Sófocles. Edipo rey Caracterización de sus personajes Mario Javier

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Sófocles.
Edipo rey
Caracterización de sus personajes
Mario Javier Pacheco
Contenido
Sófocles
3
El Signo lingüístico
4
La trama
4
Edipo
6
Yocasta
7
Creonte
7
Layo
7
Sacerdote de Zeus
8
Coro de notables
9
Corifeo
9
Tiresias
9
1
Los personajes de Edipo Rey
Caracterización
Sófocles
(495 a.C. 406 a.C.) Nació en Colona, parte de
Atenas de la actual Grecia, sobresaliendo desde
muy joven por sus dotes para el teatro y ya a los
16 años dirigía del coro de muchachos que
celebraba la Victoria de Salamina, fue ganador en
los concursos anuales de Teatro contendiendo
contra Esquilo que ha sido reconocido como el
padre de la tragedia.
Escribió unas 123 obras de mayoría de las cuales
solo subsisten fragmentos y se conocen siete
completas: Antígona, Áyax, Las Traquinias,
Filoctetes, Edipo en Colono, Electra y Edipo Rey, considerada la tragedia
representativa de Sófocles, escrita en los años posteriores a 430 a.C.
Sófocles
La tragedia debía cumplir tres características: 1) Personajes de elevada
posición, 2) Lenguaje solemne y 3) Final con la muerte, suicidio o locura de
alguno o de varios de los protagonistas al intentar rebelarse contra el
ineluctable destino.
El destino, sino, fatalismo. Ningún mortal puede huir de lo signado por los
dioses así lo hayan conocido a través de los oráculos y las interpretaciones de
augures y adivinos, como Edipo que se sabía predestinado a asesinar a su
padre y a casarse con su madre, y que huyendo de esa desgracia se tropezó
sin saberlo con su propia tragedia.
Edipo Rey es la obra del amor incestuoso cuya trama sirvió al
psicólogo Sigmund Freud para sustentar su teoría sobre el
enamoramiento hijo/madre que calificó como complejo de
Edipo en relación directa con la obra.
En Edipo Rey vemos dibujada la sociedad ateniense y su
culto a los dioses, ellos lo son todo, el pasado, presente y
futuro y como si fueran seres humanos intervienen con
Freud
pasiones desmedidas en los celos, el sexo, los odios y los
amores como el más inmaduro y explosivo de los mortales. Nada les está
vedado.
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El Signo lingüístico
Edipo Rey es ejemplo de cómo un significante, la profecía del oráculo de Delfos
genera significados diversos, para Edipo significa que si no huye de Corinto la
tragedia ocurriría sobre Pólibo y Merope; para Layo significaba la obligación de
matar a Edipo antes de que fuera muerto por él; para Tiresias el ineluctable
cumplimiento del sino. Yocasta evitaba creer, pensar en la predestinación y
restaba importancia al significante, por el cual ya había perdido a su hijo Edipo;
Para el Coro y el Corifeo significaba la peste y los males de Tebas y finalmente
para Freud significaba el inicio de toda una teoría sobre los amores del infante
con su madre, que denominó precisamente complejo de Edipo.
Estos son solo una parte de los significados para el
solo significante de la tragedia Edipo Rey, que
cambian incluso cuando la obra se cuenta de
manera diversa, por cine, teatro, leída en voz alta,
leída mentalmente, en cada cuadro. Por ejemplo a
Edipo se le dibuja e interpreta como un anciano,
olvidando que es el hijo de Yocasta, su esposa, y
que debe ser menor que ella por lo menos 17 o 20
años. Las interpretaciones en fin son distintas, de
una persona a otra, en un estilo o en otro y esto
Complejo de Edipo
ratifica la teoría de Pierce sobre
Objeto La obra de Sófocles
Signo el elemento físico que la representa, el libro, la obra de arte, la pintura
El intérprete, nosotros los lectores, los espectadores que la interpretamos de
acuerdo al contexto y con las circunstancias que vivimos. Eco dice que en es
posible que la interpretación involucre conocimientos, sentimientos y que
intervenga el subconsciente y el consciente.
La trama
La obra describe la historia de Edipo nacido de Layo y Yocasta. Layo es a su
vez hijo de Labdaco, rey de Tebas quien ofendió a los dioses y su castigo fue el
sufrimiento de su familia, A Layo y Yocasta el oráculo advierte que el niño será
con el tiempo asesino de su padre y esposo de su madre, asustados deciden
que el infante muera y amarrado fuertemente de los tobillos lo entregan a un
pastor de su confianza para que ejecute la acción, pero este, condolido del niño
lo entrega a un pastor de Corinto, donde es adoptado por el Rey Polibo y su
esposa Merope. Allí crece sin saber que es adoptado, predestinado a ser rey
de su país, hasta que alguien lo entera de su destino y creyendo que la
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maldición pesa sobre sus padres adoptivos huye de Corinto, pero en un cruce
de caminos encuentra a Layo y sin saber que es su padre verdadero, tras una
reyerta lo mata junto a tres acompañantes más, el único sobreviviente regresa
a Tebas y anuncia a todos que un grupo de asaltantes asesinó a Layo
Edipo continúa su camino y descifra el enigma que
la efigie exigía para devolver a Tebas su felicidad,
por esta razón Edipo es recibido en Tebas como un
héroe y le entregan a su reina Yocasta como
esposa con lo cual se cumple el inexorable destino
sin que nadie lo sospeche.
La peste asola a Tebas y el oráculo dice que los
males no se irán de la ciudad hasta que el asesino
de Layo sea encontrado y castigado, es allí donde
aparece Tiresias, el adivino ciego quien habla a
Edipo de su terrible realidad, este piensa que es un
complot urdido por Creonte su tío/cuñado, hermano
de Yocasta para quedarse con el trono, pero las
confesiones del pastor, que había regalado a Edipo
siendo niño y del testigo de la muerte de Layo, confirman que Edipo es el
asesino de su padre e hijo de Yocasta su esposa.
Tiresias
Yocasta se suicida y Edipo se saca los ojos, sufrirá el cruel castigo que el
destino le tenía deparado. Nadie escapa de su sino.
Sófocles logró dar a sus actantes una personalidad muy definida a partir de sus
roles y sus diálogos, acordes con la caracterización de cada uno. Sus frases
son autoritarias, oscuras, mediadoras, confusas, expectantes, de acuerdo al
personaje y a la circunstancia en que se pronuncian.
Los parlamentos grandilocuentes están llenos de signos lingüísticos en el
lenguaje dramático de Sófocles, con modulaciones y parlamentos acordes a la
jerarquía, confianza y situación que acontezca.
La peste y la desgracia asolan a Tebas donde Edipo es Soberano por su
matrimonio con Yocasta, la reina viuda de Layo, su madre. El sino de la
tragedia está cumplido pero nadie lo sabe y Edipo está resuelto a solucionar el
problema, que tiene como origen la impunidad del crimen de Layo, entonces
decide que todos busquen al culpable, sin sospechar que es él mismo.
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Edipo:
Su léxico refleja la majestad de quien manda y aunque se le mencione como
hombre cano es joven, audaz, impulsivo, terco, buen rey, sabio y de fuerte
carácter:
- ¡Hijos míos, nuevos vástagos del
antiguo Cadmo!
Edipo y la efigie
-
La expresión hijos míos coloca a todos los
que llegaron frente a su palacio, incluso los
mayores y los ancianos bajo su égida, la
connotación de autoridad es evidente, y en el
primer parlamento hace ver a la concurrencia
que les dispensa el honor de ser él mismo
quien venga a informarse de las peticiones
suplicantes:
He querido presentarme aquí yo mismo, Edipo, cuyo nombre es
celebrado por todos los labios
La prepotencia duele en el público/lector que lo sabe asesino de su padre y
presa del destino, culpable de los males de Tebas. Sin saberlo envía a su
cuñado/tío Creonte hasta el oráculo de Apolo Pitio para que se le diga qué
determinación tomar.
Las expresiones de Edipo son de esperanza ante la llegada de Creonte y se
compromete con el pueblo a buscar y castigar al culpable de la muerte de Layo
y sus expresiones abundan en interjecciones y alabanzas a los dioses y a sus
interlocutores:
-
¡Oh rey Apolo! Ojalá traiga la saludable dicha
Cuando se dirige a Creonte
-
Príncipe aliado mío, hijo de Meneceo.
Y a Tiresias
-
¡Oh Tiresias, cuya mente conoce todo lo que
se ha de divulgar y lo que se ha de callar
Es especialmente dramático cuando expone las
sanciones que impondrá al asesino de Layo,
causante de la peste y conmina a todos en Tebas a
que lo denuncien y lo entreguen, pero cuando
Tiresias con voz oscura dice entre líneas que es él
el culpable, monta en cólera y lo acusa de ser
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Edipo ciego
instigador del crimen y considera que el autor intelectual de la trama contra él
es Creonte a quien acusa de querer reemplazarlo
-
¿Echasme en cara lo que hizo mi grandeza? Eschasme es un término
de la traducción poco utilizado entre nosotros como una acepción del
verbo echar
Edipo abunda en interjecciones y lenguaje dramático:
¡Oh nube de tinieblas!, ¡nube aborrecida que ha caído sobre mí!, ¡nube
indecible, indomable, empujada por el viento del desastre! ¡Desdichado de mí!,
¡desdichado mil veces! ¡Con qué dardos a la vez me traspasan el aguijón de
mis heridas y el recuerdo de mis desgracias!
Yocasta:
La reina madre y esposa que vive en incesto con su hijo/esposo es doble
víctima inocente. Yocasta es todavía
apetecible como mujer para Edipo,
recordemos que en aquellas calendas las
mujeres se casaban desde los doce años
y si nos damos la liberalidad de
especular, si Edipo tenía 18 años cuando
llega a Tebas, Yocasta estaba en los 30
años, una edad muy hermosa e
interesante de la mujer.
Yocasta muerta
La reina es una mujer puesta en su sitio,
de recio carácter llama al orden a Edipo y
a Creonte cuando aquel pretende castigar a este, como autor de una supuesta
conjura, se sabe reina y está acostumbrada al mando.
-
-En nombre de los dioses, Edipo, cree en sus palabras, por respeto ante
todo al juramento divino, y por respeto luego a mí misma y los que están
junto a ti.
Creonte, el hermano de Yocasta a quien el destino hizo tío/cuñado de Edipo,
es un hombre fuerte, creyente, honesto y de principios. El oráculo de Apolo
Pitio le advierte que para salvar a Tebas se debe lavar una mancha,
desterrando al culpable o castigando un homicidio con otro homicidio. Creonte
no utiliza tantas interjecciones ni alabanzas y se ofende cuando sabe que
Edipo lo acusa de traidor para usurparle el trono
Layo el rey, que tiene sus años, que no deben ser muchos para enfrentar a
Edipo.
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Sacerdote de Zeus. Tiene la majestad que daba la edad ante los griegos,
además de la investidura sacerdotal y observamos el respeto con que se dirige
a su rey:
-
¡Oh Edipo! Rey de nuestra patria.
Es quien informa a Edipo la desgracia de Tebas y lo reconoce como el primero
de los mortales
-
¡Ea. Oh tú, el mejor de los mortales, salva a esta ciudad! ¡Vamos!
Recuerda que si esta tierra hoy te proclama su salvador, es en atención
a tu celo del pasado.
La confianza en Edipo es expresada en sus parlamentos
-
Levanta, pues, esta ciudad con firme solidez.
Coro de notables.
Es un personaje colectivo con diálogos llenos de
interjecciones y pedidos, clama, describe las
angustias y las esperanzas del pueblo e intercala
comentarios. Oran a Apolo, a Atenea y a
Artemisa para que intercedan ante Ares, también
a Baco. El coro hace en ocasiones las veces de
narrador y representa a los ciudadanos de
Tebas. El coro por momentos es la voz del
sentido común
Las intervenciones del coro son las siguientes
Coro
Primera: Terminado el prólogo realiza una
oración para que la divinidad se apiade de Tebas
y elimine la peste.
Segunda: Terminada la primera parte, expresa su desconcierto porque quiere
que se encuentre la causa de las desgracias del pueblo, pero teme por las
palabras oscuras de Tiresias y la lealtad que se le debe a Edipo.
Tercera: Comenta sobre la predicción que hizo el oráculo a Layo sobre su
muerte y el ayuntamiento de su hijo asesino con su esposa.
Cuarta: Da aliento a Edipo terminada la tercera parte..
Quinta: Expresa su pesar ante la suerte de Edipo, antes del epílogo.
7
Corifeo: asume la vocería del pueblo y es quien sugiere que Tiresias, el
adivino podría tener alguna respuesta que conduzca al esclarecimiento del
crimen de Layo, sus diálogos son coherentes con la realidad emotiva y real de
las personas y los acontecimientos y se atreve a decir a Edipo que sus
palabras están dictadas por la ira.. El corifeo es mediador, siempre llama a la
cordura
Tiresias
Anciano adivino ciego. Inicia su actuación
con interjecciones que asustan, su lenguaje
es enigmático y oscuro
- ¡Ay! ¡Ay! ¡Cuán atroz es saber,
cuando no se trae provecho ni siquiera al
quien sabe!
Tiresias
Habla enigmáticamente pero con la
seguridad de quien sabe lo que habla,
Sófocles impregna en sus diálogos el
misterio, lo arcano escondido tras sus
palabras
-
“Los hechos llegarán por sí mismos, aunque yo los oculte con mi
silencio.”
No quiero afligir a nadie, ni a ti ni a mí. ¿Por qué, pues, interrogarme en
vano? No oirás nada de mis labios.
Un mensajero, que busca a Edipo para dar la noticia de la muerte de Pólibo a
quien creía su padre y del deseo que se tiene en Corinto para coronarlo rey.
Paje. Testigo y relator de los últimos acontecimientos
Campesino que presenció el asesinato de Layo y que sabe que Edipo es el
culpable.
Pastor criado de Layo, anciano que entregó a Edipo, siendo niño a un pastor
de Corinto
Otro mensajero
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