. ! " #$ % &' &( &))* APUNTES SOBRE TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES EN EL MODELO DE AGRICULTURA INTENSIVA ALMERIENSE1. Dr Andrés García Lorca E-mail: [email protected] Universidad de Almería Área temática: Agricultura ecológica Resumen: Teniendo como referencia territorial los municipios de Almería, donde se ubican las áreas de agricultura intensiva Mediante la utilización de un SIG y 1 Este trabajo, tiene su base en los resultados del Proyecto de Investigación del Plan Nacional I+D. Ministerio de Ciencia y Tecnología. ( REF.SEC2001-3776) que dirigió el autor. la explotación de los datos de los catastros de rústicas, unido al trabajo de campo, se exponen las principales tendencias y transformaciones estructurales, del modelo de cultivos hortícolas bajo plástico. Palabras clave: Agricultura intensiva, cultivos bajo plástico, Almería, cambios estructurales Introducción: El modelo de agricultura intensiva almeriense es uno de los fenómenos más relevante a escala regional de economía social y eficiencia productiva. Su implantación y desarrollo ha permitido, que una de las áreas mas deprimidas de la geografía española, alcance cotas de prosperidad económica equiparables a las de las áreas industriales tradicionales, actuando como factor de impulso del conjunto del sistema productivo regional. En la actualidad el sistema agrícola intensivo almeriense se encuentra en plena fase de madurez y se configura como un conjunto integrado de actividades diversas de producción, comercialización, industrias auxiliares, servicios e investigación. Es un modelo que ha trascendido su marco de origen proyectándose sobre otras áreas territoriales de Europa, Africa, América o Asia, siendo considerado como un referente a imitar. Son muchas las perspectivas desde las que se puede abordar el estudio de este modelo, tecnologías de producción, aprovechamiento y gestión de los recursos hídricos, comercialización, logística y transporte etc. Sin embargo hemos querido centrar la atención en los cambios estructurales y sus consecuencias derivadas, tales es el caso del aumento de la superficie de cultivo, del tamaño de las explotaciones o de la estructura de la propiedad. Es necesario advertir, que las situaciones generadas por el éxito del modelo de cultivos forzados bajo plásticos , han comenzado a introducir nuevas variables que alcanza aspectos tan dispares como los modos de vida, los niveles tecnológicos, las dinámicas espaciales, la dimensión ambiental, la eficiencia productiva, la equidad social, los usos del suelo, por citar algunos de los aspectos mas relevantes. De otra parte están la velocidad de las transformaciones como consecuencia de la dinámica del modelo, que pueden parecer imperceptibles pero que tienen alcances muy profundos. En cualquier caso el ámbito territorial del modelo se nos muestra como un espacio privilegiado para la observación de las transformaciones territoriales y de una manera especial, de los cambios habidos en las estructuras productivas y a partir de ahí adquirir experiencias que sirvan para proyectar el futuro. Acotando el espectro temático vamos a centrarnos en algunos aspectos claves del proceso, significando paralelamente el ámbito espacial y cronológico de nuestro estudio. En cuanto al ámbito territorial, nos centramos en el dominio del litoral sur de Almería, que es el ámbito de inicio y desarrollo del modelo y donde adquiere su máxima significación espacial, territorialmente abarca los municipios de Adra, Berja, Dalías, El Ejido, Vicar, La Mojonera, Roquetas de Mar, Almería y Nijar. La delimitación cronológica la situamos en la etapa de madurez del modelo 1989/2003. 2, que coincide con la revisión del catastro de rústicas, pieza clave para comparar los procesos habidos. Ello no significa que hagamos referencia a etapas anteriores en orden a mejorar la comprensión del modelo. Con estas coordenadas abordamos el estudio, pero teniendo como referentes todo el proceso de desarrollo, que ya habíamos estudiado en su conjunto con anterioridad y cuyos resultados, se habían ido publicando en distintos revistas científicas y monografías. El proceso de investigación Hasta la fecha, el estudio de estas transformaciones se venía realizando en base a los censos y registros oficiales, censo agrario y catastro de rústicas fundamentalmente. Fuentes básicas ciertamente, pero que la evidencia empírica demostraba que presentaban ciertos desajustes con la realidad, fruto de una parte de la velocidad con la que se realizan las transformaciones y de otra de la metodología observada en el tratamiento y adecuación de los datos a las referencias administrativas de base territorial, es decir a los municipios. Otro aspecto de la metodología prospectiva, se basaba en técnicas de investigación social como las encuestas de campo. Teniendo como referentes estas fuentes y técnicas de información territorial, se procedió a completar con otras, como las procedentes de la teledetección espacial y fotografía aérea, así como con un importante trabajo de campo. Todo el conjunto de datos territoriales y su expresión espacial se gestionaron con un Sistema de Información Geográfico (SIG) 2 El Instituto de Estudios de Cajamar, en su Informe nº6 , distingue tres etapas en el desarrollo del modelo: Inicio , desde los años sesenta hasta mediados de los setenta. Despegue: desde mediados de los setenta hasta la incorporación a la CEE. Madurez desde finales de los ochenta a principios del siglo XXI. “Modelo Económico Almeriense basado en la agricultura intensiva” CAJAMAR 2004. Establecida la cartografía de base, se procedió a su implementación con un mosaico de ortofotos aéreas recientes, procedentes de proyectos públicos y privados, así como con otra capa de información configurada con un mosaico de imágenes , correspondientes a mayo de 2002, procedentes del satélite Lansat 7. Sobre esta base, se georreferenciaron las bases de datos y planos catastrales, proporcionadas por la Dirección General del Catastro del Ministerio de Economía y Hacienda correspondientes a los años1989 y 2002 respectivamente. Paralelamente se iban comprobando y georreferenciado con GPS, distintas referencias con trabajo de campo, complementado con comprobaciones mas específicas , como por ejemplo si la parcela catastral corresponde con el uso declarado, si es un regadío al aire libre o es un invernadero, utilizando para ello un helicóptero de la Dirección General de la Policía Nacional que nos permitió realizar controles con un año de diferencia, para constatar el alcance de las transformaciones que se iban efectuado en el ámbito de estudio. Imagen 1 Ámbito de estudio con detalles ampliados del parcelario Una vez determinado y georreferenciado el parcelario,( imagen 1) se procedió a identificar cada una de las explotaciones. Teóricamente no debía de haber problema, cada parcela catastral tiene asociado un número de imputación fiscal, que como es sabido es de base municipal; de otra parte, el trabajo de campo nos evidenció que, un propietario tenía parcelas de cultivo en distintos municipios, lo que significaba que un mismo propietario podría aparecer en dos o mas municipios distintos. Ello nos exigía utilizar un elemento identificador diferente, como es el caso del número de identificación fiscal. Asociando los números de imputación fiscal a los de identificación fiscal (NIF), se estableció una nueva base de datos, que permitía identificar cada una de las parcelas catastrales del ámbito de estudio, independientemente de su ubicación. Ello nos permitió establecer el número real de propietarios y la superficie registral correspondiente a cada uno de ellos. Esta operación, facilitó comprender y definir la dimensión real de la estructura de la propiedad. En otro orden, de cosas se acometieron estudios sobre loas transformaciones tecnológicas, empleo de mano de obra y caracterización de la misma, utilizando registros oficiales, encuestas de campo y visitas a las explotaciones agrícolas. Se controlaron la producción y ventas de una campaña agrícola en más de 1200 explotaciones de distintos tamaños, para establecer cifras reales de referencia. Aspectos generales relativos a los resultados de la investigación Del conjunto de los resultados de la investigación, caben señalar una serie de aspectos, que en cierta medida, expresan el estado actual del sistema y nos permiten cierto nivel predicción. Pero es necesario advertir de que solo tratamos de sintetizar al máximo los contenidos evitando la proliferación de datos y análisis, que son mas objeto de las publicaciones científicas especializadas. 1.-El número dee propietarios como referente. El resultado fue espectacular, pues como podemos señalar, la diferencia entre propietarios era de 1.206. En efecto, utilizando el número de imputación fiscal -base municipal-, el número de propietarios es de 33.787, y utilizando el número de identificación fiscal -base nacional- el número es de 32.581. Lógicamente esas diferencias también se manifestaban en variaciones en la superficie de la propiedad, toda vez que la propiedad resultante era la suma de las superficies catastrales habidas en diferentes municipios; en consecuencia, al final del proceso teníamos claramente definida y cartografiada las propiedades que configuraban el ámbito de estudio y el tamaño 2.- Tendencia hacia la estabilidad de las mismas. (imagen 2) e incluso decrecimiento de la superficie de invernaderosEs sin lugar a dudas uno de los aspectos mas significativos, pues existiendo condiciones limitantes para el desarrollo de la agricultura intensiva, el crecimiento era evidente y con un ritmo acelerado, pero los cambios de usos del suelo, consecuencia del desarrollo urbanístico y las medidas de protección ambiental, han ido frenando la dinámica. Ello ha supuesto que los invernaderos, al no poder expansionarse, mejoren sus estructuras. No obstante, las discrepancias en las cifras de evolución de la superficie de invernaderos, han sido y son manifiestas. La evaluación de la superficie de invernaderos, referida a los datos del mapa de usos del suelo y coberturas vegetales de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, se estimaba que entre 1999 y 2003, la superficie de invernaderos pasó de 30.285 Ha. a 31.932 lo que supone un aumento detectado de 1.647 Ha. (imagen 3) Imagen 3 Este dato en sí mismo supone una cierta contradicción significativa, con las cifras oficiales y la que manejan las entidades privadas, que consideran la superficie de invernaderos de Almería en torno a las 26.000Ha. en el año 2007. Un reciente estudio de la FIAPA3, señala que el descenso de la superficie de invernaderos se confirma desde la campaña 2002/2003 Entendemos que se han alcanzado ciertos límites en cuanto a expansión territorial, si bien es verdad que paralelamente se están produciendo transformaciones de usos de suelo agrícola intensivo a urbano, como consecuencia del aumento de la demanda inducida por el desarrollo del sector servicios. Basta con contemplar los recientes PGOU de los municipios litorales de El Ejido, Roquetas de Mar o Almería, en los que se ha liberado suelo ocupado por agricultura intensiva, la cifra ofrecida por el citado estudio de la FIAPA, valora en 1.438 Has, el descenso de la superficie de invernaderos habidos en Almería entre 2003/2007. Pese el resultado final, muchos agricultores afectados no han cambiado su actividad, han revertido sus plusvalías en nuevas 3 Fundación Para la Investigación Agraria de la Provincia de Almería (2007) “Evolución de la superficie de invernaderos en la provincia de Almería.” En Anuario de la agricultura almeriense 2008. Novotecnica explotaciones agrícolas mas grandes y mejor equipadas, ello explica los crecimientos de invernaderos de los municipios de Berja, Almería y Nijar. A esta situación, ha colaborado el aumento significativo de los costos de inversión, entre los que podemos señalar, el precio del suelo, que en las zonas consolidadas alcanza los 30 Euros metro cuadrado, mientras que terrenos baldíos o antiguos espartizales que hay que reacondicionar los precios oscilan entre 5 y 8 €/m2. Si añadimos los costos de acondicionamiento, el precio final del suelo puede alcanzar valores en torno a los 20/25 Euros, a los que hay que añadir el conjunto de las inversiones en estructuras y equipos, lo que supone un precio final que oscila según tipologías en unos márgenes comprendidos entre los 35€/m2 y los 60 €/m2.. Señalamos que la puesta en cultivo exige una accesibilidad al agua, y esto comporta otra problemática, que en cierta medida está resuelta con los nuevos yacimientos de agua (Desalación/ reutilización) Como se puede advertir estas transformaciones en los usos del suelo en el litoral, ha supuesto importantes cambios en los usos del suelo en las zonas mas interiores del ámbito de estudio, no solo se ha pasado del secano al regadío, sino de forestal a agrícola, incluso de dominio público a uso privado. En cualquier caso y de una forma bastante generalizada, las actuaciones han tenido lugar sin ningún tipo de planificación territorial previa y en bastantes casos sin control legal en su desarrollo. Es este uno de los aspectos mas preocupantes, la ausencia de planificación no solo supone alteraciones ambientales, rupturas de espacios con otras vocaciones de uso, sino que imposibilita el tratamiento territorial que exige esta actividad, no olvidemos que el modelo agrícola intensivo almeriense tiene las exigencias territoriales de suelo industrial, se trata en definitiva de una actividad que plantea servicios energéticos con baja diferencia de potencial para el funcionamiento de la agrónica (conjunto de sistemas informáticos aplicados a la producción vegetal), recogida y/o almacenamiento de pluviales, vías asfaltadas, redes de telecomunicación y por supuesto redes de distribución de agua potable y apta para el riego y en general, cualesquiera de los elementos correspondientes a un polígono industrial. Aspecto importante a señalar, es que los nuevos desarrollos de explotaciones agrarias, suponen dimensiones medias y grandes, es decir superficies de cultivo en el tramo de 3/5 Ha y superiores a 10 Ha. lo que implica otros planteamientos y modelos empresariales productivos, que superan las estructura general del modelo, que se había caracterizado por la implantación de la pequeña explotación de base familiar y que ampliaremos mas adelante. 2.-Las transformaciones en las estructuras productivas Sin negar la importancia de las transformaciones generales habidas en el sistema agrícola intensivo, la base del modelo es sin lugar a dudas las estructuras de producción. En este sentido detectar los cambios y su alcance era un aspecto básico en orden a definir su viabilidad futura o cuanto menos su protagonismo en el conjunto del sistema.. Lógicamente las transformaciones podían afectar al tamaño de las explotaciones, a la propiedad de las mismas, a su nivel tecnológico, a la mano de obra empleada, a su localización y por supuesto al aumento o disminución de las mismas en el conjunto del sistema territorial. Todo ello exigía una revisión en orden a cuantificar el alcance de su extensión. Uno de los aspectos que han caracterizado al modelo agrícola intensivo almeriense ha sido el pequeño tamaño de las explotaciones, que en términos generales apenas superaban los 6.000 metros cuadrados por explotación, en los inicios de la década de los años ochenta, según datos y cifras oficiales. Esta realidad no ha perdido todo su vigor, todavía en el año de revisión del catastro de rústicas, en el 2003, las explotaciones agrícolas intensivas inferiores a media hectárea suponen el 25% del sistema productivo. La situación de pervivencia del minifundismo empresarial, razones, pero se explica por varias en gran medida es consecuencia del constante aumento de la productividad.4 De otra parte hay que apuntar hacia el fenómeno asociativo-cooperativo que permite sinergias muy efectivas. Pero el modelo está en un proceso de cambio no solo cualitativo, como hemos señalado, si no que lo es cuantitativo. En efecto, en el periodo de estudio que nos ocupa, en casi tres lustros, el panorama ha cambiado, la tendencia hacia un aumento de la superficie en las explotaciones agrarias es una realidad objetiva y que se hace manifiesta incluso en las áreas mas consolidadas del modelo, como lo es el Poniente Almeriense. Esta situación de tendencia hacia el aumento de la superficie en las explotaciones, es por otra parte una realidad, como ya hemos señalado, desde el inicio de la puesta en cultivo de las nuevas áreas de producción en los municipios del Levante. Ello no implica que la base social del modelo, la empresa familiar agraria, tienda a ir desapareciendo, pero si que está cambiando de concepto funcional y operativo como ya señalaremos. 4 En una explotación propia, hemos podido constatar entre 1982 y 2007, un incremento de la productividad del 212,5%, en otras explotaciones han superado esta cifra. Hoy día la empresa familiar puede manejar unidades de superficie mayores, lo que ha determinado esa tendencia al aumento de la superficie, pese a las dificultades estructurales existentes como consecuencia del anterior y vigente modelo de propiedad. Es este un fenómeno complejo en el que se han conjugado varias situaciones, pero la realidad de los datos es muy elocuente; así en el período de estudio del cambio catastral (1989/2003), en el ámbito del Poniente, han desaparecido 3869 explotaciones con dimensiones inferiores a 1,5 Ha., en tanto que las explotaciones superiores a 1,5 Ha han aumentado en 1274. Esta tendencia hacia la concentración se explica por varias razones, de una parte el desarrollo de las tecnologías de producción y potscosecha que han liberado al agricultor de determinadas tareas y simplifican el proceso de cultivo; de otra, la presencia de un mercado de mano de obra disponible fruto de la dinámica migratoria de países terceros que han encontrado en el campo almeriense un nicho de trabajo. Para entender esta limitante estructural relacionada con la mano de obra, pensemos que en la fase de inicio y despegue del modelo almeriense, la unidad familiar aportaba toda su fuerza de trabajo, incluidos los hijos menores. Este proceso hacía insostenible el crecimiento, solo las familias grandes o cuando los hijos se hacían mayores permitían abordar el aumento de superficie, no olvidemos que los requerimientos mínimos de mano de obra de una hectárea son de entre 2,5 y 3 unidades de mano de obra. De otra parte, la incorporación de los hijos de los agricultores a los niveles medios y superiores de educación, así como el resurgir de otras oportunidades laborales menos exigentes en tiempo y esfuerzo, drenaban de mano de obra las explotaciones familiares. Es por ello que solo cuando se produce un aumento significativo del mercado de mano de obra las posibilidades de emplear efectivos son reales. La evidencia de los datos nos sitúan en una evolución constante hacia la configuración de al menos tres modelos de empresas, la empresa familiar tradicional, caracterizada por participación a tiempo completo de los miembros de la unidad familiar mas un apoyo externo y ocasionalmente otro. La pequeña y/o mediana empresa que comporta unos efectivos laborales entre 5/30 personas y la gran empresa con mas de 50 trabajadores. Traducidos a términos de proporcionalidad, la situación actual quedaría definida por los siguientes valores: Un 71 % serían las empresas familiares, un 27 % de pequeñas y medianas y un 2 % de grandes empresas. Tal vez pueda parecer insignificante el último dato referido a la presencia de grandes empresas, pero no podemos olvidar que en la década de 1980 fracasó el modelo de gran empresa y cuyo ejemplo mas representativo fue QUAHS Tierras de Almería y que tuvo mucho que ver con los desenlaces de la “Banca Garriga Nogués” y “BANESTO”. Este fracaso empresarial evidenció la inviabilidad de este modelo en un contexto de empresa familiar agraria. Pese a estos antecedentes, la realidad es la pequeña pero paulatina inserción del modelo de empresa capitalista en el contexto tradicional de empresa familiar. La pregunta es obvia, ¿Acabará por imponerse este modelo y desaparecerá la empresa familiar? La respuesta , bajo nuestro punto de vista es no, pero con ciertos matices. La pervivencia de los pequeños empresarios con explotaciones inferiores a una o dos hectáreas es difícil, habida cuenta que dichas explotaciones necesitan fuertes inversiones en mejoras estructurales y tecnológicas, y no generan beneficios suficientes para acometer estas labores. En consecuencia, las empresas inferiores a una o dos hectáreas tiendan a desaparecer a favor de empresas con superficies entre 5/10 Ha, que permiten un manejo directo con el apoyo de tecnologías de producción y potscosecha, posibilitan la introducción de economías de escala y una gestión empresarial mas profesionalizada. Ahora bien , no pueden actuar solas, deben mantener estructuras de apoyo y soporte, es decir siempre y cuando dichas empresas estén agrupadas en cooperativas de producción y comercialización, de manera que las grandes distribuidoras tengan asegurados sus contingentes de demanda y no puedan imponer los precios. El futuro de las grandes empresas es de coexistencia limitada dentro del modelo. En cualquier caso, el hecho significativo es la generación de un aparato empresarial productivo, con dimensiones significativas, capaz de afrontar con éxito los nuevos retos de innovación que exige el desarrollo del modelo. Como dato de referencia una explotación de 3 Ha de tomate, factura en una campaña con precios medios de 0,50 €/Kg unos 240.000 €., siendo los costo de producción (Gastos corrientes mas amortizaciones) de 150.000€.5 No olvidemos que el éxito o fracaso del modelo depende no solo de la producción sino de la acreditación de la calidad fitosanitaria de la misma, lo que ha obligado a la implantación de la norma UNE 155.001, al desarrollo de la lucha biológica o a la agricultura ecológica; ello exige una renovación interna muy profunda, no solo de los esquemas productivos sino también del proceso de comercialización y distribución. 5 Como dato de referencia, la campaña 2006/07 tuvo unos precios medios por Kg de 0,56 €, lo que supuso un valor final de 1.566 millones de Euros, (Fuente: Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía) A modo de conclusión final En términos generales el modelo agrícola intensivo almeriense se nos presenta como un modelo consolidado, capaz de resistir crisis fuertes como las habidas a lo largo de la historia reciente, o la presente, que si bien desconocemos su alcance, los datos de campo propios, permiten asegurar la resistencia del modelo.. Dado que es un modelo intensivo no solo en cuanto a la producción, lo es también en cuanto a la inversión en capital, tecnología y mano de obra, está obligado a un constante ajuste para no perder su competitividad y mantener los mercados. La respuesta del modelo, evitando, de una parte el desbordamiento territorial, y de otra, ralentizando su crecimiento espacial y profundizando en su desarrollo tecnológico, son estrategias adecuadas. Es este segundo aspecto, la clave de su futuro y también el del conjunto territorial en el que se inscribe, pues en la transferencia tecnológica vía mercado, puede paralelamente surgir una de las claves de la diversificación productiva del modelo almeriense. ANEXOS CARTOGRÁFICOS Mapas municipales de la estructura de la propiedad