Dije que SI y no puedo cumplir. Ahora qué hago?

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Dije que SI y no puedo cumplir. Ahora qué hago?
Cuando queremos decir NO y decimos SI nos podemos meter en algunos líos, ya que
terminaremos complicados por una decisión que no fue la correcta. El gran dilema es aprender a
decir NO sin sufrir en el proceso.
La mayoría de las personas que no pueden o no saben decir que No tienen problemas de
autoestima y de valoración personal. En general, son personas que no se respetan a sí mismas y
consideran que las circunstancias y el tiempo del otro tienen más valor que el propio.
La respuesta negativa genera cierto malestar en aquellas personas que creen que deben decir SI
para agradar a su interlocutor y no ser rechazadas por éste. Además, existe la creencia, por
naturaleza de conductas de nuestra infancia ante nuestros padres, de que decir NO es oponerse y
enfrentarse con el otro. Entonces, decir SI implicaría amabilidad y crear ambientes con clima de
cordialidad.
De todas maneras, son diversas las situaciones que nos pueden inducir a decir un SI involuntario.
Por ejemplo, cuando hay una relación de poder o de jerarquía con la persona que hace su
solicitud, entonces, en el afán de no generar roces en la relación, se incurre en el error de ceder
ante los requerimientos del otro.
En realidad, cuando aprendemos a decir NO con cortesía y de la manera correcta, no se defraudan
las expectativas de nadie y todo un mundo de armonía se despliega ante nosotros.
Estrategias para poder decir NO sin sufrir en el proceso:
·Evitar la Culpa: tu tiempo vale tanto como el del otro y no tenes la obligación de estar siempre
disponible.
·Aceptar que las relaciones de dependencia y sumisión solo revalidan la baja autoestima en vez de
alimentarla y dificultan tu evolución personal.
·Decir NO, no es Egoísmo, ni enfrentarse con el otro. Simplemente opinás diferente o tu situación
personal, perspectivas individuales, te impiden acceder a los deseos del otro.
·Priorizar tu situación puntual del momento: las propias necesidades, los tiempos, las demandas
particulares.
·Tener presente que las relaciones auténticas no implican tener que “quedar bien a toda costa”.
·Reconocer que una relación pura no se basa en sacrificios ni en esfuerzos por complacer al otro “al
precio que sea”.
·Tener la plena convicción de que el NO en ese momento tiene una razón de ser justa y justificada que
se puede transmitir a la otra persona con absoluta cortesía. Por ejemplo: “me encantaría hacerlo,
pero en este momento…” que no es lo mismo que decir “no puedo porque…” Al usar la frase “me
encantaría” mantenés el tono de cordialidad, al decir “no puedo” oponés resistencia.
·Tener presente que un SI forzado puede llevar a no poder cumplir compromisos. En cambio un NO
sincero y honesto mantiene un vínculo equilibrado y sano.
·Escribir los motivos. Si dudás de cómo decir NO, es un buen ejercicio escribir la manera de expresarlo
a la otra persona. Sin embargo, no es necesario dar grandes explicaciones, simplemente debe
quedar claro que hay ciertas circunstancias personales que te inducen a no poder decir que sí.
·Tener presente que un sí forzado puede perjudicarte a vos mismo y a la relación que tenés con la otra
persona. En este sentido, un NO a tiempo puede ahorrar muchos dolores de cabeza.
Decir NO es un derecho natural. Nadie tiene la obligación de complacer al otro a costa de su propio
bienestar. Si mantenés una relación con alguien que se ofende sin comprender tu NO cuando le
expresas las causas con sinceridad, es una persona que solo busca conveniencia.
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