AU: 154/15 Índice: ASA 39/2065/2015 Tailandia Fecha: 10 de julio de 2015 ACCIÓN URGENTE PROTEGER A LOS UIGURES DE SER DEVUELTOS CON PELIGRO DE SUFRIR TORTURA Unas 50 personas de etnia uigur detenidas en Tailandia por entrar irregularmente en el país deben ser protegidas de ser devueltas a cualquier país donde puedan sufrir tortura. El temor por estas personas aumenta tras la expulsión de las autoridades tailandesas a China de otras 100 personas el 8 de julio de 2015. Al parecer, las 50 personas forman parte de un grupo de cientos de uigures a quienes las autoridades tailandesas detuvieron por entrar irregularmente en Tailandia en marzo de 2014. En el momento de su detención, los medios de comunicación dijeron que las autoridades chinas habían identificado a varios integrantes del grupo como uigures de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang. Las autoridades tailandesas confirmaron que la mañana del 8 de julio devolvieron a China a unas 100 personas que habían identificado como ciudadanas chinas. También han confirmado que enviaron a unas 170 personas a Turquía y que no han verificado la nacionalidad de otras 50 personas que actualmente están detenidas en Tailandia. Los uigures de la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang de China pueden correr peligro de sufrir tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes si son devueltos a China. Amnistía Internacional ha documentado casos de solicitantes de asilo uigures que, al ser devueltos a China fueron detenidos, según los informes, torturados y, en ocasiones, condenados a muerte y ejecutados. Tailandia debe cumplir el principio de no devolución, que prohíbe transferir a una persona a un país o jurisdicción donde corra peligro real de sufrir graves violaciones de derechos humanos. Este principio está protegido en numerosos instrumentos internacionales, y se ha convertido en disposición del derecho internacional consuetudinario, vinculante para todos los Estados hayan o no ratificado los tratados pertinentes. La devolución de una persona a un país donde pueda sufrir tortura y otros malos tratos constituye además una violación de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, en la que Tailandia es Estado Parte. Escriban inmediatamente en tailandés, en inglés o en su propio idioma: - expresando su honda preocupación por la expulsión por parte de las autoridades tailandesas de unas 100 personas, al parecer de etnia uigur, a China, donde podrían estar en peligro de ser torturadas o sufrir otros tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes; - instando a Tailandia a que no envíe a nadie más, incluidos los aproximadamente 50 uigures cuya nacionalidad se desconoce, a un país en el que podría correr peligro de tortura y otros tratos y penas crueles, inhumanos y degradantes. ENVÍEN LLAMAMIENTOS ANTES DEL 21 DE AGOSTO DE 2015 A: Primer Ministro Prime Minister Gen. Prayuth Chan-ocha Government House Pitsanulok Road, Dusit Bangkok 10300, Tailandia Fax: +66 2 282 5131 Tratamiento: Señor Primer Ministro / Dear Prime Minister Ministro de Asuntos Exteriores Minister of Foreign Affairs Thanasak Patimapragorn Ministry of Foreign Affairs Sri Ayudhya Road Bangkok 10400, Tailandia Fax: +66 2643 5320, +66 2643 5314 Correo-e: [email protected] Tratamiento: Señor Ministro / Dear Minister Envíen también copias a la representación diplomática de Tailandia acreditada en su país. Inserten a continuación las direcciones de las sedes diplomáticas locales: Nombre Dirección 1 Dirección 2 Dirección 3 Fax Número de fax Correo-e Dirección de correo-e Tratamiento Tratamiento Consulten con la oficina de su Sección si van a enviar los llamamientos después de la fecha indicada. ACCIÓN URGENTE PROTEGER A LOS UIGURES DE SER DEVUELTOS CON PELIGRO DE SUFRIR TORTURA INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA En virtud de las leyes de inmigración tailandesas, los extranjeros que residan en Tailandia sin visado válido son considerados "inmigrantes ilegales" y pueden ser arrestados, detenidos indefinidamente y expulsados. Los uigures son una minoría étnica principalmente musulmana que se concentra sobre todo en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, en China. Desde la década de 1980 esta población ha sido objeto de muchas violaciones sistemáticas de derechos humanos, tales como detención y prisión arbitrarias, detención en régimen de incomunicación y serias restricciones de la libertad religiosa, así como de los derechos sociales y culturales. Las autoridades locales mantienen un estricto control sobre las prácticas religiosas, llegando a prohibir a todos los funcionarios y a los menores de 18 años asistir al culto en las mezquitas. La política del gobierno chino limita el uso del idioma uigur, restringe severamente la libertad de religión y fomenta una afluencia sostenida de migrantes de etnia han a la región. Los uigures han sufrido durante muchas décadas violaciones de derechos humanos, pero en los últimos años éstas se han intensificado. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2011 en Estados Unidos, las autoridades chinas utilizaron la "guerra contra el terror" para justificar la intensificación de la represión de los uigures. Desde entonces, han incluido el descontento de los uigures en el marco del terrorismo internacional, y con frecuencia interpretan expresiones de la identidad cultural uigur no aprobadas por el Estado como muestras de conducta "separatista". En mayo de 2014, en la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang se inició una campaña de "mano dura" que duró un año y en la que los funcionarios dieron prioridad a las detenciones inmediatas, los juicios rápidos y la imposición colectiva de condenas. El gobierno pidió más "cooperación" entre las autoridades fiscales y los tribunales, y esto incrementó las dudas sobre las garantías de los juicios. En enero de 2015, la campaña de "mano dura" se prorrogó al resto del año. En tales circunstantes, muchos uigures han tomado la decisión de huir del país. Las autoridades chinas han respondido acosando a los familiares de quienes se han ido para obligarlos a volver, e intentando cada vez con más fuerza restringir las actividades políticas y de derechos humanos de los activistas uigures en otros países. Esto ha aumentado el temor de muchos uigures en el extranjero, incluidos solicitantes de asilo y refugiados, de ser devueltos a China. En los últimos años, decenas de solicitantes de asilo uigures han sido devueltos a China desde países del sudeste asiático o de Asia Central. Por ejemplo, en diciembre de 2009, las autoridades de Camboya devolvieron a 20 solicitantes de asilo uigures. De ellos, y según informes, cinco han sido condenados a cadena perpetua, y ocho a penas de prisión de entre 16 a 20 años, tras juicios a puerta cerrada. En diciembre de 2012, Malasia devolvió a seis uigures, cuyas solicitudes de asilo aún no habían sido examinadas por el alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR). Es difícil confirmar los informes sobre las personas que son devueltas. Nombres: Más de 200 hombres, mujeres, niños y niñas en Tailandia. Sexo: hombres y mujeres AU: 154/15 Índice: ASA 39/2065/2015 Fecha de emisión: 10 de julio de 2015