La Invención de las máquinas.

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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Facultad de Filosofía y Letras
Colegio de Historia
Historia del Mundo Moderno
LAS HERRAMIENTAS Y LA MAQUINA
Arriaga Suarez Lizbeth Susana
Martínez Lutrillo Jorge Eduardo
José Gabriel López Díaz
LA INVENCION DE LAS MÁQUINAS
Si deseamos tener una clara visión acerca de las máquinas, debemos pensar
en sus orígenes tanto psicológicos como prácticos; y de manera análoga,
debemos
valorar
sus
resultados
estéticos
y
éticos.
Los
inmensos
desplazamientos materiales que la máquina ha realizado en nuestro ambiente
físico son quizá, a largo plazo, menos importantes que sus contribuciones
espirituales a nuestra cultura.
Durante los últimos mil años la base material y las formas culturales de la
civilización occidental han sido profundamente modificadas por el desarrollo de
la máquina. En Europa occidental la máquina se había desarrollado sin
interrupción durante por lo menos siete siglos antes de que se produjeran los
cambios dramáticos que acompañaron a la “revolución industrial”.
Para entender el papel dominante desempeñado por la técnica en la civilización
moderna, se debe explorar con detalle el periodo preliminar de la preparación
ideológica y social. No debe explicarse simplemente la existencia de los nuevos
instrumentos mecánicos: debe explicarse la cultura que estaba dispuesta a
utilizarlos y aprovecharse de ellos de manera tan extensa.
La máquina misma, sin embargo, es un producto del ingenio humano de su
esfuerzo: por ello, entender la máquina no es un mero paso para orientar de
otra manera nuestra civilización; es también un medio para entender la
sociedad y para conocernos a nosotros mismos.
El objetivo del presente ensayo se encuentra basado es la demostración de
que la revolución industrial que es uno de los procesos más importantes dentro
de mundo moderno, no es un acontecimiento que se encuentra aislado y
sobretodo que se origina en el mundo occidental, sino más bien es el punto
máximo dentro del mundo moderno donde nos podemos encontrar un antes y
un después de la máquina, que ha existido desde antes.
El ensayo se encuentra dividido en dos partes principales, Las herramientas,
en donde se busca dar una secuencia de la importancia que tienen estos
instrumentos para el avance de la sociedad y del hombre y sobre todo seguir
por la brecha de los diferentes cambios que estos van generando para la
aparición de la máquina. La segunda parte se enfoca en habla de lleno a las
máquinas y el impacto que tienen en busca del progreso que siempre busca el
hombre.
Las Herramientas
El hombre primitivo se encontró frente a la naturaleza desguarnecido de
elementos de defensa y de ataque. Ni dientes, ni uñas carniceras, ni piel fuerte,
ni escamas, ni siquiera pelo suficiente para protegerse de los elementos. Una
estatura desmedrada y un cráneo de poca resistencia por su excesivo volumen.
Pero en el volumen desproporcionado de esa caja de hueso estaba el secreto:
aunque recién erguido en dos pies, el Homo Sapiens tenía ya una lucecilla
brillando dentro de ella.
Para golpear más fuerte tomó en su mano una piedra o un palo; después, al
amarrar la piedra al extremo del palo había creado una herramienta, que
también era un arma. Para suplir la debilidad de sus dientes y de sus uñas usó
tal vez, manejados con sus hábiles dedos, dientes y uñas de otros animales
más fuertes que él. Y así, poco a poco, fue creando una serie de avíos que
aumentaban la eficacia de sus pies y de sus manos.
Primero un tronco de árbol que luego se hizo una embarcación; duras cáscaras
de frutas o conchas o trozos de madera se convierten en remos; y así el largo
camino del perfeccionamiento dio al animal pensante una posición activa frente
a la naturaleza y señaló una actitud permanente destinada a satisfacer sus
ambiciones de dominio y de progreso, con el concurso de su inteligencia, de su
imaginación y de su habilidad que suplieron, sobradamente, sus debilidades
físicas.
Conviene precisar qué son las herramientas, para distinguirlas de las máquinas
que, según veremos, corresponden a un proceso de creación muy diferente. Un
martillo es una herramienta porque aumenta la fuerza del golpe del brazo de
quien lo utiliza; un cuchillo es una herramienta porque le da filo y dureza a la
mano; herramientas o instrumentos son los remos que multiplican el esfuerzo
que contra el agua realiza el remero.
Y herramientas también o instrumentos, o "trebejos", como decían nuestros
mayores, son los anteojos que aumentan el poder de la vista y todos aquellos
utensilios que requieren de la destreza y la fuerza del hombre para ser
empleados y que constituyen para éste un refuerzo que no le agrega habilidad,
que no le agrega pericia, sino que le da una oportunidad para ejercer, más
plenamente, con mayor eficacia, sus medios personales de acción.
Los metales
El hierro y el cobre se presentaron al nombre en su naturaleza, el primer uso
que este les dio fue el de una piedra. Pero conforme fueron avanzados los
años y la experiencia, esa piedra se convirtió en un material moldeable gracias
al fuego, se calcula que es en el año 3000 a.c. en Mesopotamia donde se
empieza con este proceso que vino a revolucionar la vida misma del hombre.1
Es aquí donde podemos encontrar a una de las primeras industrias, si se le
puede llamar así, ya que a diferencia de otras herramientas, que se podían
fabricar en cualquier lugar teniendo a la mano los utensilios necesarios, los
metales no se pueden moldear si no se llevan a cabo ciertos procesos de
separación entre la materia prima y el metal como tal, asimismo el proceso de
creación de artefactos de ese material requerían todo un proceso.
Con la ayuda de estos aperos a los cuales el uso del hierro dio extraordinaria
diversidad y solidez, el hombre fue perfeccionando sus métodos y aumentó sus
capacidades. Y así nacieron los artesanos, los mecánicos, los técnicos que
creaban sus propios enseres y los utilizaban con la ayuda de sus experiencias,
de sus talentos y educación. Pero es muy importante repetirlo: la herramienta
no le da habilidad a quien la emplea, sólo aumenta su eficacia.
El Transporte
1
Lilley, Samuel. Hombres Maquinas e Historia. Buenos Aires, Galatea-Nueva Visión , 1957.
1315.
A la par del crecimiento de las aldeas, que posteriormente pasarían a
convertirse en ciudades, es inevitable dejar de pensar en el crecimiento del
comercio y todo lo que consigo traería. Una de las invenciones más
importantes, es la aparición de los sistemas de transporte.2 Tenemos la
aparición del trineo o rastra en la época mesolítica y se le puede considerar el
primer transporte ya que es una herramienta que sirvió en demasía a las
poblaciones agrícolas; y son estas mismas las que buscando ampliar su uso
inventan el carro de ruedas. Tenemos como pruebas que hacia el año 3500
a.c. en sumeria se empleaban estos artefactos.3
Dentro de la misma línea del transporte aparece ante el hombre otro gran
descubrimiento, el uso de las fuerzas naturales en su favor. Aproximadamente
en la misma época se comienza a aprovechar la fuerza del viento para impulsar
los barcos de vela, cuya aparición comienza en el año 3500 a.c. y que se
extendería a lo largo del mar Mediterráneo y del Mar rojo convirtiéndose en uno
de los medios de transporte más redituables de la historia de la humanidad.
Por último, observemos la estrecha relación que existe entre estas invenciones.
Los metales, no podrían haberse usado sin ejoras en el transporte que
permitieran llevar el mineral o el metal, desde la mina hasta el consumidor y
tampoco sin implementos agrícolas necesarios para poder obtener de las
cosechas rendimientos suficientemente elevados, a fin de poder mantener a los
especialistas alejados de la producción primaria.
En el caso del carro de ruedas y el barco al exigir una carpintería adelantada
probablemente no hubiesen podido usarse en gran escala sin las herramientas
metálicas imprescindibles para fabricarlos.4
Las Máquinas
2
Lilley, Samuel. Hombres Maquinas e Historia. Buenos Aires, Galatea-Nueva Visión, 1957. P
16.
3
Lilley, Samuel. Hombres Maquinas e Historia. P 16.
4
Lilley, Samuel. Hombres Maquinas e Historia. P 20.
Es mediante este proceso de perfeccionamiento y esfuerzo, que un día el
hombre tuvo una idea nueva, o tal vez una intuición. Buscó el medio de
transferir a un artificio mecánico su habilidad, su pericia de artesano o de
técnico. Los primeros ensayos fueron de extrema simplicidad; pero lograron
que quien utilizara esta máquina, aumentara con ella su maestría en el trabajo.
Lo que antes tenía que ser realizado por un trabajador con experiencia, con
destreza, con conocimientos y técnicas, podría ser hecho ahora por cualquiera
a quien se le enseñara el simple manejo del nuevo aparato. Aquí, en este
momento, apareció la simiente de la gran revolución industrial; aquí, en este
instante crucial, nacieron los problemas y las luchas entre el capital y el trabajo;
entre quienes poseyeron las máquinas y su capacidad de operación y el
hombre desguarnecido de la pericia, de la maña del artesano, convertido en un
número. De aquí nació la unión de los trabajadores en resistencia para hacer
frente a quienes tenían el capital: los medios mecánicos y materiales del
trabajo
¿QUÉ ES UNA MÁQUINA?
Durante los tres mil últimos años, por lo menos, las máquinas han sido una
parte esencial de nuestra más antigua herencia técnica. Las máquinas se han
desarrollado partiendo de un complejo de agentes no orgánicos para convertir
la energía, para realizar un trabajo, para incrementar las capacidades
mecánicas o sensorias del cuerpo del hombre o para reducir a un orden y una
regularidad mensurables los procesos de la vida.
En el fondo del desarrollo de los instrumentos y de las máquinas está el intento
de modificar el medio ambiente de tal manera que refuerce y sostenga el
organismo humano; el esfuerzo es o bien aumentar la potencia de un
organismo por otra parte desarmado, o fabricar fuera del cuerpo un conjunto de
condiciones más favorables destinadas a mantener su equilibrio y asegurar su
supervivencia.
Mientras el desarrollo de las máquinas es el hecho técnico más patente de los
últimos mil años, la máquina, bajo la forma de perforadora de fuego o del torno
del alfarero, ha existido desde por lo menos los tiempos neolíticos. El periodo
moderno nos ha dado finalmente las obras de energía, como el ferrocarril o la
línea de transmisión eléctrica, que funcionan solamente mediante la operación
de maquinaria de energía.
¿Dónde tomo forma por primera vez la máquina en la civilización moderna?
La aplicación de métodos cuantitativos de pensamiento al estudio de la
naturaleza tuvo su primera manifestación en la medida regular del tiempo, y el
nuevo concepto mecánico del tiempo surgió en parte de la rutina del
monasterio. Fue en los monasterios de Occidente en donde el deseo de orden
y poder, distintos de los expresados por la dominación militar de los hombres
más débiles, se manifestó por primera vez después de la larga incertidumbre y
sangrienta confusión que acompaño al derrumbamiento del Imperio Romano.
Si el reloj mecánico no apareció hasta que las ciudades del siglo XIII erigieron
una rutina metódica, el hábito del orden mismo y de la regulación formal de la
sucesión del tiempo, se había convertido en una segunda naturaleza en el
monasterio. Así pues no exageramos los hechos cuando sugerimos que los
monasterios ayudaron a dar a la empresa humana el latido y el ritmo regulares
colectivos de la máquina; pues el reloj no es simplemente un medio para
mantener las huellas de las horas, sino también para la sincronización de las
acciones de los hombres.
El reloj, no la máquina de vapor, es la máquina clave de la moderna edad
industrial.
En
su
relación
con
cantidades
determinables
de
energía,
con
la
estandarización, con la acción automática, y finalmente con su propio producto
especial, el tiempo exacto, el reloj ha sido la máquina principal en la técnica
moderna: y en cada periodo ha seguido a la cabeza: marca una perfección
hacia la cual aspiran otras máquinas. Además, el reloj, sirvió de modelo para
muchas otras espacies de mecanismos, y el análisis del movimiento necesario
para su perfeccionamiento así como los distintos tipos de engranaje y de
transmisión que se crearon, contribuyeron al éxito de muy diferentes clases de
máquinas.
El reloj, además es una maquina productora de energía cuyo “producto” es
segundos y minutos: por su naturaleza esencial disocia el tiempo de los
acontecimientos humanos y ayuda a crear la creencia en un mundo
independiente de secuencias matemáticamente mensurables: el mundo
especial de la ciencia.
La contribución del capitalismo al cuadro del mundo mecánico consistió en
pensar en términos simplemente de peso y número, el hacer de la cantidad no
sólo una indicación de valor sino el criterio del valor. Desde el principio las
máquinas y la producción fabril, como los grandes cañones y armamentos,
hicieron demandas directas de capital muy por encima de los pequeños
anticipos necesarios para proporcionar herramientas al artesano de viejo estilo
o para dejarlo sobrevivir. La libertad para hacer funcionar talleres y fábricas
independientes, para utilizar máquinas y aprovecharlas, correspondió a
aquellos que disponían de capital.
El incentivo de la mecanización reside en los mayores beneficios que podían
sacarse mediante la potencia y la eficiencia de la máquina.
Así, aunque el capitalismo y la técnica deben distinguirse claramente en cada
etapa, una condicionaba la otra y repercutía sobre ella. El mercader acumulaba
capital ampliando la escala de sus operaciones, acelerando sus ingresos y
descubriendo nuevos territorios para la explotación. El inventor seguía un
proceso paralelo explotando nuevos métodos de producción e ideando cosas
nuevas para producirlas.
Fue el comercio el que aportó nuevos materiales de las Indias y de las
Américas, nuevos alimentos, nuevos cereales, tabaco, pieles, fue el comercio
el que encontró un mercado nuevo para todas las cosas más o menos inútiles
que echó fuera la producción en masa del siglo XVIII; fue el comercio-ayudado
por la guerra-el que desarrolló las empresas en gran escala y la capacidad
administrativa y el método que hizo posible crear el sistema industrial como un
todo uniendo sus diferentes partes. El capitalismo utilizó la máquina no para
fomentar el bienestar social, sino para incrementar el beneficio particular: los
instrumentos mecánicos se utilizaron para la elevación de las clases
dominantes.
A ciertos rasgos del capitalismo privado se debió que la máquina –que era un
agente neutral-haya parecido con frecuencia, y de hecho haya sido a veces, un
elemento maligno en la sociedad, despreocupada por la vida humana,
indiferente a los intereses humanos. La máquina ha sufrido por los pecados del
capitalismo; por el contrario, el capitalismo ha aprovechado a menudo de las
virtudes de la máquina.
Antes de que los inventores crearan ingenios que ocuparan el lugar de los
hombres, los líderes de éstos habían ejercitado a control a multitudes de seres
humanos: habían descubierto como reducir los hombres a máquinas. Los
esclavos y los campesinos que arrastraban las piedras para las pirámides,
tirando al ritmo del estallido del látigo, los esclavos que remaban en las galeras
romanas, encadenando cada hombre a su asiento, e incapaz de realizar más
movimientos que el mecánico limitado, el orden y la marcha y el sistema de
ataque de la falange macedónica todos ellos fueron fenómenos de la máquina.
Cualquier cosa que limite las acciones y los movimientos de los seres humanos
a sus elementos puramente mecánicos no pertenece a la fisiología, sino a la
mecánica, de la edad de la máquina.
Los fines de la vida práctica encontraron su justificación y su marco apropiado
de ideas en la filosofía de natural del siglo XVII: esta filosofía ha seguido siendo
la creencia de trabajo de la técnica, aun cuando su ideología haya sido
discutida, modificada, aplicada y en parte minada por la ulterior prosecución de
la misma ciencia. Una serie de pensadores, Bacon, Descartes, Galileo, Newton
y Pascal delimitaron el dominio de la ciencia, elaboraron su técnica especial de
investigación y demostraron su eficacia.
A principios del siglo XVII hubo sólo esfuerzos dispersos del pensamiento,
algunos escolásticos, otros aristotélicos, otros matemáticos y científicos, como
los de las observaciones astronómicas de Copérnico, Tycho Brahe y Kepler, La
máquina había desempeñado solamente una parte incidental en estos
adelantos intelectuales. Al fin, a pesar de la relativa esterilidad de la invención
misma durante este siglo, allí había una filosofía completamente articulada del
universo, siguiendo líneas puramente mecánicas, que sirvió de punto de partida
para todas las ciencias físicas y para posteriores perfeccionamientos técnicos:
el Weltbild (representación o visión del mundo) mecánico había aparecido
La religión de la máquina necesitaba un apoyo tan pequeño como la creencia
que suplantaba. Pues la misión de la religión es proporcionar un significado y
una fuerza motora última. La necesidad de la invención era un dogma, y el
ritual de la rutina mecánica era el elemento de unión en la fe. En el siglo XVIII
nacieron Sociedades Mecánicas para propagar el credo con mayor celo:
predicaron el evangelio del trabajo, justificación por la fe en la ciencia
mecánica, y salvación por la máquina. La técnica se había apoderado de la
imaginación: las máquinas mismas y las mercancías que producían ambas
inmediatamente deseables.
En cada fase de su desarrollo moderno fue más bien la guerra que la industria
y el comercio, la que mostro en plan general los principales que caracterizan la
máquina.
La guerra mecanizada, que tanto contribuyó en todos los aspectos de la
producción es masa estandarizada, es de hecho su justificación. La producción
en cantidad debe contar para su éxito en el consumo en cantidad, y nada
asegura la sustitución como la destrucción organizada. En este sentido, la
guerra no es solo, como se la ha llamado, la salud del Estado: es la salud de la
máquina también.
La guerra es el instrumento principal mediante el cual las clases gobernantes
crean el estado y afirman su poder en el mismo.
La teoría de la nueva edad, primeramente formulada en términos de éxito
pecuniario, fue expresada en términos sociales por los utilitaristas de principios
de siglo XIX. La felicidad era el verdadero objetivo del hombre, y consistía en
lograr el mayor bien para el mayor número, y en último lugar las perfecciones
de las instituciones humanas, podía ser considerada aproximadamente por la
cantidad de bienes que una sociedad era capaz de producir: necesidades de
expansión, expansión de mercados, empresas en expansión, un cuerpo de
consumidores en expansión. La máquina hacia esto posible y garantizaba el
éxito.
La máquina llego a nuestra civilización, no para salvar al hombre de la
servidumbre de formas innobles de trabajo, sino para hacer más extensamente
posible la servidumbre a innobles normas de consumo que se habían
desarrollado dentro de las aristocracias militares.
Expresándonos en términos de energía y materiales característicos, la fase
eotécnica es un complejo de agua y madera, la fase paleotécnica es un
complejo carbón hierro, y la neotécica es un complejo electricidad y aleación.
Cada periodo de la civilización lleva dentro de sí el significante desecho de
tecnologías pasadas y el germen importante de otras nuevas, pero el centro
desarrollo se encuentra dentro de su propio complejo.
La edad auroral de nuestras técnicas modernas se extiende aproximadamente
desde el año 1000 al 1750. Este complejo alcanzo su punto culminante, en
términos tecnológicos en el siglo XVII, con la fundación de la ciencia
experimental, apoyada sobre una base matemática, diestra manipulación,
medida del tiempo precisa y exacta medición.
A la base de la economía eotécnica hay un hecho importante. La disminución
de los seres humanos como principales motores y la separación de la
producción de energía de su aplicación e inmediato control. Mientras la
herramienta dominó aún la producción, la energía y la destreza humanas
estuvieron unidas en el en el artesano mismo: con la separación de estos dos
elementos
el
mismo
proceso
productivo
tendió
hacia
una
mayor
impersonalidad, y la máquina herramienta y la máquina se desarrollaron junto
con los nuevos generadores de energía. Si la maquinaria productora de
energía se utilizase como criterio, la moderna revolución industrial habría
empezado en el siglo XII y estaría en pleno auge en el siglo XV.
Gracias a los humildes servicios del viento y del agua, llego a existir una
“intelligentsia” y las grandes obras de arte y ciencia e ingeniería pudieron
crearse sin recurrir a la esclavitud, una liberación de energía, una victoria para
el espíritu humano.
La madera jugó un papel importante en esta fase, las herramientas eran de
madera, los barcos eran de madera, etc. Pero fue el cristal o vidrio el que jugo
el papel más importante en la economía eotecnica. En 1590 el holandés
Zacharias Jansen inventó el microscopio y en 1605 Johann Lippersheim
inventó el telescopio. Un invento incremento el campo del macrocosmos y el
otro reveló el microcosmos, entre ambos el ingenuo concepto del espacio que
tenía el hombre corriente estaba completamente trastornado. El cristal también
jugó un papel importante para el desarrollo de la química.
Entre los años 1000 y 1750 en Europa occidental las nuevas técnicas
fomentaron
y
adoptaron
una
serie
de
inventos
y
descubrimientos
fundamentales, fueron la base de los rápidos progresos que siguieron. Los
principales inventos hicieron nacer algo que hasta entonces no existía: relojes
mecánicos, el telescopio, papel barato, la prensa de imprimir, la brújula, el
método científico, invenciones que eran medios para otras invenciones,
conocimientos que constituían el núcleo de conocimiento en expansión.
La fábrica simplificó la recogida de la materia prima y la distribución de
productos
terminados,
y
facilitó
asimismo
la
especialización
de
los
conocimientos y la división de los procedimientos de producción; finalmente
proporcionando un lugar común de reunión a los trabajadores supero
parcialmente el aislamiento y la falta de ayuda que afligía al artesano después
que la estructura de los gremios ciudadanos se desorganizó. La fábrica tenía
un doble papel, era un agente de regimentación mecánica, como el nuevo
ejército, y era un ejemplo de auténtico orden social, adecuado a los nuevos
procedimientos de la industria.
La industria paleoténica, surgió del derrumbamiento de la sociedad europea y
llevó el proceso de desgajamiento a su punto final. El interés dejó de centrarse
en los valores vitales para desplazarse a los valores pecuniarios, el sistema de
intereses que había estado sólo latente y que se habría restringido en gran
medida al mercader y a las clases ociosas invadió ahora todos los ambientes
de la vida.
La ruptura con el pasado era aquí completa. La gente vivía y moría a la vista
del pozo de la mina de carbón o de la fábrica de algodón en .los que pasaba
catorce a dieciséis horas de su vida diaria, vivían y morían sin memoria y sin
esperanza, felices por las migajas que les mantenían vivos o por el dormir que
les aportaba el breve e inquieto alivio de los sueños.
Los jornales nunca por encima del nivel de subsistencia, se rebajaban en las
nuevas industrias gracias a la competencia de las máquinas.
La fase que se define como paleotécnica alcanzó su punto culminante, en los
términos de sus propios conceptos y fines, en Inglaterra, a mitad del siglo XIX,
su canto de triunfo fue la gran exposición industrial en el nuevo Palacio de
Cristal de Hyde Park en 1851, la Primera Exposición Mundial, una victoria
aparente para el libre comercio, la libre empresa, el invento libre, y el libre
acceso a todos los mercados mundiales por parte del país que se jactaba de
ser el taller del mundo.
Estamos tratando de un complejo técnico que no puede situarse estrictamente
dentro de un lapso de tiempo, pero si se toma el año 1700 como principio, 1870
como el punto máximo de la curva descendente, se consigue una imagen
bastante aproximada de los hechos.
El gran cambio en la población y la industria que tuvo lugar en el siglo XVIII se
debió a la introducción del carbón como fuente de energía mecánica, para el
empleo de nuevos medios de hacer efectiva dicha energía-la máquina de
vapor-y de nuevos métodos de fundir y trabajar el hierro. De este complejo del
hierro y el carbón surgió una nueva civilización.
En los aspectos más generales, la industria paleotécnica dependía de la mina,
los productos de la mina dominaban su vida y determinaban sus inventos. De la
mina llegó la bomba de vapor y luego la máquina de vapor, seguidamente de la
locomotora de vapor, y después, por derivación, el barco de vapor.
Toda la técnica de la madera había de ser perfeccionada ahora en el material
más difícil y refractario, el hierro. El cambio
paleotecnica pasó naturalmente por
de la fase eotecnica a la
etapas de transición, pero no podía
quedarse a medio camino.
Conclusión
Podemos concluir con que la máquina es una perfección mecánica, la mayor
de las veces un sistema al cual los hombres le han transferido parte de lo que
saben, le han dado habilidad, maestría; le han enseñado a hacer determinada
operación o trabajo, ya sea por sí misma o con la colaboración de otros
hombres que serían incapaces sin ella de realizarla; además, la máquina
generalmente emplea un tipo de energía ajena a quien la maneja.
Los principales requisitos fueron “capital” que se destinó para el pago de mano
de obra, “energía y materias primas”, “técnicos”.
Las principales industrias a desarrollar fueron “textil, siderurgia y ferrocarriles”
Los principales cambios fueron: Transición al régimen demográfico moderno,
éxodo rural, crecimiento urbano desorganizado. Expansión comercial, ,
predominio comercial inglés, nuevas costumbres y relaciones sociales,
nacimiento del proletariado, aparición del movimiento obrero.
El liberalismo económico que provoco la revolución industrial que se basa en
la libre competencia, esto a la vez creo condiciones para que las grandes
empresas eliminaran alas pequeñas cuyo resultado fue el monopolio, las
mercancías pasaron a ser producidas de manera uniforme y estandarizadas.
La expansión del imperialismo, necesito de colonias de donde extraer las
materias primas para sus manufacturas y también que fingiesen de mercados
externos para colocar sus excedentes de mercancías.
La revolución industrial ,que si bien es cierto otorgo ventajas para el incremento
de la producción y agilización principalmente del transporte, pero al igual
ocasiono problemas socio-económicos ,que darían el carácter fundamental a
las luchas sociales y a las reiniciaciones del trabajador asalariado; comienzo
del desplazamiento del hombre por la maquina ya que esta realizaba la labor
en menos tiempo y a menor costo; la aparición del neo mercantilismo, que se
impuso con notable rapidez, primero en Alemania y Francia, luego en Rusia y
en los Estados Unidos y, por último en Inglaterra. Puesto que en la era
industrial ninguna nación podía esperar bastante de si misma, a larga, fue
necesario que cada país industrial desarrolle su imperio colonial que
dependiese solo de sí mismo y formase una extensa y compleja unidad
comercial autosuficiente, protegido, si fuera necesario, por barreras aduaneras
contra la competencia exterior. En ese empeño la nación madre, o metrópoli,
proporcionaría bienes manufacturados a cambio de los productos alimenticios y
de las materias primas. Este neo mercantilismo dio paso al Neo-colonialismo,
basado en el imperialismo capitalista, cuya acción se ejerce a través de las
grandes empresas transnacionales que mantienen enclaves en los países
menos desarrollados de donde extraen sus recursos y materia prima que,
después de ser transformados en productos manufacturados e industrializados,
son vendidos, por lo general, al mismo país cuya materia prima exporto.
Bibliografía
Lewis Mumford. La invencion de las Maquinas, Tecnica y
Civilización.
http://revolucion-industrial.es.tl/
http://enciclopedia.us.es/index.php/Revoluci%C3%B3n_industrial
http://www.portalplanetasedna.com.ar/revolucion_industrial.htm
Chaves Palacio, Julián (2004). «Desarrollo tecnológico en la
primera revolución industrial». Revista de Historia
Jean Sigmann; Victor Testa. 1848, las revoluciones románticas y
democráticas en Europa
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