CON MOTIVO DEL 2 OCTUBRE, ANIVERSARIO DE LA HEROICA DEFENSA DE MULEGÉ, BAJA CALIFORNIA SUR, A CARGO DE LA DIPUTADA JISELA PAES MARTÍNEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PAN El 2 de octubre de 1847 se inscribió en Baja California Sur una de las páginas más gloriosas de la defensa de la soberanía nacional. En esa fecha los sudcalifornianos defendieron con valentía y pundonor la integridad del territorio nacional, enfrentándose y derrotando a las fuerzas del invasor norteamericano. Si bien la historia nacional está llena de grandes actos de heroísmo y de ilustres mexicanos, hoy recordamos al puñado de valientes sudcalifornianos que con arrojo y patriotismo enfrentaron ese 2 de octubre al ejército invasor en la Heroica Mulegé, entregando incluso sus vidas para oponerse a esa injusta intervención extranjera. El soberbio invasor, que con su fuerza naval ocupo desde el 14 de septiembre de 1846 el puerto de la Paz, nunca sospechó que estas acciones despertarían el nacionalismo de los sudcalifornianos, olvidados por el poder central. En febrero de 1847 y ante la inmovilidad del jefe político, representantes de los pueblos de Baja California, se organizan como diputación territorial, desconocen al jefe político, en su lugar nombran a Mauricio Castro, al mismo tiempo que acuerdan hacer la guerra al invasor e iniciar la defensa del territorio. La presencia norteamericana es reforzada en enero de 1847, quienes decidieron la invasión formal de Baja California y mantener de manera firme el bloqueo a los puertos del Pacífico. Enterado el ejército invasor de que los pueblos de la península se organizaban para repeler la invasión y de que sus representantes se encontraban en el pueblo de Mulegé, envían sus naves de guerra para detener a los patriotas. Los norteamericanos, en la superioridad de su armamento y en la posición estratégica, exigían a los defensores, encabezados por el capitán Manuel Pineda, la rendición de la plaza. Imposible no encenderse ante la respuesta que los valientes defensores sudcalifornianos, quienes a través del capitán Pineda contestó: “Impuesto de las instrucciones que usted puso al juez de este pueblo, debo decirle que esta plaza está sostenida por fuerzas mexicanas que tengo el honor de mandar, y que jamás será neutral, ni verá con indiferencia la guerra injusta de los Estados Unidos a la República Mexicana, a que pertenezco y a la que tengo el orgullo de representar. Si el ex jefe político Francisco Palacios Miranda, por su cobardía, se mostró neutral, esta comandancia será todo lo contrario. Esta comandancia con los valientes soldados que tiene a sus órdenes se defenderá y sostendrá sus armas, hasta derramar la última gota de sangre”. Esta determinación habría de ser el eje con el que los sudcalifornianos enfrentaron al enemigo, infligiéndole la primera derrota en su avasallante aventura expansionista. El triunfo en la Gloriosa Defensa del Pueblo de Mulegé, el 2 de octubre de 1847, alienta a estos insignes héroes a combatir a las fuerzas de ocupación que se encontraban al sur del territorio. A pesar de la lejanía y las carencias que arrostraron nuestros compatriotas, así como las vicisitudes impuestas por las condiciones geográficas de la Península de la Baja California, un puñado de hombres y mujeres sudcalifornianos lograron derrotar a un ejército invasor, lo cual constituye uno de los momentos históricos más importantes de la vida de Baja California Sur. Este es uno de los actos más emblemáticos de la defensa de la soberanía del territorio nacional y una gesta del mayor civismo y heroísmo, sobre todo por las carencias que sufrían los patriotas mexicanos, derivada de su lejanía de los apoyos logísticos del centro nacional, lo cual refleja los valores de nuestro pueblo cuando se trata de preservar la integridad de la patria. A ciento sesenta y ocho años de distancia de ese hecho histórico, debemos honrar a esos héroes que con su vida contribuyeron a legarnos la independencia que hoy disfrutamos. Por ello, en esta Cámara de Diputados deseamos recordar la Heroica Defensa de Mulegé, en homenaje a todo un pueblo que en esta trágica etapa de la vida nacional, supo defender con valentía y con entrega este jirón de la patria. Es nuestro deber honrar a esa pléyade de sudcalifornianos heroicos encabezados por Manuel Pineda, los que defendieron, hasta con su vida, el derecho de la Baja California a ser parte de México. Rememorar estos hechos históricos conlleva no sólo a recordar una vez más estos acontecimientos para fijarlos en nuestra conciencia, sino para que sirvan de reflexión e inspiración en el presente y para las generaciones futuras. Este acto de heroísmo nos confirma que la historia de Baja California Sur ha sido una constante lucha por contribuir a un proyecto de país independiente, soberano y con justicia. Por eso somos una entidad progresista y democrática, que defiende su derecho a un desarrollo sustentable y que busca un mejor futuro para todos sus habitantes. Hoy que vivimos momentos difíciles como nación, debemos encontrar en nuestro pasado los ejemplos y los valores de heroísmo, de lucha y de tenacidad que necesitamos como guía en el sendero por el que hemos de transitar, para acceder al futuro que todos deseamos. El 2 de octubre de 1847 es una fecha imborrable para los habitantes de Mulegé, de Baja California Sur y de México, en la que los muleginos dejaron muestra fehaciente del amor a la tierra y del valor sudcaliforniano, al defenderla de invasores extranjeros; amor y valor que les ha permitido a los habitantes de Mulegé ser libres, dueños de su tierra y su destino, y contar hoy con un futuro prometedor, con más progreso y bienestar para cada uno de quienes viven en esa heroica población sudcaliforniana. Palacio Legislativo de San Lázaro, a 6 de octubre de 2015. Diputada Jisela Paes Martínez (rúbrica)