1.- ARTÍCULO DEL MES: BUCEAR EN INVIERNO. LA ELECCIÓN DEL TRAJE L a elección correcta del traje para bucear en invierno, cuando el mar está a unos 10 grados de temperatura, es fundamental. El frío puede causar desde leves incomodidades hasta problemas físicos de cierta gravedad, por lo que nunca debemos subestimarlo. Si nos equivocamos en la elección del traje de buceo, cuando comprobemos que pasamos frío en el agua, no haremos inmersión más que en los meses cálidos, perdiéndonos así la posibilidad de disfrutar del mar la mayor parte del año. A continuación queremos dedicar un artículo especial en el que le daremos las claves para la elección del traje para bucear en aguas frías. LA ACCIÓN DEL AGUA EN LA TEMPERATURA CORPORAL El organismo humano es capaz de regular su temperatura interna para mantener en regla todas las reacciones metabólicas. Las personas, al igual que el resto de los mamíferos, somos “endotermos”, es decir, podemos regular la temperatura de nuestro organismo con independencia de la temperatura ambiente (o lo que es lo mismo: nuestra temperatura interna no variará aunque cambie la temperatura ambiental). Decimos que existe “equilibrio térmico” cuando el organismo humano no pierde ni gana calor, lo que significa que en superficie es de 25ºC y bajo el agua a 33ºC. El agua absorbe el calor de los cuerpos mucho más rápido de lo que lo hace el aire, por eso resulta más fácil la adaptación térmica en superficie: se hace de manera más gradual. En el agua el cuerpo humano pierde calor 25 veces más rápido que en el aire, por eso con una temperatura del agua por debajo de los 26ºC, la práctica totalidad de los submarinistas sentirán frío. Aunque lleven el mejor de los trajes de neopreno es sólo cuestión de tiempo que la sensación de frío aparezca. El que se sienta frío antes o después puede deberse a varios factores que conviene conocer: – Resulta evidente que el factor más importante es el de la temperatura del agua (generalmente inferior a 33ºC). – Existen también factores de tipo individual, ya que cada persona tiene una resistencia concreta al frío que estará en función de su estado físico, su entrenamiento, su experiencia en inmersiones... – La tolerancia al frío disminuye cuando no se bucea de manera regular. – La realización de ejercicio aumenta el enfriamiento, aún llevando traje isotérmico. El motivo: aumentamos la superficie efectiva de intercambio calórico. – La respiración a través del regulador nos hace perder una importante cantidad de calor. EL TRAJE, NUESTRA SEGUNDA PIEL Efectivamente, bajo el agua nuestro mejor aliado contra el frío será nuestro traje de neopreno. Por eso resulta tan importante que lo elijamos bien. Vamos a analizar los diferentes tipos de trajes de buceo que existen. Cada año aparecen novedades, pero todos los trajes se basan en los mismos principios para el aislamiento del calor del cuerpo de un submarinista del frío medio que lo rodea. Lo primero que debemos saber es que en el mercado encontraremos tres tipos fundamentales de trajes: 1. Húmedo: Es el tipo de traje más utilizado. El método de aislamiento proporcionado por el neopreno se basa en permitir entrar una cierta cantidad de agua que queda retenida en las microceldillas del neopreno (recordemos que es poroso) y permitir que el calor desprendido por el cuerpo humano caliente este agua. 2. 3. 4. Si el agua permanece junto a la piel, ya caliente, evita que entre más agua fría, por lo que el cuerpo no pierde más calor. Si este agua circula porque el traje no está bien ajustado, el agua caliente sale del traje y el agua fría penetra constantemente. El cuerpo intenta calentarla pero como está en circulación no puede, y pasaremos frío. Estos trajes están fabricados en neopreno de diferentes grosores (cuanto más grueso, más protegerá del frío), siendo el grosor más habitual el que va de 5 a 7 mm. Este material hace que el traje tenga algo de flotabilidad, lo cual debe ser tenido en cuenta a la hora de vigilar el lastre usado si cambiamos de traje. También existen trajes más finos (de 1 a 3 mm.) para aguas más cálidas, así como chalecos que pueden llevarse debajo del traje para aguas más frías. Semiseco: Los "semi-secos" son trajes monopiezas, con manguitos estancos en la cara, muñecas y tobillos. Suelen estar dotados de cremallera estanca o, en algunos modelos incluso, carentes de cremalleras que permitan la entrada de agua. Protegen más que los húmedos, sin llegar al extremo de los secos. Pretenden reducir la circulación de agua dentro del traje al mínimo, su principal problema son las cremalleras que son delicadas y necesitan un mantenimiento regular o pierden la estanqueidad, lo que significa frío. Seco: utilizado en temperatura muy bajas. Los trajes secos son parecidos a los semi-secos pero los escarpines están unidos al traje, un punto menos por donde puede entrar el agua. Tienen manguitos estancos en las muñecas y en el cuello o cara según el modelo. El principio de aislamiento no es que el cuerpo caliente una pequeña cantidad de agua como los trajes "húmedos" sino que el agua no entre, por lo que uno puede ir vestido con ropa. El problema de los trajes secos es su propio principio de aislamiento. El traje está lleno de aire, que se comprime con la profundidad, perdiendo en parte el "aislamiento". Por ello hay que ir vestido con estos trajes, para que el aire contenido en los tejidos actúe como aislante. Estos trajes secos llevan una válvula y para controlar la flotabilidad hay que inflar el traje como si fuera un jacket, que por cierto, no es necesario con estos trajes. Otro problema es que con el traje lleno de aire hay que bucear con mucho cuidado, y con más plomo en el cinturón, para no irse a la superficie. Hay que destacar que la forma de nadar con un traje seco es diferente, hay que nadar casi verticalmente. Para vaciar el traje de aire (al subir) se hace por una válvula o manguito del brazo, si no se vacía después de haber inflado el traje en el fondo, la ascensión es descontrolada, como un "globo", acelerando cuanto más cerca de la superficie se encuentre uno. EL TRAJE IDÓNEO Dicho esto, las características que deberá cumplir un traje para que garantice su función aislante son: – Correcto ajuste: es decir, deberá ser ajustado pero cómodo, teniendo siempre en cuenta que las bolsas de agua que circulen por el interior del traje, aumentarán la pérdida de calor. – Revestimiento interior: hay que tener en cuenta que si el traje tiene revestimiento interior, será más hermético, pero tendrá la desventaja de ser más frágil, por lo que corremos el serio riesgo de romperlo en cada puesta. – Con capucha integrada, mucho mejor. – Preferiblemente con manguitos o zonas de mayor ajuste en neopreno, sin revestimientos en cuello, facial, muñecas y tobillos. Su efecto consiste en ajustar bien a la piel y por tanto se evitan corrientes de agua en brazos y piernas. Recordemos que una corriente de agua (fría) significa frío. – Protecciones “extra”: chalecos interiores térmicos, calcetines de neopreno, etc. son sumamente útiles en la época de menores temperaturas. – Costuras: preferiblemente no tendrán salientes ni al exterior ni al interior. Las mejores son dobles y en poliéster, material que no se deshace. – Las mangas deben ser igual de gruesas que el traje, este punto es importante ya que algunos trajes presentan las mangas en un neopreno más fino, por aquello de facilitar los movimientos de los brazos y piernas, algo que no nos interesa si queremos bucear en aguas frías. El traje idóneo para bucear durante todo el año en nuestras latitudes debería tener 7 mm de grosor por lo menos. (Este es el grosor de plancha más común entre los más gruesos que se comercializan) e idealmente debería ser de dos piezas en lugar de monopieza. Por supuesto que los trajes monopieza de 7 mm protegen pero la cantidad de neopreno entre el cuerpo y el agua es "solo" de 7 mm. Los trajes de dos piezas, mono y chaqueta, permiten que sobre el tronco del cuerpo el grosor del neopreno sea de dos capas (14 mm) mientras que brazos, piernas y capucha se quedan con 7 mm. Si el traje cuenta con aislamiento de titanio mucho mejor ya que reduce la pérdida de calor por irradiación en un 20%, eso sí el precio del traje aumentará, pero merece la pena la protección extra si lo que buscamos es un traje para bucear los doce meses del año. Mucha gente no tiene en cuenta que la pérdida de calor corporal no es solo en la zona del cuerpo, ya bastante protegida. La pérdida de calor en brazos y piernas es bastante importante, ya que la superficie de la piel es muy amplia y la irradiación de calor es un factor importante. De hecho, uno empieza a tener frío en las manos y pies, y este frío va progresando por brazos y piernas. Si permanecemos en el agua nos arriesgamos a una hipotermia, bajada de la temperatura central del cuerpo, el cual no puede compensar la pérdida de calor. Para los pies podemos emplear escarpines "blandos" (sin suela) como si fuesen calcetines, bajo los escarpines "duros" (con suela). De esta forma aumentaremos de forma considerable el aislamiento en los pies. Si el traje tiene manguitos en los tobillos, hay que recordar que estos manguitos deben tocar la piel, sino pierden su efecto aislante, por lo que los "calcetines" deben ir por encima de la pernera en el tobillo en este caso. Por último con los guantes poco se puede hacer, ya que es raro encontrar guantes por encima de 3 mm. Esto se debe a que por encima de estos grosores perderemos mucho tacto en las manos y no es recomendable. Para aguas muy frías podemos llegar hasta los 5 mm si nos encontramos cómodos con este grosor.