A ¡Ojalá no hubiera nacido! Job 3:1

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A ¡Ojalá no hubiera nacido! Job 3:1-10.
 Meditando en su desgracia, Job no podía comprender esta tragedia. ¿Qué sentido
tenía una vida así? ¿No hubiese sido mejor no haber nacido?
 En momentos de desesperación, estamos tentados a desear, como Job, no haber
nacido. Pero no hay sufrimiento que se prolongue indefinidamente. Tenemos la
esperanza de que las cosas mejorarán.
B ¡Ojalá estuviera muerto! Job 3:11-26.
 Lejos de querer acabar con su vida, el deseo de Job era encontrar descanso. El
descanso sereno de la muerte, pues ella hace a todos los hombres iguales y libres de
preocupaciones.
 Pero… ¡sorpresa! Job no habla de encontrar una vida gloriosa o un tormento eterno
al morir. Solo habla de descanso, nada más.
 Esto concuerda con lo que el resto de la Biblia, y Jesús mismo, enseñan acerca de la
muerte (Eclesiastés 9:5 o Juan 11:11-14).
C ¡Ojalá comprendieran mi dolor! Job 6.
 Nadie puede sentir el dolor del otro. Cada uno siente su propio dolor.
 Eso no significa que no podamos ayudar al sufriente porque no podamos comprender
plenamente su dolor.
 Podemos y debemos condolernos con el que sufre y ayudarle, en la medida de lo
posible, a aliviar su sufrimiento.
D ¡Ojalá el tiempo pasara más despacio! Job 7:1-11.
 Ante la idea de la muerte, todo tiempo vivido nos parece demasiado breve; incluso
nuestro sufrimiento presente.
 Por otra parte, en momentos de sufrimiento solo deseamos que éste acabe pronto. Si
el sufrimiento es grave (como el de Job) se nubla nuestro entendimiento y creemos
que «mis ojos no volverán a ver el bien» (7:7).
 ¡Qué corto nos parece el tiempo vivido (bueno o malo) cuando lo comparamos con la
eternidad por venir!
E ¿Por qué Dios me hace esto? Job 7:17-21.
 Desconociendo la magnitud cósmica de su prueba, Job creía que sus males provenían
directamente de Dios. ¿Quién soy yo –decía– para que te fijes así en mí? ¡Fíjate en
otro y déjame a mí tranquilo!
 Teniendo nosotros más luz, debemos estar preparados para responder a la pregunta:
¿Por qué se preocupa tanto Dios de cada hombre y mujer? Juan 3:16; 1ª de Juan 3:1.
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