Tierra de sueños

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Tierra de sueños
Filma Canales
Jim Sheridan, cineasta irlandés, no solo manifiesta un gran respeto por los hechos
no y los muros manchados se
Las películas hechas en
reales sino que es capaz de hacer traslucir
iluminan porque hay risas y
Irlanda son estremecedoras
la vida misma a través de ellos, así como
juegos que ignoran la fealdad
en su realismo social. Tamde la pobreza. Es más imporbién lo son en la pasión y el
lo hemos visto en la película que comentante para ellas descubrir y
esfuerzo por superar las contaremos.
adornar con su imaginación
diciones adversas que los afliun mundo nuevo y maravigen. Así lo demostró Jim
lloso. Sorpresivamente, el esSheridan en su premiada opepectador empieza a sentir que
ra prima, Mi pie izquierdo y
delante de su vista se está desenvolviendo la vida misma, como
luego en la vehemente lucha por la justicia para probar la inono la había visto antes en el cine.
cencia de su padre y otros irlandeses. En el nombre del padre se
Se podrá objetar que la cinta tiene varios defectos dramátibasó en un hecho real, como también lo fuera la historia de
cos, que algunos personajes no convencen, que ciertas situacioChristy Brown, a quien la parálisis dejara sano solo su pie iznes tienen poco desarrollo... Aquellos que no aceptan la idealiquierdo para pintar cuadros y escribir. Lo mismo sucede en
zación
de la realidad sacarán a relucir argumentos despectivos.
Tierra de sueños.
No se podrá negar, sin embargo, que existe una atmósfera transparente
y sana, refrescante en contraste con el aire viciado {de
LA INOCENCIA ES TRANSPARENTE
vicio, impureza, corrupción) que existe en las grandes ciudades. Después supimos que la historia era autobiográfica, en gran
Johnny y Sarah con su dos hijas de 10 y 6 años han dejado
parte de su contenido.
Irlanda para iniciar una nueva vida en la isla de Manhattan,
New York. "Así como muchos irlandeses antes que ellos ... han
dejado su tierra con una desesperación que no es económica o
política sino emocional. Necesitan un milagro, una verdadera
transformación", explica Sheridan. "Necesitan dejar atrás el dolor del pasado para poder encontrar un futuro". Los vemos
subiendo sus maletas en a un departamento sórdido y oscuro,
en un barrio donde abundan seres extraños deformados por la
droga o el sexo mal definido. Pensamos que el lugar no es propicio para cumplir su sueño pero de pronto, la cámara deja de
ser informativa, el director centra su atención en las dos niñas
y empezamos a ver io que ocurre a través de sus miradas y
comentarios. Entonces ocurre el milagro. El aire se hace livia-
LA VIDA TIENE SU LÓGICA
Jim Sheridan vivió efectivamente con su familia durante
ocho años en un departamento de Manhattan, en el barrio de
Hell's Kitchen (La Cocina del Infierno). Llegó con su mujer y
dos hijitas después de acompañar y padecer la muerte de su
hermano Frankie, ocasionada por un tumor cerebral. En el filme, Frankie es el hijito menor de la pareja. Sheridan, hijo de un
director de teatro, intentaba hallar un lugar en Broadway, así
como Johnny, el protagonista de esta película, asistía a numerosas audiciones para demostrar su capacidad de actuación. Una
El director centra su atención
en las dos niñas y empezamos
a ver lo que ocurre a través de
sus miradas y comentarios.
Entonces ocurre el milagro. El
aire se hace liviano y los muros
manchados se iluminan porque
hay risas y juegos que ignoran
la fealdad de la pobreza.
y otra vez era rechazado. No lograba superar el dolor de haber
visto morir a su hijito. A pesar de sus esfuerzos por mantener en
alto el ánimo de su familia —una vez arrastró por todo
Manhattan un pesado equipo de aire acondicionado, cal como
lo hiciera Sheridan en 1981—, Johnny se sentía como un fantasma deambulando con su taxi por la ciudad. Las niñitas empezaron a extrañar al papá ingenioso que les transformaba la
vida. —'¿Por qué no juegas con nosotras como antes?' Ya no
conocían al papá admirable que un día en la feria se jugó todo
el dinero que tenía para que Ariel, la menor, recibiera un muñeco igual a E.T. Ellas siguieron descubriendo el mundo que
las rodeaba y trabaron amistad —entre el terror y la curiosidad— con el "hombre gritón", el vecino de origen africano,
alto y musculoso, llamado Mateo, que con
ellas fue un manso cordero. Aquí ocurrió, nuevamente, el efecto especial que se aprecia en
este película. El barrio de aspecto siniestro, el
edificio sórdido, se invierten ante la mirada
infantil, confiada y mágica.
Sin expresarlo, Jim Sheridan está proclamando que lo verdaderamente importante
sucede al interior de las personas, así como
lo dijera Lucas, el evangelista: "La lámpara
de tu cuerpo es tu ojo. Si tu ojo está sano,
todo tu cuerpo estará luminoso" (Le 11, 34).
Por otra parte, Sarah, la esposa, presiente que
ambos están viviendo el mismo dolor sin
compartirlo y provoca una escena apasionada, con buen montaje cinematográfico.
Jim Sheridan es un director que tiene "ángel". Escribió el guión de esta película con
sus hijas Naomi y Kirsten y aceptó con humildad que ellas le
discutieran paso a paso el desarrollo de la historia, que demoró
varios años en configurarse. Ambas son escritoras y aportaron
la frescura y humor de sus recuerdos infantiles, que fueron interpretados con maestría por las niñas Sarah y Emma Bolger.
La familia entera parece poseer una gran facilidad para comunicarse desde su verdad profunda. Al menos así lo expresa
Sheridan. "Siempre estoy intentando capturar esa cosa imperceptible, esa cosa que aparece frente a tu cara que no puedes ver
en el momento, pero que es muy intensa. Estoy en busca de lo
auténtico, pero es difícil decir exactamente cómo llegas a ello.
No es algo que puedas 'dirigir' en el sentido común de la palabra". B
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