Nota - Informate Salta

Anuncio
SALTA, 1º de agosto de 2012.-
AL SR. PRESIDENTE
DE LA HONORABLE
CÁMARA DE DIPUTADOS
DE LA PROVINCIA DE SALTA
DR. Don MANUEL SANTIAGO GODOY
De mi mayor consideración.-
Tengo el agrado de dirigirme a Usted, y por su digno intermedio a
los señores Diputados que integran esa Honorable Cámara, en razón de
haber sido aludido en sesión del día de ayer, respecto a la notificación de la
querella criminal por calumnias e injurias reiteradas, que le iniciara el 17 de
julio ppdo a la señora diputada provincial Dra. Liliana Esther Mazzone que
sumarían más de veinticinco hechos difamatorios, propalados en forma
continuada y multiplicada, de manera masiva por la mayoría de los medios
de comunicación de esta ciudad, y que diera origen al expediente JUI –
100541/12. En el período correspondiente a las manifestaciones, la señora
legisladora ratificó todo lo dicho.Cabe aclarar que la multitud de agravios de los que fui objeto, no
fueron realizados conforme lo prescriben el artículo 120 de la Constitución
de la Provincia, ni el artículo 19 del Código Procesal Penal de Salta, sino a
través de los medios de comunicación masivos, en forma personal y
direccionada, por lo que nada tiene que ver la inmunidad de opinión
parlamentaria, para lo cual la doctrina constitucional es pacífica en
reconocerle su eficacia. Hechos recientes de la historia parlamentaria
argentina, son lo que han motivado la sanción de la ley Nº 25.320.Sobre el particular, debo señalar que conforme lo dispuesto por los
artículos 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; 17 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 11 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que integran el bloque de garantías
previsto en el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional: toda
persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su
dignidad; nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en
su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su
correspondencia, ni de ataques ilegales contra su honra o reputación.
Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas
injerencias o esos ataques.Basta repasar el archivo de medios de los meses de junio y julio para
comprobar que fui objeto sistemático de ataques a mi honor, mi dignidad,
mi reputación y objeto de injerencias en mi vida privada, con difamaciones
continuas y multiplicadas por parte de la señora diputada Dra. Liliana
Esther Mazzone, para comprender el menoscabo moral con el que intentó
someterme como ciudadano, como padre de familia y como juez de la
Corte de Justicia de Salta, lo cual no registra antecedentes en la historia
argentina reciente.Los fueros parlamentarios, que son indiscutibles en un Estado Social
de Derecho, bajo ningún punto de vista amparan el insulto gratuito, la
calumnia, la injuria, la difamación sostenida, ni la pretensión de demoler el
honor y la honra de una persona. Más aún cuando esa persona se
desempeña en el máximo Tribunal de Justicia de la Provincia, debido al
aniquilamiento institucional que ello importa, y a la falta absoluta de
respeto a los poderes constituidos.En veinticinco años ininterrumpidos al servicio de la vida pública,
jamás esbocé ningún agravio, ni insulto alguno a funcionario, legislador, ni
magistrado alguno, en la convicción de que dichas prácticas son propias de
los sistemas totalitarios, donde no se admiten la tolerancia, el disenso, ni el
respeto a las personas y a las instituciones.Tampoco los fueros impiden la notificación de una querella
criminal que tiene por fin que la señora diputada Mazzone se presente a la
justicia y acompañe todas las pruebas que dice tener en mi contra, para que
a su vez yo pueda defenderme de sus ataques, sus insultos y
fundamentalmente de los agravios personales que me hizo en forma
reiterada, y que nada tienen que ver con su opinión como legisladora
provincial. Los fueros no garantizan impunidad.-
Por otra parte, debe recordarse que por imperio del artículo 1º de la
ley de fueros Nº 25.320, (Boletín Oficial 13 de septiembre de 2000):
“cuando, por parte de juez nacional, provincial o de la ciudad autónoma
de Buenos Aires, se abra una causa penal en la que se impute la
comisión de un delito a un legislador, funcionario o magistrado sujeto a
desafuero, remoción o juicio político, el tribunal competente seguirá
adelante con el procedimiento judicial hasta su total conclusión. El
llamado a indagatoria no considera medida restrictiva de la libertad pero
en el caso de que el legislador, funcionario o magistrado no concurriera
a prestarla el tribunal deberá solicitar su desafuero, remoción o juicio
político. En el caso de dictarse alguna medida que vulnera la inmunidad
de arresto, dicha medida no se hará efectiva hasta tanto el legislador ,
funcionario o magistrado sujeto a desafuero, remoción o juicio político,
según sea el caso, acompañando al pedido la copia de las actuaciones
labradas expresando las razones que justifiquen la medida. No será
obstáculo para que el legislador, funcionario o magistrado a quien se le
imputare la comisión de un delito por el que se está instruyendo causa
tenga derecho, aun cuando no hubiere sido indagado, a presentarse al
tribunal, aclarando los hechos e indicando las pruebas que, a su juicio,
puedan serle útiles. No se podrá ordenar el allanamiento del domicilio
particular o de las oficinas de los legisladores ni la intercepción de su
correspondencia o comunicaciones telefónicas sin la autorización de la
respectiva Cámara”.-
Dicha ley es de orden público, y por su imperio, no existe ninguna
norma que impida la notificación fehaciente del inicio de una querella
criminal, ni la tramitación y prosecución de un proceso penal. Pero,
además, la ley 25.320 evita el trámite parlamentario del desafuero, lo que
obliga es a comparecer ante la justicia, sin privilegio alguno, como
cualquier ciudadano.A eso debe sumársele la reticencia permanente y sostenida de la
señora diputada Mazzone a ser legalmente notificada en su domicilio real y
en su estudio jurídico, razón por la cual ningún legislador, funcionario o
magistrado pueden ignorar una notificación judicial de ninguna índole, y
menos tornar desconocido su domicilio, dado que de ser así cualquier
acción que se promoviera en la justicia respecto de un legislador
inexorablemente comenzaría a prescribirse, lo cual constituiría un
privilegio contrario al orden jurídico establecido.Asimismo, deseo expresamente manifestarle al señor presidente de la
Honorable Cámara, que por Resolución Nº 666/09 del 10 de diciembre de
2009, dictada en el expediente Nº 196/2008 - caratulado - “Cámara de
Diputados de la provincia de Salta sobre comunicación de actuación del Dr.
Abel Cornejo, Juez Federal de Salta”, cuya copia acompaño, el Consejo de
la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, dispuso por unanimidad de
todos sus miembros presentes desestimar la denuncia que se me hiciera en
torno a un hecho denunciado por el señor diputado Horacio Miguel Thomas
y consideró que: “no se ha evidenciado en el obrar del Dr. Cornejo
conductas que pudieran configurar mal desempeño o constitutivas de
faltas disciplinarias, por lo que, de haber continuado en sus funciones
como Juez del Poder Judicial de la Nación, hubiera correspondido
desestimar la presente denuncia”.A la par de ello, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso
“Ramos” resuelto el 13 de diciembre de 1996, (Fallos, 319:3026) dijo que:
la prerrogativa del artículo 69 de la Constitución Nacional no impide que se
promuevan acciones criminales que no tengan origen en sus opiniones
como legisladores, ni que se les adelanten los procedimientos de los
respectivos juicios, mientras no se afecte su libertad personal, o sea,
mientras no se dicte orden de arresto o prisión, ya sea ésta preventiva o de
carácter definitivo.Por último quiero informar al señor presidente de la Honorable
Cámara de Diputados de la Provincia, que cuando la señora presidenta de la
Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner me aceptó de
manera inmediata mi renuncia al cargo de Juez Federal de Salta, el 7 de
agosto de 2008, previamente ordenó, como es de rutina, que el Ministerio
de Justicia de la Nación certificara si en el Consejo de la Magistratura del
Poder Judicial de la Nación había prosperado alguna denuncia en mi
contra, luego de quince años al frente de dicho Juzgado, y se corroboró de
manera fehaciente que a esa fecha la única cuestión pendiente de resolución
era el expediente iniciado por el señor presidente de esa Honorable
Cámara, posteriormente desestimado, sin que nunca se me hubiese
formulado denuncia alguna por los hechos acaecidos en el norte de la
Provincia durante los años 2000 y 2001, respectivamente, lo cual puede
constatarse en la comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la
Magistratura del Poder Judicial de la Nación.Saludo al señor presidente, con mi consideración más
distinguida.-
Descargar