“Cuando la sed se manifiesta, el organismo ya está parcialmente deshidratado” • El Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) recomienda una mayor ingesta de agua en épocas estivales para prevenir la deshidratación. • El agua mineral natural es la bebida recomendada para una correcta hidratación, ya que es sana desde su origen y además aporta minerales y oligoelementos al cuerpo humano. Madrid, 19 de agosto de 2010.- Los expertos en nutrición recomiendan una ingesta de agua de entre dos y tres litros diarios, ya que ésta es la cantidad de líquido que normalmente perdemos al día y que necesitamos reponer, sobre todo en los meses más calurosos cuando se produce una mayor pérdida hídrica. Combate el calor – ¡Hidrátate! Ahora, en los meses de verano se produce una mayor pérdida de agua y electrolitos, debido a las altas temperaturas, la humedad, la alta exposición al sol y al aumento de actividades físicas que puede provocar deshidratación o un golpe de calor. Una disminución en el equilibrio hídrico puede reducir la capacidad física y el rendimiento mental. Según Jesús Román Martínez, Secretario General del Instituto de Investigación Agua y Salud, “cuando se manifiesta la sed, nuestro organismo ya se encuentra parcialmente deshidratado”. Debido a que el sistema que regula la sed no es tan eficaz, es necesario beber agua durante el día para evitar la deshidratación, recuperando el déficit hídrico que sufre el organismo. Por tanto, para prevenir la deshidratación, la clave se encuentra en no esperar a tener sed para beber. A petición de la Comisión Europea, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reunió a 21 expertos en salud y nutrición para elaborar un informe científico sobre este tema, llamado How much water does my body need?1. Entre las recomendaciones se encuentra que, en condiciones de temperatura y actividad física moderadas, los adolescentes (a partir de 14 años), los adultos y los ancianos deben beber entre 2 y 2’5 litros de agua al día. También explica que la pérdida de agua en condiciones extremas de temperatura exterior y ejercicio físico (que puede ser de hasta 8 litros/día), debe reponerse con cantidades adecuadas de agua. Los niños y las personas mayores son los segmentos de la población que deben cuidar más éste hábito y mantenerse siempre hidratados. Los jóvenes disponen de un “sistema de alerta” conforme a su edad, ya que el riñón tiende a ahorrar agua para ocasiones de necesidad. No obstante, es necesario adoptar desde edades tempranas un hábito de bebida saludable que contribuya a la hidratación del organismo. 1 Referencia Estudio How much water does my body need?: Diario EFSA 2010; 8 (3): 1459 (48 páginas).Ver también: http://www.efsa.europa.eu/en/scdocs/scdoc/1459.htm En el caso de las personas mayores es necesario recordar que con la edad, disminuye la percepción de la sed y su capacidad renal también se ve afectada, por lo que son un colectivo en peligro de deshidratación constante. Las personas de edad avanzada necesitan un aporte extraordinario de agua para su hidratación, por lo que conviene insistir en que beban aunque no tengan sed y que realicen una ingesta de agua de forma gradual a lo largo del día. El agua es esencial: El fundamento de una adecuada hidratación es siempre la ingestión de agua. Como recomiendan desde la EFSA2, el agua es particularmente importante para controlar la temperatura corporal. De hecho el agua ayuda a mantener el cuerpo fresco disipando el calor a través de la transpiración, asegurando que la temperatura normal del cuerpo se mantiene. En este sentido, el agua mineral natural es la bebida recomendada para la correcta hidratación del organismo, resulta ideal para todas las épocas del año y especialmente en meses de verano. El agua mineral ayuda al organismo a eliminar desechos, no aporta calorías, y es óptima para mantener unos hábitos de vida saludables, ya que aporta minerales y oligoelementos esenciales para el cuerpo humano. Consejos del IIAS para prevenir la deshidratación: • La ingesta de líquidos debe ser gradual a lo largo del día. Se debe tomar un vaso de agua en cada una de las comidas principales (desayuno, comida, merienda y cena) para favorecer la ingestión de los alimentos sólidos, y, al menos, otros cuatro repartidos en el resto de la jornada. • Llevar una botella de agua mineral, para recordar la necesidad de hidratación gracias a los diferentes formatos en los que se presenta, para cualquier momento y lugar. • Aprovechar el efecto diurético del agua mineral natural, ya que es una bebida sin calorías y ayuda al organismo a transportar nutrientes, eliminar desechos y favorecer la digestión • Es conveniente beber agua antes, durante y después de realizar ejercicio físico. • Hay que insistir a las personas mayores sobre la importancia de beber agua aunque no sientan sed, sobre todo en épocas estivales, en las cuales hay que aumentar en lo posible la ingesta de agua. Acerca del Instituto de Investigación Agua y Salud El Instituto de Investigación Agua y Salud es una entidad de carácter científico y divulgativo, cuyo fin es desarrollar actividades encaminadas a la investigación y la difusión de las características de las aguas minerales, aportando documentación relevante basada en estudios e informes sobre este producto natural y su importancia para la salud. Para más información: Comunicación IIAS María González/ Cristina Rodríguez 91 745 86 66 / 91 745 86 27 [email protected] / [email protected] 2 EFSA Scientific Opinion on Dietary Reference Values for Water, EFSA Journal 2010 ; 8(3):1459