Publicación Trimestral – Published every three months ISSN 0120

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Publicación Trimestral – Published every three months
ISSN 0120-0453
Financiada por /Supported by:
Sociedad Colombiana de Oftalmología
SCO
r e v i s t a
Sociedad Colombiana de Oftalmología
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología
Volumen 43 - No. 2, Pág: 89 - 160 Abril - Junio de 2010
Fundadores: Eduardo Arenas A , Mario Ortíz G , Mario
Hoyos B. Fundada en 1969- Periodicidad: Trimestral
Editor
Carlos A. Medina, MD
Asistente de Edición
Jose David Paulo, MD
Comité Editorial
Marcel Avila
Giovanni Castaño
Zoilo Cuellar
Gerson López
Pedro Ivan Navarro
Andrés Rosas
Revisores
Juan Carlos Abad
Gustavo Alvira
Natalia Villate
Fernando Peña
Federico Vélez
Tommy Starck
Sandra Montezuma
Fernando Ussa
Diseño
Jaime Villamarín O.
Sociedad Colombiana de Oftalmología
Calle 98 No. 21-36 Oficina 701
Tels.: 635 1592 - 635 1598
Web site : www.socoftal.com
E-mail : [email protected]
Bogotá, Colombia
Junta Directiva Sociedad Colombiana de Oftalmología
2008-2010
Presidente
Gabriel Enrique Ortiz Arismendi, MD
Vicepresidente
John Jairo Aristizabal Gómez, MD
Secretario Ejecutivo
Alfonso Ucros Cuellar, MD
Tesorero
Juan Manuel Pardo Muñoz, MD
Fiscal
Jaime Velásquez O’byrne, MD
Vocales
Roberto Baquero H., MD
Carlos Alberto Restrepo P., MD
José Carlos Lora Martinleyes, MD
Presidente Electo 2010 - 2012
Hector Fernando Gómez Goyeneche, MD
Agrupaciones de Especialidades Afiliadas a la Sociedad
Colombiana de Oftalmología
Grupo Colombiano de Trabajo sobre Glaucoma
(GLAUCOMA COLOMBIA)
Presidente: Fernando Gómez Goyeneche
Asociacion Colombiana de Retina y Vítreo
(ACOREV)
Presidente: Alberto Castro Z.
Asociación Colombiana de Oftalmología Pediátrica y
Estrabismo (ACOPE)
Presidente: Juan Carlos Serrano Camacho
Asociación Colombiana de Cornea y Cirugía Refractiva
(ASOCORNEA)
Presidente: Eduardo Arenas
Asociación Colombiana de Cirugía Plástica Ocular, Orbital
y Oncológica (ACPO)
Presidente: Juanita Carvajal Puyana
Asociación Colombiana de Catarata y Refractiva
(ASOCCYR)
Presidente: Virgilio Galvis
Asociación Colombiana de prevención de Ceguera
(ASOPREC)
Presidente: Luis José Escaf Jaraba
INFORMACION GENERAL
La Revista S.C.O. publica artículos originales, revisiones y
reportes de casos en la rama de la oftalmología o relacionadas
según el interés académico y gremial de la Sociedad Colombiana
de Oftalmología.
La publicación se inició en 1969 y tiene una frecuencia trimestral
(4 veces/año): Enero – Marzo/Abril – Junio/ Julio- Septiembre/
Octubre- Diciembre.
La revista tiene una circulación de 1000 ejemplares y se envía
gratuitamente a todos los oftalmólogos miembros de la S.C.O.
y a entidades (sociedades, universidades, clínicas, hospitales)
designadas por la junta de la S.C.O o el Consejo Editorial.
Tiene además un espacio en la página web de la sociedad: http:/
/www.socoftal.com/
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razón. El publicista es totalmente responsable de la pauta. El
publicista debe indemnizar a la Revista en caso de pérdida, gasto,
queja o problema que resulte de la publicidad, las cuales deben
cumplir con las normas y regulaciones correspondientes.
Indexada por : Indice Latinoamericano de Revistas
Cientifícas y Tecnológicas – LATINDEX,
(www.latindex.unam.mx) Indice Nacional de
Publicaciones Seriadas Científicas y Tecnólogicas
Colombianas PUBLINDEX categoría C.
(www.colcienciencias.gov.co/divulgacion/publindex.html).
SCO
r e v i s t a
Sociedad Colombiana de Oftalmología
Journal of the Colombian Society of Ophthalmology
Volume 43 Issue 2 pages 89 - 160
April - June of 2010
Founded by Eduardo Arenas A , Mario Ortiz G , Mario
Hoyos B. in 1969 Published four times a year
Editor
Carlos A. Medina, MD
Asistente de Edición
Jose David Paulo, MD
Comité Editorial
Marcel Avila
Giovanni Castaño
Zoilo Cuellar
Gerson López
Pedro Ivan Navarro
Andrés Rosas
Revisores
Juan Carlos Abad
Gustavo Alvira
Natalia Villate
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Federico Vélez
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Diseño
Jaime Villamarín O.
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Executive Board of the Colombian Society of
Ophthalmology 2008-2010
President
Gabriel Enrique Ortiz Arismendi, MD
Vicepresidente
John Jairo Aristizabal Gómez, MD
Executive Secretary
Alfonso Ucros Cuellar, MD
Fiscal
Jaime Velásquez O’byrne, MD
Treasurer
Juan Manuel Pardo Muñoz, MD
Vocal
Roberto Baquero H., MD
Carlos Alberto Restrepo P., MD
José Carlos Lora Martinleyes, MD
Elect President 2008-2010
Hector Fernando Gómez Goyeneche, MD
Colombian Society of Ophthalmology Associations
Glaucoma Colombian Group
(GLAUCOMA COLOMBIA)
President: Fernando Gómez Goyeneche
Colombian of Retina and Vitreous Association
(ACOREV)
President: Alberto Castro Z.
Colombian of Pediatrics Ophthalmology and Strabismus
Association (ACOPE)
President: Juan Carlos Serrano Camacho
Colombian Cornea and Refractive Surgery Association
(ASOCORNEA)
President: Eduardo Arenas
Colombian Oculoplastic, Ortbit and Tumors Association
(ACPO)
President: Juanita Carvajal Puyana
Colombian Cataract and Refractive Association
(ASOCCYR)
President: Virgilio Galvis
Colombian Blindness Prevention Association
(ASOPREC)
President: Luis José Escaf Jaraba
GENERAL INFORMATION
The Revista S.C.O. (Colombian Ophthalmology Society
Journal) publishes original articles, reviews and case reports in
ophthalmology or related to it according to the academic or
guild interests of the Colombian Ophthalmology Society.
The Journal started in 1969 and is a quarterly publication: JanMarch/April-June/July-September/October-Dec.
Its 1.000 issues are distributed freely to all Ophthalmologists
members of the S.C.O. and to those entities (companies,
universities, clinics and hospitals) appointed by the Board of
Directors of the S.C.O. or by the Editorial Council. There is a
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y Tecnológicas – LATINDEX, (www.latindex.unam.mx)
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Tecnológicas Colombianas PUBLINDEX categoría C.
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Indice
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2) Abril - Junio 2010
Pag.
Editorial
Experiencia con Suturas Removibles en Trabeculectomía.
Gabriel Enrique Ortiz, MD, Santiago Sánchez Jaramillo M.D
Resultados quirúrgicos y visuales en el manejo de lente intraocular
luxado o subluxado en unidad láser del Atlántico. Barranquilla,
Julio 2006-Julio 2009.
Abdala Carlos A M.D, Daza Irwin M.D, Peralta AnaT M.D
105
113
Osteoma Coroideo: Reporte de un caso.
Jorge Gómez Silva MD, Milena Romero Ibarra MD
124
Cistercosis Ocular a propósito de un caso.
Carlos Abdala C. M.D., Ana t Peralta M.D, Irwin Daza M.D
131
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso.
Adriana Solano M.D.
136
Reporte de caso: Cálculo de Lente intraocular tórico en una
paciente con estafiloma de polo posterior y cirugía refractiva previa.
César Carriazo Escaf M.D., Diego A Rodríguez Fonseca M.D., Daniel
Chávez del Castillo.
Sindrome de Apex Orbitario secundario a hemorragia retrobulbar:
Reporte de un caso.
Ana T. Peralta, MD, Sa˙l A. Hernández, MD
Gatifloxacina versus placebo en la profiláxis de cirugia de cataráta,
ensayo clínico.
Fernando Yaacov Peña MD, Monica Sofía Piñares MD, Margarita
Samudio Ph D,Veronica Contreras MD, Herminia Miño de Kaspar MD Ph D,
Norma Fariña BS
Epiescleral posterior bucklings for retinal detachment with macular
holes of pathological myopia. A long term follow up in two cases.
Alvaro Rodríguez MD. FACS
92
94
142
150
157
165
Index
Journal of Colombian Society of Ophthalmology Vol. 43 (2) April - June 2010
Pag.
Editorial
Experience in trabeculectomy with releasable sutures.
Gabriel Enrique Ortiz, MD* Santiago Sanchez Jaramillo M.D
To evaluate the surgical and visual outcomes of patients admitted
to the Retina and Vitreous Department of Unidad Laser del Atl·ntico
in Barranquilla for dislocated or luxated intraocular lens (IOL)
to vitreous cavity, from July 2006 to July 2009.
Abdala Carlos A M.D, Daza Irwin M.D, Peralta AnaT M.D
94
105
113
Choroidal osteoma: case report.
Jorge Gómez Silva MD, Milena Romero Ibarra MD
124
Ocular cysticercosis: case report.
Carlos Abdala C. M.D., Ana t Peralta M.D, Irwin Daza M.D
131
Ramsay Hunt ophthalmoplegy: case report.
Adriana Solano M.D.
136
Measurement of toric IOL in a patient with posterior staphyloma
and previus refractive surgery. Case report.
César Carriazo Escaf M.D., Diego A Rodríguez Fonseca M.D.,
Daniel Chávez del Castillo.
142
Orbital apex syndrome secondary to retrobulbar hemorrhage: case report.
Ana T. Peralta, MD, Sa˙l A. Hernández, MD
150
Gatifloxacina vs placebo in the catarct surgery profilaxis, clinical trial.
Fernando Yaacov Peña MD, Monica Sofía Piñares MD, Margarita
Samudio Ph D,Veronica Contreras MD, Herminia Miño de Kaspar MD Ph D,
Norma Fariña BS
157
Epiescleral posterior bucklings for retinal detachment with macular holes of
pathological myopia. A long term follow up in two cases.
165
Alvaro Rodríguez MD. FACS
93
Editorial
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Puntos de vista del rol de la
mujer en la oftalmología
colombiana
Fue mi idea inicial poder realizar un editorial muy completo con el fin de
exaltar el rol de la mujer especialista en la oftalmología en Colombia, y creo que
no estamos en mora de que les dediquemos un numero completo evaluando cada
uno de los aspectos de la importancia de nuestra mujer colombiana especialista en
el país. En esta sección he invitado a dos excelentes especialistas quienes me merecen
mis respetos y admiración y quienes muy generosamente han querido compartir
sus pensamientos e ideas con respecto de este tema son la Dra. Catalina Montoya
y la Dra. . María Ximena Núñez.
Y es que históricamente se le ha otorgado a la mujer el rol de madre , esposa y
pilar de la formación familiar , pero este editorial que amanera de reflexión , quiere
esbozar temas que en nuestra sociedad siguen siendo álgidos por que si bien es
cierto el desempeño de la mujer en el mercado laboral ha significado la superación
de barreras culturales , sociales , políticas y religiosas cabrían preguntas como estas:
Estas barreras han mantenido condiciones difíciles para la mujer con pocas
oportunidades laborales, bajos salarios y dificultad de acceder a cargos directivos?
. Según un estudio realizado en el 2010 por Great Place to Work Institute en 169
empresas del país se concluye que las mujeres tienen menos salarios, menores
oportunidades de crecimiento dentro de una empresa y desventajas en cuanto a
autonomía para equilibrar su vida laboral con la familiar. Como perciben esta
problemática nuestras colegas?
Recordemos nuestra primera mujer medico en Colombia fue la Dra. Paulina
Beregoff de origen ruso y después de haber estudiado en USA bacteriología y
parasitología llega a nuestro país a la universidad de Cartagena para dictar la cátedra
en este área , y quien decidiría mas tarde a pesar de la resistencias del momento
estudiar medicina en esta facultad y obtener su titulo de de Doctor en Medicina
en 1925. Bajo la ley 28 de 1932 el ex presidente Enrique Olaya Herrera decide
ampliar la oportunidad de formación académica a la mujer en nuestro país. Muchos
años después tendríamos a nuestra primera mujer especialista en Oftalmología la
doctora Consuelo González y posteriormente nuestra primera presidente de la
Sociedad Colombiana de oftalmología la Dra. Zaira Zambrano.
Compartamos con ustedes respetados colegas estos dos puntos de vista de tan
ilustres oftalmólogas de nuestra sociedad actual
Carlos Medina
Editor Revista SCO
94
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso
La oftamóloga colombiana:
Más allá de la equidad
de género.
Maria Ximena Núñez G.
Unidad de Cornea y Cirugía Refractiva
Grupo de investigación Visión Sana
Clínica de Oftalmología de Cali
Cualquier consideración que se haga alrededor del papel de la mujer
en el campo profesional que nos ocupa debería sobrepasar, a mi juicio, el
sesgo feminista. Si bien considero que las mujeres hemos tenido que ir
conquistando posiciones en la historia de la Ciencia y de los distintos
saberes humanos, desde las épocas de Hypatia, científica y mártir, hoy por
hoy el asunto no puede reducirse sólo a la defensa del género.
Lo digo no para congraciarme con los hombres y obtener su beneplácito
sino para señalar que hay otros aspectos, que se deben tener en cuenta más
allá de la defensa de la igualdad de sexos. La sicóloga Elizabeth Badinger,
por ejemplo, afirma que: “no hay dominación masculina sino una falta de
voluntad por parte de las mujeres para afirmar su autonomía. Cuando se
quiere, se puede! “
El postulado de partida es que, en definitiva, los hombres y las mujeres
no son lo mismo. Ni desde el punto de vista fisiológico, ni desde el punto
de vista de la sensibilidad y del siquismo. La diferencia ostensible entre la
identidad del XX y el XY ha ocupado a un sinnúmero de personajes.
Es claro que la búsqueda por alcanzar el reconocimiento de la cultura
95
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
ha existido y se ha convertido en un lugar
común de lo que se considera políticamente
correcto. Hablo de la histórica lucha de la
mujer para asumir roles distintos, aparte de
los que siempre le han endilgado como la
exclusiva figura de madre, salvaguardia de la
familia, de la moral y del hogar. De hecho, el
giro se ha producido y hoy se evidencia en los
perfiles de la mujer en roles tan distintos como
la política, la ciencia o las artes. Al remontar
la sumisión a las tareas de lo doméstico, con
sus supuestas dotes naturales para tales fines,
la mujer no sólo trasciende el estereotipo
femenino sino que puede asumir su papel de
maneras tan diferentes como personales y
quiero resumirlas en tres tipos que se
sobreponen a la simple discusión de género:
Tipo 1. La primera manera de trascender
es siendo profesionales con un sentido de
cumplimiento y satisfacción por el deber
cumplido.
Tipo 2. La segunda es que además de ser
profesionales mantengan la satisfacción de
estar al día con el manejo de los últimos
avances de la profesión.
Tipo 3. Y la tercera tiene que ver con liderar
procesos de investigación y de generación de
conocimiento.
Ahora, me parece pertinente enfocar la
trascendencia de la mujer en el gremio de la
oftalmología donde, históricamente, la
mayoría de miembros son hombres. Si
hablamos de Colombia, en específico,
encontramos que actualmente, en la Sociedad
Colombiana de Oftalmología tenemos 882
miembros de los cuales 594 son hombres
(67%) y 288 son mujeres (33%). Es claro, por
lo menos desde las matemáticas, que los
procesos han sido liderados por congéneres
masculinos.
96
Los porcentajes en la oftalmología (67%
a 33%) aparecen desproporcionados con
respecto a la relación hombres /mujeres, en la
población general colombiana (48,8% a
51,2%),
Aquí encontramos una mala notica para
los caballeros a los que ya no les corresponde
3 mujeres para cada uno. Escasamente les
alcanzará de a una, aunque se ufanen de tener
más y en realidad les pase como el Avastin para
uso ocular, que es un “off-label”
En la lógica de las estadísticas, las mujeres
tenemos la mayor representación en Bogotá,
donde están 138 de las 288 activas en
Colombia; es decir que allí están concentradas
el 50% de las oftalmólogas colombianas.
En nuestra sociedad colombiana de
oftalmología tenemos mujeres cuyo
desempeño individual se puede perfectamente
incluir dentro de los tres tipos de desarrollo
profesional antes mencionados, ¿pero cuál es
el rol que deben cumplir en el colectivo, en la
oftalmología colombiana?
Para las que sus metas están ubicadas en
el tipo 1 es tarea de hoy hacer las cosas bien,
con honestidad, y en consonancia con los
avances científicos y tecnológicos. Para esto
último se requiere incorporar la asistencia a
congresos nacionales, mínimo como una
actualización anual. Es una manera de
mantenerse vigentes, representar al colectivo
en la comunidad y respaldar la organización
de eventos académicos.
Es perentorio, en el rol de tipo 2, difundir
el conocimiento a los demás oftalmólogos
colombianos, participando en conferencias,
simposios y encuentros académicos de
educación continuada locales y nacionales.
En el tercer tipo , se requiere salir del país,
investigar, difundir y, por supuesto, trabajar
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso
de la mano con la Sociedad Colombiana de
Oftalmología; ayudar a fortalecerla como sea
que es el único ente que nos agremia
académicamente y nos representa ante todos
los ámbitos de la vida nacional.
Pero este liderazgo debe hacerse
integralmente, es decir, sacándole partido a
la singularidad y puntos de vista de una mujer.
No desde el absurdo de alguien que quiere
actuar como un hombre, sino incorporando
las otras dimensiones de lo humano y de lo
femenino; como el hecho de querer ser madres
y asumir roles organizativos en el hogar, las
que a bien lo tengan o lo deseen.
Finalmente, dada la circunstancia de hacer
parte de un medio profesional de mayoría
masculina, las mujeres necesitan de este apoyo
para poder cumplir con su rol médico. ¿Es fácil
conseguir este apoyo? Creo que no tanto
porque primero se debe recorrer un camino
que le permita a la mujer ganarse el respeto de
sus colegas. Lo anterior amerita tiempo y
tesón, para no flaquear o perder la meta.
Zanjar la discusión entre lo femenino y
lo masculino, más allá de la lucha por la
uniformidad de sexos, nos permite pensar los
logros de un profesional más por los méritos
propios que por razones de género. Así nos
alejamos de vanos resentimientos. Esta es una
forma de lograr que a las acciones femeninas o
sus logros eviten mirarse con la flojedad de un
chiste machista o la estúpida creencia de que el
ánimo o el juicio dependen del útero, y otra serie
de prejuicios que han hecho carrera incluso en
mentes tan reconocidas por su genio como las de
Platón o Hipócrates.
97
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Colombian ophthalmology:
Beyond the equity gender
Maria Ximena Núñez G.
Cornea and refractive Surgery Unit
Sana Vision Research Group
Ophthalmology Clinic of Cali
Any consideration which is made around the woman role in the
professional field with which we deal should surpass, in my opinion, the
feminist point of view. If I believe that the women must have to conquer
positions in the Science history and in the different human knowledge
since the Hypatia, scientific and martyr, today the affair cannot be reduced
only to the gender defense.
I am saying this not in order to have the men´s approval neither to
obtain their welcome but in order to stand out that there are other aspects
which must be taken into account beyond the defense of the sex equality.
Psychologist Elizabeth Badinger, for example, states that: “there is not any
masculine domination but a lack of will by the women when affirming
their autonomy. When you wish, you can! “
The starting point is that, men and women are not the same, neither
from the physiologic stand point, nor from the sensibility and psychic
aspects. The large difference between XX and XY identities has occupied
numberless characters.
It is clear that the search to reach culture acknowledgment has existed
and that it has turned to be a common place which is politically considered
98
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso
correct. I speak about the women´s historical
struggle to assume different roles, besides those
which have always imposed her as the exclusive
figure of the mother, the family, the moral and
the home safeguard. In fact, the change has
been produced and today there is the evidence
of the women´s roles very different to politics,
science or arts. When going back to being
subject to the domestic tasks with their
supposed natural skills for that purpose,
women not only go beyond the feminine
stereotype but she can assume the role in
different and personal ways and I would like
to summarize them in three types which
surpass the simple gender discussion.
Type 1. The first way to transcend is to
be professionals with a sense of fulfillment and
satisfaction for the accomplished duty.
Type 2. The second one is that besides
being professionals, they feel the satisfaction
to be updated with the handling of the last
advancements of their profession.
Type 3. And the third one has to do with
being the leader of researches processes and of
knowledge generation.
Now, it seems pertinent to me to focus in
the woman importance in the ophthalmology
body in which, historically, most of the
members are men. If we speak specifically
about Colombia, we find that currently in the
Colombian Society of Ophthalmology we
have 882 members of which 594 are men
(67%) and 288 are women (33%). It is clear,
that at least from the statistics the processes
have been leadered by masculine congeners.
Percents in ophthalmology (67% to 33%)
seem disproportionate regarding the relation
of men /women, in the Colombian general
population (48,8% to 51,2%),
Here we find bad
news for those gentlemen to which 3 women
correspond for each one. They will only
scarcely reach one, even though they are proud
to have more and in reality it happens to them
the same as Avastin for ocular use, which is an
“off-label”
According to the statistics logics, women
have the largest representation in Bogot· where
138 women out of 288 are active in Colombia;
that is, that that is where 50% of the
Colombian
ophthalmologists
are
concentrated.
In our Colombian Society of
Ophthalmology, we have women which
individual development can be perfectly
included within three kinds of the before
mentioned professionals, øbut which is the
role that they must play in the collective, in
the Colombian ophthalmology?
In order that their goals are located in type
1, it is today´s task to make things well, in an
honest way and according to the scientific and
technological advancements. For this purpose,
it is required to incorporate the assistance to
the national congresses, as the minimum with
an annual updating. It is a way to be updated,
to represent the collective in the community
and to back up the organization of academic
events.
It is peremptory, in the type 2 role, to
spread the knowledge to the other Colombian
ophthalmologists, participating in
conferences, symposium and academic
meetings of local and national continuous
education.
In the third type, it is required to leave
the country, to research, and, of course, to
work together by the hand of the Colombian
Society of Ophthalmology; to help to reinforce
it since it is the only entity which academically
99
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
unites us and represents us before the national
life scopes.
But this leadership must be made in an
integral way, that is, taking advantage of the
singularity and the points of view of a woman
and not from the absurd of someone who
wants to act as a man, but incorporating the
other dimensions of the human and the
feminine; such as the fact to want to be
mothers and to assume the organization roles
at home, those who wish it.
Finally, given the circumstance to be part
of a professional of the masculine majority,
women need that support to be able to fulfill
the medical role. øIs it easy to obtain this
support? I believe that it is not that easy
because one must go through the way which
100
allows the woman to win her colleagues
respect. The above takes time and tenacity so
that we do not lose the goal.
To surpass the discussion between the
feminine and the masculine, beyond the
struggle for the sex uniformity allows us to
think about the achievements of a professional
more for his own merits than for the reasons
of gender. This is a way to be far away of vain
resentments. This is as well a way to achieve
that the feminist actions or their achievements
avoid to see oneself with the weakness of a macho
joke or the stupid believe that the courage or the
judgment depend on the uterus and other series
of prejudices which have followed a career even
in the so well minds because of their genius such
as the ones of Plato or Hippocrates
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso
La excelencia de la
oftalmología en Colombia
Dra. Catalina Montoya
Retina y Vitreo
Medellin Colombia
Me pidieron inicialmente un editorial sobre el papel de la mujer en la
oftalmología colombiana. Pero no me gusta que nos encasillen en el tema de
género. Me gusta pensar en lo que determina al individuo, más que en su
fracaso o éxito determinado por el género. Cada uno de nosotros ha tenido
dificultades y oportunidades personales, que pueden o no deberse a la condición
sexual, en tanto que somos seres humanos con cargas personales, familiares y
sociales que nos signan.
Lo que importa es qué hacemos con nuestras vidas, nuestras profesiones.
Qué queremos y qué podemos hacer. Entonces, ¿cómo llegamos a la excelencia?
¿y cómo lo hacemos con nuestro sistema actual de salud?
Hace unos años, conversando con un grupo de colegas que tomaron la
decisión de buscar sus rumbos profesionales en los Estados Unidos, y hablando
de las dificultades que ya iba imponiendo a los profesionales colombianos la
Ley 100, dije que si uno era buen profesional, no tenía por qué preocuparse
(aseveración cierta, pero también ingenua de mi parte, que apenas consolidaba
mi ejercicio como oftalmóloga). Uno de ellos me preguntó: ¿Y quién define
que uno es un buen profesional?
La pregunta es pertinente. Mi ingenuidad radicaba en que solo contemplaba
el asunto desde la relación médico-paciente y desde la comunicación con los
pares, y estaba perdiendo de vista el cambio que se iba a producir en el ejercicio
profesional, convirtiéndolo en un mercado entre contratistas externos, como
son las E.P.S., I.P.S., y los usuarios.
Todo ha cambiado; no es que mi respuesta fuera falsa, pero no era suficiente.
Y no se cumple lo que pensaba, que porque uno fuera bueno, necesariamente
a uno le iría mejor.
101
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
¿Qué es la excelencia? El Diccionario de la Real
Academia de la Lengua la define así:
Excelencia (Del lat. excellent-a).
1. f. Superior calidad o bondad que hace
digno de singular aprecio y estimación algo.
¿Quién nos debe definir? ¿Las entidades
que nos contratan? Vemos a las entidades para
las que trabajamos que, dependiendo del
contrato, se interesan en el profesional; o lo
consideran mejor si realiza pocos
procedimientos (si hay un contrato por
capitación o si se trata de un trabajo directo
con la I.P.S. de una E.P.S.); o, por el contrario,
lo consideran idóneo si hace muchas cirugías,
si es un contrato en el que se cobra por evento.
¿La calidad de ese trabajo? Desde que no
existan quejas o demandas, no se profundiza
mucho o es suficiente con la estadística de
tiempo quirúrgico y número de reoperaciones,
datos que por sí solos no son indicativos de
alta calidad. Se perdió la práctica de
escalafones, en donde de acuerdo a horas de
trabajo, cursos de actualización, etc., se
adquiría un puntaje que mejoraba la posición
dentro de la institución o el sueldo.
¿Nos definen los pacientes? Por supuesto.
Pero también hay que tener en cuenta que a
los pacientes los mueve algo más que la buena
atención, y no cuentan con todos los
elementos de análisis. Los pacientes, además,
ya no son “nuestros” sino de las entidades, y
hay médicos que además se aprovechan de su
ignorancia y su posición dependiente, para
realizar procedimientos. También hay
pacientes que consultan (y se operan) por
moda o por publicidades rimbombantes.
¿Nos guiamos por los laboratorios?
Obviamente que hay un sesgo importante en
lo que esta industria maneja y la discusión
sobre su papel en la formación, educación
continuada e investigación de la industria es
amplia en el mundo entero.
102
¿Nos guiamos por nuestros colegas? Los
pares pueden ser la fuente más confiable;
algunos nos han visto trabajar desde la
residencia, ayudan en las complicaciones, ven
nuestro trabajo, etc. Pero como también allí
existe la competencia desleal y el sesgo, hay
que ver y escuchar de manera crítica.
Pienso, volviendo al tema de los retos que
nos ha impuesto la Ley 100 que cada vez es
más difícil la búsqueda de la excelencia:
limitaciones en el tiempo de atención,
restricciones en el uso de prescripción de
exámenes diagnósticos y tratamientos, demora
y devolución en órdenes, pacientes que van y
vienen de acuerdo con los contratos,
oftalmólogos con varios sitios de trabajo,
disminuyendo además la posibilidad de
reflexionar sobre los casos, salarios sin
vacaciones ni salud, ni partida presupuestal
para educación continua adecuada y ética, una
oftalmología donde no se hace una diferencia
entre capacitación y dotación, pues los
contratos son exactamente iguales para el que
invierte y para el que no, y se torna en una
carrera de rendimiento económico.
Con todo esto planteado, la búsqueda de
la excelencia en este momento es una ruta
dura, pero necesaria para nuestra vida, nuestros
pacientes y el gremio en general, que va a
depender de cada uno de nosotros, de nuestra
vocación, del gusto que tenemos por lo que
hacemos. El manejo ético del paciente, de la
profesión y de los recursos, el estudio
continuado, el trabajo en equipo, la
cooperación gremial, todos, son parte de
nuestro ser médico y de nuestra
responsabilidad social y se convierten en retos
cada vez mayores para nosotros, hombres y
mujeres que escogimos esta vocación. No
perdamos el rumbo.
Experiencia con suturas removibles en Trabeculectomía
Opththalmology excellence
in Colombia
Dra. Catalina Montoya
Retina y Vitreo
Medellin Colombia
I was initially asked about an editorial on the woman role in the Colombian
ophthalmology. But I do not like that we are type-casted in the gender. I like to
think in what is what really determines the individual more than about his
failure or success determined by the gender. Each one of us has had difficulties
and personal opportunities which can be or not due to the sexual condition
since we are human beings with family personal and social loads which
sign us.
What really matters is what we do with our lives, our professions. What is
what we would like to do and what can we do. Then, øhow do we reach the
excellence ? ø how do we reach it with our current health system?
Some years ago, talking with a group of colleagues who took the decision to
search for their professional paths in the United States and talking to the
difficulties which are imposed to the Colombian professionals of Law 100, I
said that if you were a good professional, I did not have why to worry (a true
statement but, it was also some kind naÔve from my side, because I was only
consolidating my performance as ophthalmologist). One of them asked to me:
øAnd who defines that one is a good professional?
The question is pertinent. My ingenuity laid in the fact that I only was
thnking about the matter from the medical-patient point of view and from the
communication with my pairs and I was losing of sight the change which had to
take place in the professional performance, turning it in a market between external
contractors, such as the E.P.S., I.P.S. and the users.
103
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Everything has changed; it is not that my
answer was false, but it was not enough. And
what I thought that because I was a good
professional, necessarily I had to be successful.
øWhat is excellence? The Real Academy
dictionary defines it as follows:
Excellence (from lat. excellent-a).
1. f. Superior quality or goodness which
makes someone to deserve a singular
appreciation and estimation.
Who must define us ? øThe entities who
hire us? We see the entities for the one we work
that, depending on the agreement, are interested
in the professional or think better of him if he
carries out few proceedings (if there is an
agreement for training or if it deals with a direct
work with an I.P.S. or an E.P.S.); or, on the
opposite, they believe he is skilled if he
undergoes many surgeries, if it is an agreement
in which it is charged by an event.
Is that work quality? Since there are not
claims or demands, there is not any deepening
or is it enough with the surgical time statistics
and the number of reoperations, data which
by themselves indicate the high quality. The
quality range was lost in which according to
the work hours, updating courses, etc., a score
was acquired which improved the position
within the institution or the salary.
Do the patients define us? Of course. But
we must also take into account that the patients
deserve something more than a good attention
and they do not count with the good analysis
development. The patients, also, are not “our
patients””but they belong to their entities and
there are medical doctors who take advantage
of their ignorance and their independent
position to carry out procedures. There are also
patients who consult (and undergo surgeries)
because of the fashion or because of flamboyant
advertising.
Are we guided by the laboratories?
104
Obviously that there is an important inclination
in what the industry handles and the discussion
on the role on the training, continuous
education and research of the industry is wide
all over the world.
Are we guided by our colleagues? The pairs
can be the most reliable source; some of them
have seen us working from home, help us in
troubles, see our work, etc. But since there is
the unfair and one sided concurrence, we must
see and listen in a critical way.
I think, going back to the subject of the
challenges imposed by law 100 that every time
it is more difficult to search for the excellence:
limitations in the attention time, restrictions
in the prescriptions use, of diagnostic
examinations and treatments, delay and return
in orders, patients who come and go according
to the agreements, ophthalmologists with many
places of work, decreasing also the possibility
to think on the cases, salaries without holidays
or health, or a budget amount for a proper and
ethical continuous education, an
ophthalmology in which a difference between
training and endowment is not made because
the agreements are exactly the same for the one
who invests and for the one who does not and
it is turned in an economic profit career.
With all these reasons established, the
excellence search at this time is a hard way but
necessary for our life, for our patients and the
union in general which is going to depend on
each one of us, on our vocation, on the pleasure
that we have for what we do. The patient ethical
handling, the profession and its resources, the
continuous studying, team work, union
cooperation, all of them, are part of our being
medical doctors and of our social responsibility
which are turned in every time greater
challenges for us, men and women who chose
this vocation. We do not lose the path.
Experiencia con suturas removibles en Trabeculectomía
Experiencia con suturas
removibles en
Trabeculectomía
Gabriel Enrique Ortiz, MD
2
Santiago Sánchez Jaramillo, MD
1
Resumen
Objetivo: Evaluar los resultados de la
trabeculectomía “segura” con uso de suturas
removibles, en relación con el control de la
presión intraocular (PIO), tiempo de retiro de
las suturas, y el tipo de ampolla filtrante.
1
Profesor Asociado, Jefe de la Unidad de
Oftalmología. Universidad Nacional
de Colombia.
2
Pacientes y Métodos: Se incluyeron 77
ojos de 64 pacientes. Se analizó el tipo de
glaucoma, la PIO preoperatoria, después de
la remoción de suturas removibles y al final
del seguimiento; el tipo de ampolla filtrante
obtenida y la necesidad de tratamiento
farmacológico posquirúrgico, durante el
seguimiento promedio de 18 meses
Oftalmólogo, Universidad
Nacional de Colombia.
Autor responsable:
Gabriel Enrique Ortiz A.
Campus Universitario.
Carrera 30 No 45-03
Facultad de Medicina. Oficina 107
Teléfono. 316500 Extensión 15031
Celular: 3014304194
E-mail: [email protected]
105
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Resultados: El 61% de los pacientes
tenían Glaucoma Primario de Angulo abierto
(GPAA), 31% Glaucoma Primario de Angulo
Cerrado (GPAC) y 8% Glaucomas
Secundarios. La PIO preoperatoria promedio
fue 30.9 +- 3.1 mmHg, y la PIO final
promedio fue 15.1+- 1.4 mmHg. Cuarenta
de los 77 ojos requirieron la remoción de al
menos una sutura. La complicación más
frecuente fue el escape de la ampolla.
Results: About 61% of patients presented
primary open-angle glaucoma (POAG), 31%
suffering primary angle-closure glaucoma
(PACG) and 8% secondary glaucoma. Mean
preoperative IOP was 30.9 +/- 3.1 mmHg,
and final IOP was 15.1+/- 1.4 mmHg. Forty
of the 77 eyes required removal of at least one
suture. The most frequent complication was
early leakage; none of the patients presented
infection during the follow up.
Conclusiones: La trabeculectomía con
suturas removibles demostró utilidad para la
modulación de la presión intraocular en el
postoperatorio temprano y al final del
seguimiento. La técnica de Trabeculectomía
“segura” produjo un alto porcentaje de
ampollas con menor riesgo de escapes tardíos
y endoftamitis.
Conclusions: Trabeculectomy with
releasable sutures showed to be useful for
modulation of IOP in the early postoperative
and in the follow-up. The technique can be
considered a “safe” trabeculectomy producing
a high rate of “safe” filtering blebs, with lower
risk of late leaks and endophthalmitis.
Palabras Claves: Trabeculectomía, Suturas
removibles, Glaucoma
Abstract
Objective: To evaluate the results of
trabeculectomy with releasable sutures in
terms of IOP control, time of removal of
sutures, and type of filtering bleb.
Patients and Methods: Seventy seven eyes
of 64 patients were operated with releasable
sutures. The type of glaucoma, preoperative
intraocular pressure (IOP), IOP after removal
of releasable sutures and at the end of the study,
type of filtering bleb obtained, the need for
postoperative medical treatment, and the
incidence of infection was also evaluated for
18 months.
106
Key Words: Trabeculectomy, Releasable
sutures, Glaucoma
Introducción
La trabeculectomía continúa siendo el
procedimiento quirúrgico de elección para el
tratamiento de diversos tipos de glaucoma que
no responden a otras formas de tratamiento,
como las medicaciones y el láser. Algunos
estudios han hallado que hasta el 60% de los
pacientes con glaucoma requieren la
realización de un procedimiento quirúrgico.
(1,2,3).
La técnica quirúrgica clásica usa suturas
fijas en los bordes del colgajo escleral. Si las
suturas se anudan muy laxas permiten una
hiperfiltración originando aplanamiento de la
cámara anterior, desprendimientos coroideos,
hemorragias, y si se prolongan, maculopatía
Experiencia con suturas removibles en Trabeculectomía
hipotónica. (4,5,6,7) Las suturas muy
apretadas con frecuencia hacen necesario el
masaje ocular, la adición de medicación tópica
y/o la suturolisis con láser para disminuir la
PIO en el postoperatorio. La suturolisis es un
procedimiento que aumenta los costos del
tratamiento, no siempre es sencilla y puede
generar un exceso de drenaje e hipotonía.(8)
La trabeculectomía con suturas removibles es
una alternativa sencilla, económica y versátil,
en procura de modular los niveles de PIO en
el postoperatorio. (9,10)
Pacientes y Métodos
El estudio se realizó en pacientes operados
de trabeculectomía con suturas removibles
entre Abril de 2004 y Septiembre de 2007. Se
incluyeron 77 ojos de 64 pacientes, 39 mujeres
(61%) y 25 hombres (39%), 55 mestizos, 11
blancos y dos de raza negra. La edad promedio
de la población fue de 66 años (17 a 87)
(Figura 2). Se analizaron variables como edad,
género, tipo de glaucoma, cirugías previas,
agudeza visual inicial y final, daño del nervio
óptico, presión intraocular preoperatoria, día
de retiro de las suturas removibles, presión
intraocular después de remoción de las suturas,
tipo de ampolla filtrante, medicación
antiglaucomatosa postquirúrgica, escapes y
complicaciones.
Técnica de trabeculectomía y manejo
postoperatorio
Se utilizó la técnica denominada
“trabeculectomía segura” preconizada por el
Dr. P.T Khaw del Moorfields Eye Hospital en
Londres, la cual pretende generar ampollas
amplias, difusas y posteriores, mediante la
inducción del flujo en sentido anteroposterior, procurando evitar el flujo lateral. Se
elaboró un colgajo base fornix, tapa escleral
iniciada a 1.5 mm posterior a la unión córneoconjuntival, aplicación de mitomicina 0.4%
tópica con esponja de celulosa en un área
amplia sobre la tapa escleral y posterior a ésta,
entre uno y tres minutos según la indicación
en cada paciente; se disecó la tapa escleral de
60% del espesor con cuchillete Crescent de
zafiro, en la parte central se realizó una
tunelización avanzando 1 mm en cornea clara.
Se realizó una paracentesis en cornea hacia las
10 horas, entrada en cámara a través de la zona
tunelizada con cuchillete de facoemulsificación
de 2.8 mm, trabeculectomía con Kelly Punch
de 0.75 mm seguida de iridectomía periférica
en todos los casos. La tapa escleral se cerró
con dos a tres suturas con Nylon 10-0 que
empezaron con una tunelización en cornea
clara y que se anudaron con cuatro lazadas
dándole la tensión necesaria para graduar la
filtración al nivel deseado. (Figura 1). Las
suturas removibles no hacen parte de la técnica
descrita por el Dr. Khaw. Se indicó un
antibiótico tópico, generalmente una
quinolona, desde el primer día postoperatorio, al cuarto día postoperatorio se
inició prednisolona tópica al 1% la cual se
mantuvo durante un promedio de diez
semanas.
Si en la primera semana del postoperatorio
no se alcanzaba la presión intraocular meta,
se realizó en el consultorio la remoción de una
de las suturas removibles, se controló muy de
cerca la PIO en los días subsiguientes y se
retiró la segunda, y en algunos pocos casos una
tercera sutura de acuerdo con la evolución de
la PIO.
107
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Características de la ampolla filtrante:
Las ampollas fueron calificadas de acuerdo
a la clasificación de Migdals and Hitchings en
isquémicas, amplias gruesas y difusas.
Resultados
El diagnóstico más frecuente fue el GPAA
en 47 ojos (61%), seguido por GPAC en 20
casos (26%) y por diversos tipos de glaucomas
secundarios que sumados comprendieron 10
casos (13%). (Figura 2). Cincuenta y seis ojos
presentaban daño campimétrico severo, 17
tenían daño moderado y 4 se operaron con
daño calificado como leve. Treinta y un
pacientes (48%) presentaban ojo único, y de
ellos 27 (42%) perdieron la visión del ojo
congénere por glaucoma.
Se usó Mitomicina C en todos los
casos.(10,11) El tiempo promedio de
seguimiento fue de 18 meses, con un rango
entre 8 a 27 meses. La agudeza visual inicial
fluctuó entre 20/20 y PL manteniéndose
estable en 49 ojos, mejorando en 11 y
empeorando en 17. Su variación postoperatoria no fue significativa excepto en
aquellos que presentaron desprendimiento
coroideo.
La presión intraocular preoperatoria
promedio fue de 30.9 +- 3.1 mmHg, y la PIO
final promedio 15.1 +- 1.4 mmHg. En
veintiún ojos se removió una sutura entre los
días 3 y 21, en 16 casos se retiraron dos suturas
en el mismo intervalo, y en 3 ojos tuvo que
removerse una tercera sutura entre el día 4 y
8. La PIO promedio fue 14.6 +- 1.3 mmHg
después de retirar la primera sutura, y 13.4 +1.2 mmHg con el retiro de la segunda.
108
Dos pacientes debieron someterse a
suturolisis con láser entre el día 10 y 22 por
imposibilidad para retirar las suturas
removibles. Cincuenta y dos ojos (68%)
fueron considerados como éxitos (PIO menor
de 18 mmHg sin medicación al final del
seguimiento), 18 ojos (23%) éxitos calificados
(PIO menor de 18mmHg con medicación
antiglaucomatosa), y el procedimiento fracasó
en 7 ojos (9%).
Las complicaciones postoperatorias más
frecuentes fueron: escape en 14 ojos (18%)
que se resolvió espontáneamente, y la
aparición o progresión de catarata en 12 ojos
(16%); y las más graves, dos desprendimientos
coroideos hemorrágicos y un caso de bloqueo
ciliar (Figura 3).
Al final del seguimiento las ampollas se
clasificaron como posteriores difusas en 48 ojos
(62%), amplias gruesas en 13 ojos (17%)
isquémicas en 8 ojos (9.5%) y fallidas 8 (9.5%)
(Figura 4).
Independientemente del tipo de ampolla,
se obtuvo una localización posterior en 59
(86%) de las 69 ampollas que permanecieron
funcionales al final del seguimiento.
En 57 de estos 69 ojos (83%) se obtuvieron
ampollas que pueden ser consideradas
“seguras”, es decir, con menor riesgo de escapes
tardíos y endoftalmitis, por ser posteriores y
difusas o gruesas, confirmando las bondades
y la efectividad de la trabeculectomía “segura”.
Discusión
La técnica quirúrgica de trabeculectomía
con suturas removibles ofrece numerosas
ventajas: Filtración controlada pues el uso de
un Kelly punch de 0.5mm ofrece una apertura
Experiencia con suturas removibles en Trabeculectomía
reproducible, y la cirugía puede dejarse
levemente ajustada para prevenir la
hiperfiltración temprana con aparición de
cámara panda, desprendimientos coroideos o
hipotonía prolongada con todas sus
implicaciones. Como la remoción de las
suturas se realiza fácilmente en el consultorio,
la filtración puede ser modulada en forma
sencilla de acuerdo a la evolución de la PIO
(11). Generalmente la primera sutura se retira
en la segunda semana del postoperatorio,
aunque en casos de hipertensión marcada pude
hacerse antes.(18, 19,20)
Empleando la técnica “segura” para
trabeculectomía, con tapa posterior,
tunelización esclerocorneal central, aplicación
de Mitomicina C en un área amplia y
posterior, obtuvimos un porcentaje alto de
ampollas difusas o gruesas y posteriores, con
un riesgo estimado menor para disestesia,
escapes tardíos y endoftalmitis. (10,12,18)
Un colgajo conjuntival base fórnix genera
una mejor visualización del campo quirúrgico
y permite un drenaje posterior del humor
acuoso con formación de una ampolla más
difusa y posterior. Aunque se ha reportado una
mayor incidencia de escape de la ampolla en
colgajos base fórnix, el realizar una tapa escleral
amplia disecada centralmente en córnea clara
parece disminuir esta incidencia (13, 16,17)
Durante la última década el uso de
antimetabolitos como el 5FU (8) y la
Mitomicina C (9,10,11) en la cirugía de
glaucoma ha asegurado una mayor eficacia de
la trabeculectomía, sin embargo una potencia
complicación es la hipotonía postoperatoria .
La técnica para trabeculectomía con suturas
deslizables es ventajosa porque es un
procedimiento fácil y no depende del acceso a
equipo quirúrgico sofisticado.
Adicionalmente se puede prescindir de la
suturolisis láser, que en varios casos puede no
ser exitosa. La presión intraocular en todos
los pacientes disminuyó satisfactoriamente
luego de retirar las suturas removibles. La
diferencia de presión intraocular antes y
después de liberar la sutura fue significativa
ya que la presión objetivo fue alcanzada y la
ampolla mantuvo su funcionalidad.
La complicación más frecuente que
encontramos fue el escape, .aunque
sensiblemente menor que el reportado en otras
series, y que ocurre independiente del uso o
no de suturas removibles, al igual que la
aparición o progresión de catarata. (16,17)
Tanto los desprendimientos coroideos como
la atalamia estuvieron presentes pero en bajo
porcentaje, posiblemente por el ajuste inicial
de la cirugía, dada la presencia de las suturas
removibles. En nuestro estudio la técnica de
suturas deslizables permitió un adecuado y
efectivo manejo de la filtración en la
trabeculectomía. No se requirió instrumental
quirúrgico costoso y las complicaciones fueron
mínimas. Es útil también en cirugías
combinadas.
Las suturas removibles en trabeculectomía
constituyen una técnica útil y segura, y
una buena alternativa para la suturolisis con
láser.
109
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Tablas
Edad en años
n=
%
Menor de 50
9
13
51 a 60
7
10
61 a 70
18
28
71 a 81
23
36
Mayores de 80
7
13
Total
64
100
Tabla 1. Edad de la población evaluada
Figuras
Figura 1: Técnica de suturas removibles: . a. El punto se inicia en córnea clara, tunelizando
para enterrar la sutura, dejando un segmento pequeño en la superficie, luego se tuneliza
hacia la tapa escleral emergiendo en la superficie y finalmente se toman el bordes la
tapa y el lecho escleral. b. Se anuda con 4 vueltas verificando que deslice al traccionar
desde el extremo corneal. c. aspecto final de la sutura removible
110
Experiencia con suturas removibles en Trabeculectomía
Figura 2. Tipos de glaucoma
Figura 3. Complicaciones
Figura 4. Tipos de ampolla filtrante obtenidas.
111
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
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Resultados quirúrgicos y visuales en el manejo de lente intraocular luxado o subluxado en Unidad Láser del Atlántico.
Barranquilla, julio 2006 - julio 2009.
Resultados quirúrgicos y visuales
en el manejo de lente
intraocular luxado o subluxado
en Unidad Láser del Atlántico.
Barranquilla,
julio 2006 - julio 2009.
1
Abdala Carlos A.
2
Daza Irwin
3
Peralta Ana T.
Resumen
Objetivo: Evaluar los resultados
quirurgicos y visuales de los pacientes que
consultaron al servicio de Retina y Vítreo de
Unidad Láser del Atlántico en Barranquilla,
por presentar lente intraocular subluxado o
luxado a cavidad vítrea. Se realiza descripcion
de la técnica quirúrgica empleada.
Diseño del estudio: Estudio descriptivo
retrospectivo
Pacientes y métodos: Se estudiaron las
historias clínicas pacientes con diagnostico de
LIO luxado o subluxado al vítreo en un
1
Oftalmólogo supra especialista en Retina y Vítreo
2
3
Residente 3er año Universidad del Sinú
Residente 3er año Universidad del Norte
113
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
periodo de 3 años y se les hizo manejo medico
o quirúrgico de acuerdo a las condiciones pre
quirúrgicas. Los que fueron llevados a cirugía
podían ser sometidos a 1 de las 2 técnicas
diferentes de refijación del lente intraocular:
1) Recolocación del mismo LIO sobre restos
capsulares o 2) Extracción del LIO y sutura
de nuevo Lio al sulcus escleral. A todos estos
pacientes se les hizo seguimientos de por lo
menos 4 meses. Se evaluaron, etiología de la
descentración, agudeza visual pre y
postquirúrgica, complicaciones asociadas
a la entidad o el procedimiento quirúrgico
en sí.
Resultados: Se incluyeron 29 ojos de 29
pacientes de los cuales un 62% tenían LIO
luxado a cavidad vítrea y 38% LIO subluxado.
El 90% eran mayores de 50 años. 25 pacientes
(86.2%) fueron llevados a cirugía, de los cuales
al 68% se les suturo un nuevo LIO al sulcus y
al 32% se les recoloco el mismo lente sobre
restos capsulares. De los pacientes que se les
suturo el LIO al sulcus la agudeza visual
mejoró en por lo menos una línea de visión
en 82% de los casos, y a los que se les recoloco
de LIO sobre los restos capsulares, el 75%
presentó mejoría de 1 o más líneas de visión.
No encontramos una diferencia
estadísticamente significativa en la mejoría de
líneas de visión con las 2 técnicas (p: 0.52
prueba exacta de Fisher). En cuanto a la
etiología de la luxación/subluxación
encontramos en orden descendente: ruptura
capsular, zonulodiálisis, indeterminada, y
trauma entre otras. La mayoría de las
complicaciones que se presentaron fueron
leves: hipertensión ocular, edema corneal
transitorio y uveítis y un paciente que hizo un
desprendimiento de retina a los 6 meses.
114
Conclusiones: El manejo del LIO luxado/
subluxado es una entidad que en nuestro
estudio presento mejoría visual en más del
80% de los pacientes. Las complicaciones se
presentaron en ambas técnicas quirúrgicas,
pero con buena evolución al manejo
instaurado en la mayoría de los casos.
Divulgación financiera: Los autores no
tienen propiedad ni interés comercial en
cualquier material discutido en este
manuscrito.
Abstract
Objective: To evaluate the visual
outcomes of patients admitted to the Retina
and Vitreous Department of Unidad Laser del
Atlántico in Barranquilla for dislocated or
luxated intraocular lens (IOL) to vitreous
cavity, and to describe the surgical
technique.
Study design: Retrospective descriptive
study
Patients and Methods: We studied the
medical records of patients diagnosed with
dislocated or luxated IOL over a period of
three year who underwent medical or surgical
management according to pre-surgical
conditions. Patients who underwent surgery
could be subjected to one of the two
techniques: re-fixation of the same IOL in
capsular remants or extraction of the luxaded
IOL with implantion of a new sulcus sutured
IOL. All patients were followed for at least 4
months. Etiology of decentration, pre and
postoperative visual acuity, complications
Resultados quirúrgicos y visuales en el manejo de lente intraocular luxado o subluxado en Unidad Láser del Atlántico.
Barranquilla, julio 2006 - julio 2009.
associated with the entity or surgical procedure
itself were recorded.
Results: We included 29 eyes of 29
patients. 62% of these eyes had IOL luxated
to the vitreous cavity and 38% subluxated
IOL. 90% were over 50 years old. 25/29
(86.2%) patients underwent surgery. On 68%
of patients sulcus sutured IOL surgery and in
32% IOL relocation on capsular remnants
were performed. Visual acuity improved by at
least one line of vision in 82% of sulcus suture
IOL cases and 1 or more lines of vision was
obtained in 75% of the IOL reposition group.
We found no statistically significant difference
in the improvement of lines of vision with the
two techniques (p = 0.52 Fisher). Etiology of
dislocation / subluxation are: capsular rupture,
zonulodialisis, indeterminate, and trauma
among others. Several mild complications
were observed after surgery: ocular
hypertension, transient corneal edema and
uveitis. In one patient a retinal detachmentwas
present at 6 months postop.
Conclusions: The surgical management
of dislocated / subluxed IOLs is feasible. Our
study showed a visual improvement in over
80% of patients. Most of postsurgical
complications presented in both groups were
transient and mildand only one eye presented
a late and severe complication. Choosing
surgical technique depends on integrity of the
posterior capsule. Further multicenter studies
would be necessary to corroborate our
findings.
Financial Disclosure(s): The authors have no
proprietary or commercial interest in any
materials discussed in this manuscript.
Introducción
La luxación y la subluxación de los lentes
intraoculares (LIO) a cavidad vítrea son una
complicación poco frecuente pero que puede
comprometer severamente la agudeza visual
del paciente. Estas entidades se presentan en
los pacientes en el periodo postoperatorio
inmediato y tardío1-7. Existen muchos
factores asociados a la luxación y subluxación
de un LIO a cavidad vítrea entre los que se
enumeran: el mal soporte capsular y/o zonular
y los traumas incluidos los traumas menores.
Además existen otros factores asociados como
son: pacientes de edad avanzada, alta miopía,
vitrectomía previa, síndrome de
pseudoexfoliación y enfermedades del tejido
conectivo2,7También se ha reportado la
luxación de LIO a cavidad vítrea después de
capsulotomía YAG laser, donde algunos
autores han sugerido que la contracción del
saco capsular posterior a la capsulotomía puede
explicar este proceso1,3,9. La causa de la
luxación o subluxación de los LIOs muchas
veces no logra determinarse6. Cuando un LIO
esta en mala posición puede alcanzar una
visión aceptable, pero a medida que avanza la
subluxación o llega a luxación se vuelve
sintomática, y es aquí donde el lente
intraocular amerita un manejo quirúrgico, que
rara vez es una condición urgente10.
Materiales y Métodos
Se revisaron los registros de historias
clínicas de 29 ojos de 29 pacientes que
consultaron al servicio de Retina y Vítreo en
Unidad Láser del Atlántico entre julio del 2006
a julio del 2009 con diagnóstico de LIO
115
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
subluxado o luxado a cavidad vítrea, que se les
hizo manejo y seguimiento de al menos 4
meses. De estos, 25 pacientes fueron
intervenidos quirúrgicamente. La técnica
quirúrgica se escogió según los criterios del
protocolo previamente expuesto y todas las
cirugías fueron realizadas por un mismo
cirujano especialista en retina y vítreo (CA). La
recolección de datos se hizo mediante revisión
retrospectiva de historias clínicas y fueron
recogidas en formato Excel. El análisis
estadístico se realizo con el software
Epi_Infoversion 3.5.1 2008.
A todos los pacientes se les realizó agudeza
visual por tablas Snellen sin corrección y con
agujero estenopeico, examen oftalmológico
completo bajo lámpara de hendidura, toma de
presión intraocular y examen de fondo de ojo
bajo dilatación con lente de 78D y
oftalmoscopia indirecta con lente de 20D en el
pre quirúrgico y en el postquirúrgico al 1er día,
15 dias, 1 mes y a los 3 y/o 4 meses. Se preestableció como parámetro en cuanto agudeza
visual, la ganancia de líneas de visión de cada
uno de los pacientes comparando la agudeza
visual pre quirúrgica y la agudeza visual
postquirúrgica representando como (+) si había
ganancia y (-) si había perdida de líneas de visión
tomadas por tablas de Snellen. Se tomó como
parámetro comparativo la AV pre quirúrgica y
la postquirúrgica al 3º y/o 4º mes.
Cuando nos enfrentamos a esta entidad en
la Unidad Láser del Atlántico el manejo
quirúrgico va encaminado a colocar
nuevamente un lente intraocular en la posición
funcional, extrayendo, si es necesario, el lente
intraocular de la cavidad vítrea la conducta
actual con las modernas técnicas de vitrectomía
posterior es la extracción del lente luxado de la
cavidad vítrea teniendo especial cuidado de
116
cortar el vítreo cortical y el de alrededor de la
lente con especial énfasis en las hápticas7,2,8;
Se pueden tomar 2 decisiones quirúrgicas,
igualmente validas, que son: el reposicionamiento de la lente o el cambio de la lente por
un lente suturado al sulcus7. Y por último,
como parte de la conducta, está solucionar las
complicaciones asociadas al lente luxado o
subluxado que pueden presentarse
intraquirúrgicamente como son los desgarros
retinianos asociados. Por último tenemos el
tratamiento médico postquirúrgico en pacientes
que presentan edema macular cistoide, uveítis
o hipertensión ocular secundaria.
Reposicionamiento de la lente sobre restos
capsulares
Se realiza posterior a una vitrectomía
completa, siempre y cuando haya un buen
soporte capsular y zonular, que comprenda 270
grados o más de capsula intacta. Se realiza
reflotación parcial con perfluorocarbono
líquido, para proteger el polo posterior y hacer
más fácil a la recuperación con pinza de End
gripping. Posteriormente se lleva a cámara
posterior mediante maniobras bimanuales y se
reacomoda la lente sobre los restos capsulares
realizando rotación de las hápticas del lente,
verificando que el lente este centrado. Se realiza
protección del endotelio previamente con
viscoelástico dispersivo, y se verifica
posteriormente la estabilidad del lente sobre la
capsula posterior con maniobra de movimientos
rápidos.
Cambio de lente luxado por lente suturado al
sulcus
Se hace incisión escleral tunelizada superior
y se realizan carteras esclerales previas a las 2 y
Resultados quirúrgicos y visuales en el manejo de lente intraocular luxado o subluxado en Unidad Láser del Atlántico.
Barranquilla, julio 2006 - julio 2009.
8 horas. Luego de realizada la vitrectomía
completa, se realiza reflotación completa con
perfluorocarbono líquido, se toma con fórceps
y se lleva a cámara anterior para después
extraerse por la incisión tunelizada, lugar por
donde será introducido el nuevo lente,
suturándolo al sulcus escleral con aguja de
prolene PC 7 y cerrando la incisión escleral con
nylon 10/0.
Al finalizar la fijación del lente en la cámara
posterior por cualquiera de las dos técnicas se
extrae el perfluorocarbono de la cavidad vítrea
y se revisa la retina periférica, y en caso de ser
necesario, se reparan las lesiones retinianas.
Resultados
Se encontró que 14 pacientes fueron de
sexo masculino y 15 de sexo femenino, no
encontrándose ninguna significancia estadística.
De estos un 62% presentaron diagnostico de
LIO luxado a cámara vítrea contra un 38% que
tenían LIO subluxado. La edad media de
presentación fue de 66 años, presentándose más
frecuente en pacientes mayores de 50 años (90%
de los casos).
La principal causa de LIO luxado y
subluxado fue la ruptura de cápsula posterior
intraquirúrgica (13 casos); seguido de la
capsulotomía con YAG laser y los de etiología
indeterminada con 4 pacientes cada uno, y la
tercera causa encontrada fue la zonulodiálisis
(3 casos), 1 de los cuales fue debido a síndrome
de pseudoexfoliación. En cuanto al tiempo de
aparición de la luxación/subluxación
encontramos que el 62% se presentan antes del
año después de la cirugía de catarata. De los
pacientes con ruptura de cápsula posterior, 7
pacientes presentaron dislocación en el acto
quirúrgico, 1 a la semana y 4 dentro del primer
mes.
De los 29 pacientes incluidos en el estudio,
25 fueron intervenidos quirúrgicamente con las
técnicas descritas. En cuanto a la técnica
quirúrgica utilizada en los 25 intervenidos, 17
pacientes (68%) se les suturo el lente al sulcus
después de la extracción del primer lente de la
cavidad vítrea. Se les pudo reacomodar el LIO
sobre los restos capsulares a 8 pacientes (32%)
los cuales tenían intacta en 3 cuadrantes o más
la capsula posterior. Del total de pacientes del
estudio, 4 (13.8%) no fueron intervenidos
quirúr-gicamente; 2 de estos presentaban
subluxación y tenían muy buena agudeza visual,
y los 2 restantes, uno decidió no ser llevado a
cirugía por ser ojo único escogiendo corrección
óptica y el otro tuvo contraindicaciones médicas
sistémicas para el procedimiento.
En cuanto a la mejoría en la agudeza visual
de los pacientes, tomando la agudeza visual del
3º o 4º mes, independiente de la técnica
quirúrgica utilizada, encontramos que 20 de los
25 pacientes (80%) operados presentaron
mejoría de por lo menos una línea de visión, de
estos más del 60% ganaron más de 2 líneas de
visión; en 4 pacientes no hubo ganancia en
líneas de visión, en su mayoría debido a que
presentaban comorbilidad previa como drusas
maculares y atrofia óptica, o edema macular
crónico como es el caso del paciente 5 de la
tabla, y en el paciente 3 donde no se determinó
causal alguna. Solo 1 paciente de nuestro
estudio tuvo pérdida de líneas de visión
(paciente 26), debido a que presentó un
desprendimiento de retina gigante al 6º mes,
sin cumplir con los controles posoperatorios
previos.
De los 17 pacientes que se les realizó LIO
suturado al sulcus se encontró que la agudeza
117
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
visual mejoró en por lo menos una línea de
visión en 82% de los casos, y no hubo variación
la visión en los restantes. En los 8 pacientes
que se les realizó recolocación de LIO sobre
restos capsulares, el 75% presentó mejoría de
1 o más líneas de visión, el 12,5% no hubo
variación en la agudeza visual y el otro 12,5%
hubo un empeoramiento de 1 línea de visión
con respecto al preoperatorio, que corresponde
al paciente 26 explicado anteriormente. No se
encontró una diferencia estadísticamente
significativa entre las mejorías en líneas de visión
según la técnica quirúrgica (p: 0.52 prueba
exacta de Fisher).
En el 100% de los pacientes intervenidos
se logró un buen centrado del LIO. Con
respecto a las complicaciones posoperatorias,
estuvieron presentes en 15 de los 25 pacientes
operados, de los cuales 1 presentó más de una
complicación. Las complicaciones más
frecuentes fueron edema macular cistoide e
hipertensión ocular, correspondiente a más del
50%, Otras complicaciones menos frecuentes
fueron uveítis, edema corneal y un caso de
desprendimiento de retina y de membrana
epirretiniana. De estas, más del 80% fueron
manejadas médicamente de manera
satisfactoria. Las 3 restantes obedecieron a un
comportamiento crónico, un paciente con
edema macular crónico, el caso del
desprendimiento de retina y un caso de
membrana epirretiniana en un paciente con
retinopatía diabética.
Discusión
En nuestro estudio podemos ver que la
luxación y subluxación de lentes intraoculares
a cavidad vítrea es una entidad poco común.
118
En un periodo de 3 años llegaron 29 pacientes
a Unidad Laser del Atlántico que es considerado
como uno de los centros de referencia de Retina
y Vítreo de la Costa Norte colombiana.
Encontramos una proporción en sexo
masculino y el sexo femenino muy parecida,
sin significancia estadística. La etiología fue
determinada en más del 90% de los casos. La
principal causa fue ruptura de capsula
intraquirúrgica muy acorde a lo reportado en
la literatura2, 3, 4,9. El número de pacientes
con LIO subluxado fue menor posiblemente,
porque hay cierto nivel de tolerancia a la
subluxación del LIO y por presentarse de forma
tardía, estos pacientes, muchas veces cursan
asintomáticos si el eje visual no está
comprometido10.
Encontramos que en la mayoría de los
pacientes atendidos por esta causa presentaron
hallazgos intraoperatorios, comorbilidades, y
complicaciones típicas de la patología o incluso
de la intervención que muchas veces, puede
producir un pobre pronóstico visual. Dichas
patologías están en su mayoría asociadas a la
edad12, como podemos corroborar en nuestro
estudio donde menos del 10% son menores de
50 años. Todo esto nos muestra razones por las
cuales no obtuvimos una mayor ganancia de
líneas de visión en nuestro estudio, aunque
dichas cifras están de acuerdo con mucha de la
literatura a pesar de haber resultados variables
reportados 6,13. En nuestro estudio la mejor
agudeza visual reportada es de 20/40, estando
de acuerdo con el estudio de Hayashi et al13
donde concluye que se deben explorar diferentes
técnicas quirúrgicas debido a las complicaciones
y que la agudeza visual no mejora
marcadamente.
Al comparar las dos técnicas quirúrgicas
empleadas, encontramos que la ganancia de
Resultados quirúrgicos y visuales en el manejo de lente intraocular luxado o subluxado en Unidad Láser del Atlántico.
Barranquilla, julio 2006 - julio 2009.
líneas de agudeza visual es muy similar con
ambas técnicas quirúrgicas, que va en acuerdo
con la literatura mas reciente12, sin embargo,
algunos estudios encuentran como hay mejor
pronóstico visual en los pacientes en los que se
recoloca el lente sobre los restos capsulares en
comparación con los que se les sutura el LIO al
sulcus, puede este resultado ser debido tal vez
al astigmatismo que puede ocasionar la incisión
y la sutura del mismo lente o de la incisión11.
De acuerdo al tiempo de evolución entre la
cirugía de catarata y la dislocación del lente
encontramos que esta puede ser variable12. En
nuestro estudio observamos que los pacientes
con ruptura de cápsula posterior durante la
cirugía de catarata, pueden presentar el
descentrado del lente hasta 1 mes después de la
intervención. En comparación, los pacientes
que presentan el descentrado posterior al mes
es debido a otras causas como capsulotomía,
zonulodiálisis, trauma, miopía o indeterminada.
En conclusión, este trabajo muestra una mejoría
de agudeza visual en más del 80% de los
pacientes utilizando dos diferentes técnicas
quirúrgicas para recolocación de lentes luxados
o subluxados. La escogencia de la técnica
depende de la integridad de la capsula posterior
y la recuperación visual tiende a ser similar con
ambas técnicas. No hubo diferencia
estadisticamente significativa en las
complicaciones postquirurgicas transitorias
entre ambos grupos.
Son necesarios más estudios multicentricos
prospectivos aleatorizados en el manejo de lentes
intraoculares dislocados para comparar nuestros
resultados.
AVISO MK - TECNOQUIMICAS
119
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Tablas
Tabla general de datos
#/sexo/
edad
1/M/24
DX
Subluxado
Etiología/
Hallazgos
Capsulotomía
Tipo de
cirugía
Suturado
AV
preQX
20/200
AV
postQX
20/25
2/F/50
Subluxado
Ruptura capsular
Suturado
20/60
20/30
Complicaciones
Tipo de LIO
HTO
Medida
del tiempo
6 meses
Ninguna
1 año
Plegable
Rígido
3/M/67
Subluxado
Capsulotomía
Suturado
20/70
20/70
N/A
2 años
Plegable
4/M/69
Subluxado
Ruptura capsular
N/A
20/400
N/A
N/A
IQ
Plegable
20/60
5/M/72
Subluxado
Banda Vítrea
Suturado
20/60
EMC
1 año
Plegable
6/F/76
Subluxado
Miopía
N/A, ojo único CD
N/A
N/A
15 años
Rígido
7/F/78
Subluxado
Capsulotomía
N/A
20/40
N/A
N/A
7 años
Rígido
8/F/79
Subluxado
Zonulodiálisis/
N/A
20/30
N/A
N/A
2 años
Plegable
9/F/80
Subluxado
Ruptura capsular/
Suturado
20/60
20/60
Uveítis
IQ
Plegable
10/M/80
Subluxado
LIO sin Háptica/
Atrofia óptica
SRC
20/150
20/100
Ninguna
5 años
Rígido
11/F/48
Luxado
Ruptura capsular
Suturado
20/400
20/100
EMC
1 mes
Rígido
pseudoexfoliación
restos cristalino
12/F/51
Luxado
Capsulotomía/ RDP
Suturado
MM
20/400
MER
2 años
Rígido
13/M/53
Luxado
No
SRC
20/200
20/40
Uveítis
5 años
Plegable
14/F/54
Luxado
Zonulodiálisis
Suturado
CD
20/200
EMC
8 años
Plegable
15/M/55
Luxado
Ruptura capsular
SRC
CD
20/30
Ninguna
5 días
Rígido
Suturado
CD
20/200
EMC crónico
6 meses
Rígido
16/M/57
Luxado
VRP/DR
17/F/59
Luxado
Ruptura Capsular/
Drusas Maculares
SRC
20/800
20/80
Ninguna
1 año
Plegable
18/M/60
Luxado
No
Suturado
20/40
20/25
Ninguna
5 años
Plegable
19/F/62
Luxado
Ruptura capsular
Suturado
20/100
20/60
Edema corneal, HTO 1 día
Plegable
20/F/65
Luxado
Ruptura capsular
SRC
20/60
20/60
Edema corneal
IQ
Plegable
21/M/72
Luxado
Ruptura capsular
Suturado
CD
20/100
EMC
IQ
Rígido
22/M/73
Luxado
No/Daño esfínter
iridiano
Suturado
CD
20/60
Ninguna
1 año
Plegable
23/F/73
Luxado
Ruptura Capsular
Suturado
CD
20/60
Ninguna
IQ
Plegable
24/F/75
Luxado
Ruptura Capsular
SRC
CD
20/30
Ninguna
1 mes
Plegable
25/M/76
Luxado
Trauma
SRC
MM
20/100
HTO
12 años
Rígido
26/M/76
Luxado
RDP
SRC
CD
MM
DR
4 años
Plegable
27/F/77
Luxado
Ruptura Capsular
Suturado
20/200
20/30
HTO
IQ
Plegable
28/F/82
Luxado
Ruptura capsular
Suturado
CD
20/40
EMC
IQ
Plegable
29/M/85
Luxado
Zonulodiálisis
Suturado
20/200
20/70
HTO
10 días
Rígido
SRC: Sobre Restos Capsulares, VRP: Vítreoretinopatía Proliferativa, DR: Desprendimiento de Retina, HTO: Hipertensión Ocular, EMC: Edema
Macular Cistoide, IQ: Intraquirúrgica, MER: Membrana Epirretiniana. RDP: Retinopatía Diabética Proliferativa.
120
Resultados quirúrgicos y visuales en el manejo de lente intraocular luxado o subluxado en Unidad Láser del Atlántico.
Barranquilla, julio 2006 - julio 2009.
Tabla 1. Complicaciones secundarias al procedimiento quirúrgico
Figuras
Figura 1: Etiología de la luxación y subluxación del LIO
Figura. 2: Mejoría en líneas de visión en el postoperatorio, agrupados según la técnica quirúrgica.
El numero 0 si el paciente no tuvo mejoría ni empeoro, y los valores positivos corresponde a líneas ganadas Los
valores negativos corresponden a perdida en líneas de visión. El eje de la Y corresponde a el número de pacientes.
121
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Técnica de recolocación sobre restos capsulares
Técnica de saturar un nuevo LIO al sulcus
122
Resultados quirúrgicos y visuales en el manejo de lente intraocular luxado o subluxado en Unidad Láser del Atlántico.
Barranquilla, julio 2006 - julio 2009.
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123
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Osteoma Coroideo:
Reporte de un Caso
Jorge Gomez Silva MD
2
Milena Romero Ibarra MD
1
EL tipo de estudio es descriptivo, del tipo
Reporte de Caso.
Jorge Gomez Silva MD
Grados académicos: Médico Cirujano,
Oftalmólogo, Subespecialista en Retina y
Vítreo. Instructor Asistente. Hospital de San
Jose, Fundación Universitaria de Ciencias de
La Salud. Bogotá, Colombia.
Dirreción: Cll 10 # 18 – 75.
Hospital San José Bogotá.
2
Milena Romero Ibarra.
Grados Académicos: Médico.
Residente tercer año. Fundación
Universitaria de Ciencias de la Salud,
Hospital de San José. Bogotá – Colombia.
Dirección: Cll 10 # 18 – 75.
Hospital San JoséBogotá.
El método utilizado fue la recolección
de datos de la historia clínica y de los
paraclínicos practicados.
Autor responsable
Nombre: Milena Romero Ibarra
Teléfono: 3538000 ext. 167
[email protected]
1
Resumen
El objetivo es reportar una localización
clínica atípicamacular de una patología de muy
baja incidencia como es el Osteoma coroideo.
De esta forma ayudar a complementar la
escasaliteratura mundial que existe sobre el
tema, reconocer diferentes patronesclínicos y
discutir sobre los bastante controversiales
tratamientos disponibles.
124
Osteoma Coroideo: Reporte de un Caso
La conclusión de este estudio es reconocer
que existen localizaciones atípicas diferentes
a la presentación yuxtapapilar usual del
osteoma coroideo que deben ser tenidas en
cuenta al momento de realizar el diagnostico
de este poco usual tipo de tumores.
Palabras clave: Coroides, Osteoma,
Osteoma coroideo, tumores en coroides,
nevus coroideo, melanoma coroideo,
tomografía de coherencia óptica, terapia
fotodinámica.
Abstract
Objetive: To report an atypical clinical
location of macular pathology
with very low incidence such as choroidal
osteoma. In this way help
supplement the low world literature that exists
on the subject,recognize different clinical
patterns and discuss quitecontroversial
treatments available.
The type of study is descriptive, type case
report.
The method used was the collection of
data from the clinical history and paraclinical
practiced.
The conclusion of this study isrecognize
that there are atypical locations other than the
usual presentation juxtapapillary Choroidal
osteoma should be taken into account when
making the diagnosis of this rare type of tumor.
Key words: Choroid, osteoma, Choroidal
osteoma, Choroidal nevus, Choroidal
melanoma, optical coherence tomography,
photodynamic therapy
Introducción
El osteoma coroideo es un tumor ocular
benigno, de patogénesis desconocida, que
usualmente se presenta de forma unilateral
(75%)yestáconstituido por tejido óseo
maduro. Su presentación es exótica, razón
por la cual su incidencia real es desconocida.
Es más frecuente en mujeres jóvenes de raza
blanca y su aparición usualmente es entre la
segunda y tercera década de la vidal.1, 2
La localización másfrecuente es en el polo
posterior a nivel yuxtapapilar. Al examen
clínico se evidencia una lesión blancoamarillenta o anaranjada, de bordes elevados.
Los estudios histológicos evidencian la
presencia de tejido óseo maduro que
reemplaza el espesor completo de la coroides.2.
El osteoma coroideo es considerado un
tumor de características benignas; sin
embargo, en ciertos casos puede conducir a
una pérdida visual severa secundaria a la
aparición de membranas neovasculares
coroideas.
La incidencia
de
neovascularización coroidea aumenta
progresivamente de acuerdo al tiempo de
evolución de la patología. Ha sido reportada
en un 47% de los casos a los 10 años de
seguimiento y en un 56% de los tumores a
los 20 años.3, 4
Shields y col. en un estudio retrospectivo
realizado en 74 ojos con diagnóstico de
osteoma coroideo evaluados desde enero de
1977 a enero del 2003, reportaron que un
31% de los tumores se asociaba a la presencia
de neovascularización coroidea.4.
125
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
En un 84 % de los pacientes presentados en
la serie por Shields, el tumor se localizó a
nivel yuxtapapilar, y ensolo un 15% de los
casos su aparición fue a nivel macular3, 4... Las
anteriores razones nos motivan a presentar el
caso de la paciente valorada en nuestro
servicio.
Caso Clínico
Paciente de 25 años, de sexo femenino,
hospitalizada inicialmente en el Hospital de
San José de Bogotá por un cuadro de celulitis
pre y post- septal en ojo izquierdo secundario
a un proceso de sinusitis. Al ingreso no refería
alteraciones de su agudeza visual. Durante
su anamnesis refiere que previamente le
habían diagnosticado la presencia de un
“nevus coroideo” en ojo izquierdo, el cual en
su momento fue evidenciadoen una consulta
oftalmológica de rutina y documentado con
estudios paraclínicos adicionales que no
pudieron ser proporcionados por la paciente.
No refiere otros antecedentes personales
importantes. Al examen oftalmológico,
agudeza visual ojo derecho 20/25, ojo
izquierdo 20/30, motilidad normal ojo
derecho y ojo izquierdo limitación de menos
1 para todas las direcciones. Las pupilas son
de tamaño y respuesta normal a la luz.
El examen biomiocroscópico del ojo
derecho es normal y en el ojo izquierdo se
evidencia edema, calor, rubor en párpados y
hemicara izquierda, limitación de apertura
ocular y proptósis. En la conjuntiva se
observa hiperemia moderada, y quemosis, la
córnea es clara con cámara anterior de aspecto
normal y sin celularidad. Durante el examen
de fondo de ojo, en el ojo derecho se reporta
126
una papila de aspecto sano, mácula con buen
brillo foveal, y retina adherida sin
irregularidades; en el ojo izquierdo se
evidencia lesión rosacea-amarillenta,
levantada, en región yuxtafoveal temporal
superior, de aproximadamente 3 DD, con el
resto de la retina de aspecto normal.
Durante su hospitalización la paciente
recibió tratamiento con ceftriaxona
intravenosa por 3 días, y se le realizó una TAC
de órbitas que reportó “Cambios de celulitis
peri-orbitaria izquierda con componente pre
y pos – septal, sin evidencia de abscesos
subperiósticos y cambios de sinusitis aguda
frontal y etmoido – maxilar izquierda”. No
se reportaron alteraciones en los globos
oculares. La paciente presentó resolución del
cuadro de celulitis, y posteriormente ante los
hallazgos en el fondo de ojo se solicitaron
ecografía ocular y angiografía fluoresceínica
para documentar los hallazgos descritos.
EL resultado de la angiografía de ojo
derecho fue normal, y el de ojo izquierdo
reportó “imagen oval amarillenta en sector
superotemporal a la región foveal de más o
menos 6DD que nos recuerda al aspecto de
un osteoma coroideo, y solo presenta mínimos
cambios de la fluorescencia de base a ese nivel.
No se detectan escapes de la fluoresceína”.
Figura 1 y 2 a.b.
El reporte de la ecografía fue: calcificación
coroidea (osteoma), miositis del recto inferior,
y patología inflamatoria en senos paranasales.
Durante la realización de la ecografía
modo A-Scan se apreció una espícula de eco
alta desde la superficie interna del tumor, la
cual permanece prominente produciendo una
disminución de la sensibilidad de los tejidos
posteriores a la lesión (figura 3).5
Durante la realización de la ecografía
Osteoma Coroideo: Reporte de un Caso
modo B – Scan se evidenció una lesión de alta
reflectividad dada por el componente cálcico
del tejido óseo que constituye la lesión, en
forma de placa elevada, y con la presencia de
una sombra acústica de las estructuras
posteriores al tumor.(figura 4).5
Ante los hallazgos en los paraclínicos y el
aspecto clínico de la lesión, se confirma el
diagnóstico de osteoma coroideo, y se
explican a la paciente las consideraciones
inherentes a dicha patología.
Discusión
El osteoma coroideo es un tumor óseo
benigno de etiología e incidencia descono-cidas.
El hallazgo casual dentro de nuestra práctica
clínica constituyó un ejercicio diagnóstico que
nos impulsó a realizaruna búsqueda de la
literatura existente intentando dar respuesta a
ciertos interrogantes respecto al pronóstico y
posibilidades de tratamiento de esta patología.
La primera publicación sobre osteomas
coroideos fue realizada por Gass y col en 1978,
quienes describieron el aspecto oftalmoscopico
clínico de esta lesión. Desde entonces se han
realizado muchas publicaciones sobre la
heterogeneidad de los hallazgos clínicos y
angiográficos del tumor y de cómo estos son
probablemente el resultado de características
histológicas variables de la lesión, de la
vascularización intratumoral, y de los cambios
presentes en la coroides y en el epitelio
pigmentario la retina.7,8
El diagnóstico del osteoma de coroides
inicia con la sospecha clínica. Inicialmente
lapresencia de una masa subretiniana ovalada
irregular usualmente de color blancoanaranjado y la presencia de penachos
vasculares superficiales son muy sugestivas. El
diámetro habitual varía entre 2 a 22 mm de
diámetro basal y de 0.5 a 2.5 mm de alto.5,9
La confirmación se realiza al evidenciar
imágenes de densidad ósea en la ultrasonografía
o la tomografía computarizada.
La variabilidad en el color de la lesión es
secundaria al adelgazamiento retinocoroideo,
despigmentación, e hiperplasia del epitelio
pigmentario de la retina.
La presencia histológica de osteoblastos y
osteoclastos se correlaciona con etapas tanto
de crecimiento como reabsorción e involución
espontánea del tumor. Adicionalmente la
descalcificación presente en algunos tumores
sugiere un predominio de la actividad
osteoclàstica.
Aunque se considera un tumor benigno el
riesgo de crecimiento y de alteraciones visuales
es alto. La probabilidad de tener visiones de
20/200 e inferiores es de 58% a 10 años y de
62% a 20 años. En diferentes series de casos
publicadas por Gass se evidenció un
crecimiento variable del tumor entre el 40% y
el 64%. Shields y colaboradores por su parte
evidenciaron un crecimiento del 51%. La
primera causa de pérdida visual es la presencia
de neovascularización coroidea. Gass y
colaboradores encontraron membranas
neovasculares en 33% de los pacientes con
osteoma. Shields por su parte reportó la
presencia de MNVC en 31% de los casos.
En diferentes series se confirma que La
localización habitual del tumor es yuxtapapilar.
Shields la reportó en un 92% de sus casos y
de estos en un 38% se extendía hasta
comprometer el área foveal. Nuestra paciente
presentaba una localización atípica yuxtafoveal
superotemporal muy poco frecuente en las
diferentes publicaciones. 2,3,5
127
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Con respecto a los estudios complementarios, La tomografía de coherencia
óptica constituye una tecnología valiosa no
invasiva que nos proporciona cortes seccionales
de la anatomía estructural de la retina y la
coroides con resoluciones inferiores a las 10
um. Tomográficamente el tumor presenta una
preservación de las capas retinianas internas
con atrofia de las capas externas, especialmente
a nivel de los fotoreceptores. Ocasionalmente
se pueden observar desprendimientos serosos
del neuroepitelio suprayacentes al área coroidea
comprometida por el tumor. El EPR y el área
de calcificación conforman una única capa
indiferenciable de alta hiper-reflectividad. La
imagen del tumor se presenta como una
elevación abrupta a nivel coroideo que se
caracteriza por una alta densidad óptica y un
silencio lumínico completo de las estructuras
subyacentes10,12.
El seguimiento de estos pacientes se
constituye como la herramienta fundamental
para identificar tempranamente complicaciones como la neovascularización coroidea
128
que permitan un tratamiento oportuno.
El tratamiento del osteoma coroideo es
bastante controversial. La ubicación extrafoveal
y progresión estable generalmente indican un
manejo expectante con seguimientos
periódicos; sin embargo, en aquellos casos de
progresión o asociado a neovascularización
coroidea, se han reportado una gran diversidad
de tratamientos con resultados variables. Estos
tratamientos van desde sesiones repetidas de
fotocoagulación laser extrafoveal por la marcada
despigmentación del área tumoral, hasta la
utilización de la terapia fotodinámica, la
termoterapia transpupilar y en los últimos años
la aplicación de antiangiogénicos intravitreos.3,5
En este artículo presentamos una paciente
con la presencia de un osteoma coroideo cuya
localización macular yuxtafoveal temporal
constituye un hallazgo muy poco frecuente
en la literatura mundial. A pesar de su carácter
benigno requiere un seguimiento periódico
estricto que permita realizar tratamientos
tempranos en el caso de que se presenten
complicaciones asociadas .2,3,5
Osteoma Coroideo: Reporte de un Caso
Figuras
Figura 1: Foto a color OI con imagen oval amarillenta en sector superotemporal a la región foveal 6DD
FIGURA 2.a
Figura 3: Ecografía OI, tipo A – Scan. Muestra una
lesión de alta reflectividad (espículas altas) y una
sombra posterior por la presencia de tejido óseo en la
coroides.
FIGURA 2.b
Figura 2: Angiografía fluoresceínica cambio mínimos
de la fluorescencia en la base de la lesión. Fig.2.a
minuto 3, Fig. 2b minuto 4.
Figura 4 : Ecografía OI, tipo B – Scan. En la que se
aprecia un área de calcificación localizada en polo
posterior.
129
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
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Cisticercosis ocular a propósito de un caso
Cisticercosis ocular a
propósito de un caso
1
Carlos Abdala C.
2
Ana T. Peralta
3
Irwin Daza
Resumen:
Reportamos el caso de un hombre de 21
años que presentó cisticercosis ocular en ojo
izquierdo aislado sin compromiso del sistema
nervioso central y que comprometió
severamente la agudeza visual del paciente. El
diagnostico esta dado en este paciente por la
observación directa del parasito, como un
quiste traslucido móvil en la cavidad vítrea y
el manejo es encaminado a eliminar el parasito
a través de vitrectomía, ya que el tratamiento
con antihelmínticos puede provocar un
proceso inflamatorio muy devastador al morir
el parasito. A continuación hacemos una
revisión de la literatura actual y del manejo de
esta entidad.
Palabras claves: Cisticercosis,
Vitrectomía, Taenia solium, vitreítis severa
Medico Oftalmologo supraespecialista
en Retina y Vítreo, docente de retina y vítreo
Universidad del Norte y Docente de retina y vítreo
de la Universidad del Sinú.
2
Residente de Oftalmología Universidad del Norte.
3
Residente de Oftalmología Universidad del Sinú
1
131
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Abstract:
We report the case of a 21 year old male who
presented left eye ocular cysticercosis isolated
without affecting the central nervous system,
which severely committed patient’s visual
acuity. The diagnosis is given in this patient
by direct observation of the parasite, such as a
mobile translucent cyst in the vitreous cavity
and the operation is aimed at eliminating the
parasite through vitrectomy, since treatment
with anthelmintic may cause a devastating
inflammatory process due to the parasite´s
death. We review the current literature and
management of this entity.
Introducción
La cisticercosis ocular es una zoonosis
causada por la infestación humana del parásito
Taenia solium en tejidos oculares. Se presenta
habitualmente en el cerdo y erráticamente en
el hombre, donde se desarrolla el ciclo
reproductivo. Esta zoonosis en el hombre se
presenta con compromiso de sistema nervioso
central y ojo
causando consecuencias
devastadoras. Su distribución es endémica en
países en vía de desarrollo donde las
condiciones de saneamiento básico,
manutención porcina y control como principal
factor de riesgo son precarias. En países del
tercer mundo, como el nuestro, constituye un
problema de salud pública 1
Caso clínico
Paciente masculino, mestizo, de 21 años
de edad procedente de Sabanalarga, Atlántico,
132
sin antecedentes de importancia, quien
consulta por disminución de agudeza visual
progresiva de hace 2 meses acompañado de
sensación de cuerpo extraño en OI. Al examen
oftalmológico encontramos una AV OD: 20/
30 OI: MM a 2 metros. Motilidad ocular sin
alteraciones. A la biomocroscopía
encontramos segmento anterior sano sin
sinequias de iris ni celularidad en cámara
anterior AO y cristalinos transparentes en
ambos ojos, con PIO 15 mmHg de ambos
ojos. En el examen de fondo de ojo OD: se
observa retina adherida y nervio sano y en OI:
opacidades vítreas secundarias a vitreítis severa
con la presencia de un quiste de cisticerco
móvil, vivo, de más o menos 5 diámetros de
disco (DD) localizado en cavidad vítrea
posterior e inferior que responde con
movimientos ameboides al estímulo de luz,
apreciándose además foco de fibrosis retiniana
paradiscal nasal como probable punto de
entrada del parásito.
Se realiza diagnóstico clínico de
Cisticercosis OI. Se solicitan los siguientes
paraclínicos: RM de cerebro, Rx tórax,
hemograma los cuales están dentro de los
parámetros normales, descartando así el
compromiso de otros órganos por el parasito.
Además con Coprológico seriado positivo para
Quiste. de E. nana, Quistes de. Guiardia,
Huevos de Áscaris, Quistes de E.coli.
Se le realiza ecografía ocular encontrándose
membrana inflamatoria en cavidad vítrea OI
A los 10 días se practica abordaje para
vitrectomía posterior vía pars plana calibre 20
y visualización panorámica con lente de Eibos,
realizándose vitrectomía anterior, media y
posterior, encontrándose una turbidez vítrea
generalizada con la presencia de un quiste de
cisticerco de 5 DD vivo flotando en la cavidad
Cisticercosis ocular a propósito de un caso
vítrea posterior. Se liberan todas las adherencias
vítreas del cisticerco dejándolo completamente
libre en cavidad vítrea. Con la luz del
endoiluminador se aprecian los movimientos
ameboides que responden al estimulo
lumínica, apreciándose el escólex. Con la
punta del vitrector calibre 20 y con aspiración
activa de 400mmHG se produce un corte y
aspiración rápida del quiste evitando al
máximo la salida del contenido del quiste a la
cavidad vítrea. Se evidencia cicatriz
coriorretiniana como posible puerta de entrada
de Tenia.
Se administra antibiótico y corticoides
tópicos en el posoperatorio, además de
antihelmíntico vía oral. A los 4 meses del
posoperatorio el paciente presenta una agudeza
visual con corrección de 20/80.
Discusión
La cisticerocis ocular es causada por el
crecimiento de larvas del Taenia solium en
tejidos oculares. Los quistes en el ojo fueron
reportados por primera vez en 1830 por
Soemmering y en 1834 en cavidad vítrea
por von Graefe2.
En el cerdo, huésped intermedio, T.solium
existe como quiste. En el ciclo vital de
T.solium, el hombre es que el huésped
definitivo, Debido a la falta de higiene puede
ocurrir un fenómeno conocido como
fecalismo, el humano pueden ingerir huevos
expulsados por la tenia adulta. Entonces, el
huevo llega al estómago del cerdo o del
humano y se libera de la pared que lo protege
gracias a la acción de los jugos generados ahí.
Ya sin su capa protectora, el huevo llega al
intestino delgado y el embrión (debido a
procesos que todavía no se conocen muy bien)
secreta sustancias que le sirven para degradar
la pared intestinal. De esta forma alcanza el
sistema circulatorio (o el ganglionar) y viaja a
través de él hasta encontrar algún tejido donde
alojarse en 60 a 70 días entre estos pueden
llegar al ojo por la circulación sistémica y de
allí a la coroides y posteriormente la retina.
Allí se desarrolla como cisticerco joven (más
pequeño que el maduro). La llegada del
cisticerco joven al tejido donde se desarrollará
hasta convertirse en un cisticerco maduro da
comienzo al padecimiento conocido como
cisticercosis en este caso ocular3.
La infestación está relacionada con poca
higiene, pobreza y áreas rurales de países en
vías de desarrollo, por lo cual se considera de
distribución mundial, pero endémica en áreas
con problemas sanitarios, como en
Suramérica, México, China y subcontinente
Indio y Asia.
Se presenta con mayor frecuencia en niños
y adultos jóvenes. El cisticerco puede
desarrollarse en cualquier sitio del globo ocular
o sus anexos, con mayor predilección por
retina, espacio subhialoideo, vítreo y cámara
anterior. En algunos casos el parásito puede
migrar de espacio subretinal a cavidad vítrea
por desgarros retinianos3. Puede atravesar la
hendidura pupilar y atravesar vítreo hasta
cámara anterior.
El paciente se presenta con molestias
visuales dadas por los movimientos del
parásito, así como pérdida visual severa, uveítis
marcada, desprendimiento de retina,
leucocoria o endoftalmitis. La lesión en la
retina aparece como una vesícula blancogrisácea de unos 20mm de diámetro,
generalmente de presentación unilateral. Se
caracteriza por quistes flotantes en cámara
133
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
anterior, cavidad vítrea o en el espacio
subretinal. La pérdida visual se presenta si la
larva atraviesa la mácula. La degeneración o
muerte del parásito encapsulado causa una
inflamación severa, cicatrización y pérdida
visual.
El diagnóstico está basado en la historia
y el examen bajo lámpara hendidura y
oftalmoscopia, por la visualización de quiste
traslúcido con movimiento ondulantes
caracterizado por expansiones y contracciones,
llamados movimientos ameboides 4
Ecográficamente se puede observar el
movimiento del quiste como un eco curvilíneo
correspondiente a la pared del quiste con área
sólida brillante y pequeña correspondiente al
escólex5 Se confirma por la visualización de
parásito en heces, antígenos de T.solium en
heces o anticuerpos en suero, visualización
directa del quiste en la biopsia. Es mandatorio
realizar estudio de TAC de cráneo para
descartar compromiso neurológico.
La administración de terapia
antihelmíntica en un paciente con cisticercosis
intraocular puede precipitar gran inflamación
que puede conllevar a ptisis o pérdida visual
severa. Si el parásito muere en la cavidad vítrea,
libera su líquido tóxico generando gran
reacción inflamatoria6. Por lo cual, a diferencia
del resto de helmintos que infectan el ojo, el
tratamiento de elección en la actualidad es la
eliminación quirúrgica del parásito vivo, para
evitar dicha cascada inflamatoria, y puede ser
logrado con gran éxito sin daño permanente7.
Es de gran importancia recalcar que la
indicación de tratamiento es quirúrgica antes
de dar tratamiento médico.
En casos de cisticercosis intravitrea es
necesario evaluar el grado de transparencia de
los medios, el tamaño del quiste, el grado de
134
fibrosis, la proliferación intravitrea y el daño
retinal producido por el parásito. El abordaje
quirúrgico es mediante vitrectomía posterior
vía pars plana con tres entradas. Se pueden
colocar corticoides intravitreos o perioculares
con el fin de disminuir la reacción inflamatoria
intraocular8. Posteriormente a la vitrectomía,
se recomienda dar tratamiento con
prazicuantel o albendazol.
Pronóstico depende de la posición y la
accesibilidad para su extracción
Conclusión
La cisticercosis es una entidad que puede
causar gran deterioro visual si no es
diagnosticada y tratada adecuadamente y
depende del sitio de lesión del polo posterior
que afecte. Además es parte importante de esta
revisión dejar claro que el tratamiento
antihelmíntico puede ser inadecuado ya que
la muerte del parasito puede ser más dañina
que el parasito vivo en los tejidos oculares. Por
lo cual es importante llamar la atención de
nuestros colegas, debido a los daños severos a
los que puede conllevar esta entidad y así
también saber que cuando un oftalmólogo
hace un diagnostico de cisticercosis ocular está
en la obligación de ayudar a descartar
compromiso neurológico ya que la
neurocisticercosis puede comprometer la vida
del paciente, y que sirva como llamado de
atención a las autoridades en salud pública para
la mejoría en campañas de prevención y
promoción de salud encaminada a mejorar
hábitos de higiene y evitar la ingesta de carne
de cerdo contaminada
Cisticercosis ocular a propósito de un caso
Figuras
Figura 1. Se observa
quiste traslucido móvil
en cavidad vítrea de 3
diámetros de disco
Figura 2. Eliminación
quirúrgica del parasito a
través de vitrectomía
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135
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Oftalmoplejía por
Ramsay Hunt:
Reporte de un caso
Adriana Solano
Resumen
Objetivos: Describir el caso clínico de un
paciente con polineuropatía secundaria a
herpes zoster, con compromiso del VII y VIII
nervios característicos de esta entidad, afección
de los nervios II, III, IV, VI y VII, lo cual no
ha sido reportado en la literatura.
Diseño de estudio: Reporte de caso.
Palabras clave: Síndrome de Ramsay
Hunt, polineuropatía, Herpes virus zoster.
Abstract
Objective: To report the case of a
polyneuropathy associated with Herpes Zoster
136
Grados académicos: Médica Cirujana, Oftalmóloga,
Supra-especialista en Oftalmología Pediátrica y
Estrabismo. Instructora asociada. Servicio de
Oftalmología Hospital de San José, Fundación
Universitaria de Ciencias de la Salud.
Bogotá, Colombia.
Dirección: Cll. 10 No 18-75.
Hospital de San José Bogotá.
Nombre: Fernando Schoonewolff
Grados académicos: Médico Cirujano. Residente
Tercer año Oftalmología. Fundación Universitaria de
Ciencias de la Salud, Hospital de San José.
Bogotá, Colombia.
Dirección: Cll. 10 No 18-75.
Hospital de San José Bogotá.
AUTOR RESPONSABLE
Nombre: Adriana Solano
Teléfono: 3538000 Ext. 141 - 167
E-mail: [email protected]
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso
Virus, with palsy of cranial nerves II, III, IV,
VI, VII, VIII. Compromise of these cranial
nerves by this pathology has not been reported
previously.
Study design: Case Report.
Key words: Ramsay Hunt syndrome,
polyneuropathy, Herpes zoster virus.
Introducción
El neurólogo americano James RamsayHunt describió en 1907 un síndrome que se
presentaba en pacientes con infección por el
virus del Herpes Zoster, que producía parálisis
facial y lo llamó Síndrome de Ramsay-Hunt
II 1. Este consistía principalmente en una
parálisis periférica del VII nervio craneano
asociada a alguna evidencia de infección por
Herpes Zoster, tal como presencia de vesículas
o costras en la piel cercana al pabellón auricular
o en el conducto auditivo externo.
El Herpes Zoster (también conocido
como el herpes virus tipo 3) queda latente en
los ganglios de los nervios craneanos después
de la primoinfección (varicela), durante años
o hasta décadas. En algún estado de
inmunosupresión (estrés, envejecimiento, etc.)
se puede despertar y afectar los nervios
craneanos, produciendo una respuesta
inflamatoria que lleva a daño reversible en la
mayoría de los casos, siendo el VII nervio el
principalmente comprometido de manera
unilateral2. El compromiso se produce a nivel
del ganglio geniculado.
También se puede desarrollar daño en
otros nervios craneanos, principalmente al
VIII nervio, produciendo en este caso vértigo,
hipoacusia unilateral ipsilateral, tinitus y
parálisis facial (ésta última por compromiso
del VII nervio). En este caso la infección no
se limita únicamente al ganglio geniculado del
VII nervio, sino a los ganglios de Corti y
Scarpa, que se encuentran en el oído interno
y llevan fibras nerviosas relacionadas con la
audición y el equilibrio, y la parálisis facial se
produce por compromiso inflamatorio del VII
nervio a su paso por el oído medio e interno.
Las manifestaciones cutáneas de esta
enfermedad son las vesículas, ampollas o
costras, y su localización varía de acuerdo con
el paciente, pero generalmente se encuentran
en los dermatomas del nervio intermedio
(rama sensitiva del VII nervio), siendo éstas
los dos tercios anteriores de la lengua, el
paladar blando, el conducto auditivo externo
y el pabellón auricular.
El tratamiento de ésta enfermedad
consiste principalmente en el uso de
corticoesteroides y Aciclovir oral, aunque
estudios recientes han puesto en duda el
beneficio de los esteroides en el manejo de ésta
patología. Es importante también manejar
otros síntomas como el vértigo utilizando
supresores vestibulares (por medio de
antihistamínicos o anticolinérgicos), al igual
que manejar la otalgia o neuralgia (por medio
del anticonvulsivante Carbamazepina o
inyecciones de anestésico tópico en el
conducto auditivo externo). Otro punto
importante en el manejo es la prevención de
irritación y lesión corneana secundaria a
lagoftalmos.
Es importante enfatizar que la
descompresión quirúrgica del nervio
comprometido no es útil en esta patología, por
137
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
lo cual no se debe realizar. Así mismo se debe
reailzar un manejo interdisciplinario en estos
pacientes, en conjunto con los servicios de
neurología, otorrinolaringología e infectología.
Se debe realizar seguimiento a estos pacientes
hasta aproximadamente 3 meses después del
inicio de la enfermedad, explicando al paciente
que aunque el pronóstico es bueno, y la
patología no se asocia con mortalidad, sí se
presenta una morbilidad importante, ya que
la tasa de recuperación completa se ve en
menos del 50% de los casos3.
Caso Clínico
Paciente de 83 años de edad, sexo
masculino, agricultor, quien consulta al servicio
de urgencias por cuadro de aproximadamente
2 meses de evolución consistente en cefalea
frontal derecha, diplopía, asociada a dolor,
rubor, calor y edema palpebral derechos, con
posterior imposibilidad para la apertura
palpebral en ambos ojos de predominio
derecho. Refiere haber recibido tratamiento con
Aciclovir, Gentamicina, Doxiciclina y Aines
orales, con resolución del cuadro en el ojo
izquierdo, pero persisten los síntomas en el ojo
derecho, que se asocian a dolor en ojo y
hemicara ipsilateral, con presencia de secreción
amarillenta en el ojo derecho, por lo cual
consulta.
Tiene antecedentes de Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica en tratamiento
con inhaladores y oxígeno en las noches, al igual
que hipertensión arterial en tratamiento con
bloqueadores de canales de calcio.
Al examen presenta una agudeza visual
lejana sin corrección de 20/200 en el ojo
138
derecho que no mejora con estenopéico, y de
20/70 en el ojo izquierdo que mejora a 20/40
con estenopéico. Las pupilas se encuentran de
4 mm ojo derecho, hiporreactiva, y de 3 mm
en ojo izquierdo, normorreactiva. Hay
limitación para la motilidad del ojo derecho de
-4 en todas las direcciones (ojo congelado) (foto
1),y movimientos normales en el ojo izquierdo.
A la biomicroscopía presenta ptosis palpebral
derecha (foto 2), con hiperemia conjuntival leve
derecha. No hay proptosis. Presión intraocular
de 16 mm de Hg en ambos ojos. El fondo de
ojo presenta papila redonda, rosada, con
excavación de 0.4, buen anillo neural y bordes
definidos, mácula con disminución del brillo
foveal, atenuación arteriolar, retina adherida.
Se realiza diagnóstcio de oftalmoplejía con
compromiso de II, III, IV, VI y VII nervios
secundario a Síndrome de Apex Orbitario
derecho vs. Trombosis de Seno Cavernoso vs.
Secuelas de Herpes Zoster.
Se hospitaliza al paciente para estudio
conjunto con neurología. Se realiza resonancia
magnética cerebral que descarta tromobosis de
seno cavernoso y masas. Se inicia
anticoagulación con heparinas de bajo peso
molecular. La glicemia, serología y hemograma
fueron normales. Se realiza test de ducciones
forzadas, el cual es negativo para restricciones
(foto 3).
Se confirma proceso neurotrófico
secundario al virus del Herpes Zoster, por lo
cual se da manejo ambulatorio con Aciclovir
vía oral, Aciclovir tópico, Carbamazepina, y
fisioterapia.
A las 2 semanas de tratamiento se evidencia
mejoría de la abducciòn e infraducción del ojo
derecho sin otros cambios en el examen.
Al mes de tratamiento, presenta mejoría
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso
de ptosis palpebral, pero refiere diplopía. Se
evidencia mejoría de la agudeza visual en ojo
derecho: 20/30, sin alteraciones a la motilidad
ocular. Al cover test se observa hipertropia
derecha que aumenta con la mirada hacia la
izquierda. doble Rejilla de Maddox sin
ciclotorsiones. Se continúa con tratamiento
instaurado.
A los 2 meses del ingreso presenta mejoría
de la ptosis palpebral (foto 4), con ausencia de
diplopía hace 20 días. No presenta limitación a
los movimientos oculares (foto 5).
Discusión
El virus del Herpes Zoster en el síndrome
de Ramsay hunt afecta principalmente el VII
nervio craneano. De manera menos frecuente
puede afectar otros nervios, y existen algunos
reportes en la literatura que muestran pacientes
con compromiso del VII, IX y VI nervio. En
este reporte describimos el caso de un paciente
con una polineuropatía causada por el virus
del Herpes Zoster con compromiso de los
nervios II, III, IV, VI y VII, en el cual se realizo
un estudio completo descartando otras
posibles patologías. Hasta la fecha no se
encontraron reportes en la literatura
de polineuropatías similares. El paciente
presentó una excelente evolución con mejoría
completa de la función motora de los nervios
afectados, lo cual según lo reportado en la
literatura ocurre en menos del 50% de los
casos.
AVISO
POEN
(Anterior)
139
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Figuras
Foto 1. Limitación para motilidad ocular ojo derecho.
Foto 2. Cicatrices puntiformes en párpados y región frontal, ptosis palpebral.
Foto 3. Ducciones Forzadas.
140
Foto 4. MejorÌa de ptosis.
Oftalmoplejía por Ramsay Hunt: Reporte de un caso
Foto 5. Movimientos oculares luego de 3 meses de tratamiento
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141
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Reporte de caso
Cálculo de Lente intraocular tórico
en una paciente con estafiloma
de polo posterior y cirugía
refractiva previa
César Carriazo Escaf
2
Diego A. Rodríguez Fonseca
3
Daniel Chávez del Castillo
1
Resumen
Una mujer de 59 años de edad fue
diagnosticada de catarata en su ojo derecho y
se le determinó como conducta terapéutica la
cirugía de facoemulsificación con colocación
de lente intraocular. La paciente tenía
antecedente de cirugía refractiva en el ojo a
operar en el cual se detectó un estafiloma de
polo posterior en el ultrasonido ocular pre
quirúrgico, hallazgo que representaba un reto
adicional para el cálculo del lente. Se
determinó e implementó una forma alternativa
de realizar dicho cálculo y se obtuvieron
resultados satisfactorios, logrando neutralizar
el defecto refractivo existente y eliminando la
dependencia a los anteojos de la paciente.
142
Médico oftalmólogo, especialista en Cirugía
refractiva y del segmento anterior, Director Científico
del Centro Oftalmológico Carriazo, Barranquilla,
Colombia. [email protected]
2
Residente de 2do año de Oftalmología, Universidad
del Norte, Barranquilla, Colombia.
[email protected]
3
Optómetra, Centro Oftalmológico Carriazo,
Barranquilla, Colombia. [email protected]
1
Los autores del siguiente artículo de reporte de caso
manifestamos no tener ningún interés comercial ni
ser patrocinados por ninguna organización.
Reporte de caso: Cálculo de Lente intraocular tórico en una paciente con estafiloma de polo posterior y cirugía refractiva previa
Palabras clave: Lente intraocular (LIO);
tórico; catarata; astigmatismo; estafiloma posterior; LASIK; Pentacam.
Abstract
A 59 year old woman was diagnosed Cataract affecting her right eye and the therapeutic approach proposed was to undergo Cataract surgery by Phacoemulsification and Intraocular Lens implantation. The patient had
undergone refractive surgery in the eye to operate in which a Posterior pole staphyloma was
detected during the Ocular Ultrasonogram
prior to surgery, finding that represented an
additional challenge for the lens calculation.
An alternative method for calculating the lens
was determined and performed and satisfying
results were obtained, getting the existing refractive defect to be neutralized and suppressing the dependence for eyeglasses this patient
had.
Key words: Intraocular lens (IOL); toric;
cataract; astigmatism; posterior staphyloma;
LASIK; Pentacam.
Introducción
Desde el advenimiento de la cirugía
refractiva y con su perfeccionamiento, muchos
pacientes en el mundo recurren a este
procedimiento para satisfacción visual y
cosmética dados los buenos resultados que
ofrece. Sin embargo, es un hecho que pasados
los años muchos de estos pacientes necesitarán
cirugía de cataratas y son estos casos en particular una preocupación para el cirujano por
la poca predictibilidad de los resultados
refractivos postoperatorios debido a la
dificultad en el cálculo del Lente intraocular
(LIO)1.
El cálculo del LIO a colocar durante la
cirugía de cataratas es un paso crítico para la
recuperación en menor o mayor grado de la
agudeza visual de los pacientes con diagnóstico
de catarata. Mientras los avances tecnológicos
en instrumental quirúrgico y diseño de lentes
nos han permitido extraer las cataratas de
forma más limpia y segura, el resultado
refractivo postquirúrgico depende, en últimas,
del cálculo del LIO en el prequirúrgico2. Este
cálculo se ve afectado por distintas variables
como son: el estado virgen o no de la córnea
del paciente, es decir, si hablamos de córneas
ya intervenidas o no, su grado de
astigmatismo, la longitud axial del globo ocular y la regularidad de las superficies oculares
entre las que consideramos además las del polo
posterior, en particular, la retina.
Las distintas variaciones en estas
características pueden hacer complicada la
determinación del poder dióptrico del lente
y, por tanto, dificultar la consecución del
objetivo de la cirugía, que es llevar al paciente
con catarata a la condición de emetropía.
Por ejemplo, en el caso de la cirugía de
cataratas en pacientes previamente operados
de cirugía refractiva, la hipermetropía es un
resultado postoperatorio frecuente3. La
hipermetropía residual es producto de una
estimación incorrecta de la posición efectiva
del lente calculada por medio de fórmulas de
tercera generación que hacen uso del valor de
k postrefractivo, proceso mediante el cual se
subcalcula el poder adecuado del LIO3.
Es evidente que esta clase de resultado no
es el que busca el paciente afecto de catarata,
143
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
en quien recuperar su agudeza visual se
constituye en primordial y cuyas expectativas
crecen en la medida que las técnicas
quirúrgicas son perfeccionadas.
Presentamos a continuación un caso que
representó un reto para el optómetra y el
oftalmólogo tratantes por tratarse de una
paciente cuyas características y antecedentes
oculares hacían difícil el cálculo apropiado y
confiable del poder del LIO.
Descripción del caso
Una mujer de 59 años acudió a la consulta de
oftalmología refiriendo como queja principal
visión lejana borrosa. Como antecedentes
oculares de importancia la paciente había sido
operada de cirugía refractiva LASIK
(Keratomileusis in situ asistida por láser) en
ambos ojos para corrección de un
astigmatismo miópico compuesto casi 7 años
atrás, y también le fue realizada
fotocoagulación con láser en el ojo derecho
(OD) por un desgarro retiniano que presentó
6 años antes. Su refracción en el OD previo a
la cirugía LASIK era de -5.00 -2.75 x 100°
(20/30-) y el valor de su queratometría (k) OD
44.75/45.75 x 105°.
Al momento de realizarle la optometría a
la paciente se encontraron agudezas visuales
sin corrección (AVSC) OD 20/60- y Ojo
izquierdo (OI) 20/60-. Al realizarle la
refracción: OD -1.00 -2.00 x 145° (20/50-),
y OI -0.25 -1.50 x 75° (20/50-).
Al examen con lámpara de hendidura se
encontró córnea clara, opacidad de cristalino
bilateral y degeneraciones periféricas en el fondo
de ojo. Se le diagnosticó catarata bilateral,
desprendimiento de vítreo posterior con
144
degeneraciones periféricas, y astigmatismo
miópico en ambos ojos. La paciente fue valorada
a continuación en la consulta de retina que
reportó hallazgos de retina albinoide en la
fundoscopia y se le diagnosticó Astigmatismo
retiniano bilateral. Se consideró en reunión de
oftalmología de segmento anterior con apoyo
del servicio de retina que el defecto de segmento
posterior de la paciente se encontraba estable y
sin riesgo de progresión, lo cual mejoraba
notablemente el pronóstico postoperatorio, por
lo cual se indicó la facoemulsificación e
implante de LIO para la corrección del defecto
refractivo en OD.
Se procedió a realizar los exámenes
prequirúrgicos los cuales reportaron:
Ecografía ocular con equipo HiScan
OPTIKON: ECO modo B del OD, que
evidenció estafiloma posterior. Retina adherida
y nervio óptico sano al momento del examen
(fig 1).
La biometría ocular (Longitud axial) de
inmersión del OD fue de 24.77 mm.
Para el cálculo del LIO el otro valor
necesario es el de la queratometría. Obtener
este valor representaba una dificultad adicional
pues la córnea en cuestión ya había sido
sometida a una ablación por LASIK años atrás,
lo que hacía que el valor de la queratometría
convencional no fuese confiable para la
determinación del poder del lente, como ya
lo han demostrado diversos autores1-4.
Para la determinación del valor k se utilizó
la medición asistida por imágenes que, por
protocolo, en el Centro Oftalmológico
Carriazo, se trató del uso del Oculus Pentacam
y el Scout topográfico corneal (fig 2), método
con el cual, en nuestra experiencia, hemos
obtenido resultados postoperatorios
satisfactorios.
Reporte de caso: Cálculo de Lente intraocular tórico en una paciente con estafiloma de polo posterior y cirugía refractiva previa
El valor k más plana usada, por tratarse de
una córnea con patrón de ablación central, fue
de 40.50 D con el reporte Holladay del Oculus Pentacam y de 40.27 D con el Scout, es
decir, muy similares. La queratometría tipo
Helmholtz reportó 41.00/41.37 x 145°, valor
que no fue utilizado para el cálculo.
Se determinó el valor dióptrico del LIO
usando el software Ocuscan de laboratorios
Alcon introduciendo el mismo valor k plana
en ambas k solicitadas por el equipo. Con la
fórmula SRK-T y la constante de los lentes
tóricos 118.4, el lente a colocar fue de un poder
de +20.00 D.
Luego se introdujeron los datos en la página
web para la determinación de los LIO tóricos
(www.acrysoftoriccalculator.com) de Alcon en
la cual se tuvo en cuenta que para arrojar el
dato del tipo de lente, el software sólo tiene en
cuenta el astigmatismo corneal por lo que en
las casillas para los valores k se indujo un
astigmatismo corneal de + 1.50 D similar al de
la paciente con el fin de simular el astigmatismo
retiniano presente (fig. 3).
El programa reportó que el LIO debía ser un
Ref. SN60T3.
La paciente fue sometida al procedimiento
quirúrgico: Facoemulsificación e implante de
LIO tórico en ojo derecho, sin complicaciones.
Se hicieron controles postope-ratorios
(POP) de agudeza visual en el OD que
reportaron: al sexto día POP, AVSC 20/30 y
Retinoscopia: Neutro (20/30). La AVSC
estaba en 20/25- con Retinoscopia: Neutro
(20/25-) a los dos meses de postoperatorio.
Discusión
En el caso reportado, el cálculo del LIO
se veía dificultado por las características y
antecedentes oculares de la paciente; el hecho
de que la córnea ya hubiese sido intervenida
suponía el primer inconveniente en el cálculo
pues para éste es necesaria la queratometría
cuyo valor no es confiable en córneas
intervenidas de LASIK u otro procedimiento
refractivo, cuya razón principal parece ser el
cambio en la relación entre los radios de
curvatura anterior y posterior de la córnea, lo
cual invalida el valor de los índices de
refracción corneales (estandarizado = 1.3375;
SRK/T = 1.3333)3. Varios métodos se han
empleado por distintos autores para dar
solución a este problema1-4. En los pacientes
que se presentan al Centro Oftalmológico
Carriazo, se determina el valor k usando la
ayuda del Oculus Pentacam y su reporte
Holladay, determinando en casos de
correcciones miópicas el valor k más plana de
la zona de ablación central.
Como ya hemos señalado el cálculo del
LIO en pacientes operados de LASIK tiende
a dejar una hipermetropía residual según han
demostrado algunos autores, por
sobreestimación del poder óptico corneal dada
por cambios en el estroma no tenidos en
cuenta al momento de reportar el valor k de la
queratometría, y que llevan a una
subestimación de la Posición efectiva de lente
(ELP)3. En el presente caso hemos conseguido
controlar este inconveniente calculando el LIO
con el valor k obtenido por el scout topográfico
y/o el Pentacam postLASIK. Con este método
obtenemos una k promedio de acuerdo al
patrón de ablación, k plana para ablaciones
centrales y k curva para ablaciones periféricas,
teniendo en cuenta una zona óptica de 5 mm
en el eje visual. Este método, además, es
ventajoso si tenemos en cuenta que no requiere
los valores k previos a la cirugía refractiva como
145
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
sí necesitan otros propuestos en diversos
artículos1-4.
Otra causa para una posible hipermetropía
residual y la cual habría que controlar es la
reportada por otras series5, debida a una
sobreestimación del poder del LIO negativo
para corregir miopías patológicas, situación
que aumenta en la medida que la longitud axial
del ojo sea mayor, sobre todo por encima de
los 27 mm, siendo menos erróneo el cálculo
mientras más cercano a lo normal sea el valor
de esta variable5. En nuestro caso la longitud
ocular de 24 mm probablemente influyó como
un factor positivo al calcular el LIO. Sin embargo, el error postoperatorio era todavía
factible teniendo en cuenta la presencia del
estafiloma posterior.
El otro inconveniente para el cálculo
adecuado del LIO en la paciente fue la
detección de un astigmatismo retiniano
condicionado por el estafiloma mencionado,
una protrusión de la pared posterior del globo
ocular. Por ello, aún cuando la magnitud del
defecto refractivo se correlaciona muy bien con
la miopía patológica, es el estafiloma posterior un dato muy sugerente de esta entidad 67, sobre todo si tenemos en cuenta el
antecedente quirúrgico de la paciente que
limita al dato de la agudeza visual. Sin embargo, cabe mencionar que se ha estudiado el
efecto de los estafilomas de polo posterior con
respecto a la generación de astigmatismo y
algunos autores sostienen que este tipo de
alteración del segmento posterior del ojo no
condiciona realmente un astigmatismo pero
sí lo simula en cuanto a la imagen que puede
percibir el paciente la cual es de características
parecidas mas no igual a la de un astigmatismo
corneal regular 8. Es por ello que
probablemente en el caso que presentamos
146
la paciente mejoró notoriamente su
agudeza visual en el postquirúrgico
pudiéndose neutralizar su defecto astigmático
residual.
En este respecto se han obtenido algunos
resultados alentadores, como lo han reportado
algunos estudios, sobre todo desde el punto
de vista de mejoría en la calidad visual; un
estudio llevado a cabo entre 1994 y 1997 contó
con 107 pacientes con estafiloma de polo posterior y 107 controles, que fueron sometidos
a cirugía de catarata, y mostró que la mejoría
en la agudeza visual postoperatoria de los
pacientes con estafiloma es notoria, logrando
reducir de un 80 % prequirúrgico a un 16 %
postquirúrgico aquellos con agudezas visuales
de cuenta dedos o peores y sin un aumento
significativo de las complicaciones propias de
la cirugía9. Sin embargo, en su comparación
el estudio mostró que los pacientes con
estafiloma no alcanzaban agudezas visuales
postoperatorias similares a los controles,
contrario a lo que reportamos en el presente
caso, en el que la paciente en su ojo operado
alcanzó valores de 20/25, resultados similares
a los encontrados por Kohnen10.
Se consignó además en la historia clínica
el dato fundoscópico de retina albinoide al ser
valorada la paciente por retinólogo, dato que
también es congruente con el defecto refractivo
de la paciente, un astigmatismo miópico,
como lo han demostrado estudios en animales
albinos en los que un alargamiento de la
cámara vítrea condiciona este tipo de
defecto11.
La otra variable a considerar, la longitud
axial no representó dificultad en su medición,
y el valor obtenido en la paciente es similar a
los rangos de longitudes axiales propuestos por
algunos autores en sus series de pacientes con
Reporte de caso: Cálculo de Lente intraocular tórico en una paciente con estafiloma de polo posterior y cirugía refractiva previa
estafiloma posterior (23.3 a 32.2 mm)6. Sin
embargo, es de tener en cuenta que las mayores
complicaciones fundoscópicas en la retina y su
grado de severidad aparecen con longitudes
axiales superiores a los 27 a 28 mm y se
incrementan en función de su aumento así
como también en función del aumento de la
edad del paciente7, por lo que el seguimiento
es crítico en estos casos. A favor de la paciente
en el caso reportado está la longitud axial de su
ojo mas no su edad pues las complicaciones son
mayores después de los 50 años.
Es ya conocido además que los pacientes
con miopías elevadas tienen un mayor riesgo
de desprendimientos retinianos. En el caso que
reportamos, la paciente no presentó
complicaciones
intraoperatorias
o
postoperatorias luego de 6 meses de
seguimiento, dato congruente con lo reportado
por Kohnen y Brauweiler en cuyo estudio no
reportaron complicaciones luego de 3 años de
seguimiento a pacientes operados de catarata
afectos de miopías elevadas10. Los controles
POP de la paciente mostraron una recuperación
de su visión logrando neutralizar el defecto
refractivo considerando ambos, el segmento
anterior y el posterior.
Conclusiones
Con este reporte se muestra que algunos
casos difíciles de defectos refractivos que
pueden estar condicionados por la retina y
asociados a cataratas pueden ser tratados y
llevados de manera controlada a valores
cercanos a la emetropía independiente del
estado virgen o no de la córnea.
El control del valor de k es crítico para el
adecuado cálculo del LIO a colocar y con el
método que hemos usado es posible realizarlo
aún sin los datos de k de la queratometría previa al procedimiento refractivo.
Además, los resultados obtenidos abren
la posibilidad de corrección de defectos
refractivos residuales con alteraciones estables
del segmento posterior mediante la correcta
interpretación del problema del paciente y
utilización de las herramientas de las que
disponemos en la actualidad, lo que podrá ser
corroborado al realizar estudios de mayor
envergadura en un futuro.
Figuras
Figura 1. Ecografía ocular
que evidencia importante
estafiloma de polo posterior de OD hallado en sector temporal.
147
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Figura 2. Scout topográfico
de la paciente que muestra
patrón de ablación central
post-LASIK.
148
Reporte de caso: Cálculo de Lente intraocular tórico en una paciente con estafiloma de polo posterior y cirugía refractiva previa
Figura 3. Página web de Alcon para la determinación del tipo de lente tórico.
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149
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Síndrome de ápex
orbitario secundario a
hemorragia retrobulbar:
Reporte de un caso
Ana T. Peralta, MD
Saúl A. Hernández, MD
1
2
Resumen
Presentamos el caso de un paciente
masculino que presentó síndrome de ápex
orbitario secundario a hemorragia retrobulbar
de origen postraumático. En el síndrome de
ápex orbitario existen un conjunto de signos
y síntomas que involucran un daño a las
estructuras nerviosas que emergen en el vértice
de la órbita (nervios craneales II, III, IV, V y
VI). Así, se presentó con oftalmoplejía, defecto
pupilar aferente (DPA) o arreflexia pupilar,
disminución de la agudeza visual, alteraciones
de la sensibilidad facial. Consideramos muy
significativo este caso debido a que por la baja
frecuencia de su presentación se es dado por
alto, y con el rápido reconocimiento este
150
Residente 3º año Oftalmología,
Universidad del Norte, Barranquilla
[email protected]
2
Residente 3º año Oftalmología,
Universidad del Norte, Barranquilla
[email protected]
1
Síndrome de ápex orbitario secundario a hemorragia retrobulbar: Reporte de un caso
cuadro clínico en la sala de emergencias,
podemos ofrecerle al paciente con la
realización inmediata de un procedimiento
sencillo como lo es la cantolisis y cantotomía
una mejoría dramática en su pronóstico visual,
como el ocurrido en este caso en particular.
Palabras clave: Síndrome de ápex
orbitario, oftalmoplejía, cantolisis, cantotomía, arreflexia pupilar
Abstract
We present a male patient who presented
orbital apex syndrome secondary to retrobulbar
hemorrhage of traumatic origin. In the orbital
apex syndrome exists a set of signs and
symptoms that involve damage to the nervous
structures that emerge at the apex of the orbit
(cranial nerves II, III, IV, V and VI). Thus, It
presents with ophthalmoplegia, afferent
pupillary defect (APD) or pupillary areflexia,
decreased visual acuity, abnormal facial
sensation. We consider this case very significant
because of the low frequency of its presentation,
and with the prompt recognition of this clinical
picture in the emergency room , the
performance of a simple and immediate
procedure as is cantholysis and canthotomy
a dramatic improvement in the visual
outcome can happen , such as occurred in this
particular case
Summary
Key words: Orbital apex syndrome,
ophthalmoplegia, pupillary areflexia
canthotomy and cantholysis
Introducción
La órbita es una estructura cónica
inextensible con paredes formadas por tejido
óseo, donde reposan el globo ocular y resto del
contenido ocular. En su parte anterior se
encuentra cerrada por el tabique orbitario y los
párpados, limitando de esta forma el
desplazamiento anterior del globo ocular. La
respuesta a cualquier aumento en la presión
intraorbitaria, ya sea por hemorragia, edema,
cuerpo extraño o masa, es la proptosis, pero los
tendones cantales debido a sus inserciones en el
reborde orbitario, limitan el movimiento1. El
aumento del volumen y presión orbitaria, dentro
de un espacio orbitario prácticamente
indeformable causa alteraciones en la perfusión
que puede llevar a daño isquémico irreversible
en el nervio óptico con pérdida de la agudeza
visual (AV)2.
Se reporta el caso de un síndrome de ápex
orbitario causado por una hemorragia
retrobulbar postraumática en un paciente con
escala de Glasgow normal, teniendo en cuenta
que la mayoría de estos eventos se presentan en
un escenario de politraumatismo.
Reporte de caso
Paciente de sexo masculino de 54 años sin
antecedentes de importancia , quien es
remitido al Hospital Universitario de
Barranquilla C.A.R.I. por cuadro de 3 horas
de evolución por haber recibido un trauma
en cráneo con objeto punzante (destornillador)
en región temporal izquierda. El paciente
refería dolor ocular, náuseas e hipoestesia a
nivel infraorbitario izquierdo acompañado de
disminución de la agudeza visual. Al examen
151
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
físico se encuentra escala de Glasgow 15/15,
con herida en cráneo ubicada en la fosa
temporal izquierda de 1 centímetro de diámetro
a 8 cm del reborde orbitario externo de
profundidad desconocida.
Al examen oftalmológico: Agudeza visual
sin corrección (AVSC) ojo derecho (OD) 20/
60 y ojo izquierdo (OI) movimientos de manos
a 1 metro. A la inspección examen normal del
ojo derecho; Ojo Izquierdo: Ptosis mecánica
por hematoma bipalpebral, oftalmoplejía total,
quemosis hemorrágica, midriasis media fija,
reflejo consensual presente (figura 1), presión
intraocular (PIO) digital elevada y a la
oftalmoscopia indirecta nervio óptico y retina
de aspecto sano.
Se diagnosticó Síndrome de ápex orbitario
secundario a Hemorragia Retrobulbar OI
secundaria a trauma orbitario con objeto
punzante, por lo cual se le realizó
inmediatamente cantotomía y cantolísis en
consultorio para liberar tensión en órbita y
presentándose salida de abundante contenido
hemático. Se ordenó acetazolamida 250 mg oral
3 veces día, metilprednisolona 250 mg
intravenoso 4 veces día, maleato de timolol
0.5% mas dorzolamida 2%, antibiótico
intravenoso y tópico, gamaglobulina y toxoide
tetánico.
Se le realizó TAC simple y con contraste
de órbitas en su segundo día hospitalario,
evidenciándose proptosis del OI y edema de
partes blandas en el área temporal, fractura de
hueso temporal izquierdo con imagen
compatible con hematoma a nivel del músculo
recto lateral (fig.2) Al tercer día, paciente
presentaba mejoría clínica de la proptosis,
AVSC OI 20/100. Una semana después AVSC
OI 20/60 con anisocoria de 1mm de diferencia,
persistiendo restricción a la lateroversión del
Ojo izquierdo (fig.3).
152
Discusión
La hemorragia retrobulbar (HR) es una
verdadera emergencia oftalmológica que ante
la falla en el diagnóstico y manejo oportuno,
puede conllevar a pérdida visual permanente3.
Es una rara complicación que conlleva a
síndrome compartimental de la órbita u órbita
a tensión. Puede ser causada por trauma,
debida a fracturas orbitarias, lesiones
penetrantes y no penetrantes de la misma o a
cuerpos extraños intraoculares44 Lima V, Burt
B, Leibovitch I, Prabhakaran V, Goldberg RA,
Selva D.Orbital compartment syndrome: the
ophthalmic surgical emergency. SurvOphthalmol. 2009 Jul-Aug;54(4):441-9.
Es importante recalcar que dentro del
escenario del trauma cráneo-encefálico debe ser
sospechada en casos de alteración en la agudeza
visual 5 . La HR que amenaza la visión
generalmente está asociada con fracturas
orbitarias en un 0.45 – 0.6%, pero puede
presentarse sin fractura, y es causa de ceguera
en el 52% de los casos6. Dentro de sus causas
no traumáticas encontramos las de origen
postquirúrgico, postaplicación de anestesia
peribulbar o retrobulbar, las vasculares como
várices
orbitarias,
malformaciones
arteriovenosas o coagulopatías, y el uso de
anticoagulantes. iv
Los síntomas cardinales son pérdida
progresiva de la AV, proptosis progresiva
dolorosa, hipoestesia y diplopía. Los signos son
equimosis, hemorragia subconjuntival,
oftalmoplejía, presión intraocular elevada, y
dependiendo de la duración, pupila fija en
midriasis media con defecto pupilar aferente y
asimetría del reflejo cornealiv,7.
Es importante buscar estos signos
oftalmológicos en pacientes con heridas de
Síndrome de ápex orbitario secundario a hemorragia retrobulbar: Reporte de un caso
cabeza y cuello, evaluando agudeza visual,
integridad del globo y fundoscopia, ya que el
mismo edema palpebral y la sintomatología
acompañante de un trauma craneoencefálico
puede desorientar el diagnóstico correcto por
presentarse las heridas lejos de la órbita8, como
en este caso.
El diagnóstico está basado ante la sospecha
y un buen examen clínico. Se considera la
cantotomía y cantolisis (CC) como
intervención de primera línea para la
descompresión de la tensión orbitaria causante
de la disminución de la perfusión del nervio
óptico 910. Existen algunos reportes donde el
pronóstico visual retorna a su base luego del
procedimiento, como es el caso del paciente
presentado. Por otro lado, existen reportes
donde a pesar de la CC realizada dentro de las
primeras 4 horas del trauma, la agudeza visual
no presentó mejoría11. La mejoría de la AV es
impredecible, pero la realización inmediata de
una CC con una órbita a tensión es una medida
crucial para la preservación de la visión y se
recomienda como el tratamiento inicial e
inmediato, una vez se realice el diagnóstico, sin
dar espera a exámenes imagenológicos
complementarios.
Las indicaciones principales para realizar
CC son una presión intraocular igual o mayor
a 40mmHg por tonometría o digitopresión, AV
disminuida y proptosis marcada, o la presencia
de indicaciones secundarias como defecto
pupilar aferente, oftalmoplejía y dolor (tabla
1). En el escenario traumático, los hallazgos del
color rojo cereza en la mácula retiniana y
palidez de del nervio óptico pueden sugerir la
necesidad de CC.
Luego de realizado el procedimiento es
importante el tratamiento médico con
antiglaucomatosos ya sea tópicos y/o sistémicos,
con el fin de disminuir la PIO más que la
presión intraorbitaria. El uso de corticoides a
megadosis ha sido documentado como medida
útil en casos de síndrome ápex orbitario debido
a la sintomatología neurológica causada por
edema, contusión y compresión nerviosa12.
(Tabla2)
Así como en el resto de traumas oculares,
la tomografía computarizada de cráneo y órbita
en cortes axiales y coronales, es la de elección
para la valoración de estos pacientes. Descartar
fracturas orbitarias o de los huesos cranelaes,
compromiso de masa encefálica, así como
documentar la proptosis, deformación del globo
ocular con estiramiento del nervio óptico y el
hallazgo de masa difusa con iso o hiperdensidad
respecto al músculo, correspondiente a la
hemorragia.1314
La respuesta clínica es variable y puede
depender del diagnóstico inmediato y las
medidas terapéuticas instauradas que como
en nuestro caso la intervención rápida se
relacionó muy estrechamente con la mejoría
de la agudeza visual 15.
Conclusiones
Debe existir un alto índice de sospecha
del síndrome de ápex orbitario en los
traumatismos craneoencefálicos, ya que el
daño al globo ocular y nervio óptico puede
pasarse por alto en estas circunstancias. La
hemorragia retrobulbar se constituye como
una emergencia que debe reconocerse en toda
sala de emergencia, donde en gran medida el
pronóstico visual del paciente depende de una
intervención oportuna, rápida y además
sencilla de realizar.
153
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Tablas
Tabla 1: Indicaciones y contraindicaciones para Cantotomía y Cantolisis.
Tabla 2: Algoritmo manejo hemorragia retrobulbar.
154
Síndrome de ápex orbitario secundario a hemorragia retrobulbar: Reporte de un caso
Figuras
Fig. 1: Se observa hematoma con bipalpebral izquierda, anisocoria, hemorragia
subconjuntival y oftalmoplejía del OI, con vendaje en área de la lesión.
Fig.2: TAC órbita tomado al 2º día que muestra proptosis con deformación
del globo y aumento del volumen retrobulbar.
155
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Fig.3: Paciente 1 semana después, con anisocoria de 1mm diferencia e igual AV en ambos ojos.
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Gatifloxacina versus placebo en la profilaxis de cirugía de catarata, ensayo clínico
Gatifloxacina versus
placebo en la profilaxis
de cirugía de catarata,
ensayo clínico
Fernando Yaacov Peña, MD, MSc.1,4
Mónica Sofía Piñánez R., MD. 1
Margarita Samudio, PhD.2
Verónica Contreras, MD. 1
Herminia Miño de Kaspar, MD, PhD. 3
Norma Fariña, BS. 2
Resumen
Objetivo: Determinar si el uso de
gatifloxacina al 0.3% es más efectivo que el
uso de un placebo como profilaxis antes de la
cirugía de catarata, cuando se realiza un lavado
previo con yodopovidona.
Método: Ensayo clínico aleatorizado
doble ciego. Se seleccionaron dos grupos de
pacientes antes de ser intervenidos de cirugía
de catarata. Grupo 1 (estudio): se aplicó
gatifloxacina una gota cada 5 minutos 1 hora
antes de la cirugía; Grupo 2 (control): se aplicó
placebo con la misma dosis e intervalo. Se
tomaron muestras de conjuntiva en tres
tiempos: T0 antes de la aplicación de los
1. Fundación Visión. Asunción, Paraguay
2. Instituto de Investigaciones en Ciencias de la
Salud - Universidad Nacional
de Asunción. Paraguay
3. Departamento de Oftalmología - Universidad
Ludwig – Maximilians. Munich, Alemania
4. Clinica Oftalmologica del Caribe.
Barranquilla, Colombia
Fernando Yaacov Peña.
[email protected]
157
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
colirios, T1 en el momento de comenzar la
cirugía luego del lavado con yodopovidona y
T2 al final de la cirugía. También se tomó
muestra de humor acuoso en T1 y T2. Las
muestras se cultivaron en agar sangre, agar
chocolate y tioglicolato. Se ingresó la
información en una base de datos de SPSS y
se analizaron los hallazgos.
Resultados: Se incluyeron para este
reporte, 98 ojos, 48 (49.0%) fueron del grupo
de estudio y 50 (51.0%) del grupo control.
No se encontraron diferencias significativas
entre el grupo de estudio y el grupo control
en T0. En T1, después de la aplicación de los
colirios y del lavado con yodopovidona no
hubo crecimiento bacteriano en los medios
sólidos, mientras que en tioglicolato hubo una
disminución de un 60% en el grupo de estudio
y de un 58% en el grupo control con respecto
a T0, sin embargo no hubo diferencia
significativa entre los dos grupos (p=0.888).
Tampoco se encontró diferencia entre los
grupos de estudio en T2.
En T0, los microorganismos que crecieron
con mayor frecuencia en agar sangre fueron
Staphylococcus coagulasa negativo con 14
(43.8%) del grupo de estudio y 13 (44.8%)
del grupo control y Corynebacterium sp con
12 (37.5%) en el grupo de estudio y 13
(44.8%) del grupo control. En agar chocolate
el microorganismo que creció con mayor
frecuencia fue el Propionibacterium acnes.
En T0, T1 y T2, el microorganismo que
creció con mayor frecuencia en tioglicolato fue
el Staphylococcus coagulasa negativo con 36
(66.7%) casos en el grupo de estudio y 39
(76.5%) en el grupo control. No hubo
diferencia significativa entre los microorganismos que crecieron en el grupo de estudio
158
con respecto al grupo control. (p=0.346 en T0,
p=0.414 en T1, p=0.650 en T2).
Conclusión: El uso de gatifloxacina 0.3%
y yodopovidona 5% es similar al uso de
placebo y yodopovidona 5% en la profilaxis
de la cirugía de catarata, y no se encontraron
diferencias en cuanto al crecimiento de
microorganismos en los diferentes medios de
cultivo.
Abstract
Purpose: To determine if the use of
Gatifloxacin 0.3% is more effective than
placebo in the prophilaxys before cataract
surgery.
Method: This is a randomized doubled
blind clinical trial. Two groups were selected:
group 1 had gatifloxacin three times every 5
minutes before surgery; group 2 had a placebo
(artificial tears) at the sam interval. Samples
were taken at time 0 before the eye drops, time
1 at the begining of surgery after povidone
iodine was instilled in the conjunctival sac and
time 2 at the end of the surgery. Samples of
acuose humor were also taken at T! And T2.
Cultures for the samples were blood agar,
chocolate agar and thioglicolate.
Results: In total 98 eyes were analized,
48 (49.0%) corresponded to group 1 (study)
and 50 (51.0%) to group 2 (control). There
were not significant statistic difference
between the two groups at T0. In T1 there
was no growth of microorganisms in agar but
there was a drecrease in thioglicolate from T0
values, with 60% less for study group and 58%
Gatifloxacina versus placebo en la profilaxis de cirugía de catarata, ensayo clínico
less for the control group, (p=0.888). There
was also no difference in T2.
The most prevalent microorganism were
Staphylococcus caogulase negative and
Corynebacterium sp. There was no significant
statistic difference in the microorganisms
cultivated in both groups: (p=0.346 en T0,
p=0.414 en T1, p=0.650 en T2).
Conclusión: Gatifloxacine 0.3% is similar
to placebo in the prophilaxys before cataract
surgery when there is previous desinfection
with povidone iiodine.
Introducción
La endoftalmitis postoperatoria es poco
frecuente, sin embargo es una de las
complicaciones más temidas y devastadoras
con una incidencia aproximada de 0,08% en
cirugías de catarata.1 La fuente más común de
microorganismos causantes de endoftalmitis
son los microorganismos de párpados y
conjuntiva de los mismos pacientes.2,3 La
cantidad del agente patógeno es un factor clave
y el número de bacterias necesarias para causar
endoftalmitis es mucho mayor para la cámara
anterior comparada con el vítreo. 4 La
introducción de por lo menos unos pocos
microorganismos dentro del ojo en el
momento de la cirugía es inevitable.5 Algunos
estudios señalan índices de contaminación de
la cámara anterior de 24% a 43%.6,7,8 La
finalidad de la antisepsia es reducir o eliminar
el número de microorganismos del campo
quirúrgico al momento de la cirugía, con esto
se disminuye significativamente el riesgo de
endoftalmitis postoperatoria. Algunos estudios
han demostrado que el uso de yodopovidona
al 5% es seguro y efectivo para reducir el
número de bacterias de la superficie ocular.9
Se ha reportado que la aplicación de un
antibiótico en forma tópica en conjunto con
la yodopovidona reduce el número de bacterias
de la conjuntiva.10,11,12 Al parecer, la profilaxis
tópica durante tres días con antibiótico da
como resultado una menor tasa de
contaminación de los cuchilletes utilizados y
un menor crecimiento bacteriano en frotis de
conjuntiva obtenido antes y después de la
cirugía, comparado con la aplicación de
antibiótico una hora antes del
procedimiento.13,14
El protocolo profiláctico actual en nuestro
servicio es la irrigación de yodopovidona (IOP)
al 10% en los párpados y al 5% en los fondos
de saco conjuntivales antes de la cirugía. El
objetivo principal de este ensayo clínico es
determinar si la profilaxis actual estándar de
endoftalmitis usada en nuestro servicio mejora
con el uso tópico de Gatifloxacina aplicada
en tres ocasiones, una hora antes de la cirugía.
Materiales Y Método
Previa autorización del Comité de ética
de la institución se invitó a participar del
estudio a pacientes con indicación de cirugía
de cataratas, y se obtuvo el consentimiento
informado de los pacientes que aceptaron
participar.
Los pacientes fueron divididos en un
grupo de estudio y un grupo control de manera
aleatorizada con asignación de números
aleatoriios generados por el computador. El
grupo de estudio recibió en el ojo a ser operado
gatifloxacina al 0,3% (Gatilox®-Laboratorios
Oftálmica-Paraguay) administrada en forma
159
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
tópica una gota cada 5 minutos empezando
una hora antes de la cirugía, hasta completar
tres dosis; el grupo control recibió lágrimas
artificiales (Oftalmol lagrimas®-Laboratorios
Indufar-Paraguay) en la misma secuencia y
dosis.
Fueron criterios de exclusión del estudio
aquellos pacientes con historia de alergia al
yodo o a las fluoroquinolonas, diagnóstico de
blefaritis, conjuntivitis o dacriocistitis, uso de
antibióticos en forma tópica o sistémica dentro
de los 30 días previos a la cirugía y pacientes
menores de 18 años.
En ambos grupos se utilizó el mismo
protocolo de desinfección preoperatoria que
consistió en la aplicación de solución de
yodopovidona al 10% en la hemicara
correspondiente al lado a ser operado,
incluyendo mejillas, área periorbitaria, frente,
párpados, y pestañas; además de irrigación de
los fondos de saco conjuntivales con una
jeringa sin cánula conteniendo 5 cc. (2,5 cc.
para el fornix superior y 2,5 cc. para el inferior)
de yodopovidona al 5%.
Se realizaron tomas de muestra para
cultivos en los siguientes momentos:
T0: En el momento en que el paciente es
admitido a la sala de cirugía y antes de la
aplicación de gatifloxacina o lágrimas
artificiales. Luego de esta toma los pacientes
recibieron gatifloxacina o lágrimas artificiales
de forma aleatoria de acuerdo al grupo
asignado. La técnica del laboratorio tomó las
muestras sin conocer la asignación del grupo.
T1: Después de la aplicación de los
colirios y del lavado de la hemicara y los fondos
de saco con yodopovidona, pero antes de
comenzar la cirugía se tomó muestra del fondo
de saco conjuntival nuevamente para los
mismos medios de cultivo. Después de la
160
realización del túnel escleral se tomó muestra
por paracentesis del humor acuoso para cultivo
en tioglicolato. El cirujano no conocía el grupo
de estudio asignado del paciente.
T2: Al finalizar la cirugía, se tomaron
muestras tanto de la conjuntiva como del
humor acuoso.
Los datos fueron analizados con el paquete
estadístico SPSS v.13. Se utilizó la prueba de
Chi cuadrado para comparar la diferencia en
el porcentaje de pacientes con cultivo positivo.
Resultados
Se incluyeron para este reporte, 98 ojos de
98 pacientes que fueron sometidos a cirugía de
catarata. 48 (49.0%) fueron del grupo de
estudio al que se le aplicó gatifloxacina y 50
(51.0%) fueron del grupo control en el que se
utilizó lágrimas artificiales. No se encontraron
diferencias significativas entre el grupo de
estudio y el grupo de control. Las características
comparativas de los pacientes incluidos en el
estudio se presentan en la tabla 1.
En T0, las muestras de conjuntiva
positivas en agar sangre fueron 23 (47.9%) en
el grupo de estudio y 22 (44.0) en el grupo
control (p=0.839), en agar chocolate fueron 4
(8.3%) en el grupo de estudio y 2 (4.0%) en
el grupo control (p=0.431), y en tioglicolato
fueron 45 (93.8%) en el grupo de estudio y
45 (90.0%) en el grupo control (p=0.715).
En T1, no se reportaron cultivos positivos de
las muestras de conjuntiva en agar sangre y
agar chocolate, mientras que en tioglicolato
se encontraron 16 (33.3%) para el grupo de
estudio y 16 (32.0%) para el grupo control
(p=0.888).
En T2, las muestras de conjuntiva
Gatifloxacina versus placebo en la profilaxis de cirugía de catarata, ensayo clínico
positivas en agar sangre fueron solo en el grupo
de estudio con 1 (2.1%) caso (p=0.490), en
agar chocolate se encontraron 1 (2.1%) en el
grupo de estudio y 2 (4.0%) en el grupo
control (p=0.582), y en tioglicolato se
encontraron 18 (38.3%) en el grupo de
estudio y 23 (46.9%) en el grupo control
(p=0.417). Para el cultivo en humor acuoso
en T1 y T2 se encontraron muestras positivas
pero tampoco hubo diferencia significativa
entre el grupo de estudio y el grupo control
(p=0.205 para T1 y p=0.801 para T2). Ver
Tabla 2
En T0, los microorganismos que crecieron
con mayor frecuencia en agar sangre fueron
Staphylococcus coagulasa negativo con 14
(43.8%) del grupo de estudio y 13 (44.8%)
del grupo control y Corynebacterium sp con
12 (37.5%) en el grupo de estudio y 13
(44.8%) del grupo control. En agar chocolate
el microorganismo que creció con mayor
frecuencia fue el Propionibacterium acnes.
En T0, T1 y T2, el microorganismo que
creció con mayor frecuencia en tioglicolato fue
el Staphylococcus coagulasa negativo con 36
(66.7%) casos en el grupo de estudio y 39
(76.5%) en el grupo control. No hubo
diferencia significativa entre los
microorganismos que crecieron en el grupo
de estudio con respecto al grupo control.
(p=0.346 en T0, p=0.414 en T1, p=0.650 en
T2). Ver Tabla 3
Discusión
En este ensayo clínico aleatorizado doble ciego,
los grupos de comparación no mostraron tener
diferencia significativa en cuanto a edad ni
sexo. Aunque hubo una reducción de la flora
bacteriana de la conjuntiva después de la
aplicación de los colirios, el número de
microorganismos aislados fue equivalente en
ambos grupos y no mostró una diferencia
estadísticamente significativa.
En T1, después de la aplicación de los
colirios y del lavado con yodopovidona, no
hubo crecimiento bacteriano en los medios
sólidos, mientras que en tioglicolato hubo una
disminución de un 60% en el grupo de estudio
y de un 58% en el grupo control con respecto
a T0, sin embargo no hubo diferencia
significativa entre los dos grupos (p=0.888).
Tampoco se encontró diferencia entre los
grupos de estudio en T2.
Estos resultados sugieren como se ha
reportado en otros estudios, el efecto de la
yodopovidona como profilaxis antes de cirugía
ocular para disminuir la flora bacteriana
cuando se utiliza para el lavado de la piel y
párpados así como de los fondos de sacos
conjuntivales.2,3,17,18,19,20
El papel de la flora bacteriana conjuntival
del paciente en la etiología de la endoftalmitis
ha sido extensamente estudiado; Speaker y col.
demostraron que en 14 de 17 casos de
endoftalmitis las bacterias aisladas del vítreo
eran genéticamente idénticas a las especies
aisladas de la conjuntiva, pestañas o mucosa
nasal de los pacientes estudiados. 16
Bannerman y col, lograron establecer la
similitud entre las cepas aisladas del vítreo y
del margen palpebral en 67,7% (71/105) de
los casos.3
De manera similar a otros estu2,10,16,21,22
dios
encontramos que el organismo
más comúnmente aislado fue el Estafilococo
coagulasa negativo el cual es un
microorganismo causante potencial de
endoftalmitis23.
161
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
El uso de las fluoroquinolonas como
profilaxis en la cirugía de catarata se ha
extendido de manera masiva en varios países
y también como lo demuestra la encuesta
realizada en ASCRS en 2007.27,28 Un estudio
comparativo entre el uso tópico de
ciprofloxacina y gatifloxacina aplicados 1 hora
antes de la cirugía demostró una disminución
de los cultivos positivos con el uso de los
colirios, siendo esta reducción significantiva
con la gatifloxacina lo cual se acentuaba luego
del lavado con yodopovidona 29.
En este estudio, en nuestro medio, el uso
de la gatifloxacina al 0.3% no se justifica como
profiláctico si se usa de manera apropiada el
lavado periocular y de los fondos de saco
conjuntivales con yodopovidona antes de la
cirugía de catarata.
Conclusión
El uso de gatifloxacina al 0.3% en la
profilaxis de la cirugía de catarata en nuestro
medio, no mostró diferencia estadísticamente
significativa en cuanto al crecimiento de
microorganismos en los diferentes medios de
cultivo, al compararse con un placebo, si se
realiza una adecuada profilaxis con
yodopovidona.
Tablas
Tabla 1:. Características demográficas de
la muestra de acuerdo al grupo asignado,
estudio (recibió gatifloxacina) y control
(recibió lágrimas artificiales)
Tabla 2. Resultados comparativos de los
diferentes medios de cultivo reportados
como positivos de acuerdo al tiempo y al
grupo: estudio (recibió gatifloxacina) y
control (recibió lágrimas artificiales)
162
Gatifloxacina versus placebo en la profilaxis de cirugía de catarata, ensayo clínico
T0, p = 0.346, T1, p = 0.414, T2, p = 0.650
Tabla 3. Lista de microorganismos cultivados en tioglicolato a partir de la muestra de conjuntiva en los diferentes
tiempos y de acuerdo al grupo: estudio (recibió gatifloxacina) y control (recibió lágrimas artificiales)
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Episcleral posterior bucklings for retinal detachment with macular holes of pathological myopia.
A long-term follow-up in two cases
Episcleral posterior bucklings
for retinal detachment with
macular holes of pathological
myopia. A long-term followup in two cases
Alvaro Rodríguez, MD., FACS
Abstract
Treatment of idiopathic full-thickness
macular holes is pars plana vitrectomy with
good results according to world reports.
Unfortunately this technique is not similarly
satisfactory in retinal detachment associated to
full thickness macular holes of pathologic
myopia with large posterior staphylomas.
Therefore, other alternative should be
considered like episcleral posterior macular
bucklings, a reason for reporting successful
results in two cases wit a long-term follow-up.
Introduction
Since the report of Kelly and Wendel1 in
1991 vitreoretinal surgery has become the
treatment of choice in idiopathic macular
Fundación Oftalmológica Nacional Bogotá D.C.,
Colombia
Facultad de Medicina, Universidad del Rosario,
Bogotá D.C., Colombia
Presented partially during the Fluorescein
Conference, the Macula Society 25th Annual
Meeting – Barcelona, June 2002
Keywords:
Degenerative myopia, episcleral posterior buckling,
macular hole, retinal detachment.
165
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
holes2 with a very high rate of good results in
selected cases3, 4 but with a lower degree of
success in other type of macular holes. For
example, vitreoretinal surgery has been seen
to fall in macular holes with retinal
detachment associated to pathological
myopia5, 6, 7, 8 and posterior staphylomas in
spite of internal limiting membrane peeling,
reoperations and gas or silicone oil
tamponades. Therefore, in the management
of myopic macular holes other alternatives
should be considered like episcleral macular
surgery currently used in Institutions of many
countries because of successful results and lack
of major complications9, 15 In support of this
alternative, two cases are reported after being
managed with two different modalities of
macular buckling surgery and with along-term
follow-up of 30 and 9 years respectively.
An important issue of this report is the
observation in long follow-up of the late slow
progression over the years of a macular
choriioretinal degeration and atrophy in
absence of tissue coagulation perhaps under
the influence of ageing in degenerative
myopia.
Cases Reports
Case 1: On examination in 1976, a 48
year old female with “hand movement” vision
in he right eye and myopia of -7.00 diopters,
presented a subtotal rhegmatogenous retinal
detachment affecting the fovea associated to a
macular hole and 4 peripheral retinal tears, a
partial vitreous hemorrhage and a posterior
vitreous detachment. Management consisted
of an equatorial circling scleral buckling with
peripheral cryocoagulation associated to a
166
posterior macular “sling” procedure using a
silicone exoplant without local chorio-retinal
coagulation. The exoplant was fixated to the
sclera using mersilene anchoring sutures placed
at the anterior insertion of the vertical recti
muscles9. with this technique, the center part
of the episcleral “sling” depressed the fovea
with the retina being reattached by sealing the
macular hole. The peripheral retinal tears, were
also sealed with the circling peripheral bucle,
improving the visual field and visual acuity to
20/200 with -9.00 D correction. Fundus
examination, color photographs and
fluorescein angiography corroborated the
macular hole closure and retinal reattachment
(Figure 1A-1B-1C).
Seventeen years later patient development
cataract in the roght eye that reduced again
her visual acuity to “hand movements” but
after pseudophakic surgery and Nd: yag-laser
posterior capsulotomy, the patient recovered
20/200 vision. Last examination of the right
eye in year 2002 revealed a corrected 20/400
visual acuity with: -0.75 -2.50 cil 130". IOP
was 24 mmHG requiring treatment with
Latanoprost. Opthalmoscopy indicated that
the retina was totally reattached with the
equatorial buckle; the site of the macular hole
was identified on the nasal slope of the small
posterior buckle that had flattened over the
years.
The macula revealed a posterior
staphyloma and it was evident a late increase
of the macular chorioretinal atrophy and
degeneration due to the progression of
pathological myopia, ageing and possible
vascular factors (Figures 1- D/E). The optic
disc appeared pale but without cupping.
Ancillary tests included Amsler test, visual
fields, ERG and POE that showed moderate
Episcleral posterior bucklings for retinal detachment with macular holes of pathological myopia.
A long-term follow-up in two cases
to poor responses in the right eye after a 30
year follow-up. The information obtained with
Optical Coherence Tomography (OCT) was
not satisfactory due to pupillary opaque media.
During the long-term follow-up, a
comparative evaluation was done with
ultrasound, color photographs and fluorescein
angiography that contributed to judge the
postoperative location of the macular hole and
to evaluate a progressive macular degeneration
not related to coagulation since it was not used
in the macular surgery. However, we cannot
rule out an additional pressure effect of the
episcleral exoplant on the staphylomatous
macula.
Case 2: During ophthalmic examination
in 1989, a 53 year old female presented a
pathological myopia of -6.00 – 2.00 x 90 in
her right eye with a visual acuity of ¨hand
movements¨. Ophthalmoscopy revealed a
macular hole surrounded by a flat macular
retinal detachment with subretinal fluid
extending only within the temporal vascular
arcades.
Treatment involved a small segmental,
thin, macular rod silicone exoplant buckle
placed on the episclera (without dissection)
beneath the macular hole as observed under
ophtalmoscopic control and without the use
of chorioretinal coagulation. The stretched
ends of the sponge were anchored and fixed
with sutures accidentally penetrated the
posterior subretinal space causing moderate
amount of subretinal fluid drainage; this suture
was immediately replaced. Surgery closed the
macular hole leading to retinal macular
reattachment without further complications
as observed on follow up (Figure 2 A/B/C).
Color photographs and fundus
fluorescein angiography revealed the location
of the macular hole on the nasal slope of the
buckle. The patient recovered 20/200 visual
acuity that remained stable for 9 years until
her death for unknown reason in 1998.
Comments
Macular holes9 can be part of the spectrum
of pathologic myopia, associated with
chorioretinal thinning and trophy, lacquer cracks,
peripapillary atrophy, Fuch´s spot, choroidal
neovascular membranes and posterior
staphyloma, the latter well evaluated with
ultrasonography. A subsequent possible
complication of full-thickness macular holes in
pathological myopia is a flat posterior retinal
detachment that extends only within the vascular
arcades or a subtotal detachment extending to
the retinal periphery. A third possibility is total
retinal detachment that may develop in cases of
macular holes associated with peripheral retinal
holes or tears and lattice retinal degeneration.
In addition, vitreous changes as
liquefaction, sineresis, posterior vitreous
detachment and vitreous hemorrhage or PVR
may be complicating factors. Also, direct
trauma on highly degenerative myopia may
modify the current features of macular holes
(personal observation). Evaluation of the
highly myopic eye is obtained with
biomicroscopy, ophthalmoscopy, biometry,
ultrasonography, optical coherence
tomography and fluorerscein / indocyanine
angiography seeking information on axial
length, posterior staphyloma, posterior
vitreous pathology, vitreoretinal interface and
schisis, choroidal vascular and retinal pigment
epithelium alterations.
167
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Vitreoretinal surgery is currently used with
increasing success in the management of
idiopathic type full thickness macular holes1,
2, 3, 4
. However, a similar success is not obtained
in the management of macular holes of high
myopia specially when the latter are associated
to macular and/or peripheral retinal
detachment with additional retinal holes or
tears and in cases with severe posterior
staphylomas 5, 6, 7, 8, 13, 14, 15 Therefore,
postoperative reopening of macular holes,
recurrence of retinal detachment, visual loss
and development of complications in myopic,
old and larger macular holes have led to
consider other surgical alternatives to treat
cases with complicating features. One
alternative is episcleral macular surgery using
¨sling¨ procedures and segmented buckles,
procedures preferred in several centers.
Regarding episcleral macular surgery
several techniques have been proposed
including to avoid coagulation and other
promoting drainage of subretinal fluid when
required9, 10, 11, 12, 14, 15. Episcleral techniques
seek a buckle effect for the closing and sealing
of macular holes, the release of vitreoretinal
traction, to reattach the retina, to counteract
effects of posterior staphylomas, to maintain
or even improve visual acuity and visual field
proportional to the degree of degenerative
changes present in the macula and in the optic
nerve in long-term follow-up.
The surgical techniques used to manage
full thickness macular holes and retinal
detachment of pathological myopia, a
controversy arises when comparing difficulties
and complications seen in both vitreoretinal
and episcleral modalities of surgery. In
example, vitrectomy requires excision of
residual vitreous cortex16 and the internal
168
limiting membrane4, 7 and to work in every
thin structures that in my own experience tend
to enlarge the size of the myopic macular hole
and require also a silicone oil or a gas fill which
unfortunately do not obtain a good and
complete macular tamponade in cases
additionally affected with large posterior
staphylomas, not even using adequate
postoperative positioning. In macular hole
with retinal detachment in highly myopic eyes,
Ichibe et al have reported8 that the closure of
the macular hole is difficult to obtain with
vitrectomy (In spite of the surgical complete
release of tangential traction) due to possible
imbalance between the retina and the choroidsclera complex associated with axial elongation
and posterior staphyloma. Moreover, we are
aware of serious choroidal detachment,
vitreous hemorrhage and PVR may develop
during vitreous surgery or during the
postoperative care as a predisposition in highly
myopic eyes. In addition, pars plana
vitrectomy currently develops cataract as a
complication and therefore a simultaneous
phako emulsification of a clear lens extraction
may be have to be associated to p.p.I.
Vitrectomy.
On the other hand, macular episcleral
surgery can be difficult to perform because of
poor exposure of the posterior scleral operating
field, extraocular muscle damage by
desinsertion or by traction sutures, possibility
of needle suture perforation causing vitreous
hemorrhage or posterior retinal tears and
retinal detachment. Also, large or severe
chorioretinal atrophic scars may develop if the
macula is treated with coagulation. Therefore,
episcleral macular retinopexies without
coagulation has been the technique preferred
and reported by Zauberman17, Theodossiadis12
Episcleral posterior bucklings for retinal detachment with macular holes of pathological myopia.
A long-term follow-up in two cases
and Figueroa18. Circling equatorial scleral
bucklings and retinopexies in retinal
detachment surgery may increase the myopic
refractive defect by the increase of axial length19
and in follow-up we have observed
development of myopic macular holes after
retinopexies with chorioretinal coagulation.
(Rodriguez et al, report to Retina Society
Meeting, San Francisco, CA 2002)
In long-term observations after the
surgical management of myopic macular holes
with retinal detachment, one should consider
not only the procedure performed by the
different surgeons but is also necessary to
consider other important factors like the
effects of ageing on the crystalline lens which
may require subsequent cataract extraction and
the effects of ageing on the retina as two factors
influencing the outcome. Our observations
indicate that as a results of ageing pathologic
myopia tends to lead to a progressive Macular
degeneration with chorioretinal thinning,
atrophy and pigment disturbance. (Rodriguez,
Macula Society Meeting, Barcelona – June
2002) also observed by Tano19, and Yoshida
et al21, that have also seen progressive macular
degeneration in long term follow-up of highly
myopic eyes Blood flow and vessel diameter
in highly myopic eyes were significantly
decreased when compared with emmetropic
eyes as measured with dopler by Shimada et
al22 and may be influential in the development
of chorioretinal atrophy in high myopia.
According to Sasoh et al14, macular buckling
techniques have advantages over vitrectomy
a) not requiring postoperative prone position,
an important consideration in the elderly and
obese patients b) avoiding reoperations and
complications as endophthalmitis or avoiding
visual field loss due to intraocular gas pressure
effect acting on the thin posterior ocular tissue
structures of the highly myopic eyes with
severe posterior staphyloma which also make
difficult to obtain good postoperative visual
acuity recovering.
To conclude, macular episcleral surgery
can be a surgical alternative indicated in
macular holes of pathologic myopic specially
when large and old or when associated to
retinal detachment, larger posterior
staphylomas and in the face of failures or
complications that may arise during pars plana
vitrectomy. It is an alternative management
offering good anatomical and reasonable
functional results and few complications as
demonstrated in long term observations12.
Moreover, episcleral macular techniques are
frequently used in Japan, a country with high
incidence of pathological myopia14. Precisely
this alternative has been endorsed by Stirpe16,
Theodosiadis15, Tano20 and more recently by
Tanaka et al23 and Theosossiadis24 However,
it is advisable for demonstration a randomized
clinical trial and to consider also the possibility
that vitrectomy and episcleral macular buckle
could complement each other. A subject for
speculation are the mechanisms involved in
retinal reattachment and in the closure of
macular holes in highly myopic eyes, using
episcleral buckling without coagulation.
169
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Figures
First case.
Figure 1-A. Drawing of subtotal
retinal detachment, peripheral
retinal tear and full-thickness
macular hole in high myopia
(1976).
170
Figure 1-B. Fundus color photograph
after peripheral acleral buckling
associated to macular sling (1976).
Figure 1-C. Fluorescein angiography
(1976).
Figure 1-D. Fundus color photograph.
Retina
reattached,
macular
degeneration (ageing and high
myopia) 2008.
Figure 1-E. Fluorescein angiography
in area of macular degeneration,
posterior staphyloma and episcleral
macular buckling.
Episcleral posterior bucklings for retinal detachment with macular holes of pathological myopia.
A long-term follow-up in two cases
Second case
Figure 2-A. Fundus drawing of
macular retinal detachment with
a pyopia full thickness macular
hole.
Figure 2-B. Fundus color photograph
after surgical retinal reattachment,
observed results of episcleral bucklings.
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Sociedad Colombiana de
Oftalmología: Calle 98 No. 21–
36 Oficina 701, Bogotá.
En caso de alguna restricción
técnica para el envío por la red,
debe enviar el disco con el archivo
digital a la sede la Sociedad: Calle
98 No.21–36 Oficina 701, con
solicitud de recibido. Debe tener
un correo electrónico para recibir
confirmación y posterior
comunicación respecto al
artículo.
II. Revisión y selección de
artículos
Todos los artículos originales,
revisiones, reportes de caso o
editoriales serán evaluados por el
Consejo editorial y los revisores,
según el tema y de acuerdo a la
especialidad, de forma anónima.
Una vez las revisiones se
terminen, el Consejo editorial
delibera y los critica de acuerdo
a los comentarios de los revisores.
El Editor revisa estos
comentarios y el manuscrito para
tomar la decisión de publicación,
que se le informa por correo
electrónico al autor responsable
del artículo. Los autores recibirán
los comentarios consolidados de
los revisores del manuscrito. En
caso de solicitar co-rrecciones, se
reenvía el artículo al autor
responsable para que éstas se
realicen y se reinicia el proceso.
La Revista SCO exige a los
autores que indiquen las
organizaciones
que
los
patrocinan. Deben decir si hay
intereses comerciales o de
propiedad intelectual y éstos
aparecerán en el pie de página del
artículo publicado.
Si el artículo fue publicado en
otra revista, el autor lo debe
indicar y mostrar el permiso
expreso y por escrito de la
publicación. Igualmente, si fue
presentado en algún congreso o
reunión científica, se debe
precisar en cuál. Esta
información aparecerá en el pie
de página del artículo.
Si los autores utilizan figuras,
fotografías o tablas de otras
publicaciones, se deben
acompañar de permiso escrito del
dueño de propiedad artística para
reimprimir.
Además, en caso de utilizar o
reportar información de personas
que se puedan identificar a través
del trabajo, deben entregar las
copias de los permisos para
publicación.
III. Manuscrito general
Los manuscritos deben ser
escritos en fuente Arial, tamaño
12, a doble espacio, en formato
de 21.5
173
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
cms x 28 cms y márgenes de 2.5
cms, utilizando Microsoft Word
como procesador de palabras. No
se justifica la margen derecha.
Las abreviaciones deben
restringirse a aquellas universalmente utilizadas y comprendidas. Deben introducirse
en paréntesis luego de el primer
uso de cada término, excepto
aquellas que corresponden a
medidas.
Si hay contenido estadístico en
el artículo, se debe identificar el
o los métodos estadísticos
utilizados, elprograma de
software utilizado. Se debe
incluir el cálculo de la muestra y
el poder de análisis si es
pertinente.
Los autores deben mostrar los
niveles de errores alfa y beta y las
diferencias clínicamente significativas que fueron utilizados
para determinar el poder. Los
equivalentes numéricos deben
preceder todos los porcentajes
(por ejemplo: de 100, 1 (1%)
tuvo edema de cornea).
Cuando en el estudio participen
humanos, ya sea en estudios o
reportes de casos, en la sección
de Métodos se debe incluir la
aprobación de la junta
institucional, que se obtuvo
Consentimiento Informado y
especificar que el estudio se
adhirió a la Declaración de
Helsinki. No se usar nombres de
pacientes,iniciales, fechas o
números de historia, especialmente en el material ilustrado.
En el caso de uso de animales, el
manuscrito debe describir el
protocolo de cuidado, el nombre
de la institución que lo patrocina
174
y la aprobación por la Junta
Revisora Institucional.
necesariamente tiene que ser el
principal.
IV. Artículos originales
Son artículos no publicados
previamente, que describen
investigaciones clínicas, observaciones clínicas o investigación de
laboratorio.
No deben exceder de 14 – 16
páginas escritas en Microsoft
Word como procesador de
palabras, a doble espacio,
incluyendo: bibliografía, página
de leyendas de figuras y tablas.
Las páginas de figuras no serán
más de 6 páginas.
Cada parte del manuscrito debe
contar con una página nueva en
el siguiente orden:
1. Página de Título
2. Resumen en español y palabras
clave
3. Abstract (inglés) y palabras
clave
4. Texto
5. Agradecimientos
6. Página con las leyendas de las
figuras y tablas
7. Tablas
8. Figuras
9. Contribuciones
10. Intereses comerciales
11. Permisos especiales
B. Resumen:
Debe ser estructurado, de 250
palabras o menos con los
siguientes subtítulos: Objetivo,
Diseño del estudio, Métodos,
Resultados, conclusiones. Debe
incluir palabras claves.
A. Título
Debe incluir el título del artículo,
el nombre de cada autor con su
mayor grado académico y
dirección, el nombre, dirección,
número telefónico y correo
electrónico
del
Autor
responsable. Pie de página
adecuado: sponsors, grants e
intereses comerciales.
El autor responsable no
C. Abstract (Resumen en inglés)
D. Texto:
Numerar las páginas consecutivamente, no debe exceder de
16.
Debe organizarse de tal manera
que tenga las siguientes
secciones:
Introducción
Métodos
Resultados
Discusión
E. Agradecimientos
F. Apéndice: cuando sea
necesario entregar material
suplementario.
G. Bibliografía
Las referencias deben ser
numeradas consecutivamente en
el texto y en la lista.
Las referencias a artículos en
revistas deben incluir:
- autor o autores (más de 6 se
nombran los tres primeros
seguidos por “y cols.”)
- Título
- Nombre de la revista (según
Index Medicus)
- Año
- Número del volumen
- Páginas
Envío de manuscritos a la SCO
Las referencias a libros deben
incluir:
-El autor o autores
-Título del capítulo (si lo tiene)
-Editor o editores
-Título del libro
-Edición (si no es la primera)
-Ciudad de publicación
-Publicador
-Año de copyright
-Páginas del capítulo o sección
citada.
Las referencias a material
electrónico deben incluir:
-Autor(s)
-Título del libro especificando
(CD –ROM)
-Editorial
-Año de publicación.
H. Leyendas de figuras
Cada leyenda debe estar
enumerada consecutivamente en
el texto, tener un título breve, y
tener una descripción completa
de cada figura. Debe tener la
información suficiente para que
se entienda independientemente
del texto del manuscrito.
I. Tablas
Deben enumerarse con números
arábicos por orden de citación en
el texto.
Éstas deben ser hechas en Word,
no en Excel, y debe estar hecha a
doble espacio.
J. Figuras
No deben ser mayores de 12 Mb,
con un tamaño al menos de 3.5
pulgadas. La resolución de
escaneo
debe ser al menos de 300 dpi. El
formato a usar es JPEG o TIFF.
Si hay fotografías, grabarlas como
TIFF. Favor no enviarlas en
formato PDF o Power Point.
Los Editores se reservan el
derecho de colocar las figuras a
color o en blanco y negro. En
todo caso, se aceptarán solo 4
figuras a color. Si los autores
deciden que es de suma
importancia el color en las figuras
y lo exigen, tendrán entonces que
incurrir en los gastos que esto
implique.
V. Revisiones de tema
Debe seguir los lineamientos del
Artículo Original, y enfocarse en
la evidencia que apye una técnica
actual, un procedimiento, terapia
o enfoque clínico, asociado a la
experiencia y puntos de vista de
los autores. No debe exceder las
18 páginas, 35 referencias, y 8
figuras o tablas. Se debe indicar
el método de revisión de los
artículos referenciados.
VI. Reportes de caso
Debe seguir los lineamientos
para los Artículos Originales,
incluyendo
resumen
y
abstract.
VII. Editoriales
Los editoriales son espacios para
opiniones interpretativas,
analíticas o de reflexión sobre un
tema clínico, científico o
socioeconómico que afecta la
oftalmología. Debe ser objetivo
y no exceder las 3000 palabras,
ni 15 referencias bibliográficas.
Por tener un carácter
interpretativo o analítico, en
principio no lleva imágenes o
tablas, a menos que el autor así
lo defina y aclare su importancia
al consejo editorial en el
momento del envío
175
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
Envío de manuscritos a la
Guidelines for manuscript preparation
SCO
r e v i s t a
Sociedad Colombiana de Oftalmología
176
I. Forwarding the Manuscripts
II. Review and article selection
Articles for the S.C.O.
Journal must be sent via internet,
to the Society’s mail:
[email protected]
The author must request
confirmation of receipt and a
reply should arrive indicating
that his/her article was received
along with the file. In case of
doubt, he/she should call the
office of the Society in Bogotá
(phones: 635 1592 – 635 1598).
A CD with a copy of the
article must be forwarded to the
office of the S.C.O.: Calle 98 No.
21-36 Of. 701, Bogotá.
Should there be any technical
restriction for it to be sent via the
web, the article must be sent with
its digital copy to the office of
the S.C.O. (Calle 98 No. 21-36
Of. 701, Bogotá) requesting a
reply. An e-mail address should
be supplied to receive
confirmation and further
communication on the article.
All original articles, reviews,
case reports or editorials shall be
assessed by the Editorial Council
and by the reviewers
anonymously, according to the
topic and specialty.
Once the reviews have
ended, the Editorial Council
discusses and decides according
to the comments of the
reviewers. The Editor reviews the
comments and the manuscript in
order to make a publishing
decision which is informed to the
relevant author via e-mail. The
authors shall receive the
consolidated comments of the
reviewers of the manuscript.
Should corrections be necessary,
the article is then forwarded to
the relevant author in order to
proceed with the corrections and
the procedure then starts again.
The S.C.O. Journal
demands from the authors the
names of their sponsors and must
indicate if there are commercial
or intellectual property interests
and those shall appear at the
footnotes of the published
articles.
If the article was published
previously in another magazine or
journal, the author must specify
which and exhibit a written
authorization
from
the
publication. Likewise, if it was
presented at a congress or
scientific meeting, where and
when must be stated and this
information shall appear at the
footnotes of the article.
Should the authors use
illustrations, photographs or
tables from other publications, a
written authorization must be
presented from the owner of the
artistic property in order for it to
be reprinted.
Moreover, in the case of using
or reporting information from
other people who may be
identified through the article, a
copy of their permits must be
forwarded.
Envío de manuscritos a la SCO
III. General Manuscript
Manuscripts must be in
Arial, size 12, double space, 21.5
cms. X 28 cm and 2.5 cm.
margins, in Microsoft Word. No
alignment in right margin is
necessary.
Abbreviations must be restricted
to those universally used and
recognized. They must appear in
brackets after the first used of
each term, except for those
referring to measurements.
Should there be statistics in
the article, the method or
methods used must be identified
as well as the software program
utilized. Calculation of the
sample must be included and the
power of analysis, should it be
relevant. The authors must show
the alpha and beta error levels
and the clinically significant
differences used to determine the
power. Numerical equivalents
must precede all percentages (i.e.:
from 100, 1 (1%) had corneal
edema).
Should human beings
participate in the research in
studies or in case reports,
approval from the institutional
board must be included in the
Methods section, mentioning
that Informed Consent was
obtained and that the research
adhered to the Helsinki
Declaration. No names, initials,
dates or history numbers of
patients must be used
particularly those used in
illustrations.
In case animals are used, the
manuscript must describe the
protocols of care, the name of the
sponsoring institution and
approval from the Institutional
Board of Review.
IV. Original Articles
These refer to articles which
have not been published
previously, describing clinical
research, clinical observations or
laboratory research.
They shall not exceed 14 to
16 pages in Word, double space,
including
bibliography,
footnotes on illustrations and
tables. Pages with illustrations
must not exceed 6 pages.
Each part of the manuscript must
have a new page in the following
order:
1. Title page
2. Summary in Spanish and key
words
3. Abstract (English) and key
words
4. Text
5. Acknowledgements
6. Page with footnotes on
illustrations and
tables
7. Tables
8. Illustrations
9. Contributions
10. Commercial Interests
11. Special authorizations
A. Title
Must include the title of the
article, the name of each author
with his/her academic degree and
address; name, address,
telephone number and e-mail of
the responsible author.
Appropriate footnotes: sponsors,
grants and commercial interests.
The responsible author may not
necessarily be the main author.
B. Summary
It must be structured, no
more than 250 words with the
following sub-titles: Purpose,
Design, Methods, Results,
Conclusions. It must include key
words.
D. Abstract (English
summary)
C. Text:
Number the pages
consecutively, not exceeding 16
It must be organized as such that
the following sections appear:
Introduction
Methods
Results
Discussion
D. Acknowledgements
E. Annexes: when it is necessary
to enclose supplementary
material
F. Bibliography
References must be consecutively
numbered in the text and in the
list
References to articles in the
journal must
include:
- author or authors (more than
6 – the first three
are named and the rest “et al”
- Title
- Name of the magazine
(according to the Index
Medicus)
- Year
- Volume Number
- Pages
References to books must
include:
- Author or authors
- Title of the chapter (if any)
- Editor or Editors
177
Revista Sociedad Colombiana de Oftalmología - Volumen 43 (2)
- Title of the book
- Edition (if it is not a first
edition)
- City of publication
- Publisher
- Copyright year
- Pages of the chapter or
section used
References to electronic material
must include:
- Author(s)
- Title of the book, specifying
(CD-ROM)
- Editorial
- Year of publication
G. Footings on illustrations
Each legend must be
consecutively numbered in the
text, have a brief title and a
complete description of each
illustration. It must contain
enough information so that it is
understood apart from the text
of the manuscript.
H. Tables
They must be numbered in
Arabian numbers in order of the
cited text.
178
They must be in Word and not
in Excel, and double spaced.
I. Illustrations
They must not be larger than
12 Mb. with at least 3.5 inches
in size. Scan resolution must be
at least 300 dpi. Format to be
used is JPEG or TIFF.
If there are photographs, save as
TIFF.
Please do not send in PDF or
PowerPoint.
The Editors reserve the right
to place the illustrations in color
or in black and white. In any
case, only 4 illustrations in color
shall be used. Should the authors
consider that it is of the utmost
importance that the illustrations
should be in color and demand
that they be printed thus, they
must pay for the expenses
incurred.
V. Revisions on the topic
It must follow the guidelines of
the Original Article and focus in
the evidence on an actual
technique, a procedure, a therapy
or a clinical focus, associated with
the authors’ experience and
viewpoint. It must not exceed 18
pages, 35 references and 8
illustrations or tables. The
method of revision of the referenced articles must be indicated.
VI. Case Reports
It must follow the guidelines
for Original Articles, including
the summary and the abstract.
VII: Editorials
The Editorials are spaces for
interpretative, analytic or
reflective opinions on a clinical,
scientific or social and economic
topic
which
affects
Ophthalmology. It must be
objective and not exceed 3000
words, or 15 bibliographical
references. Since it has an
interpretative or analytic
character, it should not have
illustrations or tables, save if the
author so desires and explains its
importance to the Editorial
Council when it is sent.
SUSCRIPCIÓN
REVISTA SOCIEDAD COLOMBIANA DE OFTALMOLOGÍA
JOURNAL OF THE COLOMBIAN SOCIETY OF OPHTHALMOLOGY
Nombre y Apellidos
Name
Institución / Organization
Dirección / Address
Ciudad / City
Departamento, Estado o Provincia / State
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Apartado Aéreo / P.O. Box
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