PEREGRINACIÓN Y ENCUENTRO DE JÓVENES SANTIAGO DE COMPOSTELA 2010 TALLER MISIONERO: Si pongo el corazón… INTENCIÓN Que cada joven pueda descubrir que hay una llamada misionera que es para todos. Así, que a través de los diferentes sentidos (ver, sentir, escuchar), los jóvenes puedan acercarse a distintas realidades del mundo y de este país. Que puedan descubrir que esas realidades son una oportunidad para reconocer que desde el lugar donde cada uno se encuentra puede vivir su vocación misionera y poner el corazón para dar una respuesta. En este taller, se dará una motivación y después se pasará por grupos (tres) a tener contacto con las diferentes realidades. En un grupo se hará escuchando algunas canciones, en otro viendo un video y por último imágenes que palparán. Llevarán un corazón donde anotarán lo que sienten en cada realidad. Al final de cada momento, habrá un testimonio misionero de personas que experimentaron la llamada de Dios y le dieron un sí a ese llamado. A través de este testimonio presentar un aspecto importante de la realidad de la Iglesia de alcance universal, para que a la vista de la realidad que se presenta y experimentando el sentimiento de Dios ante esa realidad, mueva el corazón de los jóvenes y se decidan al compromiso por los demás. Motivación Descubrir que la actividad misionera de la Iglesia nace de su misma identidad. Es Iglesia porque es misionera. En este servicio están implicados por vocación todos los bautizados. "El corazón es la morada donde yo estoy, o donde yo habito. Es nuestro centro escondido, inaprensible, ni por nuestra razón ni por la "Acercóse uno de los escribas que les había oído y, viendo de nadie; sólo el Espíritu de Dios puede que les había respondido sondearlo y conocerlo. Es muy bien, le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los el lugar de la decisión, en mandamientos?" lo más profundo de Jesús le contestó: "El primero es: Escucha, Israel: El nuestras tendencias Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu psíquicas. Es el lugar de la verdad, corazón, con toda allí donde elegimos entre tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro, ya existe otro mandamiento que a imagen de Dios, mayor que éstos". (Marcos 12, 28-31) vivimos en relación: es el lugar de la Alianza". (Catecismo de la Iglesia Católica, 2563) 1 Ver Video "Nadie enciende una lámpara y la pone en un lugar oculto o debajo de una vasija de barro, sino sobre el candelero, para que todos los que entren vean la claridad". Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo". (Lc 11, 33-34) Se invita a mirar como Jesús; su mirada se dirige hacia las gentes y ve su realidad (cf Mt 9, 36); ante ello la siente como algo propio lo que le impulsa a hacer algo por ellos (cf Mc 8,1ss: multiplicación de los panes, así como la elección y envío de los apóstoles con el encargo de sanar y anunciar el Reino de Dios, cf Mt 10, 5). De esta manera se pone de manifiesto que sólo se llega a la misión si la persona se abre a la realidad y esta contemplación le motiva a actuar; como dice el Papa Benedicto XVI, el amor es "un corazón que ve" y esta caridad es "el alma de la misión". Con nuestros sentidos conocemos el mundo que nos rodea. Y todo cuanto pasa por nuestra mirada puede ser transformado en algo que vale la pena ser visto y apreciado. Se nos presenta una oportunidad estupenda para mirar a nuestro alrededor y fijarnos en la gente, en la realidad a veces feliz y otras veces dolorosa que viven. Todos necesitan una mirada amiga que les ayude a crecer, que les ofrezca amistad, que les enseñe el camino hacia Jesús. Como lo hacen los misioneros. Se pone el video, al final se lee en el mismo video la cita que está a continuación y se les invita a que abran el corazón y escriban lo que experimentaron. Se da el testimonio. "Oí la voz del Señor que me decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Respondí: "Aquí estoy, Señor, envíame". (Is 6, 8. Ez 10.11) Sentir Imágenes "La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca". (1 Corintios 13, 1-8) ¿Siento la Misión en mi corazón? Para sentir la misión en el corazón, necesitamos abrirnos a la realidad de cada persona de cerca o de lejos para conocerles mejor y ofrecerles esa mirada amiga que anima, acompaña y reconforta. Así, podemos aprender a mirar y tocar como Jesús, con ojos de ternura y de misericordia. Se invita a los jóvenes a que pasen y toquen con sus manos las diferentes realidades que se muestran en las imágenes que están colocadas en el piso, ¿qué siento al acercarme a 2 esa realidad?, ¿me es fácil acercarme?, ¿tocaría todas las realidades, ante cuál me detendría? Al final invitar a abrir el corazón y que escriban lo que experimentaron. Se da el testimonio. Escuchar Noticias recientes de España y del mundo. Testimonio más largo de vocación misionera. Se invita a escuchar las noticias y alguna misionera dará su testimonio vocacional ¿por qué soy misionera? “La Misión es cuestión de amor, del amor que habita en el corazón. De amor conjugado en todos sus tiempos y posibilidades, y de amor acogido, de amor que se va ensanchando hasta llegar a descubrir que sólo existe un único Amor verdadero. Amor que es compasión, ternura, generosidad, al igual que la soledad y el sufrimiento, amor que engendra pureza y perdón. Amor que es, sobre todo, entrega y servicio. Aunque pasen los años, aunque mengüen las fuerzas, aunque la salud no acompañe, se es misionero desde el corazón. Todo recobra su unidad cuando te dejas penetrar por estas palabras: «Siente la misión en tu corazón»”. (Juan Ignacio Rodríguez Trillo) Dinámica final de oración: Corazones para amar En esta parte se trata de seguir motivando a los jóvenes para que no se queden en la primera impresión de lo que se ha visto de la realidad sino que profundicen en ella, de la mano de los argumentos bíblicos. Se ofrece un espacio de reflexión personal (Y tú, ¿qué piensas?) para personalizar los contenidos. Abrir el corazón. Dios no se cansa de llamar… para sentir la misión en el corazón: hacer "silencio" en el corazón y escuchar la voz de Dios que nos habla cuando leemos su Palabra. 1. Se leen los textos bíblicos entre varios jóvenes. Se guarda un breve silencio después de cada uno. Si se cree conveniente, oración dirigida. 2. Recuerden lo que han escrito y que ha quedado grabado en su corazón. Todas estas cosas que han escrito se pegan en una cruz en tela, que previamente estará colocado en un lugar de la sala. Lo anterior como signo de que es Jesús quien acoge lo que más profundamente experimentamos y lo transforma en un corazón que siente la misión en corazón y se compromete a responder con un “sí”. Mientras pasan a colocar el corazón en la cruz, se canta “Alma misionera”. 3. Se reza el Padrenuestro. Textos bíblicos sugeridos (se elige el o los que se ven más convenientes para el momento): "La caridad es paciente, es servicial, la caridad no es envidiosa, no se engríe. Todo lo excusa. La caridad no acaba nunca". (1 Corintios 13, 1ss) 3 "El primer mandamiento es: Escucha Israel, el Señor es nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que estos". (Marcos 12, 28-31) "Y pasó haciendo el bien, curando a enfermos y oprimidos, porque Dios estaba con él". (Hch 10, 34-39) "Su madre cuidaba todas las cosas en su corazón". (Lucas 2, 51s) "Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva de la creación. (Marcos 16, 16) Señor, envíanos... Señor, he mirado el mundo, he mirado los hombres. He visto la miseria de los hombres y he escuchado su silencio. He visto la masa de oprimidos, los que se margina, los que se humillan, todos los que trabajan sin poder decir una palabra. Señor, he escuchado tu llamada: " ven y ve". Y tenemos miedo... Hay otros, Señor, busca a otro. Nosotros, no sabemos. nosotros, no podemos. nosotros, no nos atrevemos. Pero escuchamos tu respuesta, tu nos llamas a todos, no hay otros. Aquí estamos, envíanos... 4