1. El perdón nos libera

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TEMA:
1. El perdón nos libera
Aplicación: Perdón y Reconciliación
HECHOS:
Perdonar es un proceso que no siempre es fácil. Cuando somos heridos, cuando nos han hecho un mal, cuando hemos
sido traicionados o nos han juzgado mal. Quisiéramos defendernos y tomar la justicia en nuestras manos.
La palabra perdón qué significa: “No tener en cuenta la ofensa o falta que otro ha cometido, librar a alguien de una obligación o castigo, renunciar a un derecho, goce o disfrute”.
Existe un detalle importante que debemos tener presente
cuando decidimos perdonar y ese detalle es el siguiente: al
perdonar es posible que esa persona o personas que resolvemos perdonar, jamás cambien su forma de ser, sus actitudes
y puede ser que ni siquiera reconozca la herida o el daño que
han producido. Pero aunque esto llegara a pasarte, eso no
debe detenerte ni frenarte para que perdones ya que entonces, el problema viene siendo de esa persona, no tuyo.
Perdonar no quiere decir que sigas siendo el mismo con esa
persona que te causó el daño o que le vayas a tener la misma confianza. Perdonar no significa que vas a tolerar los
abusos o maltratos de nadie, ni que vas a permitir que te
falten el respeto. Perdonar quiere decir que vas a dejar de
estar resentido(a) y que no quieres llevar más esa carga que es tan pesada y no es tuya. Significa que
vas a dejar la justicia en las manos de Dios o como dicen las escrituras: “que lo que el hombre sembró,
eso cosechará”.
Son tantas las veces que ofendemos a Dios y le fallamos y sin embargo el decide absolvernos por amor.
El borras nuestras culpas y las echa a lo más profundo de la mar. Que cuando oramos decimos: “padre
perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
MÁXIMA:
“Soportándose unos a otros, y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro.
De la manera que Cristo os perdono, así también hacedlo vosotros,
sobre todo vestíos de amor, que es el vinculo perfecto”. (Colosenses 3:13-14)
COMPROMISO:
Hoy experimentaré el perdón, haré las pases con alguien que me lastimó para que pueda recibir todas
las bendiciones que están detenidas porque no he podido ejecutar el perdón.
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TEMA:
2. El evangelio
Aplicación: Perdón y Reconciliación
HECHOS:
11° Domingo Ordinario Ciclo C
San Lucas 7, 36; 8, 3
Sus pecados le han quedado perdonados,
porque ha amado mucho.
Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en
la casa y se sentó a la mesa.
Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al
enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del
fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus
cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: “Si
este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que
lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!”.
Pero Jesús le dijo: “Simón, tengo algo que decirte”. “Di,
Maestro!”, respondió él. “Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la
deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?”.
Simón contestó: “Pienso que aquel a quien perdonó más”. Jesús le dijo: “Has juzgado bien”. Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: “¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre
mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me besaste; ella,
en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume
sobre mis pies.
Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor”. Después dijo a la mujer: “Tus pecados te son perdonados”.
Los invitados pensaron: “¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?”. Pero Jesús
dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”.
Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino
de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa
de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.
MÁXIMA:
“Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa”.
COMPROMISO: Acerquémonos a la reconciliación. Dios en su infinita misericordia nos perdonará.
Frases para recordar:
Errar es humano, perdonar es algo divino.
Sólo aquel que es demasiado fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.
Nunca es bueno negarle a otro una nueva oportunidad, porque nos negamos la posibilidad de ser mejores personas.
“Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra”. Jesús
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TEMA:
3. El beso de la vida
Aplicación: Perdón y Reconciliación
HECHOS:
Durante la invasión de Napoleón
a Rusia, sus tropas luchaban en
un pequeño pueblo, en esa tierra
con invierno sin fin, cuando él se
separó accidentalmente de sus
hombres. Un grupo de cosacos
rusos lo vio y empezaron a perseguirlo, Napoleón corrió por su
vida, entró en una tienda y dijo
al dueño: -¡Sálveme, sálveme! .
– Ocúltese aquí entre este
montón de pieles.Apenas se escondió entraron los
cosacos destruyendo la tienda
tratando de encontrar a Napoleón, no lo encontraron y vencidos se fueron.
Después de un tiempo, Napoleón
salió cuando sus guardias entraron. El dueño de la tienda se dirige a Napoleón. – Discúlpeme por hacer esta pregunta, pero, ¿qué sintió
estando escondido, sabiendo que el momento siguiente con seguridad sería el último?- Napoleón enfurecido ordena: Guardias, apresen a este hombre atrevido, véndenle los ojos y ejecútenlo. ¡Yo mismo
daré la orden para que disparen! Los guardias lo apresaron, lo colocaron contra la pared y le vendaron
los ojos. Escuchó que Napoleón ordenaba : “Preparen…apunten..” En ese momento al tendero lo embargó un sentimiento que no pudo describir y las lágrimas rodaron por sus mejillas. Después de un silencio, Napoleón se acercó, le quitó la venda y le dijo: - Ahora lo sabes-.
MENSAJE:
Algunas personas piensan que para mostrar misericordia debemos ignorar la verdad.”Hagamos de cuenta que no pasó nada” El perdón llega a ser un juego mental. Pensamos que cuando decimos “lo siento”
se anula lo que realmente ocurrió, que ya no es necesario tratar con el hecho; simplemente se sigue de
ahí en adelante. Dios ha hecho precisamente eso en el plan de salvación. Ha mostrado misericordia a
nuestro mundo caído al darnos a su Hijo; y al darlo, también proclamó la verdad inobjetable acerca del
problema del pecado. En el Hijo de Dios, “la justicia y la paz se besaron” - ¡el beso de la vida! No es un
juego mental, es genuino y alcanzable; no requerimos que nos lleven al paredón en un intento de fusilarnos como lo hizo Napoleón, para comprobarlo. Dios desea que confesemos nuestros pecados para
que podamos afrontar la realidad directamente, nos aconseja, nos conduce a un nuevo esquema social
y a una mejor manera de vivir. Comprendámoslo.
MÁXIMA:
La reconciliación y el perdón instrumentos de paz.
COMPROMISO: Usaré la expresión “lo siento” en comunicación con Dios.
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4. La historia de la bolsa de papas
Aplicación: Perdón y Reconciliación
HECHOS:
En una escuela el profesor quería enseñarles a sus alumnos
sobre lo negativo que es el resentimiento y había pedido que
llevaran varias papas y una bolsa de plástico. En clase se elegía una papa por cada persona a la que se le guardase resentimiento. Escribieron su nombre en ella y la pusieron dentro de
la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.
El ejercicio consistía en que durante una semana llevaran a
todos lados, sin separarse nunca, esa bolsa de papas. Naturalmente la condición de las papas se iría deteriorando con el
tiempo.
El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento mostró
claramente que es un peso espiritual el que se carga a diario.
Además, por poner más atención en la bolsa para no olvidarla,
se desatendían cosas que eran más importantes para mí.
Todos tenían papas pudriéndose en su "mochila" sentimental.
Los alumnos se dieron cuenta que cuando se le daba demasiada importancia a las promesas no cumplidas se llenaban de
resentimiento, aumentaba su stress, no dormían bien y su
atención se dispersaba.
Cuando llegó el día de tirar esas papas fue un alivio para todos los alumnos. Así, el perdonar nos libera de un peso muerto y nos llena de paz y calma. Este ejercicio fue una gran
metáfora de lo costoso que es mantener a diario el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse.
Para Pensar
La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando y nos ata a las personas con el resentimiento, nos tiene encadenados.
Podríamos descubrir que en el fondo hay orgullo y presunción al creernos mejores que los demás, quienes no
“merecen” nuestro perdón.
Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los verdaderos beneficiados somos nosotros mismos.
No significa que estemos de acuerdo con lo que pasó, ni que lo aprobemos. Perdonar no significa darle la
razón a alguien que cometió una falta lastimándonos. El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó y no
darle demasiada importancia. A fin de cuentas, es un acto de humildad al no darnos demasiada importancia.
El perdón es una expresión de amor que nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. Cristo nos enseña desde la Cruz a perdonar y disculpar.
MÁXIMA:
“Perdonar es el valor de los valientes”.
“Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar”.
Mahatma Gandhi
COMPROMISO:
El perdón será verdadero y sincero si proviene de nuestro amor a Dios. Y una manera de dárselo es perdonando y amando a los demás, dar un perdón que no solo salga de tu boca sino también de tu corazón.
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TEMA:
5. Leonardo Da Vinci
Aplicación: Perdón y Reconciliación
HECHOS:
“….Mientras Leonardo da Vinci pintaba
La Última Cena, se enfadó con cierto
hombre, perdió los estribos y le dirigió
unas palabras hirientes”.
Al reanudar su tarea, intentó pintar el
rostro de Jesús, pero como estaba tan
enojado no logró serenarse para realizar
esa labor con la necesaria minuciosidad.
Finalmente, soltó los pinceles y buscó al
hombre con el que se había enemistado
y le pidió perdón. Este lo perdonó y Leonardo se puso manos a la obra y pudo
terminar el rostro de Jesús.
Es difícil estar enojado con alguien cuando se contempla el rostro de Jesucristo.
Si guardamos rencores y no perdonamos es porque perdemos de vista al Señor….”
MÁXIMA:
“Es difícil estar enojado con alguien cuando se contempla el rostro de Jesucristo”.
COMPROMISO:
Hoy le pediré a Dios que sane mis heridas.
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