Biblito · Derechos del niño

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¡Hola amiguitos!
Os escribo esta carta
porque hay algo muy importante que tengo que contaros, y
no quiero que ninguno de vosotros se quede sin enterarse.
¡Seguro que habéis pensado que voy a hablar de la Navidad
por las fechas en las que estamos! Pues no exactamente, de
la Navidad, he hablado en mi blog www.biblito.org
¡visítalo y descubrirás cuánto me gusta la Navidad! Hoy quiero hablaros del
Día Internacional de los Derechos del Niño que se celebra el 20 de noviembre. ¿Sabíais que cada
niño que vive en cualquier rincón del mundo tiene unos derechos fundamentales? Esto significa que todos ellos merecen
ser tratados con dignidad y respeto, y que no se debe permitir que crezcan en situaciones de peligro, enfermedad
o falta de cariño.
Estoy seguro de que muchos habéis oído hablar de este tema de los derechos. Es más, algunos estaréis pensando:
«Biblito, ¡si yo eso ya me lo sé!». Pero lo cierto es que muchas veces, aunque sabemos que tenemos algunos derechos, no
hemos oído nunca cuáles son. Y si no los conocemos... ¿cómo vamos a asegurarnos de que se cumplen? Así que leed muy
atentamente... Luego os contaré una historia muy especial sobre unos niños que necesitaron
que alguien defendiera uno de sus derechos más importantes. Por cierto, aquí en Palabra Viva no
puedo hablaros de todos, pero
podéis leer el texto completo en mi blog
www.biblito
¿Verdad que
estos derechos son muy importantes?
.org.
Y sin embargo, tristemente, muchas veces no se cumplen.
Pero hay alguien que puede ayudarnos cuando esto pasa.
¿Recordáis la historia que
os iba a contar?
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una idea:
¿qué os parecería
HACER UN DIBUJO ILUSTRANDO
a los niños alrededor de Jesús?
¡Estoy seguro de que lo haréis
genial! ¡Poneos artísticos y
mandadme vuestros dibujos a
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Miembro de mi
Club de Amigos,
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recibirás unos regalos
estupendos.
Más información en
www.biblito.org
Una vez hubo un grupo de niños
que quisieron acercarse a escuchar la Palabra de Dios y se encontraron con
algo inesperado: ¡no les dejaron pasar! Algunos de los adultos intentaron echarles
diciendo que el Señor estaba demasiado ocupado para preocuparse por unos niños.
No respetaron sus derechos, y esto los entristeció mucho. Sin embargo, alguien se
levantó y les defendió. ¿Sabéis quién? ¡Jesús! ¡Sí! El mismo del que decían que estaba
«demasiado ocupado» fue hasta donde estaban ellos y dijo: «Dejad que los niños vengan a mí,
y no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Os aseguro que el que no
reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él». ¡Jesús lo tenía muy claro!
Él sabía que los niños son importantes, y por eso los trató con amor y respeto. Todos vosotros
sois muy valiosos para Dios: él nunca os abandonará ni se olvidará de vosotros.
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