tendencias El mundo de los negocios: volátil e incierto Complejo y ambiguo, así se puede catalogar al nuevo escenario Fernando Larraín / Director MBA Universidad Adolfo Ibáñez [email protected] @falarrai D urante el último tiempo, como nunca antes, hemos sido testigos de movimientos sociales organizados a nivel mundial, que reflejan un descontento ciudadano generalizado junto con una creciente complejidad de las necesidades sociales. Los cambios sociales y políticos han impactado al mundo de los negocios. Las causas son múltiples, pero gran parte de lo que hoy ocurre se debe a que las propias élites -las cuales buscan posiciones de poder y privilegios especiales- trabajan por defenderse a sí mismas. Esto se ha traducido en una fuerte crítica e interrogante al modelo económico. Mientras algunos lo matan otros lo siguen pontificando. Independiente de la postura que uno tome lo cierto es que el capitalismo del siglo XX murió y hoy estamos frente a un nuevo capitalismo como lo propone Umair Haque en su obra The New Capitalist Manifesto. [pág. 146] Sin embargo, siguen siendo los negocios los espacios en los cuales surge la innovación, son los mayores empleadores de una economía y gracias a su existencia, no solo tenemos acceso a más productos y servicios sino a mejores productos y servicios. Entre otras cosas este tipo de situaciones impactan para el bienestar de la ciudadanía. El mundo de VICA El mundo de los negocios está cada vez más inmerso en un proceso de cambios. La competencia así como la globalización han desencadenado sistemas complejos con componentes de vértigo e incertidumbre a los que no estábamos acostumbrados: • Un mundo volátil, donde las dinámicas de cambio, la velocidad y la naturaleza de estos son capaces de provocar cambios radicales sobre la industria. • Un mundo incierto, donde el factor sorpresa, la “El mundo de los negocios está cada vez más inmerso en un proceso de cambios”. falta de poder de predicción y sus implicaciones en términos de riesgos de negocio implica que cada día es más relevante estar atento a lo que sucede. • Un mundo complejo, con múltiples actores, que a su vez tienen distintos intereses y donde los asuntos públicos se mezclan con los privados. • Un mundo ambiguo, en el que las respuestas tradicionales no sirven, los paradigmas se cuestionan y las estrategias empresariales se adaptan. Es en este contexto en donde aparecen nuevos actores, quienes hacen frente al escenario empresarial vigente donde las fronteras entre gobierno, empresas y ciudadanía comienzan a redefinirse. La Empresa Tradicionalmente las empresas han funcionado bajo el paradigma de la maximización del valor para el accionista mientras su contribución a la sociedad es a través de la generación de empleo. Sin embargo, los diferentes sucesos han provocado un giro hacia un espacio donde las empresas reconocen (o al menos deberían hacerlo) que lo relevante es maximizar el valor de los stakeholders, y no solo de los accionistas (shareholders). De esa manera también se rentabiliza el valor y la sustentabilidad de la empresa. En esta misma línea, los ejecutivos ya no solo deben ser exigidos y medidos por lo que hagan en el corto plazo sino pensando en cómo lograr mayores niveles de prosperidad en el largo plazo. Así cuando se analizan las encuestas de reputación empresarial, se encuentra que los actuales consumidores y los ciudadanos valoran no solo la calidad del producto y del servicio, sino también la transparencia, confianza y bienestar interno (ambiente laboral) y externo (impacto en la sociedad). [pág. 147] tendencias Esto coloca a las empresas y su relación con el entorno en un escenario donde el beneficio debe tener un propósito, donde la forma en la que se hacen las cosas debe ser transparente y donde lo que se haga tenga un compromiso claro. A su vez, las empresas privadas reemplazaron a empresas públicas en la provisión y prestación de servicios básicos. Esto los coloca en un escenario de competencia en el que proveen o desean proveer servicios públicos. Al hacerlo tienen una relación directa con su entorno y no solo con sus clientes. Lo que hagan va a repercutir en el bienestar de la población y, por tanto, los marcos regulatorios se hacen cada vez más relevantes en mercados de consumo masivo, mercados de infraestructura, mercados con fuertes externalidades, monopolios naturales y en mercados con importantes asimetrías de información o de riesgo moral. El gobierno Luego del estallido de la crisis financiera mundial comenzó un fuerte cuestionamiento al rol del gobierno y a su capacidad regulatoria. El ex Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, mencionaba que “la crisis no es del capitalismo, sino de un sistema que fue dando prioridad al especulador sobre el emprendedor”. Este dilema no está ausente en la historia de América Latina y claramente ha cobrado más fuerza en el último tiempo con gobiernos más activos. Estos últimos, responden a requerimientos empresariales que resaltan la importancia de una buena regulación y a las exigencias de la ciudadanía por un Estado que vele por sus de- [pág. 148] Estamos frente a un nuevo escenario empresarial en donde las fronteras entre el gobierno, las empresas y la ciudadanía han comenzado a redefinirse. • • • • • Aparición de nuevos actores Escenario actual distinto y más dinámico Existen riesgos que se traducen en altos costos por no leer el entorno a tiempo Consecuencias impredecibles para el futuro de la empresa y de los ejecutivos Efecto sistémico en mayor escala y velocidad, debido a la globalización y alcance de los medios de comunicación rechos y que los proteja. A su vez, hay que entender el dilema de los gobiernos que exige ser global pero a la vez local. Es decir, una ecuación en que no afecte los negocios internacionales o a la inversión extranjera y que a la vez se preocupe de las necesidades de Cuenca, Durán, Trujillo o Arequipa. Guste a no al mundo empresarial, en una democracia es el gobierno el que pone las reglas del juego en las cuales se hacen los negocios. El Estado determina la tasa impositiva, la cantidad de trámites para crear una empresa, las regulaciones laborales entre muchas otras. La sociedad civil La regulación descrita encuentra un nuevo fenómeno en la regulación civil: ciudadanos que actúan para cambiar las reglas que impo- ne el mercado o el Estado a través de ejercer presión. algunos ejemplos 1. Con la finalidad de fortalecer el modelo de dolarización en Ecuador, el Ministerio de Producción implementó una política de restricción de importaciones, así como de salida de divisas. Esto afectó directamente a las compañías automotrices. ¿Qué hizo Neohyundai? Utilizó algunos incentivos que ofrece el gobierno para abrir tres centros de ensamblaje de vehículos pesados, lo que le permitió ampliar su capacidad de importación al sustituir por producción local y transformarse en un aliado y símbolo del gobierno en temas de empleo, pago de impuestos y confianza en Ecuador. 2. El 19 de junio de 2012 el gobierno de Argentina aprobó el siguiente decreto: “Las Jurisdicciones y entidades del Sector Público Nacional deberán contratar con Aerolíneas Argentinas Sociedad Anónima y Austral Líneas Aéreas Cielos del Sur Sociedad Anónima los pasajes que requieran para el traslado por vía aérea, tanto dentro como fuera del país”. Veremos en un tiempo su impacto sobre las aerolíneas que compitan con las que este decreto protege. La regulación funciona siempre y cuando las reglas del juego sean para todos. Es en este escenario en donde nuestra región tiene mucho que avanzar (los indicadores de gobernabilidad del Banco Mundial muestran que la mayor falencia está en el poco respeto que tenemos a las reglas del juego). Esto provoca que las empresas destinen tiempo y recursos en poder obtener rentas causadas por la discreción y que no entregan mejoras en productividad ni en competitividad a los negocios. La sociedad civil es dentro de la trilogía el actor que más ha cambiado en los últimos años. Ha pasado de la pasividad a la actividad, de la atomización a la organización y se constituye como un actor que formula más exigencias. Hoy día la relación de las empresas con los clientes ya no es solo con base al valor (precio) del producto o del servicio ya que los ciudadanos (que no siempre son clientes) están preocupados de varios factores. La sociedad civil utiliza tecnologías de la era de la información, asume causas globalizadas, se articula a nivel internacional y combate en los medios de comunicación que no necesariamente son los tradicionales (blogs, Twitter, etc). En este escenario incierto, comprender quiénes son los actores relevantes es importante. Sin embargo, si bien esta condición es necesaria no es suficiente. La ciudadanía exige a la empresa y también lo hace sobre los gobiernos. A su vez, y si es que se trabaja bien con ella pueden ser grandes aliados y pueden ayudar a descubrir nuevas oportunidades de negocios. Porque, para el mundo empresarial ya no basta con cumplir la licencia legal (hacer lo que dice la ley) sino que para poder prosperar y seguir creciendo se debe ganar la licencia social. Desafiándonos en el día a día El nuevo escenario empresarial es cada vez más complejo. Hacer negocios implica lidiar con actores que tiempo atrás tenían una actitud más pasiva, tales como el gobierno y su rol regulador; así como por una ciudadanía más empoderada y movilizada. En este entorno las respuestas no están en los libros de receta ni en los de auto ayuda. La necesidad de descubrir los nuevos paradigmas así como de que aparezcan nuevos liderazgos se hace necesario. Lo que está sucediendo, ¿es parte de un ciclo o es efectivamente un cambio que vino para quedarse? La respuesta la sabremos en mucho tiempo, pero si uno mira las cifras y los distintos escenarios ya sean políticos, sociales o económicos este cambio vino para quedarse. Y que quede claro una cosa. La discusión no es respecto al rol del Estado y el rol del mercado. Esa conversación está obsoleta. Hoy día el Estado, así como las empresas son actores fundamentales para el desarrollo de los países. Es así como la relación entre ambos será cada vez más cercana y a la vez más friccionada. El ambiente empresarial necesita de personas dispuestas a tomar riesgos y generar cambios y, sobre todo, de empresarios y empresarias que ayuden a crear confianza y credibilidad en el mundo de los negocios. En esta línea los empresarios están llamados a ser líderes y ayudar a forjar soluciones través de la innovación y de la acción. Reconocer que el esfuerzo debe ser multisectorial y que los negocios deben tener un liderazgo es un primer paso. [pág. 149]