Capítulo V Los sistemas agrarios: tendencias dominantes y

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Capítulo V
Los sistemas agrarios: tendencias
dominantes y estrategias
para el desarrollo del sector agrario
I. TENDENCIAS DOMINANTES EN EL SISTEMA AGRARIO
A continuación se analizan los principales rasgos de la evolución actual de los sistemas de producción en La Alpujarra
Alta:
I.1. Abandono de la actividad agraria
EI abandono es un fenómeno general en La Alpujarra Alta
Oriental granadina, particularmente, por lo que se refiere a los terrenos de peor calidad, con fuertes pendientes y más alejados de los
pueblos. Sin embargo, ésto no es siempre así, pués curiosamente,
hemos podido observar la paradoja de existencia de terrenos llanos
abandonados, y otros con mayores pendientes y, a veces, suelos de
peor calidad, sin embargo, bastante trabajados. Según las entrevistas, las familias propietarias de los primeros terrenos han podido
formar a sus hijos o buscar otro proyecto no agrario gracias al nivel
de rentas agrarias generadas en su momento, con lo que los hijos
han tenido la oportunidad de buscar empleo fuera de la zona, con el
consiguiente abandono de las tierras. Sin embargo, en el segundo
tipo de terrenos, debido a su poca rentabilidad, los hijos no han tenido la oportunidad de enseñanza y algunos de ellos siguen manteniendo las tierras.
I.2. Extensificación de los regadíos
Hay tendencia, en la zona, a plantar almendro en antiguos
terrenos de labor en riego. Este fenómeno de "extensificación de
tierras de riego" se manifiesta como estrategia de no abandono de
las mejores tierras. Realmente es una forma de "abandono encubierto".
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Psicológicamente al agricultor le cuesta abandonar la tierra aunque no le merezca la pena su cultivo. El poner almendros en espacios tradicionalmente de regadío, responde a un "mecanismo sentimental" de no querer abandonar del todo.
I.3. Reducción del número de las prácticas agrarias
Los agricultores tienden a reducir el número de prácticas agrícolas por cultivo, dejando solamente las más imprescindibles: eliminan
la segunda bina del almendro, cultivan judía de mata baja, etc. Las
prácticas se van perdiendo a lo largo del tiempo con la consiguiente
desaparición de una gran parte del conocimiento local agrario de la
zona. Habría que ver en que medida las prácticas eliminadas afectan
a la productividad y a la sustentabilidad de los cultivos.
I.4. Disminución (práctica desaparición)
de la mano de obra asalariada
Se observa una disminución, prácticamente inexistencia, de la
mano de obra disponible para trabajar en la agricultura en épocas de
mucho trabajo. Algunos agricultores comentaron que tuvieron que
recurrir a buscar "emigrantes magrebíes" en el Ejido, para recoger
la a^ eituna. Asimismo, afirman que, además del envejecimiento de
gran parte de la población, en general, existe cada vez menos motivación e interés por el trabajo agrícola, según ellos, el sistema del
Régimen Especial Agrario (R.E.A.), ha creado una cierta "comodidad social local" y añaden que "la gente trabaja lo justo para juntar
peonadas y los demás días forzados".
Como consecuencia de lo anterior, hay un aumento del precio de
la mano de obra local, ya que el jornal en la Alpujarra Alta Oriental
está alrededor de 5.500 pta por día, precio bastante más elevado que
en otras zonas de la misma comarca de más abundante demografía ó
más próximas a zonas pobladas (en Orgiva, por ejemplo dentro de la
misma Alpujan-a, el jornal vale 4.500 pta aproximadamente).
I.S. Mantenimiento artificial del sistema mediante
las subvenciones y ayudas sociales
Los cambios y tendencias en el sistema agrario anteriormente
reflejados están, sin duda, relacionados con la evolución de las polí184
ticas agrarias y de desarrollo que configuran el actual contaxto institucional a nivel nacional y local (subvenciones al olivar, plan de
mejora del almendro, iniciativas comunitarias Leader, etc.)
El sistema agrario en la Alpujarra Alta se mantiene, en cierta
medida, de manera "artificial" gracias a las ayudas, subvenciones y
transferencias de capital social. Consecuentemente, se han creado y
establecido en la zona, como en otras muchas zonas rurales, fenómenos o"trucos sociales" con el objeto de conseguir la mayor subvención posible por familia y con el menor esfuerzo físico (inscribir
el ganado a nombre de la mujer del ganadero, firmar peonadas unos
a otros sin haber trabajado ninguno en la finca del otro, presentar
facturas falsas de compra de productos químicos para conseguir
ayudas de un cultivo pero que, a la hora de aplicarlo se hace, en realidad, para otro, etc.).
Asimismo, hemos observado que existe un proceso de arranque
de las higueras y de las pocas viñas que hay plantadas debajo de los
almendros para conseguir la subvención del almendro (no se permite más de un 10% de cultivos asociados). Así, prácticamente ha
desaparecido el paisaje tradicional (almendro - higuera - olivo) además se produce la consiguiente pérdida del conocimiento local relacionado con el manejo de la higuera (poner "cabrahigo", fabricación de productos a base de higos, etc.; ver capítulo IV.II.3).
También hay tendencia a plantar nuevos olivos en antiguas parcelas de olivar aprovechando los grandes mar^os de plantación y
consiguiendo así mayores producciones por ha y, consiguientemente, mayores subvenciones.
Se observa, en los últimos años, un aumento del número de ganaderos y la reducción del tamaño medio de los rebaños. A partir de un
límite de cabezas, el ganadero no puede cobrar el subsidio agrario.
I.6. Diversificación de los recursos económicos
de la familia agraria
La diversificación de los recursos de las familias agrarias y la pluriactividad de algunos miembros son también características muy
marcadas: La pluriactividad en la zona es un fenómeno recientemente
estudiado por CALATRAVA y SAYADI, 1997-a y 1997-b. La imbricación entre la agricultura y los otros sectores se ha visto reforzada a
lo largo de los últimos años mediante el desarrollo de los servicios,
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entre otros. Las rentas monetarias no agrícolas contribuyen, así, a la
evolución de modos de vida y de consumo de las familias rurales.
Dichos ingresos extraagrarios juegan, también, un papel importante en
el mantenimiento y/o desarrollo de las explotaciones agrarias.
I.7. Tímida mecanización y adopción de nuevas tecnologías
Aunque es más frecuente que las unidades de producción más
grandes sean las que estén más mecanizadas, las tareas agrarias
(particularmente el laboreo) se están realizando cada vez más,
mecánicamente en todas las explotaciones. El laboreo con yunta
constituye uno de los grandes gastos, particularmente en las explotaciones de pequeño tamaño. Actualmente, existe un proceso de
"automecanización" de las pequeñas explotaciones (la presencia de
la mula mecánica y la desbrozadora son bastante frecuentes).
Comienza a observarse en la zona una tímida adopción de innovaciones tecnológicas: en las nuevas plantaciones de almendro se
están utilizando injertos de variedades más tardías, como forma de
lucha contra las heladas, bastante frecuentes en la zona; asimismo
la instalación de riegos por goteo en los olivos, introducción del cultivo de la frambuesa en Mecina Bombarón, la agricultura ecológica
en Laroles, por ejemplo.
Por otra parte, en la zona, se está intentando trasladar el sistema
hortícola bajo abrigo almeriense mediante la reciente instalación de
invernaderos de rejilla o de "malla". Debido a la amplitud térmica
(frío y altitud) diurna y nocturna, estas iniciativas, muy puntuales
todavía en la zona, tendrán que pasar por bastantes dificultades,
además de necesitar inversiones y espíritus empresariales de riesgo
poco habituales en la comarca. El impacto medioambiental, paisajístico y sociocultural del sistema es, evidentemente, bastante negativo en una zona típica de agricultura de montaña.
I.8. Cierta recuperación de la consideración
social local de las actividades agroganaderas
Se ha constatado la existencia en la zona de ganaderos jóvenes;
por otra parte, hay tendencia de la gente joven, no hijos de ganaderos, a introducirse en el sector ganadero.
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Por otra parte, otros trabajos realizados en la zona (CALATRAVA y NAVARRO, 1985-b; CALATRAVA y SAYADI, 1997-b)
mediante valoración en escala de las profesiones agrarias y no agrarias confirman la tesis; pues se ha detectado una cierta revalorización de la profesión del pastor entre 1982 y 1992. Sin embargo, el
obrero agrícola y el agricultor eran en 1992 profesiones todavía
poco valoradas el la zona. Aunque esta última realidad está cambiando en la última década, pues, asimismo, algunos jóvenes emigrantes en El Ejido, Barcelona, etc., o que poseen trabajo fijo en la
zona ( funcionarios del ayuntamiento, banco, maestros, etc.) que tradicionalmente han rehuido la actividad agraria, tienden a comprar
terrenos de buena calidad, en riego y, sobre todo, con posibilidad de
mecanización, para hacerlos producir.
II. ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO
DEL SECTOR AGRARIO
Ante la crisis de la agricultura de la Alpujarra Alta, sus perspectivas futuras están fuertemente ligadas, por una parte, a la inducción
de cambios en la función productiva del sistema agrario, y, por otra,
a la valoración socioeconómica de sus otras funciones, y ello pasa
necesariamente por la consecución de una serie de elementos que,
conjuntados, pueden permitir la reconversión y potenciación del sistema agrario y la recuperación de su potencial para el desarrollo
futuro de la zona, a saber:
- Mejorar la estructura de las explotaciones agrarias.
- Mejorar infraestructuras, particularmente de vías de comunicación y acceso a explotaciones.
- Potenciar la mecanización de las explotaciones, cuando sea
posible.
- Fomentar el acceso a la tierra de jóvenes emigrantes retornados (mediante programa especial de incorporación de
jóvenes agricultores en zonas de montaña, por ejemplo).
- Estudiar una política de valoración, e internalización en su
caso de las más importantes externalidades de la actividad
agraria (subvenciones, etc.).
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Fomentar el asociacionismo (cooperativa de comercialización de cordero, por ejemplo) y estudios de mercado.
Favorecer la agricultura a tiempo parcial mediante pluriactividad con actividades no agrarias en el núcleo familiar.
Aplicar de manera efectiva de lo dispuesto en el Plan Rector
de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural de Sierra Nevada sobre medidas protectoras de la agricultura tradicional.
Diseñar medidas específicas para la recuperación y readaptación de las redes de antiguas conducciones de agua, base
de los regadíos de altura, y origen de todo un sistema "aguas
arriba" de mantenimiento del paisaje y de protección
ambiental del conjunto de las cuencas.
Elaborar un plan de revalorización social de las profesiones
agrarias, y de lo agrario, en el sistema cultural local (CALATRAVA y SAYADI, 1997-b).
A nivel de orientaciones productivas, aunque sería necesario
para poder dar más precisiones, realizar ciertos ensayos de campo y
detallados análisis de mercado, en la Alpujarra Alta Oriental granadina hay una serie de actividades agrarias a considerar, entre otras:
• Olivar: Plan de formación para llevar el olivar a un modo
de producción ecológico; mantenimiento y potenciación
de los sistemas tradicionales. Elim^nar el "atroje" de la
aceituna para incrementar la calidad del aceite.
• Higuera: Desarrollo de medidas no sólo para impedir su
desaparición sino para fomentar su desarrollo, tratando de
paliar los efectos negativos del plan del almendro. Asociacionismo para comercialización.
• Ganadería: Potenciación de las actividades ganaderas, particularmente de pequeños rumiantes. Asociacionismo para
la revalorización de carne y leche o bien queso artesanal,
o al menos asociación para negociar en conjunto con la
fábrica particular existente en Válor.
• Almendra y Vid: En cuanto a la vid y al almendro, que son
característicos, sobre todo, de la Contraviesa, puede ser
interesante su mantenimiento a un cierto nivel como base
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de fabricación de vino y aguardiente local y para fabricación de dulces y repostería artesana respectivamente.
• Fruticultura diversa para autoconsumo y consumo del
turismo rural, etc.
• Hortalizas: Producción de semillas hortículas en altura y
horticultura ecológica. Programa de investigación de virosis en la habichuela.
• No debe olvidarse el incremento y la racionalización de
actividades forestales tanto de producción como de mantenimiento y conservación.
Las actividades agroganaderás anteriores, tienen que oriontarse,
en la medida de lo posible, a productos de alto valor añadido:
• Por potencial denominación de origen.
• Por potencial denominación de calidad.
• Por modo de producción ecológico.
• Por transformación agroindustrial.
La implementación, a nivel local, de un programa de
investigacón de carácter sistémico y participativo, sobre el
propio sistema agrario de la zona, basado en la conjunción
del conocimiento local con posibles nuevas tecnologías
adaptables, es crucial para estudiar la posibilidad de mejora del sistema agrario local y su potencial de rentabilidad
total, de eficiencia y de sustentabilidad económica y
ambiental. Este programa había de tener necesariamente
tres ejes:
• Desarrollo y mejora de actividades agrarias tradicionales
en vías de disminución, tratando, en la medida de lo posible, de reconvertirlos a agricultura ecológica.
• Potenciación al máximo de la nueva (incipiente) agricultura ecológica.
• Nuevos cultivos de alto valor añadido: la frambuesa, por
ejemplo.
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Lamentablemente, son muchas las limitaciones institucionales
que van a oponerse al funcionamiento de dicho plan, entre las que,
probablemente, no serán las menos importantes las actuales políticas de investigación-extensión agraria a nivel nacional, y, particularmente, regional, en la que la posibilidad de esquemas de
actuación sistémica es algo muy remoto. Por ello, es indispensable, la identificación y análisis de los factores que tienden a bloquear el desarrollo de los tres anteriores tipos de actividades, y
puesta a punto de programas de desbloqueo (programas de formación, entre otros).
El adecuado funcionamiento de la triada investigación-extensión-agricultor, en la zona, es clave para determinar sus posibilidades agrarias, y diseñar así la "agricultura alpujarreña del futuro".
Un plan especial de recuperación y modernización, a mediolargo plazo, del sistema agrario de la Alpujarra, en general, resulta
hoy una necesidad imperiosa para poder asegurar el desarrollo
endógeno, integral y sostenible de la zona. Dicho plan, complemento indispensable de otras actuaciones institucionales actualmente en curso, debería basarse en los elementos anteriormente
enumerados, que configurarían, en torno a ellos, los distintos programas y proyectos. En dicho plan, la intervención pública habría
de ser necesariamente importante, no solo por la diiicultad para la
población local de ejecutar por si sola la mayor parte de las actuaciones apuntadas, sino, también, por el hecho de que la ejecución
del plan deberá ir acompañada de mecanismos flexibles de inducción de los cambios institucionales demandados, particularmente
por la consideración de las funciones no directamente productivas
de la agricultura.
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