APRENDIZAJE DE CONDUCTAS PRO SOCIALES DESDE LA PRIMERA INFANCIA COMO ESTRATEGIA PARA EL MEJORAMIENTO DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR Y LA PREVENCIÓN DEL “BULLYING” MARTA SOFIA AGUILAR CARTAGENA PROYECTO DE INTERVENCIÓN ESPECIALIZACIÓN EN NEURO DESARROLLO Y APRENDIZAJE UNIVERSIDAD CES MEDELLÍN 2014 1 APRENDIZAJE DE CONDUCTAS PRO SOCIALES DESDE LA PRIMERA INFANCIA COMO ESTRATEGIA PARA EL MEJORAMIENTO DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR Y LA PREVENCIÓN DEL “BULLYING” MARTA SOFIA AGUILAR CARTAGENA PROYECTO DE INTERVENCIÓN PARA OPTAR AL TÍTULO DE ESPECIALIALISTA EN NEURODESARROLLO Y APRENDIZAJE Profesor JUAN CARLOS JARAMILLO ESPECIALIZACIÓN EN NEURO DESARROLLO Y APRENDIZAJE UNIVERSIDAD CES MEDELLÍN 2014 2 CONTENIDO 1. TEMA 5 2. PROBLEMA 6 3. JUSTIFICACIÓN 8 4. OBJETIVOS 9 4.1 Objetivo General 9 4.2 Objetivos Específicos 9 5. METAS 11 6. MARCO REFERENCIAL 12 6.1 Metodología 23 6.1.1 El Aprendizaje Social y Juego Cooperativo 23 7. MARCO LEGAL 26 7.1 Ley Antibullying 26 8. 31 DESTINATARIOS 8.1 Ubicación y Centros de Influencia 31 9. 32 CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES 10. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL PROYECTO 33 10.1 Recursos Humanos 33 3 10.2 Recursos Monetarios 34 10.3 INGRESOS 34 11. LOS PRODUCTOS 35 12. EVALUACIÒN 36 BIBLIOGRAFÍA 37 CIBERGRAFÍA 38 4 1. TEMA Promoción de los comportamientos pro sociales para la prevención de la violencia escolar o bullying. 5 2. PROBLEMA Es necesario tener en cuenta el carácter temprano en la prevención del comportamiento agresivo en niños/as, ya que con frecuencia estos problemas se comienzan a externalizar en la edad preescolar, y teniendo en cuenta que es en este período en el que se origina la socialización de la agresión; es por esto que resulta muy conveniente actuar en este ciclo de vida para frenar tempranamente el desarrollo de una trayectoria hacia la violencia. Además, si se tiene presente que durante los años preescolares los niños presentan avances significativos en su desarrollo cognitivo, lingüístico y socioemocional, en este período presentan condiciones óptimas para emocionales, que sirvan desarrollar competencias sociales, cognitivas y como factores protectores contra el desarrollo o la continuación de patrones de comportamiento agresivo. Las situaciones de violencia escolar se presentan significativamente en la edad escolar y la adolescencias, sin embargo, pueden empezar a manifestarse en la edad preescolar, siendo necesario intervenir los distintos contextos de socialización de los niños/as, familia, escuela y pares. De acuerdo a lo anterior, es necesario intervenir el contexto escolar , así como proporcionar al equipo de docentes herramientas desde lo conceptual y metodológico 6 que permitan intervenir la agresión y desarrollar los comportamientos pro sociales enriqueciendo su bagaje y su práctica educativa en el ámbito preescolar, pues va a favorecer a los niños y las niñas en el desarrollo de competencias y habilidades sociales como vía efectiva para reducir la violencia y sustituirla por comportamientos pro sociales que de acuerdo a lo esperado aumentan la solidaridad, el respeto, la reciprocidad, la calidad en las relaciones interpersonales. 7 3. JUSTIFICACIÓN Con la inclusión del tema de la pro socialidad, se espera fortalecer las relaciones más significativas y cotidianas en relación con la primera infancia, para que encuentren la oportunidad de interactuar de manera constructiva dado que en esta etapa del desarrollo humano ofrece oportunidades únicas para cambiar el curso del desarrollo de los niños y las niñas en situación de riesgo; ya que la educación muestra un progreso en su concepción como educación inicial, la cual se constituye en una forma de educación basada en el afianzamiento del conocimiento a partir del diálogo de saberes entre adultos y niños, en el cual todas las dimensiones del ser humano son medio y expresión del aprendizaje y por otro lado, emprender acciones para la reducción de los índices de violencia escolar, en el camino hacia la no repetición de esta problemática y el goce efectivo de los derechos. 8 4. OBJETIVOS 4.1 Objetivo General Capacitar a los agentes educativos en estrategias pedagógicas orientadas a intervenir adecuadamente sobre la agresión y a desarrollar comportamientos pro sociales en los niños de 3 a 5 años en los CDI, que contribuyan a la disminución del bullying. 4.2 Objetivos Específicos · Promover los comportamientos pro sociales como estrategia efectiva y eficaz para la reducción del bullying y/o acoso escolar. · Desarrollar capacidades y habilidades para resolver conflictos constructivamente. · Propiciar un ambiente escolar y familiar que contribuya a la aprehensión y apropiación de comportamientos pro sociales. 9 · Detectar aquellos niños/as que presenten problemas de comportamientos agresivos y se encuentren en riesgo. 10 5. METAS Capacitar 40 agentes educativos en comportamientos pro sociales y prevención de bullyng o violencia escolar. Lograr que el 70% de los agentes educativos participen al menos en seis actividades de la capacitación programada en el proyecto. Lograr que el 70% de los participantes hayan adquirido las herramientas metodológicas para la enseñanza de los comportamientos pro sociales y prevención del bullyng en el aula. Conseguir que los agentes educativos realicen un trabajo efectivo en el desarrollo de comportamientos pro sociales. 11 6. MARCO REFERENCIAL COMPORTAMIENTOS PRO SOCIALES EN LA PRIMERA INFANCIA: partiendo de una perspectiva de ciclo vital que entiende el desarrollo de las personas como una dinámica multidimensional en la línea del tiempo, mediante la interacción y el moldeamiento de factores biológicos, psicológicos y psicosociales. Esto permite mostrar como un mismo hecho o acontecimiento incide de maneras diversas en un mismo individuo, no sólo en razón de su edad sino de su inscripción generacional. También implica que un mismo problema puede ser abordado de modos distintos, no únicamente con la ocurrencia de los factores mencionados, sino a partir de las perspectivas y la confianza que desarrollan los individuos a partir de la experiencia acumulada. El término desarrollo se entiende como un proceso de reconstrucción y reorganización permanente. Tres aspectos caracterizan la concepción de desarrollo. En primer lugar el desarrollo cognitivo, lingüístico, social y afectivo de los niños, no es un proceso lineal, por el contrario, se caracteriza por un funcionamiento regular de avances y retrocesos. 12 En segundo lugar, el desarrollo no tiene un principio definitivo y claro, es decir, no inicia desde cero. Y en tercer lugar, el desarrollo no parece tener una etapa final. En otras palabras, nunca concluye, siempre puede continuar. (Rebeca Puche Navarro y Cols., 2010) La primera infancia es la etapa del ciclo vital en las que se establecen las bases para el desarrollo cognitivo, emocional y social del ser humano. Comprende la franja poblacional que va de los cero a los seis años de edad” (Código de la Infancia y Adolescencia. Art. 29 Ley 1098 del 2006). También en el artículo 28 de esta Ley se habla del derecho de los niños, niñas y adolescentes a una educación de calidad, es obligación del estado garantizar un año de preescolar y nueve de educación básica. Todo esto enmarcado dentro del Interés superior de los niños, niñas y adolescentes como el imperativo que obliga a todas las personas a garantizar la satisfacción integral y simultanea de todos sus derechos humanos, que son universales, prevalentes e interdependientes (Código de la Infnacia y Adolescencia, Ley 1098 de 2006., 2014). Se caracteriza porque durante ella ocurren profundas transformaciones en el desarrollo del ser humano, por lo cual, las situaciones de contexto influyen de manera determinante en los niños y niñas en sus ámbitos social, emocional y cognitivo. En virtud de ello, numerosos estudios demuestran que invertir en este ciclo de vida redunda en beneficios en términos económicos y de desarrollo humano, como mayor productividad en la adultez, reducción de la carga de las pérdidas en el 13 desarrollo humano y la contribución a la ruptura de ciclos de pobreza intergeneracionales. Los beneficios a largo plazo de esta inversión se reflejan además en los ámbitos como la salud y la cohesión social, los cuales aumentan el desarrollo del individuo, la familia y la comunidad. Lo sucedido en la primera infancia tiene efectos sobre el comportamiento y afecta la salud física y emocional de los niños y niñas en cada una de las etapas de su desarrollo posterior. Ahora bien, cuando un niño no logra aprender a regular su agresión durante la primera infancia ni en la etapa escolar, y presenta problemas de comportamiento, infortunadamente el pronóstico que se puede hacer de estos niños es muy negativo, ya que tienen mayores probabilidades de sufrir más adelante diversos problemas, dentro de estos se encuentran: un pobre desempeño académico, deserción escolar, consumo de alcohol, adición a sustancias psicoactivas, precocidad y promiscuidad sexual, infracción de normas de tránsito, inestabilidad laboral y afectiva, violencia intrafamiliar, delincuencia y criminalidad adulta (Klevens, J. Bayron, 2000). Los cinco primeros años de la vida del niño/a son determinantes en su desarrollo psicosocial, por cuanto en este período ellos viven experiencias significativas y desafiantes para los padres, cuidadores y maestros. Lo cual significa 14 que en la primera infancia los procesos de aprendizaje deben ser significativos y funcionales; es decir, tener un sentido para quien lo aprende y que a la vez represente un beneficio, una utilidad, que le permita a los niños y niñas trascender del ámbito escolar a otros espacios, es por tales motivos que en la pro socialidad se busca apropiarse de conocimientos dirigidos a establecer diferentes formas de interacciones sociales adecuadas que promuevan una sana convivencia en los diferentes ámbitos de socialización de los niños y niñas (Tremblay, 2002). Durante los años del Preescolar, se da el período crítico para enseñar a los niños/as los principios básicos de una interacción social: el compartir, el compromiso, la cooperación y la comunicación verbal (Ibid.) Definimos la conducta pro social como toda conducta social positiva, con o sin motivación altruista (conductas con dar, ayudar, cooperar, compartir, consolar…). Así mismo, entendemos por situación cooperativa aquella en que los objetivos de los individuos participantes se relacionan de manera tal, que cada uno pueda alcanzar su meta y sólo si los otros logran alcanzar la suya, mientras que en una situación competitiva sería aquella en la que un individuo alcanza su objetivo, si y sólo los demás no logran alcanzarlo (Garaigordobil Landazábal, s.f.). La pro socialidad es el resultado de comportamientos positivos y de un gran beneficio en las relaciones interpersonales, los comportamientos prosociales deben 15 ser enseñados y promovidos desde el interior de la familia por padres y cuidadores y desde los ambientes educativos toda vez que en dichos ambientes se propicia y favorece el proceso de formación de los niños y niñas, por lo cual el medio familiar y el medio escolar se constituyen en modelos positivos y/o negativos, esenciales por el rol que desempeñan en los procesos de aprendizaje y construcción social en la primera infancia. La conducta pro social depende de multitud de factores interrelacionados, factores asociados a la cultura, al contexto familiar, al ámbito escolar, así como otros factores relacionados con el desarrollo personal como son: la edad, el desarrollo cognitivo y moral, la capacidad de toma de perspectivas, la empatía, el estado emocional… Es decir, la conducta pro social está mediada o determinada por numerosos factores situacionales y de personalidad (Garaigordobil Landazábal, s.f.). Los estudios sobre el desarrollo cerebral confirman que las emociones provienen del cerebro, y así como se pueden controlar los impulsos sexuales en contextos determinados, también es posible controlar los impulsos agresivos porque los niños y niñas van adquiriendo autoconciencia y herramientas, tales como el lenguaje, para expresar lo que sienten, cuando en el cerebro hay una pobre corteza cerebral pre frontal, hay predisposición a la agresión y menores habilidades lingüísticas. Las capacidades del cerebro están influenciadas por la genética y el entorno modela el cerebro humano, que es muy maleable en las primeras etapas del desarrollo. A los cinco años los niños y niñas tienen más o menos el peso del 16 cerebro de los adultos y realizan actividades muy parecidas a ellos. Pero además el temperamento es otro factor que incide en la agresión y está determinado por factores genéticos. El cerebro tiene dos sistemas activos: uno que permite contener los comportamientos agresivos, crea miedo, control, frena y el otro, acelera los comportamientos agresivos (Raine, 2007). Se ha demostrado que determinados factores de crianza, en especial el control, el afecto, el cariño, son fundamentales para el desarrollo de la conducta prosocial de los niños y niñas. Se resalta la importancia de la dimensión afectiva, el apoyo emocional, el refuerzo positivo de los niños. Todo lo anterior se asocia a estilos de crianza que promuevan los vínculos afectivos, el respeto a la diferencia, la tolerancia, la solidaridad entre sus integrantes, lo cual contribuye al desarrollo de habilidades sociales evidenciándose en la capacidad de interactuar de manera constructiva en un contexto social dado. Por tanto los niños y niñas quienes son socialmente habilidosos, por lo general en sus relaciones con los demás, expresan sus sentimientos, actitudes, deseos, opiniones y derechos. De esta forma comportamientos prosociales son aquellos comportamientos esperados y deseados en donde los niños y niñas encuentran en sus relaciones más significativas y cotidianas la oportunidad de interactuar de manera constructiva. Se puede observar en aquellos niños y niñas que ayudan y ofrecen ayuda a otras personas; comparten, cooperan, trabajan con otros, participan en diferentes juegos, hacen tareas o actividades; intercambian a menudo sonrisas con las personas que 17 hablan y juegan; fácilmente escuchan y aceptan las sugerencias de los adultos; felicitan, halagan, agradecen y miran a los ojos; tienen la capacidad de interactuar con otras personas; expresan verbalmente su satisfacción o desaprobación sobre lo que hacen los otros, tienen gestos afectuosos con las personas que los rodean. Generalmente estos niños y niñas afirman sus derechos y hacen solicitudes o rechazan peticiones sin gritar o amenazar, se cuidan así mismos, pueden proponer otras soluciones, muestran buen desempeño en sus cuidados personales, son capaces de expresar lo que sienten, sentimientos positivos y negativos, con respecto a las personas y situaciones. La interacción cooperativa estimula la empatía, el descentramiento emocional y mejora la autoestima. Además el aprendizaje cooperativo incrementa el rendimiento académico y la memoria, fomentando una percepción más positiva del aprendizaje, de la tarea, y un incremento de la motivación intrínseca (Garaigordobil Landazábal, s.f.). La conexión entre la empatía y la conducta pro social se pone de manifiesto en numerosos estudios, hasta el punto de concluir que la empatía aparece como el principal motivador de la conducta pro social, tanto en el componente emocional preocupación por el otro; como en el cognitivo capacidad de ponerse en el lugar del otro o toma de perspectiva (Garaigordobil, 2003). 18 De esta forma la empatía y la pro socialidad son consideradas como principales inhibidores de la agresividad, operando como factores protectores ante el desarrollo de la inestabilidad emocional y la falta de autocontrol. Es decir, se trata de mantener comportamientos emocionales estables y la inhibición de conductas agresivas. La agresión física disminuye también cuando los niños comienzan a desarrollar habilidades sociales. Estas habilidades se traducen en comportamientos que muestran la facilidad que tiene el niño o la niña para acercarse y comprender a los otros, incluido a los adultos; este aspecto está relacionado con el compartir, el ayudar a otros, el respetar los turnos, así como también el cumplir con los compromisos adquiridos. Los niños y niñas que están desarrollando las habilidades sociales tratarán de cooperar con otros, buscarán la comprensión y simpatía, y serán capaces de hacer comentarios sobre las emociones de otros niños como por ejemplo "Está triste porque su helado se le ha caído". El dominio de estas habilidades ofrece a los niños otra manera de obtener lo que quieren como una forma de evitar el conflicto (Tremblay, 2002). Entre las habilidades sociales más importantes en los niños se encuentran: • Acercarse a un nuevo compañero o a un grupo de compañeros para jugar. 19 • Identificar sus emociones y las de los otros. • Mostrarse cooperativos con los adultos y con otros niños. • Expresar sus emociones en lugar de vivir una rabieta. • Emplear la negociación con otros para compartir y cooperar con el propósito de alcanzar una meta (Tremblay, 2002). Las habilidades sociales tienen también valor para reducir el uso de agresión física entre los niños. Estas habilidades darán al niño alternativas de agresión como un medio para satisfacer sus necesidades. La falta de habilidades sociales en el niño se traduce en aislamiento y afecta al desarrollo, lo cual provoca un mayor aislamiento. Los niños agresivos físicamente carecen con frecuencia de habilidades sociales, tal vez porque no aprendieron de manera natural a utilizarlas, porque no se les enseñó adecuadamente y/o porque cualquiera que haya sido la intervención que tuvo lugar con ellos no fue la adecuada. El vivir en una sociedad requiere que las personas aprendan a utilizar de manera pacífica las formas socialmente aceptadas para alcanzar las metas. Y todas estas lecciones tan importantes no pueden tardar en aparecer desde muy temprana edad. De hecho, es durante la etapa de educación infantil y/o Preescolar cuando se 20 da el momento fundamental para que los niños y niñas aprendan a sustituir las estrategias de agresión por estrategias socialmente apropiadas que sustituyan la agresión física, verbal e indirecta. La aproximación más eficaz pone de manifiesto la necesidad de intervenir en diversos frentes, comenzando desde el ambiente al que está expuesto el niño aún antes del nacimiento. Por ejemplo, un ambiente prenatal saludable y una alimentación postnatal saludable contribuyen directamente al crecimiento de estructuras cerebrales saludables. Ambas son condiciones necesarias para el desarrollo de las habilidades que se requieren para manejar mejor el temperamento, los impulsos y el comportamiento y así como a expresar las necesidades y frustraciones del niño o la niña de una manera socialmente aceptada. Desde el vientre, los niños necesitan cariño, comprensión, estimulación e interacción. Durante sus primeros tres años de vida, el afecto físico, el cuidado y juego, incluyendo “jugar a pelear”, son fundamentales para el desarrollo adecuado de las áreas del cerebro que controlan la socialización. Entre los tipos de agresión se encuentran: 21 · Agresión física: golpear, abofetear, patear, morder, empujar, arrebatar, entre otros. · Agresión verbal: el uso de palabras hostiles para insultar, amenazar, enfadar o intimidar; por lo general acompañadas con gestos de amenaza y con frecuencia es seguida por una agresión física. · Agresión indirecta: es una forma de agresión más compleja que incluye el perjuicio al hacer correr rumores, al tratar de degradar o humillar, o incluso al excluir a un individuo de un grupo. · Agresión proactiva: actos agresivos sin provocación. · Agresión reactiva: se le conoce como agresión reactiva a la agresión física que ocurre como resultado al percibir una amenaza o provocación (ya sea accidental o no). Por ejemplo, si un niño está jugando con su juguete favorito y pega a otro niño porque se le está acercando demasiado y teme que le quite su juguete. O bien, puede no reaccione hasta que otro niño le haya arrebatado el juguete. La reacción reactiva tiende a ocurrir con mayor frecuencia cuando los niños se enfrentan con múltiples fuentes de frustración y enfado (Tremblay, 2002). 22 6.1 Metodología 6.1.1 El Aprendizaje Social y Juego Cooperativo Los programas de juego cooperativo y creativo, tienen dos grandes objetivos generales. En primer lugar, pretenden potencial el desarrollo integral de los niños y niñas que no presente dificultades en su crecimiento, incidiendo especialmente en diversos aspectos socioemocionales y en el desarrollo de la creatividad. En segundo lugar, estos programas tienen una función terapéutica, ya que con estas experiencias de juego se intenta integrar socialmente a niños y niñas que presentan dificultades en interacción con sus compañeros y/o dificultades en otros aspectos de su desarrollo (Garaigordobil Landazábal, s.f.). Este enfoque reconoce que los comportamientos son el resultado del aprendizaje, si alguien se comporta de cierta forma, es porque aprendió este comportamiento. O mejor aún, porque ni aprendió otros comportamientos que podrían ser más apropiados. Las dificultades en los niños y niñas son vistas como la ausencia de comportamientos apropiados que dan lugar a la presencia de comportamientos inapropiados. Del mismo modo, así como los comportamientos son aprendidos, también pueden ser desaprendidos por un nuevo comportamiento que lo sustituya (Bandura, Albert, 2012). 23 El aprendizaje social identifica dos tipos de mecanismos que influyen en el comportamiento de los niños y niñas: la imitación y el refuerzo. La imitación se refiere a la repetición de comportamientos observados en otros y que le sirven de modelos, o también la práctica de comportamientos que le han sido enseñados, no todos los comportamientos de imitan depende de que esa persona sea con la que el niño se identifica. El aprendizaje social reconoce que cuando los comportamientos son reforzados hay una alta probabilidad de que estas manifestaciones se repitan, especialmente cuando las consecuencias de estos comportamientos han tenido los efectos deseados por medio de aprobaciones y ganancias. Es entonces cuando se presentan cadenas de interacciones sociales que tienen un antecedente, una respuesta y una consecuencia, de modo que permite ver y saber no solamente cómo los comportamientos se aprenden, sino también cómo son mantenidos por las respuestas del medio (Bandura, Albert, 2012). . De acuerdo con los resultados del aprendizaje social fomenta el desarrollo de comportamientos prosociales en la primera infancia, además de disminuir las conductas agresivas, también mejora el auto concepto y la estabilidad emocional, aumentando la inteligencia y a creatividad. Se asocia al aprendizaje social la idea de aceptarse, cooperar, compartir, tomar decisiones, negociar, escuchar, dialogar. 24 La evidencia empírica ha puesto de relieve que el juego le permite al niño desarrollar su pensamiento, satisfacer necesidades, explorar y descubrir, el goce de crear, elaborar experiencias, expresar y controlar emociones, ampliar los horizontes de sí mismo, aprender a cooperar… por lo que se puede afirmar que estimular la actividad lúdica positiva, simbólica, constructiva y cooperativa en contextos escolares es sinónimo de potenciar el desarrollo infantil (Garaigordobil Landazábal, s.f.). Los juegos cooperativos eliminan el miedo y la angustia, con la participación de todos fortalecen la capacidad de comunicación de forma asertiva, promoviendo la interacción amistosa, multidireccional, entre los miembros del grupo, lo cual permite potenciar progresivamente y estimular la dinámica relacional, los juegos de comunicación, además aumentan la cohesión grupal; es decir, la capacidad de trabajar en equipo, todo esto contribuye al desarrollo de conductas prosociales, subyaciendo a ello la idea de aceptarse, cooperar y contribuir a fines comunes (Garaigordobil Landazábal, s.f.). 25 7. MARCO LEGAL 7.1 Ley Antibullying La Ley 1620 de 2013 tiene por objeto contribuir a la formación de ciudadanos activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa, pluralista e intercultural, en concordancia con el Mandato Constitucional y la Ley General de Educación –Ley 115 de 1994–, mediante la creación del Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar, que promueva y fortalezca la formación ciudadana y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes, de los niveles educativos de Preescolar, Básica y Media y prevenga y mitigue la violencia escolar y el embarazo en la adolescencia (República de Colombia , 2013) La ley trae la definición de acoso escolar o bullying: Conducta negativa, intencional metódica y sistemática de agresión, intimidación, humillación, ridiculización, difamación, coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o por medios electrónicos contra un niño, niña, o adolescente, por parte de un estudiante o varios 26 de sus pares con quienes mantiene una relación de poder asimétrica, que se presenta de forma reiterada o a lo largo de un tiempo determinado. También puede ocurrir por parte de docentes contra estudiantes, o por parte de estudiantes contra docentes, ante la indiferencia o complicidad de su entorno. El acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el bienestar emocional y el rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente de aprendizaje y el clima escolar del establecimiento educativo. Además trae la definición de Ciberbullying o ciberacoso escolar: forma de intimidación con uso deliberado de tecnologías de información (Internet, redes sociales virtuales, telefonía móvil y videojuegos online) para ejercer maltrato psicológico y continuado. La Ley contra el matoneo escolar es una serie de políticas y normas que buscan proteger, atender y castigar ante las autoridades pertinentes, el acoso y la violencia juvenil que en la actualidad afecta a un gran número de jóvenes. Para esto se conformó el Sistema Nacional de Convivencia escolar en el que los colegios, la familia, la sociedad y el Estado, velarán por la protección de los derechos de esta población (República de Colombia , 2013). 27 La norma permitirá que casos como burlas crueles, ataques, golpes, chantajes, presiones, ya no queden en el anonimato y sean debidamente atendidos y castigados. Desde la activación de ésta el estudiante podrá acudir a los Comités de Convivencia en los que podrá exponer su caso donde se activarán todos los protocolos para procesar el caso. Conocido el hecho, se informará tanto a directivas del colegio, docentes, estudiantes involucrados y padres de familia, tanto del agresor como de la víctima. Posteriormente se buscarán las alternativas de solución frente a los hechos presentados, procurando encontrar espacios de conciliación que garanticen la atención integral y el seguimiento pertinente para cada caso. Las situaciones que no puedan ser resueltas por las vías que establece el Manual de Convivencia y que requieran de la intervención de otras entidades o instancias, serán trasladadas según corresponda al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), a la Comisaría de Familia, a la Personería Municipal o Distrital o la Policía de Infancia y Adolescencia. En el caso que cualquiera de los actores del sistema no cumplan con su misión por omisión, incumplimiento o retraso, se sancionarán de acuerdo con lo establecido en el Código General y de Procedimiento Penal, el Código Único Disciplinario y el Código de la Infancia y la Adolescencia. Las penalidades irán desde amonestación hasta cancelación de la licencia. 28 La norma también sanciona el matoneo de profesores contra estudiantes o por parte de estudiantes contra docentes, ante la indiferencia o complicidad de su entorno. El acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el bienestar emocional y el rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente de aprendizaje y el clima escolar del establecimiento educativo. El bullying puede generar aislamiento social. En la vida adulta dificultades para relacionarse, inseguridad, baja autoestima, nerviosismo, ansiedad, agresividad, apatía, síntomas depresivos o fobias. Se crea un “Sistema de información unificado” con el que se identificarán, registrarán y seguirán los casos de violencia escolar, acoso y vulneración de derechos sexuales y reproductivos que afecten a los estudiantes. Esa información servirá de base para la toma de decisiones y la reorientación de estrategias y programas que fomenten un adecuado clima escolar. El Comité Nacional de Convivencia Escolar estará conformado, entre otros, por los Ministerios de Educación, Cultura, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y de Salud y Protección Social, el ICBF, la Defensoría del Pueblo y las dos instituciones educativas -una pública y una privada- con los mayores puntajes en las pruebas Saber 11 del año inmediatamente anterior. 29 A nivel territorial se crearán comités departamentales, municipales y distritales de convivencia escolar. Y en los establecimientos educativos se integrará un Comité de Convivencia. Por medio de este proyecto se pretende articular la Ley en lo concerniente a la intervención del bullying en la parte de la prevención, que es fomentar el mejoramiento de la convivencia y el clima escolar con el fin de generar un entorno favorable para el ejercicio real y efectivo de los derechos de los niños y niñas. 30 8. DESTINATARIOS Perfil. Agentes Educativos mayores de 25 años. Procedencia: Agentes Educativos de los Centros de Desarrollo Integral del Municipio de Yolombó, Departamento de Antioquia. Número y cobertura: Reales : 60 Potenciales :120 Cobertura del 50% sobre el total de potenciales. Fuentes de los datos: fuentes de los mismos Centros de Desarrollo Infantil. 8.1 Ubicación y Centros de Influencia Sede Principal del Centro de Desarrollo Infantil Sonrisitas, ubicado en la calle principal de Barrio La Beneficencia. Zona de Influencia: Municipio de Yolombó, Zona Urbana y Rural. 31 9. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES 32 10. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL PROYECTO 10.1 Recursos Humanos Nº PERSONAL VINCULADO AL PROYECTO 1 Responsable del Proyecto 1 Trabajador Social 1 Psicólogo 2 Pedagogos 1 Coordinadora Educativa 2 Trabajadoras para Servicios de Alimentación 1 Tesorero responsable del manejo del Presupuesto 1 Representante Legal Asuinfancia Operador del Centro de Desarrollo Infantil quién hará el aporte económico para operar el programa. Secretario de Gobierno Municipal de Yolombó, quien hará un aporte para ayudar a operar el programa. 1 33 10.2 Recursos Monetarios RECURSOS 1. MATERIALES ADSCRITOS AL PROYECTO PROYECTO Infraestructura y Equipo-Medios y materiales técnicos Cámara Filmadora y de Viden Internet Gastos de Desplazamiento y Comunicación Materiales de Consumo (cartulinas, lápices de colores, marcadores, reglas, papel Bond, revistas, borradores, Colbón y cinta de enmascar) Hula-hula y lazos Tableros borrables 1. HUMANOS COSTO $ 3.500.000 1.500.000 500.000 500.000 Servicios de alimentación (refrigerios) 1. Psicólogo 1 Trabajador Social 2 Pedagogos 1 Recreacionista IMPREVISTOS SUMAN 3.000.000 1.300.000 1.300.000 1.300.000 1.000.000 1.100.000 15.000.000 10.3 INGRESOS La aportación económica provendrá de la Secretaría de Gobierno de Yolombò quien asignará la suma de $9.000.000 $7.000.000 para la realización del proyecto. 34 y el Operador Asuinfancia aportará 11. LOS PRODUCTOS Se realizarán: 4 Encuestas 2 Entrevistas a los agentes educativos 10 Sesiones de capacitación distribuidas así: seis seminarios de formación y cuatro talleres lúdicos. 35 12. EVALUACIÒN Para la evaluación se tendrán en cuenta los siguientes indicadores: • Número de participantes. • Número de asistentes a todas las sesiones. • Asistentes que han faltado hasta cuatro sesiones • Nivel de satisfacción de los participantes en el aprendizaje de contentos: Muy satisfechos [ ] • relación Satisfechos [ ] y Nada satisfechos [ ] Se realizará una prueba pre test y post test, para realizar un sondeo en a las siguientes variables: incremento de conductas sociales positivas: liderazgo, sensibilidad social, jovialidad, respeto, autocontrol y conductas sociales negativas: agresividad, terquedad, apatía, retraimiento, ansiedad y timidez. 36 BIBLIOGRAFÍA Garaigordobil Landazábal, M. (s.f.). Una propuesta de Educación para la Paz y la Convivencia. Facultad de Psicologìa. Universidad del País Vasco-España. p.8. Garaigordobil, M. (2003). Intervención psicológica para desarrollar la personalidad infantil: juego, conducta prosocial y creatividad . Madrid : Pirámide. Ibid. (s.f.). Klevens, J. Bayron. (2000). Estrategias para la prevención temprana de la violencia en niños. . En Programa de Convivencia Ciudadana. (pág. 319). Medellín: Secretaría de Educación y Cultura. Raine, D. A. (2007). Promoción de comportamientos prosociales con las familias. Philadelphia. 37 Rebeca Puche Navarro y Cols. (2010). Desarrollo Infantil y Competencias en la Primera Infancia . En M. d.-R. Colombia. Bogotá, D.E.: Taller Creativo de Aleida Sánchez B. Ltda. CIBERGRAFÍA Bandura, Albert. (Agosto de 2012). Teoría del Aprendizaje Social. Recuperado el Mayo de 2014, de www.suagm.edu/umet/.../Albert_%20Bandura Código de la Infnacia y Adolescencia, Ley 1098 de 2006. (2014). http://www. arismasa.com/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=28&Item id=51. Recuperado el junio de 2014 República de Colombia . (2013). Ley 1620. Recuperado el Mayo de 2014, de www.mineducacion.gov.co › ... › Proyectos Calida Tremblay, R. E. (2002). Prevenir la violencia a través del aprendizaje en la primera infancia. En El Desarrollo de la Primera Infancia (pág. 6). Tremblay, R. E., Ibid. 38