GRACIAS Por Dedo Polvoriento Cuando era pequeño, salía a pasear. No tenía ruta fija, me dejaba llevar. A veces me perdía, pero otras descubría cosas maravillosas, como una casa que descubrí una tarde de Agosto de 1940. Estaba rodeada de bosques, la llamaban la Finca del Monte. Desde un principio, aquel lugar me gustó, pero lo que más me fascinó fue el hombre que habitaba allí. Ese señor, que pronto descubriría que se llamaba Leopoldo Panero, vivía junto su mujer y sus tres hijos, se pasaba la mayor parte del tiempo sentado en un banco mirando el monte y escribiendo cosas en una libreta. Estaba demasiado lejos para ver lo que escribía, pero un día, lo oí. Maravillosas palabras que brotaban de sus labios como un cántico mágico y se metían en mi cabeza, cobrando vida y creando sensaciones nuevas dentro de mí. Los siguientes años de mi vida los pasé maravillado con esos poemas, escuchándolos, memorizándolos y recitándolos. Un día, mientras escribía, Leopoldo levantó la cabeza, la dirigió hasta mi escondite, y con una voz calmada dijo: -Puedes salir, hijo, sé que llevas años observándome. Dime, ¿Quién eres? -Bu-bueno señor- balbuceé yo mientras la saliva se me acumulaba en la boca- me llamo Jorge y tengo trece años. Perdón por molestarle, pero… -No molestas- me interrumpió- puedes estar aquí siempre que quieras. A partir de ese día, iba mucho a visitar a Leopoldo. Pasó en tiempo, y se formó entre nosotros una fuerte amistad. Pese a la diferencia de edad, nos entendíamos perfectamente. Yo escuchaba mientras él me contaba su opinión sobre algunas cosas, o lo que había después de las paredes del lugar donde vivíamos. Sus palabras me hacían volar, y viajar a lugares que nunca había imaginado. Ayer, 27 de Agosto de 1962, mi mentor y mejor amigo, Leopoldo Panero, falleció. Desde aquí nos despedimos de ti, dándote las gracias por haber llenado nuestras vidas de la manera en que lo has hecho. Tus poemas perduraran toda la eternidad. Nunca olvidaré todos los consejos y la ayuda que me has dado a lo largo de estos años. Amigo, siempre te recordaremos.