CARTA A UN MILITAR

CARTA
CARTA A UN MILITAR
Estimado soldado...
E
n el instituto, nos han dicho
que sería una buena idea que
cada uno de nosotros
escribiera una carta a un militar. La
idea me ha entusiasmado, pues
desde siempre he sentido una gran
admiración por vuestro trabajo y por
el sacrificio que conlleva vuestra
entrega a vosotros y a vuestras
familias. Además, he considerado
que era buena idea puesto que
muchas personas, creo que nunca se
han parado a pensar la labor que
realizáis y esta actividad les hará
informarse sobre vuestro trabajo.
Cuando os veo en la tele despediros de vuestras familias para
marcharos a otros países donde
necesitan vuestra ayuda, no solamente me emociona sino que me
siento orgullosa de todos esos
hombres y mujeres que van por todo
el mundo intentando que en esos
países que desgraciadamente se
encuentran en conflictos, el futuro
pueda ser mejor que el presente. Sé
que no sois misioneros que vuestra
labor es difícil pues, aunque nos
mostréis el lado más sentimental de
vuestro trabajo, sean muchas las
ocasiones en las que os enfrentéis a
situaciones que no son agradables,
pero para lo que sin duda estáis
entrenados.
Lo que más me gusta de vosotros
es vuestro espíritu de compañerismo, supongo que veros solos fuera
de vuestro entorno familiar y
atravesando momentos tan difíciles,
eso os hace uniros a vuestros
compañeros como si fueran vuestra
propia familia.
Por todo esto no entiendo cómo
no sólo no se os reconoce vuestra
labor sino que incluso se os menos
precia, critica y muchos cuestionan
vuestra existencia. Yo, sin embargo,
no sólo no os veo como hombres y
mujeres que hacéis la guerra sino
que considero que, a veces, es
necesario vuestra intervención para
que haya paz, por lo que os considero hombres y mujeres de paz.
Además, todos esos que os menosprecian deberían tener en cuenta que
en cualquier catástrofe que ha
ocurrido en España habéis estado
siempre los primeros y no lo habéis
considerado algo extraordinario,
sino que siempre habéis sabido que,
defender y proteger a España y eso
incluye ayudar en los momentos
difíciles; es vuestro trabajo.
Me despido de ti, esperando que
en estas pocas letras que te he escrito
haya sabido reflejar la profunda
admiración que siento por todas las
personas que, como tú, han elegido
esta profesión que sin duda debe ser
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DICIEMBRE 2013
vocacional, pues no es un trabajo
bien pagado para todo lo que se os
exige: entrega, sacrificio, obediencia…
También quisiera tener un
recuerdo para todas vuestras
familias que, estando a vuestro lado,
demuestran tener el mismo valor y
la misma entrega que vosotros
mismos, pues ellos son los que
sufren vuestras ausencias, vuestros
momentos difíciles, y supongo que
ellos son el motor de vuestras vidas.
Bueno me despido de ti y espero
que en un futuro esta profesión que
hoy ejerces esté mejor considerada y
que, a la vuelta de vuestras misiones, sintáis que ha merecido la pena
representar a vuestro país porque
sus gentes os lo reconocen.
Un saludo de
Marina Muñoz Osado