El Rev. Mora me llamó telefónicamente, justamente como una semana antes de ser hospitalizado. Habló conmigo largamente, sobre la obra en Venezuela, sobre sus anhelos, sobre sus preocupaciones, sobre su celo por la obra, sobre lo que veía venir en la nación Venezolana, me dijo que me enviaría sus últimos libros que había escrito, los cuales recibí. Otiel Morales me dijo en Venezuela, que Eliodoro le había dicho, que le iba a echar con todo, hasta que no pudiera más. Después Eliodoro me contó que Dios le dijo que debía dejar la Presidencia del Concilio en Enero del 2016 y se preparaba para ello. Después vinieron las noticias, una tras otra llegaban, de diferentes fuentes, pero hoy me llegó la noticia de su partida al cielo. Ruego a Dios que bendiga al Rev. Luis Rodríguez, sobre quien recae en estos momentos, la gran responsabilidad de conducir la Obra de las Asambleas de Dios juntamente con el Presbiterio Ejecutivo y General, hasta la próxima Convención Nacional donde se efectuarán las elecciones. “Hoy” Endecha Al Reverendo Eliodoro Mora Méndez Hoy se apagó una de las lámparas espirituales más grandes de Venezuela. Se apagó, para que su luz pueda esparcirse y alumbrar más ampliamente, a través de las generaciones subsiguientes. Se nos fue el hombre insigne, el forjador de la institución. 1 Hoy corre la noticia por todo el continente latinoamericano, y más allá de sus fronteras, porque hoy es un día de gran estima en los cielos, a los ojos de Dios Hoy vienen a mi mente muchos recuerdos. Recuerdos de los innumerables viajes que hicimos juntos por Venezuela y otros países. De las comidas que juntos compartimos, De muchos trasnochos, Recuerdos de tantas reuniones que compartimos en el Presbiterio. De las lágrimas que juntos derramamos De los momentos de alegría, y de los momentos de tristeza y dolor. ¡Hoy te recuerdo Eliodoro, como el músico del trombón, Como el cantante del trio, con Sixto Díaz Miranda y Alejandro Blanco, Como el poeta, Como el escritor, Como el Pastor, Como el predicador elocuente, Como el plantador de nuevas iglesias, Como el hombre de un gran humor, Como el padre amoroso, Como el esposo de doña Flor, Como el amigo! ¡Oh gran águila de Sur América, tu vuelo alto y sereno se vio cruzar los cielos por más de medio siglo, también por más de medio siglo te conocí, te admiré y te respeté. Hoy, doy gracias a Dios por tu vida, por tu gran abnegación y esfuerzos, por tus innumerables frutos, que hoy son el testimonio tangible en los labios y corazones de cada ministro y creyente de nuestra nación. 2 Hoy recuerdo que un día me dijiste, que te gustaría morir del corazón, porque era una muerte rápida y de un solo dolor, y Dios te llevó mientras dormías. ¡Hoy te digo, hasta luego Eliodoro, y también te digo, que como moriste siendo el Presidente del Concilio, allá nos veremos, porque te corresponderá a ti que presidas la reunión, donde un día estaremos juntamente: Ingve Olson, Exeario Sosa Lujan, Ismael Medina, Sacramento Cobos, Juan B. Alfaro, Guillermo Stepp, Rafael Williams, Lucidio Rivero, Ilidio Da Silva, Arturo Gil, Luis Rodríguez y los próximos que han de ser líderes del gran pueblo de las Asambleas de Dios de Venezuela…! Búfalo NY. 19 de Agosto 2015 Por Ramón R. Bejarano 3