de economía
solidaria es una de las condiciones fundamentales para asegurar de manera
exitosa su permanencia en el tiempo.
El buen gobierno de una empresa solidaria compete en primer lugar al
Consejo de Administración, a la junta de vigilancia, a la revisoría fiscal, a la
auditoría interna si la hubiere, y a la gerencia.
El buen gobierno corporativo es un componente esencial en la gestión
democrática del modelo de organización solidaria y por tanto es necesario
profundizar en su razón de ser para llevarlo a la práctica.
El buen gobierno de una organización solidaria implica alta responsabilidad
frente a los asociados, a terceros no asociados, al Estado y a la sociedad en
general. Para lograr el cumplimiento de los principios y valores solidarios, los
directivos de una empresa solidaria deben avanzar progresivamente por el
camino de la educación y formación solidaria y del mejoramiento gerencial.
¿QUÉ ES EL GOBIERNO CORPORATIVO?
En general, el gobierno
corporativo hace referencia a
las normas prácticas o
procedimientos, por medio de
los cuales se produce el
gobierno
de
las
organizaciones. Se trata de
un concepto amplio, aplicable
a todo tipo de entidades,
incluidas las “sin ánimo de
lucro”, como es el caso de
fondos
de
empleados,
cooperativas y asociaciones mutuales. En la actualidad los contenidos del
gobierno corporativo se definen universalmente con referencia a los “principios
elaborados por la Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo
Económico” (OECD) en 1998.
No obstante la promulgación de leyes como la Ley Sarbanes Oxley (Conocida
también como sarOx ó SOA, por su sigla en inglés Sarbanes Oxley Act), y el
constante esfuerzo de organizaciones globales como la OECD, de promover el
buen gobierno, dentro de las empresas a nivel mundial, sigue existiendo un alto
riesgo que se pueden repetir escándalos en las grandes y pequeñas empresas.
Comparándose en normas legales muy laxas, las empresas se alejan de las
verdaderas prácticas de Buen Gobierno por lo cual en muchas oportunidades
caen en irregularidades y son intervenidas por los organismos de control
(Interbolsa, Saludcoop y el grupo Nule).
La situación es que actualmente las prácticas de Gobierno Corporativo han
venido transformándose en exigencias mayores para las organizaciones a nivel
mundial, a raíz de la crisis financiera de 2008-2009, marcando hacia los
próximos años una tendencia hacia la profesionalización, independencia,
diversidad y evaluación de los miembros de las Juntas Directivas.
Las cosas ya no son como antes, cuando la mayoría de las juntas directivas
funcionaban como un club de amigos y su principal actividad era revisar
créditos y almorzar mensualmente por cuenta de la empresa. Las juntas
ceremoniales están en vías de extinción.
Para cumplir su papel, un buen miembro de la junta debe trabajar largas horas
analizando información, explorando lo que se hace en otras empresas y en
otros sectores, para elaborar planteamientos sólidos y someterlos al análisis de
sus colegas. Es un trabajo exigente que requiere experiencias, conocimientos y
destrezas.
En conclusión el tema central es el de redefinir el papel estratégico de las
juntas directivas y evaluar mejor su desempeño.
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