¿CÓMO NACIÓ EL UNIVERSO PRIMITIVO O PRIMIGENIO? LA PARTÍCULA ‘n’ Preámbulo La Teoría más aceptada científicamente, la cual hemos demostrado que es ciertamente errónea, es la del Big Bang (gran explosión) que establece que el “Universo actual”, no el “Universo Primigenio”, se originó o nació de una gran explosión hace 20.000 millones de años cuando la distancia entre las galaxias era cero y la densidad del Universo y la curvatura del “Espacio-Tiempo” habrían sido infinitas. En estas condiciones, según algunos científicos, el Universo colapsó y hubo una gran explosión (Big Bang), un principio del Tiempo y el Universo comenzó a expandirse. En consecuencia, la Teoría del Big Bang se refiere al origen o nacimiento del “Universo Actual” (?) y al suponer que las distancias entre las galaxias era cero y que “El Universo colapsó” presupone que existía un “Universo primitivo” y que de él se originó o nació el “Universo actual”. Por consiguiente, la Teoría del Big Bang no explica el genuino y verdadero origen del “Universo primigenio o primitivo”, sino de un “Universo actual” derivado de éste. Vamos, pues, a explicar nuestra visión, veamos: ¡CÓMO NACIÓ EL UNIVERSO PRIMITIVO! LA TEORÍA DE LA “PARTÍCULA-n” Hemos explicado y demostrado que: “Todas las partículas y cuerpos que conforman al Universo están y pueden estar en todas partes, porque no están ubicadas en ninguna parte de él, debido a que se mueven en armonía con el movimiento continuo y permanente del Universo en todos los órdenes, modos y formas, direcciones y sentidos, entera y completamente, a la vez y simultáneamente”. Tan cierta consideración significa que si una partícula “existe”, pero no tiene ubicación alguna es “como que no existiera” porque aún “existiendo”, “no existe”, por lo que dicha partícula puede considerarse o es una “partícula-n” (partícula-nada), puesto que al no tener posición pierde su condición o cualidad de partícula propiamente dicha. En ese orden, para comprender el origen o nacimiento del “Universo Primitivo” debemos comprender (y desechar) el concepto de Principio y Fin. Veamos por qué. El Universo está conformado por miles de millones de billones de trillones y más de partículas, pero ninguna de ellas está ubicada en ninguna parte, debido, como ya hemos dicho, al movimiento continuo y permanente, entero y completo de ellas y del Universo. De la misma forma y modo, todos los cuerpos del Universo están conformados por miles de millones de billones y más de partículas, las cuales consecuentemente, tampoco, están ubicadas en ninguna parte de un cuerpo cualquiera. Por consiguiente, ningún cuerpo tiene principio ni fin, puesto que al intentar indicar que tal o cual partícula es el principio o el fin, dicha partícula no estuvo, ni está, ni estaría en la supuesta posición que se habría indicado. En consecuencia, y ciertamente, todas y cada una de las partículas que constituyen un cuerpo son el principio y el fin de dicho cuerpo. Por ello, cada partícula, “partícula-n”, es el principio y el fin de ella, en si misma, a la vez y simultáneamente. Por consiguiente, como una sola partícula puede estar y está en todas partes del Universo porque no está ubicada en ninguna parte de él e igualmente miles de millones de billones y más de partículas pueden estar y están en todas partes porque tampoco están ubicadas en ninguna parte del Universo, entonces una sola partícula, “partícula-n”, puede tener y tiene las mismas condiciones, propiedades y efectos que miles de millones de billones y más de partículas, “partículas-n”. Tan cierta consideración se demuestra porque una sola partícula, “partícula-n”, puede generar y genera miles de millones de billones y más de partículas, “partículas-n”. En ese orden, un ejemplo muy elocuente es la vida y cuerpo de un ser humano constituido por sinnúmero de partículas y que pueden generar y generan una sola partícula (ADN, espermatozoide, óvulo), la cual a su vez genera miles de millones de billones y más de partículas (otra vida y cuerpo humano). Consecuentemente, el Universo puede ser y es una sola partícula; pero como dicha partícula podría estar y estaría en todas partes porque no estaría ubicada en ninguna parte de él, entonces el Universo puede ser y es una sola partícula, “partícula-n”, supremo precepto que hace comprensible la creación y nacimiento del Universo Primitivo. Tan cierta y verdadera demostración nos induce a establecer el siguiente principio: “Cada partícula del Universo, “partícula-n”, posee el supremo don de ubicuidad y en consecuencia, es el principio y el fin, el origen y el nacimiento del Universo, a la vez y simultáneamente” Consecuentemente, como el Universo principia y termina en cada partícula, “partícula-n”, éste, el Universo, está principiando y finalizando, originándose y naciendo continua y permanentemente en todos los órdenes, modos y formas, direcciones y sentidos, entera y completamente, ¡Es Dios y la Creación!. Esta concepción y don de ubicuidad de la partícula, “partícula-n” hace sencilla la comprensión del origen y nacimiento del Universo primigenio y armoniza el precepto de la Creación del Universo por Dios en conjunción con el orden, modo y forma como Él, nos induce a comprenderlo mediante las más disímiles manifestaciones del Pensamiento: científicas, filosóficas, teológicas, religiosas y más. En consecuencia, de la superior propiedad y cualidad única de ubicuidad de toda partícula, “partícula-n”, y de “existencia” y “no existencia” a la vez y simultáneamente por su condición de ser parte, pero no estar ubicada en ninguna parte del Universo, emanó la suprema manifestación de DIOS mediante la Creación, origen y nacimiento del “Universo Primitivo o Primigenio” y que es propia e inmanente sólo a Él, a Dios, y comprensible, pero intangible para los seres humanos, puesto que tal fenómeno es inherente, inseparable y consubstancial con Dios, la Creación y el Universo y con todas las partículas y cuerpos que lo conforman, entera y completamente, a la vez y simultáneamente. ¡Así nació el Universo Primitivo o Primigenio!