NUESTRA SENORA DE GUADALUPE NICAN MOPOHUA El Nican Mopohua es un relato sobre las apariciones de la Viren de Guadalupe a Juan Diego y la milagrosa impresión de la Sagrada Imagen en su tilma; se llama así porque empieza con estas dos palabras: “Nican Mopohua”, que significan “Aquí se narra...” Fue escrito en lengua náhuatl, con caracteres latinos – como los que aprendieron los nativos en la primera etapa de su conversión al cristianismo, sobre papel hecho con pulpa de maguey, entre 1540 y 1545, por el indio, noble y erudito del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, don Antonio Valeriano (1520-1605), conocedor del náhuatl clásico, su idioma natal. El náhuatl es una lengua muy rica, capaz de expresiones poéticas, con las que desde hace muchos años se narraba la historia y una visión particular del mundo. Era la lengua con la que se comunicaban diferentes culturas. Por ello los poetas y cronistas escribían en náhuatl; tan importante es, que sigue utilizando hoy en día. Para entender este importante documento, es necesario tener en cuenta que procede de un indígena cristiano que estuvo en contacto con el mundo español de la época. El original en náhuatl fue publicado, por primera vez, en 1649 por el capellán de la ermita; posteriormente, fue traducción literal encargada por don Lorenzo Boturini. En 1886 Se realiza también una traducción directa al latín. Al día de hoy existen varias versiones realizadas por diferentes eruditos, con el Padre Mario Rojas (Cuya traducción es, tal vez, la más conocida), el Padre Angel María Garbay, el Licenciado Feliciano Velásquez y otros. Esta hermosa obra empieza así: “Aquí se narra, se ordena, como hace poco milagrosamente se apareció la perfecta Virgen Santa María Madre de Dios, Nuestra Reina, allá en el Tepeyac, de nombre Guadalupe. Primero se hizo ver de un indio, su nombre Juan Diego; y después se apareció su Preciosa Imagen delante del reciente obispo don Fray Juan de Zumárranga”. La narración está increíblemente bien escrita, sus descripciones nos trasladan a la oca y nos permiten vivir juntos a Juan Diego las maravillosas apariciones. “Era sábado, muy de madrugada, y venía en pos del culto divino y de sus mandados. Al llegar junto al cerrillo llamado Tepeyac amanecía y oyó cantar arriba del cerrillo: semejaba canto de varios pájaros; callaban a ratos las voces e los cantores; y parecía que el monte les respondía. Su canto, muy suave y deleitoso, sobrepujaba al del Coyoltotle y del Tzinizcan y de otros lindos que cantan”. “El salió y se vino triste; porque de ninguna manera se realizó su mensaje”. Y, por el fin el milagro: “Desenvolvió luego su blanca manta, pues tenía en su regazo las flores: y así que se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla, se dibujó en ella y apareció de repente la preciosa imagen de la Siempre Virgen María, Madre de Dios de la manera que está y se guarda hoy en su templo del Tepeyac, que se nombra Guadalupe. Luego que la vió el señor obispo, el y todos los que allí estaban se arrodillaron; mucho la admiraron; se levantaron; se entristecieron y acongojaron, mostrando que la contemplaron con el corazón y con el pensamiento”. EL MILAGRO GUADALUPANO A) Personajes que intervinieron: Juan Diego Fray Juan Zumárraga (Primer obispo de México). Juan Bernardino. (Tió de Juan Diego a quién la Santisima Virgen curó) B) Fueron cinco las apariciones: Cuatro a Juan Diego. Una a Juan Bernardino C) Se realizaron entre los días 9 y 12 de Diciembre de 1531, en el cerro del Tepeyac. D) La Santísima Virgen nos vino a enseñar estas verdades fundamentales: 1. – QUE ELLA ES LA MADRE DE DIOS. – “Sábete y ten entendido que yo soy... Madre del verdadero Dios, por quien se vive”. 2. – QUE SU VIRGINIDAD ES PERPETUA: “Yo soy la siempre Virgen Santa María...” 1. – QUE ES TAMBIEN MADRE DE TODOS LOS HOMBRES. – Para eso pide que se le erija un templo: “...Para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa... a ti y a todos vosotros juntos los moradores de esta tierra y a los demás amadores míos que me invoquen y en mí confíen, oír allí sus lamentos y remediar todas sus miserias, penas y dolores...” Dic. 9. – San Diego Cuauthtlatoatzin. – Nació en Cuautitlán México, hacia el año de 1474 se convirtió