Oración: Señor, dame un corazón sincero, dispuesto a buscarte solo

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Día 2
40 Días
De Integridad
Un Anhelo constante
“Integridad y rectitud me guarden; Porque en ti he esperado
Salmo 25:21
Que es la palabra integridad: los diccionarios nos dicen que la palabra viene del latín
integritas que quiere decir Totalidad, lo acabado, completo, la raíz es integer que significa,
intacto, integro completo. La persona es total, su vida está unida y las cosas funcionan
armónicamente. Las personas que tienen integridad no tienen porque esconder ni temerle
a nada. Sus vidas son libros abiertos.
Jesús dijo que la integridad involucra la totalidad de la persona interior, el corazón, la
mente, la voluntad. Tiene un solo corazón no trata de amar a Dios y amar al mundo al
mismo tiempo.
En este salmo, David expresa su deseo de Dios y su dependencia de Él. Implora
dirección, perdón y protección, y pide a Dios lo mantenga en integridad y rectitud.
Somos seres imperfectos que cambiamos, que erramos constantemente, solo hay un ser
perfecto y es Dios quien nunca cambia, por eso debemos acercarnos a él, al Padre que
nos puede enseñar a ser íntegros, para que nuestra mente, actos y palabras sean
consecuentes, que estén alineadas; no que pensemos algo y hagamos otra cosa. Que en
nuestro trabajo, casa, estudio, adentro o afuera seamos transparentes, que nuestro
nombre sea reflejo de una vida integra en todos los sentidos, usted puede ser un
excelente trabajador, pero falta integridad en su hogar, usted puede ser una excelente
ama de casa, pero en sus relaciones no ser la mujer integra que Dios espera, Usted
puede ser el mejor estudiante pero no el mejor amigo, hermano, e hijo, Dios nos creo con
un propósito, perfeccionarnos y glorificar su nombre con nuestra vida, nos perdono para
que tengamos una vida diferente, una vida que cada día se parezca más a él, no una vida
que vaya de error en error, y mucho menos una vida de apariencias. Cuántas veces se
aparenta bondad cuando hay intereses ocultos, cuántas tantas humildad cuando hay tanto
orgullo en el corazón, cuántas veces hablamos de igualdad y vemos al otro con
insignificancia. El Señor quiere construir una vida nueva y buena para ti y para mí, pero
debemos entregar nuestro corazón, nuestra vida, nuestra mente todo nuestro ser a Él
para que sea Él obrando en nuestro interior, para que cambie, o quite lo que impide ser
mejor, para agradarle a Él. El Señor no pide vidas perfectas porque él sabe que no las
tenemos, pero sí pide corazones sinceros, humillados a él reconociendo nuestra
imperfección para hacer así su obra perfecta en nosotros.
Tarea para hoy: Toma unos minutos para hablar con el Padre, desnuda tu corazón a él, y
pídele que cambie lo que deba cambiar y que te dé el valor, la fuerza y la sabiduría para
dejarte moldear. Espera en el Señor y el Hará.
Oración:
Señor, dame un corazón sincero, dispuesto
a buscarte solo a ti.
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