Ignacio Agustí, retrato de una época Biografía del creador de

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Vera Broïdo, musa revolucionaria
Fue espectadora y activista de los
movimientos culturales y políticos
más transformadores del siglo XX
Páginas 2 a 5
Ignacio Agustí, retrato de una época
Biografía del creador de ‘Mariona
Rebull’, catalanista y franquista,
fundador de ‘Destino’ y pionero
del best seller barcelonés
Páginas 6 a 9
MIÉRCOLES 15 DE MAYO DEL 2013
569
TEMA
Miércoles, 15 mayo 2013
Cultura|s La Vanguardia
2
Vera
Broïdo
La musa revolucionaria
Su vida abarcó prácticamente todo el siglo veinte y fue no sólo testigo sino también
protagonista de algunos de los acontecimientos de aquella época. Así, Vera Broïdo
(San Petersburgo, 1907-Londres, 2004) conoció de primera mano hechos políticos
como la revolución soviética y participó de movimientos artísticos y culturales como
el dadaísmo o la revolución sexual. Trazamos un retrato de esta transformadora
a partir de sus años ibicencos y su relación con el artista austriaco Raoul Hausmann
La musa imprescindible
En su relación con Hausmann, su
triple condición de musa, espectadora y contrincante, que ella misma identifica en sus memorias
Daughter of the Revolution. A
Russian girlhood remembered, se
asienta en muchos puntos de partida comunes: una idea holística de
la cultura y las artes; la vivencia revolucionaria dispuesta a cuestionarlo todo y a experimentar en la
cotidianidad; el rechazo al bolchevismo y al comunismo; la atención
al cuerpo, la danza y la arquitectura como una re-construcción del
espacio personal y social; el impul-
tar de nuestra consciencia cósmica”. Una indagación psicodélica
avant la lettre (de psique, mente, y
delos, manifestación de la mente),
recogida tanto en la novela dadaísta Hyle. Ser-Sueño en España, como en la co-invención del optófono: un ingenio que trataba de mediar entre dos sentidos, el oído y la
vista, para amplificar lo que se revela bajo la apariencia.
Si, como afirmaba Shakespeare,
“estamos hechos de la materia de
los sueños”, nada más acertado
que el término griego hyle para titular un retrato literario en el lindar
de lo que denominamos realidad:
“Eivissa es: nada. Nada más. Sólo
sueño”, escribe Hausmann. Hyle,
novadora poética del desnudo en
las fotografías de Hausmann es
deudora de la excepcional corporalidad de Vera, para quien el nudismo era “tan natural como la tierra
y el cielo”. Acostumbrada a vivir
en libertad y a visitar los baños públicos rusos donde podía observarse un “panorama completo de humanidad femenina”, describe el
desnudo como una suerte de mecanismo “nivelador” que hace aparecer como iguales a humildes y poderosos. Sentía particular ternura
por las ancianas de caras arrugadas y cuerpos marchitos, pues le recordaban a su abuela. Una actitud
bien alejada de la actual expectativa del cuerpo como espectáculo
visual y signo de distinción regulado por un estándar corporal homogeneizador. Se aparejan así el
original modo de ver del “fotógrafo honesto” con una modelo que
–según Raoul– “produce la impresión de una heroína”, para dar
cuerpo a ese “lenguaje nuevo”, una
sabiduría en movimiento, capturada entre lo estático y el constante devenir de la vida, sobre la que
construir un nuevo yo.
ráneos. Ibiza siglo XX. Aunque el
nudismo era practicado por algunos extranjeros, no les fue posible
proseguir con las fotografías al aire
libre al prohibirlo expresamente
sus caseros y las costumbres isleñas. Sin embargo, tomaron algunas
imágenes en interiores domésticos, así como en los umbrales fronterizos entre el espacio público y el
privado. Canalizaron su curiosidad e impulsos creativos hacia un
estudio etnográfico y arquitectónico que es todavía hoy punto de referencia en la historia de la arquitectura ibicenca.
Amante de la vida en Siberia,
donde el invierno es una larga noche de seis meses de duración introducido por un otoño y primavera en semioscuridad, Vera percibía
los luminosos paisajes mediterráneos como “pura magia” salida de
un “cuento de hadas”, pero “irreales” desde su perspectiva de “espectadora y extranjera”. No le parecía un paisaje para vivir, sino para soñar, actividad para la que estuvo siempre bien dotada y que
conectaba plenamente con la investigación dadá en pos del “desper-
la noción presocrática de materia
anterior a la división entre potencia y acto, tiene un triple sentido:
materia, origen y significado. Un
concepto recuperado por la filósofa feminista contemporánea Judith Butler para nombrar la materialidad del cuerpo como una actividad transformativa, ofrecer una
vía para la desobediencia a las normas que nos sujetan y contribuir a
la deconstrucción de las presuposiciones metafísicas que subyacen
los binarios espíritu-materia o
mente-cuerpo, asociadas simbólicamente a la diferencia sexual jerárquica hombre-mujer.
TEMA
De Berlín a Benimussa: ser-sueño
en Eivissa
Tras la revolución dadaísta, en
1933 Eivissa se convierte para
Raoul Hausmann en “la puerta de
salida hacia un mundo vivible”, a
escala humana. Vera recuerda la
“belleza increíble” de una isla semejante a “un pañuelo ribeteado
de encaje negro volando sobre el
mar azul oscuro”, que la represión
nazi pronto convirtió en exilio. Se
unieron al ilustre grupo de intelectuales y artistas, cuyas estancias en
la isla durante los años treinta y
con posterioridad, contribuyeron
a forjar el mito de Eivissa, tan exquisitamente documentado por Vicente Valero en Viajeros contempo-
Miércoles, 15 mayo 2013
so transgresor ante la sexualidad,
la moralidad y el patriarcado; y un
modo poético de ser en el mundo.
Poeta, bailarina, artista y flâneur
internacional, define como un romance espacial su relación con ciudades como Minusinsk (Siberia),
San Petersburgo, París y Berlín, entre otras, y llega a afirmar que los
espacios le parecían más vívidos
que las personas. La estética liberada de la joven –entendida como
una determinada organización de
los sentidos (del griego aísthêsis:
sensación)– parece resolver la “batalla entre el cuerpo y el espacio”
que Hausmann libraba en sus exploraciones coreográficas, admiradas por Vera, la espectadora. La in-
Cultura|s La Vanguardia
Vera Broïdo formó durante siete
años una pareja de tres con el
prominente dadaísta Raoul Hausmann y su mujer Heta Mankiewitz. Más allá de su reconocimiento como colaboradora artística de Hausmann –no sólo fue la
modelo prácticamente única de
sus innovadores desnudos, sino
que también colaboró como etnógrafa en su estudio etnográfico-arquitectónico de Eivissa–, su camino merece una atención especial
como protagonista de su propia
historia, tejida al hilo de los diferentes ímpetus revolucionarios
políticos, intelectuales y artísticos
(revoluciones rusa, dadaísta, feminista, psicodélica, punk), que se
trenzan una y otra vez en su trayectoria vital y en la de las personas
que la acompañan.
Raoul y Vera, una imponente
veinteañera pelirroja, se conocieron en los círculos artísticos del
Berlín de los años veinte. Vera le
describe como un hombre bajo, robusto y chulo; no le pareció guapo
ni le gustó su monóculo ni su ropa
exagerada, aunque advirtió el carisma que emanaba. Invitada por
los Hausmann a veranear en una
isla del Báltico, aceptó ingenuamente halagada sin sospechar que
se vería precipitada a un ménage à
trois con un hombre que le doblaba la edad. Esta ingenuidad retrata
a una persona cuya vida estuvo
atravesada por la revolución y el
exilio desde que a los siete años
acompañó a su madre Eva Gordón, notable revolucionaria menchevique rusa, a su destierro en
Siberia.
La mayor parte de la infancia y
juventud de Vera transcurrió
huyendo, primero de la policía secreta zarista y más tarde de la represión bolchevique. Mientras sus
padres –ambos judíos agnósticos,
pacifistas y militantes del conocimiento y de la universidad como
patria universal– se hallaban en
misión política o padecían prisión,
Vera era acogida por familias mencheviques que estimularon una
sólida confianza en los demás,
recogida en su apelativo como un
sino: Vera (fe en ruso) fue nombrada en honor de las legendarias
revolucionarias Vera Figner y
Vera Zasulich.
3
PATRÍCIA SOLEY-BELTRAN
La musa insumisa
La vida idílica de la isla actuó como un espejo de perfección en el
que Vera vio reflejado lo que calificó de “imperfecto y erróneo” en su
vida. Al séptimo año de fascinación por el artista “medio genio,
medio loco”, rompió un compromiso que comparó a “un contrato tan
vinculante como un matrimonio”.
Vera había crecido en la igualdad
entre mujeres y hombres, ideal
compartido por Hausmann (al >
En la página de la
izquierda, Vera
Broïdo fotografiada
por Raoul Hausmann, de la serie
‘Vera la espectadora’. En esta página,
fotografía de Vera
por Hausmann,
imagen que recibió
un premio de la
revista ‘Studio’
TODAS LAS FOTOS DE ESTE
DOSSIER HAN SIDO
CEDIDAS POR GENTILEZA
DE VICENTE VALERO.
PROCEDENTES DEL RAOUL
HAUSMANN ARCHIVE,
MUSÉE DÉPARTEMENTAL
D'ART CONTEMPORAIN
DE ROCHECHOUART
TEMA
Miércoles, 15 mayo 2013
Cultura|s La Vanguardia
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> menos en teoría) quien se pro-
nunció en contra del matrimonio
burgués y a favor de la libertad
sexual de las mujeres en particular. Sin embargo, la amistad entre
Vera y el joven Antoni Ribas, compañero de viajes del trío por la isla,
enloqueció al hombre de la casa
que trató de matar al supuesto seductor de su ficticia sobrina con
un cuchillo. Desveladas sus contradicciones, emergió con claridad el
carácter megalómano de Raoul enfrentado a Vera, la contrincante.
Mucho camino por recorrer en la
aspiración dadaísta hacia “la desintoxicación práctica del Yo” y la integración de una nueva genealogía
feminista de afectos y deseos. Prosiguió la amistad y Vera rescató a
Antoni de un campo de refugiados
francés durante la pesadilla de la
guerra civil española.
En su revolución personal, esta
moderna Ariadna efectuó una curiosa inversión del mito: abandonó a Teseo-Minotauro y a su
(otra) esposa en Eivissa. Pronto recaló en otras islas, las británicas,
donde residió el resto de su vida,
esposó al historiador británico
Norman Cohn y dio a luz a Nick
Cohn, crítico de rock y coartífice
del musical Tommy.
Además de su autobiografía, Vera Broïdo escribió dos libros de historia basándose en las valiosas
fuentes que poseía en virtud de su
conexión familiar con la intelligentsia revolucionaria rusa. Su lectura
llena de esperanza y de pavor: es
tan conmovedor el reiterado compromiso idealista de miles de personas de todas las clases sociales al
servicio de la liberación de los siervos, como pavorosa la crueldad de
la represión y la sordera obtusa de
las autoridades ante el justo clamor popular, con las desastrosas
consecuencias que ya conocemos.
Una entrevista a Vera Broïdo
“El cuerpo posee fuerzas
que producen arte”
BARTOMEU MARÍ
En julio de 1989 empecé a trabajar
en la Fondation pour l’Architecture en Bruselas. Entre las muchas
ilusiones y proyectos que acompañaron aquel momento figuraba, en
primer lugar, la exposición Raoul
Hausmann. Arquitecto. Eivissa
1933-1936. Una publicación con el
mismo título da testimonio de esta
muestra. Poco después, Vicent Todolí me encargó el comisariado de
una exposición monográfica sobre
Hausmann en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).
Con la ayuda de Corinne Diserens,
entré en contacto con el experto
ruso en arte de vanguardia Andréi
Nakov, que me proporcionó una dirección postal de Vera Broïdo en
alguien de Eivissa le interese el arte de vanguardia?”. Y cuando le
pregunté si le podía hacer una foto
me contestó, casi molesta: “No.
Quiero que me recuerden cómo
era antes”.
¿Cuándo conoció usted a Raoul Hausmann?
Conocí a Raoul Hausmann entre
1928 y 1934. Su etapa activa, podríamos decir tormentosa, como
dadaísta, había acabado hacía
tiempo y se había retirado a una
vida tranquila, muy íntima. Solía
pasar de tres a cuatro meses de verano en Kampen, en la isla de Sylt
en el mar del Norte, o en el pequeño pueblo pesquero de Jershöft
en el Báltico. Eran lugares poco
¿Qué clase de cámara y equipo utilizaba?
Cuando yo lo conocí fue siempre
la misma cámara, una Rolleiflex.
Le encantaba, la elogiaba siempre.
Con la cámara colgada al cuello daba vueltas y vueltas hasta encontrar el ángulo justo. Nunca preparaba las poses ni decía: “¡Quieta!”. Yo
solía estar dormida al sol, por ejemplo, y no me daba cuenta en absoluto de su presencia.
¿Revelaba sus fotografías él mismo?
En Berlín tenía un laboratorio completamente equipado donde revelaba sus fotografías. Nunca las retocaba, pero siempre recortaba sus
positivados.
¿Qué otras cosas fotografiaba, aparte
de los desnudos?
Al aire libre fotografiaba arena, piedrecitas, espuma, olas... cualquier
cosa que le atrajera por su forma o,
especialmente, por su textura. Tenía una vista maravillosa para las
plantas y hierbas que crecían al
borde de los caminos. En interiores nunca preparaba sus temas y
muy pocas veces ajustaba la luz.
De hecho, en Eivissa, en ocasiones
fotografiaba interiores oscuros sin
ninguna iluminación especial.
Utopía
Las musas (vocablo de raíz indoeuropea que significa pensar, presente en los vocablos mente, museo y
memoria) son la personificación femenina de un concepto: la fuente
de conocimiento de la que bebían
la poesía, las artes y las ciencias, encargadas de apalabrar nuestra realidad y dotarla de sentido. Si el conocimiento es necesario, la musa
imprescindible, pues desde ese
“cielo azul” que habita abre las
puertas de lo fortuito a la injustamente denostada investigación básica. Hoy surgen, como diamantes
en el fango, nuevos caminos para
la utopía, acciones pacíficas y movimientos transfonterizos. Contra la
ruindad, desobediencia civil: de las
Pussy Riot y Voina a las asambleas
del 15-M y Occupy Wall Street, pasando por el activismo internáutico y otros muchos, se cuestionan
las creencias mutuas que sostienen una realidad al servicio del dinero en lugar de las personas. Y es
que las musas (r)evolucionarias
dan mucho que pensar. Sean bienvenidas, en sueños y en vigilias. |
dunas, detrás de Kampen, o en
Jershöft, nadie te molestaba y era
allí donde Raoul Hausmann hacía
sus fotografías de desnudos.
¿Cuándo empezó Raoul Hausmann a
fotografiar?
Antes de que yo le conociera, pero
creo que su etapa más prolífica fue
entre 1927 y 1934.
¿Estuvo influido por, o influyó a su
vez a otros fotógrafos?
En cuanto a sus orígenes no lo sé.
Aunque cuando me encontré con
Moholy-Nagy en una calle de Londres años después, me dijo que “todos nosotros estábamos influenciados por él; él fue el primero”.
Otra imagen de Vera retratada en Eivissa por Hausmann
las afueras de Londres. Después de
intercambiar algunas cartas, la fui
a visitar. Debió ser el año 1993 y
era verano. Conversamos en el jardín de una casa tradicional modesta pero muy elegante. Después de
corregirme algunos pasajes de mi
texto en el catálogo que antes he
mencionado me pidió muy sorprendida: “¿Cómo es posible que a
conocidos en aquel tiempo, lugares que brindaban la posibilidad
de bañarse y tomar el sol desnudos, en intimidad, que era aprovechada sobre todo por los artistas.
Al igual que muchos de ellos,
Raoul Hausmann odiaba la vulgaridad de las colonias nudistas populosas que estaban empezando a
surgir por toda Alemania. En las
¿Permaneció en contacto, durante
aquellos años, con sus amigos de la
primera etapa?
En la época en que yo le conocí,
Raoul Hausmann había roto completamente con aquellos dadaístas
que habían sido comunistas –los
hermanos Herzfelde, Wieland y
John (Heartfield)–, George Grosz
y otros. Consideraba que todas las
ideologías, pero especialmente las
ideologías políticas, eran incompatibles con dadá. Y no se hacía nin-
Vera Broïdo
Lenin and the
Mensheviks: The
Persecution of
Socialists under
Bolshevism
WESTVIEW PRESS,
1987
‘Eivissa interior’. Vera retratada por Hausmann en alguna de las casas que habitaron en Eivissa
guna ilusión respecto a la Rusia
soviética.
una nueva dirección dictada por
la organización de mi cuerpo”.
¿Con quién seguía encontrándose?
Siguió siendo amigo de Kurt
Schwitters, Johannes Baader, Mynona y Arthur Segal. Pero también veía, ocasionalmente, a
Hans Richter, César Domela,
Franz Jung y Moholy-Nagy. De
hecho, la mayor parte del grupo
dadá se había dispersado por entonces; muchos de ellos ya no vivían en Berlín, ni siquiera en Alemania. Casi nunca hablaba de sus
amigos, salvo de Schwitters y, en
particular, de Baader, a quien estimaba de verdad, y John Heartfield, a quien nunca perdonó por
reivindicar la invención del fotomontaje. Eso le exasperaba.
¿Qué quería decir con eso?
Esencialmente –y me baso en muchas de sus declaraciones posteriores–, dadá, al abolir los valores
estéticos absolutos, estableció el
cuerpo propio como única fuente
y como árbitro de toda actividad
artística. El cuerpo individual posee reglas y fuerzas interiores
que, si son obedecidas, producen
arte.
¿Llegó Hausmann a exponer o publicar sus fotografías?
Que yo sepa, no. La única excepción fue la foto de mi cuello y
hombros (como alas), que envió a
la revista Studio en Londres; participó en un concurso y ganó un
premio por ella.
¿Qué inspiración o teoría había detrás de su fotografía?
Sé que en sus primeros días como
dadaísta proponía y acostumbraba a publicar una teoría para
cada cosa que hacía. Pero estando
conmigo, raras veces hablaba de
lo que le impulsaba a hacer una
cosa u otra. Sin embargo, creo, o
supongo, que la inspiración era la
misma en todo su arte y que se
remonta a algo que escribió tras
la muerte de dadá, en el artículo
Dadá s'émeut, se meut et meurt à
Berlin. Desconozco cuándo lo escribió por primera vez. El fragmento relevante dice así: “Busco
¿Cómo funcionaba en la práctica?
Funcionaba de manera más clara
en su danza. Decía que cuando
bailaba, primero tenía que destruir el espacio circundante, convencional, y entonces construir
su propio espacio individual siguiendo los dictados de las leyes
de su cuerpo. Y era en este, su
propio espacio, donde sus movimientos se convertían en suyos
realmente, ni imitativos, estereotipados, ni convencionales. Ciertamente, cuando le observaba bailar, podía presenciarlo. Incluso
en el caso más limitado, cuando,
sentado bajo una luz intensa, bailaba solamente con su rostro.
¿Qué otras artes practicaba?
Aparte de la danza, su interés
principal era la fotografía. Cuando yo le conocí nunca pintaba y,
más tarde, sólo al pastel. Escribía
un poco –creo que en Jershöft
empezó el libro que luego sería
Hyle. Y seguía interesándose por
la optofonética. Incluso llegó a patentar un aparato, el optófono; mi
hermano, que era ingeniero e inventor, le ayudó a hacerlo técnicamente posible y a presentarlo después en Londres.
¿Hablaban ustedes con frecuencia
de su arte?
Él hablaba mucho, con frecuencia, de su danza. Sobre su fotografía no hablaba nunca. Pero pienso, o imagino, que esta se regía
por los mismos principios. Su cámara, que amaba y dominaba a la
perfección, era parte de su cuerpo y se ceñía a las mismas reglas
internas; de ahí la profunda empatía establecida entre él y sus temas. En sus escritos ocurría lo
mismo; un día, en Jershöft, me dijo que intentaba escribir igual que
se movía –traduciendo en palabras los movimientos de su cuerpo, de sus pies, mientras nos dirigíamos por el camino a la playa.
Incluso en sus preocupaciones
relativas al vestir (poseía catorce
trajes diseñados por él mismo) seguía las reglas del cuerpo. ¡Inventó un corte de pantalón verdaderamente cómodo! Lo confirmo,
pues yo también lo llevaba a menudo.
¿Y qué le llevó a Eivissa?
Fue en el verano de 1932, en
Jershöft, cuando conocimos a
una pareja. Él era escritor, y nos
dijeron que se iban a Eivissa.
Unos amigos les habían dicho
que se trataba de un lugar virgen,
hermoso y barato, un sitio perfecto para trabajar. Nos sentimos
tentados; Alemania se estaba convirtiendo, con inusitada rapidez,
en un lugar muy desagradable.
Así que les pedimos que nos escribiesen desde Eivissa. Y lo hicieron, para decirnos que era todavía mejor que lo que esperaban
–debíamos ir a principios de año
para así acostumbrarnos al calor.
Recogimos nuestras cosas y fuimos a principios de 1933. |
Recuento de la
brutal exterminación de los mencheviques tras la
Revolución: una
de las asesinadas
fue la madre de
Vera tras
alfabetizar… ¡al
propio Kalinin!
Con anécdotas
reveladoras sobre
la vida íntima de
líderes como
Lenin, entre otros.
Vera Broïdo
Apostles into
Terrorists:
Women and the
Revolutionary
Movement
in the Russia of
Alexander II
MAURICE TEMPLE
SMITH LTD., 1978
Una recuperación
del papel clave de
las mujeres en las
revoluciones rusas
del siglo XIX, cuya
integración
igualitaria fue
apoyada con
entusiasmo por la
‘intelligentsia’
masculina; con
perspicaces
observaciones
acerca de las
mentalidades,
ambientes y
sentimientos de la
época.
Raoul Hausmann
Hyle. Ser-sueño
en España
Vicente Valero
Viajeros
contemporáneos.
Ibiza, siglo XX
PRE-TEXTOS, 2004
Delicioso y seminal
ensayo de
investigación del
poeta ibicenco
sobre las personas
viajeras, artistas,
creadoras y
aventureras que
dan vida al mito
internacional de
Ibiza, espacio
utópico y de
ensueño por
excelencia.
Bartomeu Marí,
Eva Züchner,
Bernard Ceysson
Raoul Hausmann
1886-1971
IVAM, 1994
Catálogo de la
exposición del
IVAM sobre la obra
del artista vienés.
VV.AA.
Raoul Hausmann,
arquitecte, Eivissa
1933-1936
EDICIONS SA NOSTRA
I TALLER D'ESTUDIS
DE L'HÀBITAT PITIÚS,
1991
Catálogo de la
exposición en el
Centro de Cultura
de Sa Nostra
(Mallorca) y el
Museu d'Art
Contemporàni
d'Eivissa.
Eva L'vovna
Broïdo
Memoirs of a
Revolutionary
OXFORD UNIVERSITY
PRESS, 1967
Memorias de Eva
Broïdo, lideresa
menchevique
asesinada durante
la represión
staliniana,
editadas por Vera,
su hija.
Norman Cohn
The Pursuit of the
Millennium
OXFORD UNIVERSITY
PRESS, 1957 / 1970
EDICIONES TREA,
1997
Cuerpo, psique,
nada, sexo,
espacio, vacío,
materia,
movimiento,
lunusluna, sol,
tierra, mar, viento,
palabras, dioses,
Célebre estudio
sobre los cultos
milenaristas de la
Edad Media en los
que se enraíza el
totalitarismo del
siglo XX.
SUMA DE LETRAS,
1970 / 2004
Uno de los
primeros ensayos
culturales críticos
sobre el rock por
el hijo de Broïdo y
coguionista del
musical ‘Tommy’.
Su aportación,
convertir a Tommy
en un líder
espiritual ciego,
sordo y mudo,
resuena con ecos
del pensamiento
acerca de la
revolución, la fe y
la consciencia,
presentes tanto en
los dadaístas como
en el trabajo de
sus progenitores y
el movimiento
psicodélico.
Greil Marcus
Lipstick Traces
HARVARD UNIVERSITY
PRESS, 1989
Miércoles, 15 mayo 2013
Fascinante testimonio autobiográfico
que recoge desde
la vida en las
comunidades
revolucionarias del
exilio siberiano y
el júbilo inicial de
la Revolución del
17 de Octubre (7
de noviembre en
nuestro calendario
Gregoriano), hasta
la huida a Eivissa,
e incluye jugosas
anécdotas sobre
los Hausmann y su
entorno berlinés.
Nick Cohn
Awopbopaloobopalopbamboom.
Una historia de la
música pop
Cultura|s La Vanguardia
CONSTABLE, 1999
mujeres, hombres,
preguntas,
silencio: “Hyle,
hyle, fluye
huyendo”.
Fascinante novela
dadasófica sobre
la condición
humana
encarnada.
Reparto: Gal, Ara y
la Pequeña.
5
Vera Broïdo
Daughter of the
Revolution. A
Russian Girlhood
Remembered.
TEMA
Referencias bibliográficas
Ensayo un tanto
salvaje que
relaciona dadá y la
contracultura punk
con la teología
renacentista de
Juan de Leiden,
conectando así los
intereses de Vera,
Norman y Nick
Cohn.
ARCHIVOS
SONOROS:
Vera Broïdo
My Century.
The story of the
XXth Century by
those who made
it. Five people
recall their experiences of exile.
Siberian exile.
A los 91 años,
Vera cuenta el
exilio en Siberia
para la BBC Radio
(21 de abril de
1999) y arranca a
su bella voz
conmovedores
compases de una
canción llena de
nostalgia que
cantaban los
exiliados.
www.bbc.co.uk/wo
rldservice/people/f
eatures/mycentury
/wk16.shtml
Raoul Hausmann
Poemas fonéticos
Pueden escucharse
algunos de sus
hilarantes poemas
fonéticos en:
www.ubu.com/sou
nd/tellus_21.html
www.nga.gov/exhi
bitions/2006/dada
/techniques/sound
/hausmann.mp3
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