Español A1 Leyendas de Bécquer La ajorca de oro 1. Busca en el texto las afirmaciones que caracterizan a la mujer. ¿Qué importancia tiene en el relato el carácter de la amada? En esta leyenda, la mujer aparece descrita con rasgos negativos, como Beatriz en El monte de las ánimas. Ella era caprichosa, caprichosa y extravagante, como todas las mujeres del mundo. Además, es una mujer demoníaca, puesto que empuja al amante a cometer un acto que le horroriza: [...] con esa hermosura que inspira el vértigo [...] que no se parece en nada a la que soñamos en los ángeles. [...] hermosura diabólica, que tal vez presta el demonio. Bajo esta luz, podemos comprender el llanto hipócrita y manipulador de María en el comienzo de la segunda parte. Esta caracterización es fundamental en el relato, puesto que justifica el comportamiento del amante. Si María Antúnez hubiera sido una amante discreta y comprensiva, nunca se habría prestado a cometer el sacrilegio nefando. El amante, por su parte, está totalmente entregado a su sentimiento y a la dama que lo alimenta: [...] la amaba con ese amor que no conoce freno ni límites. Aparece como víctima y es el soporte narrativo de temas como la culpa o la locura. Goza de la simpatía del narrador: “valiente” e “infeliz” son muestras de su actitud subjetiva. 2. Expresa brevemente el tema principal de la leyenda. (Reflexiona sobre estos conceptos: el amor, la culpa, lo sobrenatural, la locura; recuerda el papel de lo inexplicable en El beso). El tema principal es la desdicha a la que conduce una obediencia ciega al amor. La locura es una metáfora de esta infelicidad. Esta locura está causada en el relato por la visión de lo sobrenatural, pero hay que tener en cuenta por qué surge lo sobrenatural: como castigo por el crimen del amante. Este castigo no está impuesto por instancias sobrenaturales, sino por el remordimiento de conciencia, por el sentimiento de culpa del protagonista. El amante es culpable de mancillar lo sagrado y de dejarse arrastrar por el amor a una dama diabólica. 3. En la descripción se repite un apóstrofe dirigido al lector: “figuraos”. ¿Es un error de estilo o crees que aparece por alguna razón? (Piensa en el efecto que se pretende conseguir con las descripciones). Con este recurso el narrador elabora un espacio literario específico en el que se desarrolla su relato. En otras palabras, el lector no sitúa la historia en la catedral de Toledo sino en un lugar imaginario que está construído con sensaciones y emociones: “colosal”, “magnífica”, “caos”, “majestad”, “misticismo”, “santo horror”. Como suele ocurrir en la prosa romántica, este ambiente es propicio a las manifestaciones del más allá. Por otro lado, esto corresponde a la idea del “mundo soñado” que los críticos han identificado en numerosas leyendas becquerianas (La venta de los gatos, El Miserere, El rayo de luna, entre otras), en la que la realidad es un pretexto para una divagación íntima. 4. ¿Ha incluído el autor algún tópico de exordio, como es frecuente en las Leyendas? Asi es, una variación del tópico del autor ficticio. El narrador afirma que la historia pertenece a la tradición y que él se limita a transmitirla. Sin embargo, sabemos que son obra de un autor conocido, aunque estén inspiradas en el folklore. Téngase en cuenta, por un lado, que la leyenda era un género típicamente romántico y que el autor necesita este enlace con lo popular para construir la ficción; por otro, este artificio del autor multiplica el efecto espantoso de la leyenda dándole visos de realidad. 5. Las notas visuales y auditivas son fundamentales en esta narración. Completa el siguiente cuadro con el vocabulario correspondiente y comenta el tipo de estructura que este análisis revela. Parte II Visual Parte III - Descripción de la catedral Auditivo El sol Escabel de oro Resplandecía como un ascua de fuego. Las luces del altar... Millones de chispas de luz rojas y azules, verdes y amarillas. El brillo de las llamas. Suspiro. El Tajo se retorcía gimiendo. El monótono ruido del agua. Las notas del órgano temblaban. El coro de los sacerdotes. Voz casi imperceptible. Auditivo Visual Gigantes, colosal, magnífica. Caos de sombras y luz. Tinieblas. Rayos de colores. Oscuridad. Fulgor. Sombrío. Oro, pedrería. Alfombras, tapices. Torrente de luz. El reflejo de su omnipotencia. Las voces del coro, la armonía de los órganos, las campanas de la torre. Parte III - Pedro llega al templo Visual Se habían apagado las luces. Pálido. Oscuras losas sepulcrales. Formas quiméricas y horribles. Tinieblas y luz dudosa. Suavemente iluminada (la Virgen). Tenía miedo de ver. Blancos y gigantescos fantasmas. Los gusanos de un inmenso cadáver. Una nube de sangre oscureció Auditivo Las colosales puertas del templo habían rechinado. Sigilo. Un profundo silencio. Rumores confusos (chasquidos, murmullos) Sollozos, roce de telas, rumor de pasos. Las moribundas lámparas, que brillaban... Murmuró, exclamar Rumores temerosos y extraños. Un grito agudo. Arrojó un grito desgarrador y sobrehumano Estridente carcajada. Esta tabla muestra con claridad la gradación de la intensidad en las notas sensoriales. El paso de “sol” a “nube de sangre” no describe en realidad el ambiente, sino el estado interior del personaje. Es propia del romanticismo esta identificación entre el paisaje y el estado de ánimo, que se realiza en este caso a través del sonido y los colores, rasgo de autor en prosa y poesia.