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INTERVENCIÓN DE ANA CRISTINA RODRIGUEZ PINEDA,
REPRESENTANTE PERMANENTE ALTERNA, ENCARGADA DE NEGOCIOS
A.I., DE GUATEMALA ANTE LAS NACIONES UNIDAS EN EL DEBATE
ABIERTO DEL CONSEJO DE SEGURIDAD SOBRE MÉTODOS DE TRABAJO
(20 DE OCTUBRE DE 2015)
Señor Presidente,
Acogemos con beneplácito la celebración de este debate tan oportuno que nos abre un
espacio, en el marco del 70º aniversario de las Naciones Unidas, para promover un
Consejo de Seguridad que rinda cuentas, sea efectivo y este adaptado al mundo actual.
Asimismo, agradecemos las presentaciones del Presidente de la Asamblea General, Sr.
Mogens Lykketoft y del Vice Presidente del ECOSOC, Sr. Sven Jürgenson, las cuales
nos presentan el escenario actual del trabajo y la interacción que existe entre los distintos
órganos de las Naciones Unidas.
En esta oportunidad haré referencia a tres temas de relevancia actual para los métodos de
trabajo del Consejo de Seguridad.
Primero, el uso del veto por quienes ostentan ese derecho ha impedido en muchas
ocasiones que este órgano cumpla a cabalidad con las responsabilidades que le asigna la
Carta de las Naciones Unidas. Su uso no fomenta la unidad ni promueve la búsqueda de
entendimientos, y lejos de favorecer la defensa del interés colectivo, lo obstruye y
desvirtúa.
Además, estamos convencidos que es necesario tomar acciones concretas para que el
Consejo de Seguridad pueda prevenir y poner fin a la comisión de atrocidades en masa.
Creemos que como un primer paso el uso del veto puede ser limitado en el caso de estas
atrocidades. Apoyamos, por ende, la Declaración que ha sido propuesta por Francia y
México para restringir el uso del veto, así como el Código de Conducta sobre la acción
del Consejo de Seguridad en contra del genocidio, los crímenes contra la humanidad y
los crímenes de guerra.
Sin embargo, no debemos detenernos ahí. Necesitamos recordar que donde más ha
fallado el Consejo de Seguridad ha sido en la implementación de sus propias decisiones
y en darles un verdadero seguimiento. Redunda en interés de todos velar por el efectivo
cumplimiento de estas decisiones.
Segundo, Guatemala ve con preocupación el incremento en el número de cartas enviadas
a la Presidencia del Consejo que pretenden justificar acciones militares tomadas de
conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Si bien estamos
anuentes a los problemas de fondo que existen en relación a este artículo, creemos que,
en el marco de los métodos de trabajo del Consejo, debemos cuestionar si estas
comunicaciones realmente cumplen con la obligación de “comunicar inmediatamente”,
como exige la Carta, todas aquellas acciones que se tomen bajo el amparo de esta
provisión.
Es evidente que la mayoría de las veces, estas cartas son envidas ex post facto como una
mera justificación de las acciones que ya se han realizado. Asimismo, resulta
cuestionable la legalidad del formato “abierto” con que son presentadas, para luego
argüir que una vez hecha la comunicación todas las futuras acciones militares estarían
justificadas.
Bajo nuestro punto de vista, estas comunicaciones no desligan al Consejo de su
responsabilidad de mantener la paz y la seguridad internacionales en cada una de estas
situaciones. Motivo por el cual es imperante que se mantenga un control y cumplimiento
adecuado en el uso de esta facultad.
Tercero, quisiera referirme brevemente al proceso de selección y elección del próximo
Secretario General. La adopción de la resolución 69/321 de la Asamblea General sirve
de ejemplo de que es posible lograr cambios en los procesos anacrónicos que existen en
la Organización y que no responden a los tiempos en que vivimos. No obstante algunos
avances, Guatemala lamenta que no se tuviera un acuerdo sobre la necesidad de que el
Consejo de Seguridad recomiende varios candidatos a la Asamblea General, el término
de funciones del Secretario General y su reelección. Estos temas serán discutidos por el
Consejo de Seguridad, pero debemos recordar que es toda la membresía la que elige al
próximo Secretario General y por ende la decisión debe ser tomada en conjunto.
En este momento de profundas revisiones de muchos puntos clave del sistema de las
Naciones Unidas, un análisis crítico del proceso de selección y elección del Secretario
General debe ser prioritario. Es tiempo ya de que comencemos a actuar y revitalicemos
este proceso de manera juiciosa, reconociendo las realidades del presente y
anticipándonos a los desafíos futuros.
Muchas gracias.
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