GÉNESIS: LECCIONES SENCILLAS, Sección 04

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GÉNESIS: LECCIONES SENCILLAS, Sección 04
VICTORIA SOBRE EL DIABLO
Por Wayne Gute
Usado con permiso
Cada persona redimida por la sangre de nuestro Señor tiene que reconocer que el diablo es su enemigo
implacable. El diablo se constituye en su enemigo porque es enemigo del Padre celestial y del Señor
Jesucristo. En términos muy claros el apóstol Pablo dice que el creyente verdadero “ha sido librado de
la potestad de las tinieblas, y traslado al reino de su amado Hijo” [Col. 1:13]. Se expresa esta verdad en
la Biblia Versión Popular así “Dios nos libró del poder de la oscuridad, y nos llevó al reino de su amado
Hijo”.
Por estas palabras del apóstol Pablo entendemos que vivíamos antes bajo el dominio de Satanás. Efesios
2:1-3 nos hace muy clara nuestra condición antes de creer en Cristo:
• Muertos en nuestros pecados
• Llevados por la corriente de este mundo.
• Viviendo conforme al diablo [príncipe de la potestad del aire], el espíritu que opera en los que no
obedecen a Dios
• Sujetos a nuestros deseos carnales.
Aunque sea en diablo un ángel, un enemigo muy astuto, muy poderoso, no tenemos que sujetarnos a él.
Nuestro traslado al reino de Cristo fue completo. Ahora Dios quiere que vivamos victoriosamente, no
sujeto a él, ni a las cosas que él usa para engañarnos. En otra lección ya estudiamos acerca del diablo y
sus ángeles, los demonios. Pero, en las presentes lecciones veremos cómo podemos luchar contra el
diablo, y vencerlo.
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LECCIÓN 16
EL REINO DEL DIABLO Y SU VOLUNTAD [Su gran deseo]
Tema: El reino de Satanás y lo que él quiere lograr.
Propósito: Entender como es el reino del diablo, y como son sus deseos y planes, para que podamos
luchar contra él y vencerlo.
Introducción: Hermanos, tenemos un gran enemigo. Si nosotros, de veras, queremos vencerle, sí.,
podemos hacerlo. ¿Qué es lo que tenemos que hacer para lograr este fin? Primero, tenemos que entender
como es nuestro enemigo. Luego, tenemos que entender lo que él desea hacer en nuestra contra, y por
qué. Tenemos que entender sus mañas, su modo de trabajar, y lo que él quiere lograr en la vida de cada
creyente.
I. ¿CÓMO ES EL DIABLO?
Hay una serie de lecciones que hemos estudiado acerca de Satanás y sus ángeles. Ahora, a continuación,
solamente vamos a mencionar unas cosas para hacernos recordar cómo es él y sus ángeles.
A. El diablo fue un ángel de Dios, mero bueno, antes de su caída. Llevó por nombre Lucero.
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Tuvo mucho conocimiento. Gozaba de grandes derechos o privilegios ante nuestro Dios y Padre
celestial. Tuvo mucha autoridad y poder. Era pues, un ser creado por Dios, mero bueno y sin falta.
Un ángel de Dios con gran autoridad y privilegios.
B. Este Lucero se cambió en Satanás. ¿Cómo sucedió esto? Lucero se ensalzó a sí mismo. Por
su gran sabiduría y hermosura quiso hacerse dueño del trono de Dios. Quiso quitar de Dios su gloria.
Quiso llegar a ser el Ser Supremos entre todos, y recibir su servicio y adoración.
C. El lugar del diablo ahora y su destino. El mero lugar, o “hogar” del diablo ahora es el aire, o el
primer cielo. Antes, habitaba la presencia de Dios en el tercer cielo. Pero por causa del pecado que
hizo Dios lo expulsó de ese lugar. Aunque todavía llega el diablo delante del trono de Dios para
acusar a los creyentes, eso no es su lugar, y no puede permanecer allí. En los últimos días el diablo
será lanzado al lugar que Dios mismo ha preparado para él y sus ángeles [Mt. 25:41], eso es, el lago
de fuego [Ap. 20:10].
II. ¿CÓMO ES EL REINO DEL DIABLO?
El diablo no trabaja solito aquí en la tierra, ni en el aire. Hay dos grupos, es decir, dos partes de la
creación, hechos por Dios, que están trabajando a favor de él; es decir, están sirviéndole a él.
A. Los ángeles del diablo, es decir, los demonios. En el principio eran ángeles de Dios. Pero ellos
siguieron a Lucero cuando él se ensalzó. Así llegaron a ser los ángeles del diablo, o sea, demonios.
Ahora siempre sirven al diablo, haciendo la voluntad de él.
1. Esos demonios ayudan al diablo, para que sea más grande el dominio del diablo.
2. Los demonios trabajan juntamente con el diablo y le ayudan, para que la gente no salga del
dominio de él.
3. En Efesios 6:12 dice que hay grandes agrupaciones de los demonios, de diferentes rangos,
que siempre luchan contra los creyentes.
B. La gente, es decir, las personas que no han recibido a Cristo. La gente incrédula no quiere
aceptar esta idea. Creen que gozan de plena libertad de controlar y dirigir su propia vida.
1. El diablo tiene autoridad sobre todos los pueblos de la tierra. Cuando el diablo mostró al
Señor Jesucristo todos los reinos de la tierra, dijo: “A tí te daré toda esta potestad [autoridad] y la
gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregado, y a quien quiero la doy” [Lucas 4:6]. Tuvo
razón. Parece que Adán recibió dicha autoridad en el principio. Pero se la entregó a Satanás
cuando le obedeció. Todo esto era de Adán al principio, no del diablo.
2. El diablo tiene todo el mundo bajo su poder, dijo San Juan, [1 Juan 5:19].
3. El diablo es el espíritu que obra en la vida y corazón de cada persona que todavía no es
creyente en Cristo [Efesios 2:2]. El no creyente piensa que es una persona que pueda hacer lo
que él quiere, pero es esclavo del diablo.
Así, hermanos, es el reino de diablo. [1] El gobierna o manda un gran número de ángeles caídos.
Solamente Dios sabe cuántos son. Forman parte del reino de Satanás, y están a sus órdenes. [2]
También, el diablo ejerce gobierno sobre mucha gente, todos aquellos que no han entendido el
evangelio, ni han recibido a Cristo como su Salvador personal. Pues, incluye a los que todavía no
han oído el evangelio de Cristo.
III. EL GRAN DESEO O PROPÓSITO DEL DIABLO.
A. Desde el principio el diablo ha deseado ser como Dios.
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1. Satanás quiere ser servido y adorado por toda la creación de Dios
2. Satanás quiere gobernar toda la creación que Dios hizo.
3. Satanás quiere que toda la gente le sirva. Desea extender su reino sobre todos.
B. En nuestro tiempo, Satanás no quiere que ninguna persona salga de su poder.
Ahora, los demonios son de él y serán de él para siempre. No hay salvación para ellos. Pero para la
gente, sí. Es posible que salgan del poder y autoridad del diablo. ¡Si! Es posible. Si ellos oyen la
Palabra de Dios, y si entienden el mensaje del evangelio, y si reciben a Cristo como su Salvador
personal.
Preguntamos: ¿Por medio de quiénes van a oír la Palabra de Dios, el evangelio de Cristo, y salir del
poder del diablo? Hermanos, nosotros somos los llamados para darles el evangelio. El diablo
quiere cerrarnos la boca para que no anunciemos el evangelio.
C. ¿Qué quiere el diablo hacer a nosotros los creyentes en Cristo?
1. Satanás quiere cerrarnos la boca de cada uno de nosotros, para que no hablemos a la gente el
evangelio de Cristo.
2. Si Satanás no encuentra modo para cerrarnos la boca, él quiere que prediquemos “otro
evangelio” u otro mensaje que no es el evangelio, o aun nuestras propias ideas incorrectas.
3. El diablo quiere que caigamos en pecado
4. El diablo quiere destruir nuestra vida. Nos quiere matar.
5. El diablo desea que siempre haya división entre los creyentes.
CONCLUSIÓN: Hermanos, para que podamos vencer al diablo tenemos que entender: [1]cómo es él.
[2] cuál es el reino en donde ejerce su autoridad, y [3] qué es su gran deseo. Han visto, hermanos, que el
diablo fue un ángel de Dios primero. Pero por su propio pecado llegó a ser Satanás. Cuando él se
rebeló contra Dios, para quitar de él su poder y gloria, muchos ángeles le seguían en su rebelión. Ahora,
ellos son los demonios. Siempre sirven al diablo. También, el diablo gobierna la vida de mucha gente,
los que no son creyentes en Cristo Jesús. Sabemos que el diablo quiere que ninguno de los suyos salga
de su dominio. Es por esto que el diablo lucha contra los creyentes. Porque el plan de Dios es que los
creyentes sean sus siervos para llevar el mensaje de salvación a los que están bajo el poder del diablo. Es
por eso que el diablo es nuestro enemigo.
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LECCIÓN 17
EL MODO QUE EL DIABLO USA CON LOS CREYENTES
Tema: Lo que usa el diablo para que caigan los creyentes otra vez bajo su poder; y los recursos que los
creyentes tienen para que no le obedezcan.
Propósito: Entender cuáles son las cosas que el diablo emplea para que hagamos su voluntad, no la
voluntad de Dios. Y entender qué provisión ha hecho Dios para que podamos resistir las palabras del
diablo.
Introducción: El diablo siempre busca la forma de hacernos volver a su poder, para que le sirvamos. Si
hay un creyente que no obedece, ni quiere obedecer la Palabra de Dios, y siempre hace lo malo, entonces
el diablo se pone contento. Porque así lo quiere. Hermanos, es necesario que entendamos que no
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tenemos que obedecer al diablo. Como ya vimos en otra lección, el diablo fue vencido por nuestro
Señor Jesucristo cuando él murió en la cruz. En ese momento el diablo fue sentenciado a la perdición
para siempre. Pero no ha llegado la hora de llevar a cabo dicha sentencia. El diablo está libre, suelto
todavía, y lleva señorío sobre los muchos demonios. También, reina sobre muchas personas, personas
que no han creído en Cristo.
Además de esto, el diablo busca la manera de quitar de nosotros el deseo de trabajar en la obra del Señor.
¿Cuáles son las cosas que el diablo usa para convencer al cristiano para que no sirva a Dios. Hay tres
cosas que encontramos en l Juan 2:15-17. Son cosas que existen en el corazón y la vida de cada
creyente. Son tres “caminos” por los cuales el diablo entra otra vez en la vida de un creyente. Pues, en
la mera vida de cada creyente existen esas cosas, y están alrededor de él. ¿Cuáles son?
a. Los deseos carnales
b. Los deseos de los ojos.
c. La vanagloria de la vida [el orgullo]
Entonces, en esta lección vamos a pensar en estas cosas, para saber si tenemos que obedecer estos deseos,
o no. Y si no, entonces el diablo no va a encontrar por dónde atacarnos.
I. LOS TRES MALES QUE EL MUNDO OFRECE
A. Los deseos de la carne. El mundo está lleno de lo que agrada la carne. Hay una lista escrita por
el apóstol Pablo donde dice lo que hacen las personas que obedecen sus deseos carnales.
Cometen adulterio, fornican, adoran a los ídolos, se pelean entre sí, forman partidos o divisiones,
matan gente, son borrachos, son comilones; y hay más cosas de lo que habla Gálatas 5:19-21.
También, en Romanos 1:18-32 habla de los hechos de las personas que obedecen sus deseos
carnales. También, en Marcos 7:21-23 el Señor Jesucristo declara que lo que existe en el corazón
de la persona es lo que le contamina.
Por una parte nuestros deseos carnales son las cosas que pide nuestro cuerpo. Había un hermano
que tomó mucho licor durante las fiestas. Otro hermano le preguntó: “¿Por qué hizo esto?”
“Pues, así pidió mi estómago”, contestó. Tal vez haya otro, que durmió con otra mujer, no su
esposa. Posiblemente diría, “Pues, así pidió el cuerpo”. Puede haber otro que tenga mucha
hambre. Y por eso se mete a la milpa de su vecino, y le roba unos elotes o mazorcas. ¿Es bueno
robar de otros cuando sentimos hambre? ¿Qué dicen, hermanos? ¿Hay necesidad de satisfacer
todos los deseos de nuestro cuerpo? El diablo dice: “SI! “Pero la Biblia dice: “NO”.
B. Los deseos de los ojos. Aquí habla de lo que vemos, todo lo que deseamos o codiciamos de
acuerdo con nuestra voluntad, no la voluntad de Dios. Puede ser un terreno, una casa, un
negocio, un empleo, un dinero, una riqueza--cualquier cosa ajena que nuestros ojos miran. Así
como Judas codició el dinero que manejaba. Así como el rey David codició la mujer de su
vecino, y la tomó, y pecó con ella. Entonces,
el diablo usó los deseos de los ojos y los de su
propia carne para hacerle caer en pecado.
C. La vanagloria de la vida propia. Esta frase habla acerca de las personas que se alaban a sí
mismos, y buscan gloria para sí mismos, y son egoístas, solamente buscando lo suyo propio. Tal
vez quieren ser muy sabios, o estar entre los que mandan a otros. No piensan en la voluntad de
Dios para cumplirla. Solamente piensan en sus propios deseos. No se humillan; son orgullosos.
En su modo de pensar creen que no tienen que depender de nadie, ni de Dios. Pero Dios ha
declarado que todo hombre debe depender de él para estar feliz. Pero la vanagloria de nuestra
vida dice: “Puedes andar solo. Tienes poder; no tienes que depender de otro”. Y Satanás usa
este pensamiento que surge aun en el corazón del creyente.
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Hermanos, ¿somos obligados a hacer lo que dice nuestra carne y sus deseos? No. No es
necesario. Gracias a Dios, solamente por su gracia somos libres de todo esto. Ahora, poco a
poco, pensemos en la libertad que tenemos con nuestro Señor Jesucristo..
II. SALIMOS DEL PODER DE LOS DESEOS MUNDIALES CUANDO CREIMOS EN CRISTO.
A. Ahora, somos muertos en cuanto a nuestros deseos carnales que son malos.
1. Antes de recibir a Cristo, hicimos los deseos de la carne y los pensamientos malos. [Efesios
2:3]. Antes éramos esclavos a todos estos deseos.
2. Romanos 6:6-7 dice claramente: “Nuestro viejo hombre, los deseos carnales, fueron
crucificados juntamente con Cristo para anular el poder del pecado en nuestro cuerpo, para que
ya no sirvamos al pecado. Porque el que muere, libre es del poder del pecado [en su cuerpo].
Cierto es que el pecado no tiene derecho sobre nosotros porque somos muertos al pecado, y vivos
para con Dios [Ro. 6:11]. Somos librados del poder del pecado por el poder del Espíritu Santo.
Es el Espíritu Santo que nos da vida y victoria [Ro. 8:1-2].
Así que todo esto hace claro que antes de recibir a Cristo a la vida hicimos los deseos carnales
malos. Pues, éramos esclavos a esos deseos. Ahora esos deseos no tiene derecho a mandar en
nuestra vida. Somos libres de ellos [Ro. 13:14].
B. Muertos somos a los deseos de los ojos.
l. Dijo Jesucristo: “No juntéis riquezas aquí en la tierra. . . Juntéis sus riquezas en el cielo . . .
Porque donde están vuestras riquezas, allí estará vuestro corazón” Mateo 6:19-21
2. Dijo San Pablo: “Porque no trajimos nada al mundo al nacer; cuando pasamos de esta tierra,
no llevaremos nada. Así que teniendo ropa y comida, quedemos contentos con esto. Porque los
que quieren ser ricos caen en tentación y en trampa, porque su corazón desea muchas cosas, 1 Ti.
6:7-9.
3. Dijo Jesucristo: [a los que estaban en líos sobre una propiedad]: “Tengan cuidado y
guárdense de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de las cosas
que posee”, Lucas 12:15.
Por nuestros ojos miramos muchas cosas. Y por esto deseamos tener muchas cosas. A veces por
este medio Satanás encuentra entrada en nuestro corazón. Por estar buscando las cosas de este
mundo el creyente no tiene lugar para llegar a los cultos, ni para oír la Palabra de Dios, ni de
leerla en la casa, ni estudiarla. Tampoco le da tiempo para llevar la Palabra de Dios a otro [vea
Mt. 23:22].
C. Somos enseñados por Cristo para ser mansos y serviciales.
1. Antes de creer en Cristo solamente pensamos en nosotros mismos y nuestros deseos propios.
Éramos egoístas y orgullosos [Marcos 7:22].
2. La primera lección que Cristo quiere dar a cada nuevo creyente es esto: de ser manso y
humilde, tal como él es, Mateo 11:29.
3. Aun los primeros discípulos del Señor eran orgullosos y egoístas. Pero hay una palabra para
ellos, y para nosotros en Marcos 10:42-45.
Una nota: Hermanos, no somos dueños ahora de nuestra vida. Fuimos comprados por Cristo por gran
precio [su propia sangre]. Dijo el apóstol Pablo: “Por esta razón honren a Dios en sus cuerpos, y en sus
corazones, porque ambos pertenecen a Dios” [1 Co. 6:20]. Debemos pensar en esto. Si tenemos un
puesto o privilegio, o una riqueza, hay que recordar que todo lo que tenemos lo hemos recibido de Dios.
Como dijo el apóstol Pablo: “¿Porque quién te distingue? o ¿qué te distingue? Y si lo recibiste, ¿por qué
te gloríes como no lo hubieras recibido?” 1 Co. 4:7. Hermanos, aunque hemos recibido instrucción
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bíblica y tenemos puesto en la iglesia o en la comunidad, no hemos de jactarnos por ello. Nuestro
orgullo y nuestra jactancia dan lugar amplio a que el diablo pueda meterse en nuestra vida. Vea Jeremías
9:23-24.
CONCLUSIÓN: Hay tres cosas que el diablo usa para hacernos caer en su poder. Primero, los deseos
de nuestra carne, esto es, la naturaleza pecaminosa que tenemos. Pero nosotros tenemos que recordar
que, según Romanos 6, morimos a estos deseos cuando aceptamos a Cristo. Segundo, los deseos de los
ojos. Aunque nos diga el diablo que es necesario juntar mucho aquí en la tierra, hay que recordar que
Jesucristo nos enseña de otra forma. Si deseamos ser grandes con Dios, hay que aprender a servirle con
gozo. Si así pensamos, si tenemos confianza en Dios y en su Palabra, no va a haber donde el diablo pueda
entrar en nuestra vida para controlarnos. Es cierto que cada uno de nosotros tiene sus deseos carnales;
cada uno de nosotros desea lo que los ojos ven. Tercero, la vanagloria de la vida: el deseo de ser grande
en el mundo, existe en nuestro corazón.
Ahora, hay una pregunta: ¿Somos nosotros los creyentes iguales a los que no son creyentes? Por un
lado, sí. Somos de la misma raza humana. Pues, siempre están con nosotros los deseos carnales, los
deseos de los ojos, y el orgullo. ¿No es cierto? Sí. Es cierto.
Pero el pobre incrédulo es esclavo a estas cosas. Él tiene que obedecerlas. ¿Y el creyente? Pues, el
creyente ha sido librado de estos deseos. No tiene que hacerles caso, mediante el poder el Espíritu Santo
quien mora en su vida. Si uno es obediente a la Palabra de Dios, si confía en el poder del Espíritu Santo,
puede vencer estos deseos malos. Vea a Gálatas 5:22-23.
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LECCIÓN 18
PARA QUE PODAMOS RESISTIR AL DIABLO Y QUEDAR PARADO DELANTE DE ÉL
Tema: Cómo podemos resistir al diablo, para que no quedemos vencidos por él.
Propósito: Entender lo que tenemos que hacer para resistir al diablo.
Introducción: En el Salmo 8 y también en Hebreos 2:6-7 habla acerca del hombre, y hace una
comparación entre los seres humanos y los ángeles. Desde el principio la raza humana fue hecho “un poco
menor que los ángeles. Esto quiere decir que un ángel es superior a un ser humano--en conocimiento,
sabiduría, y fuerza o poder. Tenemos que entender que el diablo y sus huestes de demonios son más
poderosos que nosotros. Tienen más poder. Si pensamos pelear con ellos con nuestras propias fuerzas y
sabiduría, ¿podremos vencerlos? ¡De ninguna manera!
Una persona no tiene fuerza como el diablo tiene. El hombre no tiene conocimiento como lo tiene el
diablo. Pues, desde el principio recibió mucha sabiduría. Y además de esto ha existido por mucho
tiempo. Pero una persona tiene 20 años cumplidos, o treinta, o aun hasta ochenta y cinco. Aun los
demonios tienen mucho poder y conocimiento. No podemos vencerlos con nuestras fuerzas y
conocimientos. Los demonios y el diablo son enemigos poderosos.
Pero, gracias a nuestro Dios, cuando nosotros creímos en Cristo vino uno para vivir en nuestro ser, en
nuestro corazón. ¿Quién es? Es Dios. Es el Espíritu Santo. 1 Juan 4:4: “Mayor es el que está en
nosotros que el que está en el mundo”. Mayor es el que habita nuestro corazón que el diablo que
gobierna en la vida de los incrédulos. Entonces, solamente con nuestra sumisión, la autoridad y el poder
de Dios podemos vencer al diablo.
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Sí, la Biblia dice claramente que tenemos derecho, aun autoridad para resistir al diablo. Es porque somos
de Cristo, y él vive en nuestro corazón. Pero, si hay un hermano que piensa de sí mismo que está bien
firme en su fe porque ha sido creyente por mucho tiempo, tiene mucho conocimiento y mucho estudio,
tiene título--y si piensa por todo esto que pueda resistir al diablo, luego va a caer. Así que el que piensa
que es fuerte, tenga cuidado que no caiga” [1 Co. 10:12].
I. 1 PEDRO 5:6-9 [que se lea]
hacer para resistir al diablo.
He aquí, un pasaje que habla claramente de lo que tenemos que
A. Hay que humillarse, o sujetarse bajo la poderosa mano de Dios, v. 6.
Esto quiere
decir que no es por nuestras propias fuerzas que podemos vencer al diablo. Solamente venceremos
confiando en el poder de Dios.
B. Hay que recordar que Dios nos cuida, v. 7. No se desanime. Diga todo a Dios en oración,
Filipenses 4:6. No se preocupe acerca de su vida, lo que va a comer, lo que va a beber. No se
preocupe por su cuerpo, lo que va a poner, Mt. 6:25. Confíe en Dios por estas necesidades, y haga su
voluntad.
C. Hay que ser sobrios. Hay que entender como es el diablo. Por esta razón estudiamos lo que la
Biblia dice acerca de él. [Vea 1 Pedro 5:8]. El diablo tiene muchas maneras de trabajar y de
engañarnos. Que seamos como San Pablo, diciendo también: “Bien sabemos cómo es el modo del
diablo [2 Co. 2:11]. Ahora, hermano, ¿usted conoce las mañas del diablo? o ¿No?
D. Hay que velar, v. 8. “Porque su enemigo el diablo anda alrededor de ustedes gritando como un
león, buscando a quién puede devorar. ¿Cómo, pues, podemos velar? Primero, en oración, Mateo
26:41. Segundo, estudiemos la Biblia cuidadosamente para que entendamos como son los modos que
usa el diablo para hacernos caer. Pues, por la Biblia entendemos que el diablo es engañador, mentiroso,
y homicida, [Juan 8:44]. A veces, aun, el diablo puede cambiarse y aparecer como ángel de luz, [2 Co.
11:14]. Satanás tiene muchas formas y maneras de ser y trabajar.
E. Hay que resistir al diablo con fe, v. 8. Es decir, la confianza puesta en Dios.
II. SANTIAGO 4:6-8. He aquí, otra porción bíblica que nos habla de cómo resistir al diablo.
A Hay que humillarse delante del Señor, Santiago 4:6, 10. Que no haya pleitos entre nosotros;
que no tengamos avaricia, [4:1-5].
B. Hay que entregarse bajo el reino y gobierno de Dios, v. 7.
C. Hay que acercarse a Dios en oración, con corazón limpio y vida limpia, He. 10:22.
D. Hay que resistir al diablo, y no correr de él, v. 7. Nosotros tenemos derecho de hablarle al
diablo, y decirle “no” cuando él nos mete en tentación o que nos ofrece algo. Pues, sí, si le
resistimos con el poder de Dios él se aparatará de nosotros, [Mt. 4:11].
CONCLUSIÓN: Si un creyente desea vencerle al diablo, tiene que resistirle. Pero no por su propia
sabiduría, ni por su propio poder. Solamente, debe confiar en Dios, procurar una vida santa y recta. Y
orar mucho. Nota: Casi tenemos la misma enseñanza en este pasaje que encontramos en 1 Pedro y
Santiago.
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LECCIÓN 19
LAS ARMAS QUE DIOS NOS HA DADO PARA PELEAR CONTRA EL DIABLO
Efesios 6:10-18
Tema: ¿Cuáles son las armas que Dios nos ha dado para que podamos pelear con el diablo?
Propósito: Entender como es nuestro enemigo, Satanás. Y cuáles son las armas que Dios nos ha dado
para hacerle guerra contra el diablo y sus fuerzas, y vencerles.
Introducción: En la tercera lección vimos cómo resistir al diablo. En esta lección seguiremos el mismo
tema. Cómo resistir los engaños del diablo, y vencerle a él y sus huestes.
Pensemos en Efesios 6:10-18. Este pasaje nos explica las armas que Dios nos ha dado para luchar contra
Satanás.
V. 10. Ahora, hermanos háganse fuertes en unión al Señor, con su fuerza poderosa.
Aquí dice otra vez lo que hemos visto y oído en otras lecciones: Que no es por medio de nuestras propias
fuerzas que podremos resistir al diablo. En cambio, ya que gozamos de esta unión con nuestro Señor
Jesucristo, podemos resistir y luchar contra el Diablo y sus ángeles. De veras, tenemos que recibir el
poder de Cristo para ir a pelear con el diablo en cualquier circunstancia. Pero es necesario que andemos
de acuerdo con la voluntad del Espíritu Santo. “No con ejercito, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice
Jehová de los ejércitos” Zacarías 4:6b.
V. 12. No con gente estamos luchando . . .”
A veces, nosotros nos equivocamos, pensando que nuestros meros enemigos son gente. Decimos: Esta
persona es puro enemigo de los creyentes. Esta persona es puro enemigo del evangelio, decimos. Así
pensamos de ciertas personas. Pero no es así. Estas personas son esclavos o siervos del diablo, y por eso
están peleando contra Dios [no directamente a nosotros]. Con todo esto nuestra lucha no es contra
gente.
Ahora, si no estamos luchando contra gente, entonces, ¿Con quién?
Estamos luchando . . . con fuerzas espirituales no visible
. . . con los que tienen dominios.
. . . con los que gobiernan en las tinieblas de esta tierra.
. . . y con los innumerables demonios malos que están en las regiones celestiales.
Hay dos palabras sobre esto:
1] Hay muy gran número de ángeles del diablo. No son iguales. Hay diferentes rangos de autoridad.
Hay unos con más autoridad que otros, pero lo cierto es que todos sirven al diablo.
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2] El diablo solamente puede estar en un solo lugar en un minuto o instante. Satanás no es como
nuestro Dios, que está en todas partes en el mismo instante. Pero, como el diablo tiene gran número de
siervos, los demonios, se siente su influencia en todas partes.
VV. 11, 13.
v. 11. “Protéjanse con toda la armadura que Dios les da, para que puedan estar firmes
contra los engaños del diablo.
a. La descripción de los detalles de la armadura que Dios nos da comienza en v. 13.
b. “Para que resistan los engaños del diablo”
Hermanos, pensemos un poco en la palabra “engaño” Es una clase de mentira. El
engaño es lo que el diablo siempre usa para atraer la gente para que le sigan. Desde el
principio esto has sido su modo. “La mujer, engañado por la palabra del diablo, pecó
[hizo pecado] [1 Timoteo 2:14]. Es por medio del engaño que el diablo seduce la gente.
c. Entonces, ¿qué es el beneficio que nos presta la armadura que Dios nos da? Esto
es: Para que no seamos engañados ni por el Diablo ni por sus ángeles [demonios].
V. 13. Resisten, párense delante.
malos.
Vv. 11, 13. Que no huyamos, a pesar de que los tiempos son
VV. 13-18 En lugar de huir, Tome toda la armadura para pelear. Esto es, hacerse como un soldado
que se viste para ir a la batalla. Hay 7 piezas de armadura para poner.
1. Resisten, manténganse firmes. Ceñidos vuestros lomos con la verdad. O Con la verdad como
cinturón. El vocablo “la verdad” no se refiere aquí a la Biblia, sino que el cristiano hable y viva la
verdad en todas las circunstancias. Esto es, qué hablemos correctamente. “Dejen la mentira, hable la
verdad cada uno a los demás” [Ef. 5:25]. Entonces, habla aquí acerca de la forma que debemos hablar y
conversar, para no seguir el modo del diablo. Así que, es el primer instrumento de guerra que Dios nos
da: La palabra verdadera que sale de nuestros labios.
2. Protegido con rectitud como pectoral [la armadura que protege el pecho del saldado], v. 14.
Esta rectitud se consigue por nuestros trabajos buenos, o sea, nuestras buenas obras.
Dios quiere que seamos buena gente, de buenos modales. El hermano que siempre practica lo bueno no
caerá ante el engaño del diablo.
3. Listos para predicar el evangelio (así como un soldado se alista al ponerse botas), v. 15. El
concepto de zapato en este contexto habla de la clase de zapato que es bueno para pararse firme, no
para correr. Hay dos conceptos en la idea de parar.
a. Uno, que entendamos el mensaje, el evangelio que vamos a predicar. Que tengamos
confianza en este mensaje, y que no tengamos vergüenza del evangelio [Ro. 1:16].
b. Otro, es que siempre estemos listos para evangelizar, hablando el evangelio a otros.
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4. Tengan la fe como un escudo para pagar todas las encendidas del diablo, v. 16. Esto es, de quedar
firmes en la fe en medio de las luchas y las pruebas. Vea 1 P. 1:6-7 y Romanos 8:31-39.
5. Tengan la salvación como un casco para defender la cabeza, v.17. Cada cristiano debe tener la
confianza que manifestó Pablo en 1 Ti. 1:12.
6. Tomen la Palabra de Dios como la espada que el Espíritu Santo les da, v. 17. Para vencer al diablo
y cerrarle la boca hay que hacer como hizo nuestro Señor Jesucristo, Mateo 4:1-11.
7. Haga todo en oración, v. 18. Todo lo que hacemos debe hacerse con oración. Este es un arma de
gran poder.
Tomen nota: Ni el diablo ni sus ángeles pueden orar. No pueden. Pero ellos quieren que nosotros
seamos como ellos, sin orar.
CONCLUSIÓN: Si un creyente desea vencerle al diablo, tiene que resistirle, pero no por su propia
santidad, no por su propio poder. Solamente debe confiar en Dios, procurar una vida recta y santa,
confiando en el poder el Espíritu Santo. Debe ser persona de oración, que toma en serio la palabra de
Dios: Que ora sin cesar. Esta misma enseñanza se desarrolla en las cartas de San Pedro y Santiago.
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LECCIÓN 20
UNAS PREGUNTAS ACERCA DEL DIABLO Y LOS DEMONIOS.
Tema: El diablo y los demonios.
Propósito: Contestar unas preguntas.
Introducción: A veces, cuando se da enseñanza relacionado a los demonios, surgen preguntas. Si es
posible, los hermanos quieren salir de unas dudas que tienen. Este tema es muy extenso. Es claro que en
unas cinco lecciones, no es posible dar una exposición completa del tema. Pero a continuación tratamos
algunas dudas.
l. ¿Entran demonios en la vida y corazón de una persona que no cree en Cristo?
Sí, es posible. Recordemos los casos bíblicos, como, por ejemplo, el caso de María de Magdala, de
quien salieron siete; o el caso de los dos endemoniados de Gadara, cuando los demonios salieron de
ellos y se metieron en los marranos; o el caso de la muchacha de Filipos que por el apóstol Pablo fue
echado el demonio que ella tenía. Hay muchos otros casos que se pueden buscar en el Nuevo
Testamento.
2. ¿Hay casos en nuestros días de hermanos que han echado fuera demonios en el nombre del
Señor?
Si, hay casos genuinos de esto, bien documentado en la historia de misiones.
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3. Hay unos que dicen que las obras de carne [la naturaleza vieja] son demonios, tal como la
fornicación, el adulterio, el licor, el cigarro, el pleito, y muchas otras obras. ¿Es correcta esta
enseñanza? No es correcta. Es caso de malinterpretar las Escrituras.
4. ¿Hay cupo para un demonio en la vida de un verdadero creyente?
El verdadero creyente puede ser influenciado por un demonio, pero no controlado [poseído] por
uno o más de ellos.
5. ¿Existe una relación entre los demonios y los ídolos o imágenes?
Sí. 1 Co. 10:19-20 dice claramente que los sacrificios presentados a los ídolos son sacrificios a los
demonios.
6. Si se sana un enfermo en casa de un espiritista, ¿lo sanó nuestro Dios?
No. A veces aun los demonios aparentemente pueden duplicar las obras de Dios.
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