Nota Médica TOS CONVULSA INFORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN SOBRE DICHA ENFERMEDAD La tos convulsa (o también llamada tos ferina) es una infección aguda de las vías respiratorias. Su descripción data del siglo XVI y Syndenham fue el primero en utilizar el término “Pertussis” que significa tos intensa. Se trata de una enfermedad infecciosa aguda altamente contagiosa de las vías respiratorias altas, causada por bacilos de la especie Bordetella Pertussis. Se caracteriza por inflamación traqueo bronquial y accesos típicos de tos violenta, espasmódica con sensación de asfixia, que terminan con un ruido estridente (tos convulsiva o convulsa) durante la inspiración. ETIOLOGÍA La causante de dicha enfermedad, como ya señaláramos es la Bacteria Bordetella Pertussis. Una enfermedad similar pero más leve es causada por la Bordetella Parapertussis y otros organismos, los que en conjunto producen lo que se describe como el “Síndrome coqueluchoide”. La incidencia anual de la tos convulsa a nivel mundial es de sesenta millones de casos, de los cuales más de 500.000 son mortales, de ahí la importancia del tema. La epidemiología de la enfermedad ha cambiado significativamente desde la vacunación introducida en los años 1940, disminuyendo drásticamente la incidencia de ésta enfermedad. En los últimos años ha comenzado a aumentar su incidencia y se piensa que éste hecho se corresponda con la disminución de la inmunidad tras la vacunación, con el envejecimiento de la población que recibió una vacuna menos eficaz y con el aumento del conocimiento y del diagnóstico de la enfermedad. Cuando no se produce una reinfección natural por bordetella Pertussis o si no se administran las dosis de refuerzo de la vacuna, los adolescentes y adultos son susceptibles de padecer la enfermedad tras una exposición, y las madres proporcionarán una protección pasiva inadecuada o nula a los lactantes más pequeños, población definida como de mayor riesgo. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Por lo general es una enfermedad prolongada que se divide en tres etapas: 1 Nota Médica 1. Etapa Catarral: dura de una a dos semanas como resfrío común inespecífico. 2. Etapa Paroxístico: dura 2 a 6 semanas, su inicio está marcado por la tos que se hace intermitente e irritativa, evolucionando a la tos paroxística que es el auténtico sello de la enfermedad. 3. Etapa de Convalecencia: de 2 semanas hasta 3 meses de duración de los síntomas, los mismo van disminuyendo gradualmente. Los lactantes menores de 3 meses no muestran las etapas clásicas de la enfermedad, es más evidente y prolongada la segunda etapa. Los niños inmunizados presentan un acortamiento de todas las etapas de la tos convulsa. El tiempo que transcurre desde la exposición hasta el desarrollo de los síntomas, período de incubación, se estima entre tres y quince días. En la etapa inicial (etapa catarral) parece un resfriado común. Se presenta con estornudos, enrojecimiento de los ojos y fiebre leve. Luego aparece la etapa paroxística con una tos breve, seca e irritante que persiste. La aparición de la tos característica revela el comienzo de la segunda etapa. Las crisis suceden a intervalos regulares, repitiéndose a veces rápidamente y otras con intervalos de varias horas. Por lo general se produce un vómito inmediatamente después de la crisis. Por último, la etapa de convalecencia dura aproximadamente de 1 a 3 meses y se caracteriza por una resolución gradual de los episodios de tos. EPIDEMIOLOGÍA En nuestro país, la tos convulsa está incluida dentro del Código Nacional sobre Enfermedades y Eventos Sanitarios de Notificación Obligatoria. La tos convulsa puede afectar a todos los grupos etarios; sin embargo existe un claro predominio en la edad pediátrica. En los menores de 1 año se observan los cuadros clínicos más graves, debido fundamentalmente a complicaciones como apnea, convulsiones y lesión cerebral (1 en 500 casos) y neumonía (1 de cada 16 niños); presentando una mortalidad global de 1 cada 250 casos. La letalidad estimada es de 1 % en menores de un año. El reservorio es exclusivamente humano. La distribución es mundial, sin predominio geográfico ni racial. En poblaciones más concentradas, se reporta más frecuentemente a fines de invierno y principios de primavera. El mecanismo de transmisión es respiratorio, a través de la inhalación de gotitas de secreciones respiratorias expelidas por la tos del enfermo o de un portador asintomático. La transmisión se produce durante la etapa catarral, en especial la fase temprana (1 a 2 2 Nota Médica semanas) y durante la etapa paroxística, siendo en total de 3 semanas en la enfermedad librada a su evolución natural, pues una vez comenzado el tratamiento con antibióticos se esteriliza a los 5 días. La susceptibilidad a ésta enfermedad es universal. El período de incubación es de 10 días, con un rango de 7 a 21 días. Se presenta en las poblaciones como una enfermedad endémica, con brotes epidémicos o epidemias cada 3-4 años. Se considera: ü Caso sospechoso de Tos convulsa: a toda persona que presente tos persistente de al menos 14 días de duración o quienes padecen tos de cualquier duración que se presente como tos paroxística o acompañada de 1 o más de los siguientes síntomas o signos: estridor o reprise inspiratorio, vómito luego de la tos, apnea, cianosis, convulsiones, antecedente de contacto con caso sospechoso, sin otra causa que lo explique. ü Caso confirmado de Tos convulsa: a todo caso sospechoso que presente: ? Cultivo positivo para Bordetella pertussis. ? Resultado de PCR positivo para Bordetella pertussis o Bordetella parapertussis. ? Asociación epidemiológica con un caso confirmado. ü Contacto de Tos convulsa: a todo individuo conviviente en el domicilio del enfermo, presentando contacto directo con secreciones respiratorias del enfermo sin utilizar medidas de protección. MEDIDAS RECOMENDADAS ANTE UN CASO SOSPECHOSO ü Aislamiento respiratorio: Todo caso sospechoso debe ser aislado de los lugares donde desarrollan sus actividades habituales hasta completar 5 días de tratamiento con Antibióticos, en particular de lactantes y niños pequeños. ü Tratamiento sintomático: desinfección de las secreciones nasofaríngeas y de los objetos contaminados. ü Tratamiento antibiótico: El tratamiento antibiótico habitualmente no determina una reducción de la severidad del cuadro clínico a menos que se inicie previo al comienzo de la fase paroxística. El tratamiento es fundamental para reducir la transmisibilidad, siendo un pilar de control de esta enfermedad. 3 Nota Médica MEDIDAS RECOMENDADAS DE CONTROL Y PREVENCIÓN Identificación de contactos. ü Tratamiento de los contactos: todos los contactos deben recibir tratamiento ü quimioprofiláctico con macrólidos para disminuir la transmisibilidad. El tratamiento es independiente del estado vacunal. Los contactos identificados deben tener el esquema de vacunación completo, acorde a la edad (vacuna pentavalente a los 2, 4, 6 y 15 meses de edad), según las pautas vigentes. Los niños que no tengan las 4 dosis, deben completar el esquema, respetando los intervalos mínimos entre cada dosis: Hasta los 5 años: con vacuna pentavalente: 1º, 2º, 3º dosis de pentavalente con ü intervalo de 2 meses entre cada una. La 4º dosis de vacuna pentavalente a los 15 meses o respetando intervalo de 6 meses con la 3º dosis. A los 5 años: con vacuna DPT ü A partir de los 6 años: con vacuna dT (si no recibió ninguna dosis previamente se ü considera completamente vacunado con 3 dosis de dT) Se recomienda aplicar 1 dosis de vacuna DPT a los contactos menores de 7 años que no hayan recibido 4 dosis de DPT o cuya última dosis supere los 3 años de administrada. Dra. Magali España Pediatra 4