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Giovanni Bilivert (Florencia 1585-1644)
Angelica si cela a Ruggero (Angélica escondiéndose de Rogelio) - 1624
Óleo sobre lienzo, cm 182 x 200
Inv. 1890 n.° 9974
Hijo de un orfebre y pintor holandés, Jacob Janszoon Bijlevelt (1550-1603), activo en Florencia en la corte de los
Medici, Giovanni se formó en el taller de Alessandro Casolani en Siena. Más tarde trabajó en el de Cigoli, al que
acompañó a Roma en 1604, donde había sido encargado por el Papa Clemente VIII de pintar dos retablos para las
basílicas de San Pedro de san Paulo, y donde permanecieron hasta 1608. En la ciudad papal Bilivert también recibió
una encarga por su cuenta, entre 1606 y 1607: un Martirio de San Calixto para la iglesiecita de los Benedictinos de
Santa María en Trastevere.
De regreso a Florencia, a partir de 1609 Giovanni entró como diseñador en el taller de piedras duras del Gran Ducado,
bajo la dirección de Matteo Nigetti, donde permaneció hasta 1621. En el transcurso de la segunda década trabajó para
Cristina de Lorena y los cadetes de la familia del Gran Ducado, a saber: para el cardenal Giovan Carlo de' Medici, a
quien también entregó el gran lienzo con La castità di Giuseppe (La Castidad de José), ahora en la Galería Uffizi, y para
Don Roberto.
En el transcurso de la tercera década del siglo fue cuando realizó sus mejores pinturas: L'Angelo rifiuta i doni del
vecchio Tobia e del suo figliolo (El Ángel rechaza los dones del viejo Tobías y de su hijo), firmado y fechado en 1622
(Galería Palatina) y Lucrezia Romana minacciata da Tarquinio (Lucrecia Romana amenazada por Tarquino) (Roma,
Pinacoteca de la Academia de San Lucas).
Unos años más tarde, en 1624, está fechada esta Angelica si cela a Ruggero degli Uffizi (Angélica escondiéndose de
Rogelio), que se encuentra en la Galería Uffizi, una de las varias versiones autógrafas de calidad realizadas a partir del
original conservado en la Galería Palatina, de acuerdo con el éxito que tuvieron los temas épicos de Ariosto en el arte
barroco. El episodio (Orlando Furioso, final del canto X – inicio del canto XI) muestra Rogelio desarmándose para
poseer a Angélica, quien, desnuda, se traga el anillo mágico de la invisibilidad. Este lienzo pertenece a una serie de
pinturas inspiradas no sólo por los poemas de Ariosto, sino también de Tasso y de las Metamorfosis de Ovidio,
encargada por el cardenal Giovan Carlo para el Casino de los Medici en San Marco.
Dentro de este ciclo, cuyos temas elegidos, aunque profanos, fueron tratados de tal manera a facilitar una
interpretación moralizada, este episodio se propone como un ejemplo de la locura causada por la pasión y el vicio.
La pintura, sobre lienzo, fue clavada durante una restauración de antigua a los bordes exteriores de un bastidor, que
ha sufrido varias deformaciones a lo largo del tiempo, por lo que es preciso intervenir sustituyendo el bastidor con
uno nuevo y, después de reforzar los bordes de la obra con bandas, volviendo a colocarlo en su sitio actuando de
manera que se adhiera a la parte trasera de la estructura.
Francesca de Luca
Estatua de Deméter
Inv. 1914 n.° 276
Marmol negro (cuerpo) y mármol de Paros (cabeza, pies y manos); alt. 1,93
m
Finales del siglo I – principios del siglo II d.C. a partir de un original del IV
siglo a.C.
Florencia, Galería Uffizi
La elegante estatua femenina representa a Deméter, diosa de la fertilidad relacionada, junto con su hija Kore, con los
ritos mistéricos de la ciudad de Eleusis y con el ciclo de la vida y de la muerte. Realizada a partir de raro y precioso
mármol negro, probablemente extraído en las canteras de Cabo Matapan, en el Peloponeso, es probable que
inicialmente Deméter sustentara en sus manos sus atributos tradicionales, es decir: en la izquierda, un haz de espigas
y amapolas y, en la derecha, una antorcha. La diosa está velada y lleva una diadema, decorada en relieve con una
corona de espigas, mientras que su cuerpo está envuelto en un vestido largo y negro, cuyo drapeado articulado
muestra afinidades con estatuillas femeninas del siglo IV aC que se hallaron en santuarios de Grecia en el ámbito
demetríaco.
Replicada entre finales del siglo I y principios del siglo II dC, tal vez a partir de un original de bronce griego, la estatua
estaba destinada al culto, como se deduce de su monumentalidad. Singular es el uso de mármol negro para realizar el
vestido: es posible que haya sido elegido para fines puramente decorativos o como referencia al luto de la diosa, que
se ve obligada a separarse de su hija Kore, a su vez destinada a vivir en el Infierno subterráneo durante seis meses al
año. Después de haberse traído a Florencia desde Roma ya en 1569, a lo largo de los siglos la escultura cambió a
menudo su ubicación: en el siglo XVIII se recuerda su presencia en el Corredor de la Galería Uffizi; en 1794 fue
entregada al llamado Scrittoio delle R. R. Fabbriche y a continuación se trasladó a la Villa Medici en Poggio Imperiale;
finalmente, en 1870, regresó a la Galería, donde fue colocada en el tercer Corredor.
La obra, sin duda uno de los puntos focales del primer Corredor, no fue objeto de restauraciones en el transcurso de
los últimos decenios. Muestra evidentes capas de depósitos incoherentes que oscurecen la superficie de la obra, lo
que compromete la calidad estética de la misma. Incluso los estucados muestran signos evidentes del paso del
tiempo, habiendo tomado una coloración amarillenta que marca las partes de integración con respecto a las antiguas.
Es de esperar una restauración que permitiría recuperar una escultura famosa del museo de estatuas de los Medici,
restituyendo así al disfrute público uno de los ejemplos esculturales mejor conservados de mármol colorado presentes
en los museos italianos.
Fabrizio Paolucci
Ministero dei beni e delle attività culturali e del turismo
(Ministerio del Patrimonio y las Actividades Cultura y de Turismo)
DIRECCION GENERAL ESPECIAL DEL PATRIMONIO HISTÓRICO, ARTÍSTICO Y ETNOANTROPOLÓGICO
Y DEL CIRCUITO DE MUSEOS DE LA CIUDAD DE FLORENCIA
Proyecto de restauración
Maestro de la Sant’Agata
Madonna con el Niño - 1260 aprox.
Temple sobre madera, cm 98 x 60
Florencia, Galería Uffizi, Sala de Giotto y del siglo XIII,
inv. 1890 n.° 9213
Se desconoce la procedencia original de esta pintura, que forma parte de la colección del anticuario Luigi Pisa de
Fiesole y donada a las Galerías de Florencia en 1948. Se trata del compartimiento central de un tabernáculo, del que
en la actualidad resultan desaparecidas las puertas laterales. La pintura está considerada como la obra de un pintor
activo en Florencia en el tercer cuarto del siglo XIII, en los pasos de Coppo di Marcovaldo, convencionalmente llamado
el “Maestro della Sant’Agata”, debido a que su nombre coincide con la autoria de la tabla con Sant'Agata, que hoy se
conserva en el Museo dell'Opera del Duomo en Florencia. Dicha tabla, restaurada en 1936 por Pietro Sanpaolesi, está
empañada por las partículas atmosféricas y por una pintura que se ha ido oscureciendo mucho a lo largo del tiempo.
Los retoques de pintura están alterados y una parte de ellos están aplicados directamente sobre la superficie de la
madera. Gran parte de la hoja de plata que cubría el fondo se ha perdido.
Intervención de restauración
Soporte de madera: desinfectación en atmósfera controlada
Superficie pictórica: consolidación, limpieza, estucado, retoque reversible de la pintura
2.10.2013
Daniela Parenti
DIRECCIÓN GENERAL ESPECIAL DEL PATRIMONIO HISTÓRICO, ARTÍSTICO Y ETNOANTROPOLÓGICO
Y DEL CIRCUITO DE MUSEOS DE LA CIUDAD DE FLORENCIA
Via della Ninna 5, 50122 Florencia – TELF. 055-23885 – FAX 055-2388699
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