¿EN QUÉ CONSISTE EL ÉXITO EN UNA CARRERA GERENCIAL? Guillermo S. Edelberg DBA Profesor Emérito El triunfar en la vida era un tema que discutía con mis amigos cuando teníamos, como dice 1 el tango, “veinticinco abriles que no volverán ”. Nos rebelaba el hecho de que se lo asociase, con frecuencia, al éxito económico; pero como no habíamos estudiado filosofía ni contábamos con mayor experiencia, cada uno opinaba a su manera y no llegábamos a ninguna conclusión útil. Recordé estas discusiones cuando me crucé con un aviso en un diario a mediados de julio de 2005 referido a “tu organizador, e-mail, teléfono, cámara, MP3, tu oficina móvil y mucho más” tantas opciones me marean que decía así: “Salta varios escalones en tu subida al ÉXITO... Es hora de alcanzar tus metas”. El texto describía estas últimas de la siguiente manera: “Es hora de hablar menos y decir más. Es hora de convertir esos minutos perdidos en tiempo valioso. Es hora de estar conectado, cuando estás afuera. Es hora de enviar e-mails y caminar al mismo tiempo. Es hora de que tu teléfono te deje disfrutar tu tiempo”. No se trataba de un texto profundo; pero ¿podemos rescatar de su contenido la idea de que el éxito de los integrantes de una empresa depende de alcanzar o no las metas que se fijaron, definidas como un aprovechamiento a fondo del tiempo disponible? ¿O las metas tienen poco que ver con esto último? La versión online del diccionario de la Real Academia Española indica que éxito quiere decir “1. Resultado feliz de un negocio, actuación, etc. 2. Buena aceptación que tiene alguien o algo”. El diccionario Webster agrega un tercer significado para success, su equivalente en inglés, que es el sentido que se le da en general a la palabra en el contexto de una organización: “logro de riqueza, fama, posición, etc.” A estas tres acepciones habría que agregar otras donde tener éxito en el trabajo significa, según distintas opiniones, satisfacer las necesidades que nos motivan, lograr aquello que nos hace felices o conseguir el equilibrio trabajo-familia. La definición acerca de lo que constituye el éxito en una carrera gerencial no ha sido constante a lo largo de los años ni tampoco ha coincidido al ser expresada ya sea por hombres o por mujeres. Un artículo señala que estas últimas, aunque no les «moleste» poseer dinero, asocian el éxito con palabras o expresiones tales como felicidad, paz espiritual, autorrealización, confianza en sí misma y libertad. (Adweek. Nueva York: agosto de 2004). Otro señala que los hombres prefieren alcanzar el éxito en forma independiente o autónoma y las mujeres, en un ambiente de colaboración. (Across the Board. Nueva York: mayo-junio de 2004). A partir de lo anterior es posible decir que el Sr. Philip J. Purcell debe considerarse y muchos lo deben considerar así una persona exitosa. The New York Times on the web del 8 de Julio de 2005 informó que “la Junta Directiva de Morgan Stanley le dio al Sr. Purcell, quien se retiró 1 Tiempos Viejos. Tango, 1926. Música: Francisco Canaro. Letra: Manuel Romero. 2 como chairman y chief executive luego de una dura batalla por el control de la firma, un ‘paquete de salida’ estimado en 113,7 millones de dólares”. No obstante, parecería confirmarse que, aun a este nivel económico, “el dinero no es todo en la vida”. El Reverendo Peter J. Gomes, ministro de la Memorial Church en Harvard, quien debe saber mucho al respecto dado el lugar en que se desempeña, dijo lo siguiente en una entrevista (Is Success a Sin? Harvard Business Review. Boston: septiembre de 2001): Una persona a quien admiro… es Tom Phillips, ex-chairman de Raytheon. Dirige desde hace unos 30 años un grupo de hombres de negocios de Boston que ocupan los niveles más importantes de sus empresas... Lo que más me impresiona de este grupo es ver cómo ha desarrollado una camaradería surgida no de logros compartidos sino de la noción de necesidades comunes; lo cual, visto de afuera, tal como es mi caso, no parece ser muy propio del ambiente de los negocios. El grupo es el lugar donde se sienten en libertad para admitir sus limitaciones, sus miedos y sus ansiedades y donde aprenden a aceptar la guía y el liderazgo provenientes de aquellos que saben más. L. Nash y H. Stevenson, luego de haber estudiado a un gran número de personas que alcanzaron logros importantes, publicaron en la revista recién mencionada un artículo Success that Lasts, febrero de 2004 que quizás ayude a comprender los componentes del éxito en una carrera empresarial y a explicar lo señalado en la cita anterior. Los autores resumen así lo que describen como “las complejidades del éxito”: El éxito involucra mucho más que una carrera acelerada hacia la línea de llegada. Nuestras investigaciones pusieron en claro que el éxito duradero comprende cuatro componentes que no deben subestimarse: la felicidad (sentimientos de placer o de satisfacción con la vida de uno); los logros (resultados que se comparan favorablemente contra metas similares que otros han luchado para conseguir); significado (el sentir que uno ha ejercido un impacto positivo en la gente que a uno le importa); y legado (una cierta manera de instalar nuestros escalas de valores y nuestros logros de manera de ayudar a otros a alcanzar éxitos futuros). A modo de resumen: a lo mejor tendríamos que aspirar a poder decir al final de nuestras carreras algo similar a lo que expresó en “En Paz” el gran poeta mexicano Amado Nervo (18701919). Dijo así: Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos ni pena inmerecida. Porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje la miel o la hiel de las cosas fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas. ....................................................................... ¡Vida, nada me debes! Vida, estamos en paz...