Capítulo 19. ¿Damos voz a las emociones?

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VICENTE MELLADO JIMÉNEZ
LORENZO J. BLANCO NIETO
ANA BELÉN BORRACHERO CORTÉS
JANETH A. CÁRDENAS LIZARAZO
LAS EMOCIONES EN
LA ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE
DE LAS CIENCIAS Y
LAS MATEMÁTICAS
VOLUMEN II
Vicente Mellado Jiménez
Lorenzo J. Blanco Nieto
Ana Belén Borrachero Cortés
Janeth A. Cárdenas Lizarazo
Edita:
Grupo de Investigación DEPROFE
ISBN: 978-84-15090-10-6
Depósito Legal: BA-490-2012
Impreso en España - Printed in Spain
Impresión:
Indugrafic Artes Gráficas S. L.
Tel. 924 24-07-00
Agradecimientos: Este libro ha sido financiado por los Proyectos de Investigación EDU2009-12864 y
EDU2010-18350 del Ministerio de Ciencia e Innovación, y EDU2012-34140 del Ministerio de Economía y
Competitividad del Gobierno de España, por el Gobierno de Extremadura, por el Grupo de
Investigación DEPROFE, por el Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y
Matemáticas, por la Universidad de Extremadura y por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Vicente Mellado Jiménez y Lorenzo J. Blanco Nieto ................................. vii
VOLUMEN I:
PRIMERA PARTE: LAS EMOCIONES DESDE LA PSICOLOGÍA ................... 1
Capítulo 1. Emociones: del olvido a la centralidad en la explicación del
comportamiento.
Mª Antonia Manassero Más ............................................................................ 3
Capítulo 2. Riesgos psicosociales, estrés laboral y Burnout en la actividad
docente.
Pedro R. Gil Monte .......................................................................................... 19
SEGUNDA PARTE: LAS EMOCIONES EN LA ENSEÑANZA Y EL
APRENDIZAJE DE LAS MATEMÁTICAS .................................................. 43
Capítulo 3. Desencadenantes del estrés y emociones en docentes de
matemáticas de secundaria. Estudio realizado con una escala de elaboración
propia.
Rosa Gómez del Amo, Lorenzo J. Blanco Nieto, Janeth A. Cárdenas
Lizarazo y Eloísa Guerrero Barona .............................................................. 45
Capítulo 4. Resolución de problemas de matemáticas y evaluación: aspectos
afectivos y cognitivos.
Janeth A. Cárdenas Lizarazo, Lorenzo J. Blanco Nieto, Rosa Gómez
del Amo y Eloisa Guerrero Barona .............................................................. 67
Capítulo 5. Emociones ante el uso de las TIC en Educación.
Luis M. Casas García, Ricardo Luengo González y Antonio Manuel
Maldonado Miranda ....................................................................................... 89
Capítulo 6. La dimensión emocional ante la solución de problemas de
matemáticas en estudiantes con dificultades de aprendizaje.
Raúl Tárraga Mínguez, Mª Inmaculada Fernández Andrés y Gemma
Pastor Cerezuela ............................................................................................ 103
iv
Índice
Capítulo 7. La resolución de problemas y el dominio afectivo: un estudio con
futuros profesores de matemáticas de secundaria.
Juan Pino Ceballos ........................................................................................ 117
Capítulo 8. Tratamiento de la ansiedad hacia las matemáticas. Una
experiencia formativa con futuros profesionales de la educación.
Concha Iriarte Redín, Marta Benavides Rojas y María José
Guzmán Suárez .............................................................................................. 149
Capítulo 9. Perfil motivacional y rendimiento académico en matemáticas de
alumnos de educación secundaria. Un examen con el PALS (Patterns of
Adaptive Learning Scales).
Mª Carmen González Torres y Fermín Torrado Montalvo ...................... 177
Capítulo 10. Influencia del dominio afectivo en el aprendizaje de las
matemáticas.
Santiago Hidalgo Alfonso, Ana Maroto Sáez, Tomás Ortega del
Rincón y Andrés Palacios Picos ................................................................... 217
VOLUMEN II
TERCERA PARTE: LAS EMOCIONES EN LA ENSEÑANZA Y EL
APRENDIZAJE DE LAS CIENCIAS Y LA TECNOLOGÍA .................... 243
Capítulo 11. La educación científica y los factores afectivos relacionados con la
ciencia y tecnología.
Ángel Vázquez Alonso ................................................................................ 245
Capítulo 12. El aspecto afectivo en la enseñanza universitaria. Cómo cinco
profesores enseñan el enlace químico en la materia condensada.
Andoni Garritz Ruiz y Norma Angélica Ortega-Villar ............................ 279
Capítulo 13. La química ¿emociona?
Mercè Izquierdo Aymerich ......................................................................... 307
Capítulo 14. Relación entre las emociones sobre el aprendizaje y la enseñanza
de las ciencias en la formación inicial del profesorado de primaria.
María Brígido Mero, Mª del Carmen Conde Núñez y Mª Luisa
Bermejo García ............................................................................................... 329
Capítulo 15. Estudio longitudinal sobre las emociones y actitudes del
alumnado de Maestro del Grado en Educación Primaria ante la enseñanza
de ciencias experimentales.
Mª Jesús Fernández Sánchez, María Brígido Mero y Ana Belén
Borrachero Cortés ......................................................................................... 351
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
Capítulo 16. Diferencias en las emociones como estudiante y docente de
asignaturas de ciencias de secundaria.
Ana Belén Borrachero Cortés, Emilio Costillo Borrego y Lina Viviana
Melo Niño ....................................................................................................... 373
Capítulo 17. Emociones y autoeficacia de profesores de secundaria en
formación ante la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias.
Emilio Costillo Borrego, Javier Cubero Juánez y Florentina
Cañada Cañada .............................................................................................. 395
Capítulo 18. Las emociones en las metáforas personales de futuros profesores
de Ciencias, de Economía y de Psicopedagogía.
Lucía Mellado Bermejo, María Luisa Bermejo García, Mª Isabel
Fajardo Caldera y Mª Rosa Luengo González .......................................... 417
Capítulo 19. ¿Damos voz a las emociones? Evaluación de programas de
educación ambiental basada en el recuerdo.
Mª del Carmen García Rodríguez, Rut Jiménez Liso y Esther
Prados Megías ................................................................................................ 439
Capítulo 20. Procesos metacognitivos, afectivos y sociales en el aprendizaje de
las reacciones químicas en alumnos de tercer ciclo, en Portugal.
Cristiana María Encarnação, Roque Jiménez Pérez y Bartolomé
Vázquez Bernal ............................................................................................. 461
Capítulo 21. Percepción de las emociones en el alumnado de la asignatura de
Tecnología de Educación Secundaria Obligatoria.
García José Álvarez Gragera y José Ramón Canal Pérez ......................... 481
Capítulo 22. Estudio demoscópico de lo que sienten y piensan los niños y
adolescentes sobre la enseñanza formal de las ciencias.
Antonio Pérez Manzano y Antonio de Pro Bueno .................................... 495
Capítulo 23. El diario como elemento de cambio: construyendo el hilo.
Bartolomé Vázquez Bernal y Roque Jiménez Pérez .................................. 521
v
CAPÍTULO 19
¿DAMOS VOZ A LAS EMOCIONES?
EVALUACIÓN DE PROGRAMAS DE
EDUCACIÓN AMBIENTAL BASADA EN EL
RECUERDO
Mª DEL CARMEN GARCÍA RODRÍGUEZ. Universidad de Almería.
RUT JIMÉNEZ LISO. Universidad de Almería.
ESTHER PRADOS MEGÍAS. Universidad de Almería.
1. INTRODUCCIÓN
El diseño y la implementación de propuestas didácticas innovadoras suele
conllevar procesos de evaluación durante y al finalizar el desarrollo de las
experiencias. Estas evaluaciones suelen basarse tanto en el conocimiento aprendido
por el alumnado a través de cuestionarios, grabaciones, análisis de sus
producciones, etc., como por instrumentos autoevaluativos o elementos que
valoran el diseño por parte de las profesionales implicadas, ya sean en contextos
formales (docentes) o no formales (educadoras ambientales en nuestro caso).
En este trabajo, por una parte, nos planteamos si al realizar una evaluación
próxima a la implementación (“en directo”, durante y al finalizarla) genera que las
profesionales implicadas se centren más en aspectos organizativos, conceptuales,
instrumentales y en las dificultades de la implementación; o si por el contrario, si
dicha evaluación se realizase con cierta distancia temporal de la experiencia vivida
_________________________
García, M.C., Jiménez, R. y Prados, E. (2013). ¿Damos voz a las emociones? Evaluación de programas de
Educación Ambiental basada en el recuerdo. En V. Mellado, L.J. Blanco, A.B. Borrachero y J.A.
Cárdenas (Eds.), Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas (pp.439460). Badajoz, España: DEPROFE.
440
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
(“en diferido”) permitiría que aflorasen los “momentos clave” que recuerdan,
centrándose, sobre todo, en aspectos personales y emocionales. Es este proceso de
reflexión, autoevaluación y narración de las experiencias innovadoras “en
diferido” el que favorece que se manifiesten aquellos recuerdos, emociones y
momentos que han dejado huella para las participantes, tanto para docenteseducadoras como para estudiantes-participantes y, hacen posible su aprendizaje
completo, un aprendizaje basado en análisis menos tradicionales en el campo de la
Educación Ambiental (EA).
De esta forma, consideramos que los recuerdos de las participantes en
programas de EA se convierten en un valioso instrumento de evaluación para
conocer su percepción pasado un tiempo tras la ejecución de la actividad. Las
experiencias vividas son significativas si perduran con el paso del tiempo, por
tanto, las evaluaciones surgidas durante el desarrollo de las experiencias se
centrarán más en los detalles mínimos (análisis fino) que en el análisis grueso, al
que sí aluden en el recuerdo cuando narran su experiencia vivida pasados unos
meses-años (García-Rodríguez, 2011). Generalmente en ese análisis fino próximo a
la experiencia vivida, el objetivo se centra en los pequeños fracasos de una
actividad o en las insatisfacciones vividas en algunos momentos y, sin embargo, el
recuerdo suele borrar estos momentos para centrarse en los grandes logros y
grandes fracasos y en los buenos o malos momentos vividos. Por tanto, asumimos
que el aprendizaje ha de integrar su carácter emocional y lógico-formal. Ambos
aprendizajes hacen que, pasado un tiempo, la actividad sea recordada por sus
sentimientos y emociones y ello puede ayudar a la transformación en la
adquisición de actitudes y toma de conciencia, permitiendo con ello un aprendizaje
para toda la vida. Este planteamiento nos permite vincular EA con aprendizaje
emocional, cuestión que se pone de relevancia en los últimos avances e
investigaciones de diversas áreas de la psicología, la neurociencia, la educación, la
salud, las ciencias, las matemáticas, la filosofía, etc.
Por otra parte, las propuestas de innovación, ya surjan desde la investigación
(up-bottom), de las propias docentes (bottom-up) o de forma conjunta, suelen
recibir una buena aceptación por quienes la ejecutan. Sin embargo, no todas las
experiencias de innovación se mantienen en el tiempo, a menudo, desaparecen
cuando dejan de ser novedosas. La clave de este abandono tiene que estar en los
logros que pasan desapercibidos por el profesorado ya sean las herramientas
explicativas, habilidades, procesos o saberes actitudinales que aprende el
alumnado, o las emociones que han vivido durante la innovación.
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
441
Permitir que afloren los recuerdos a través de relatos, narraciones o biografías
(con distancia temporal), puede ayudarles a tomar conciencia de todos aquellos
recursos emocionales, actitudinales y reflexivos que han ocurrido durante el
proceso, y permitir con ello adoptar anclajes que favorezcan una innovación
duradera en el tiempo. En este sentido, los relatos no son copias de los sucesos
ocurridos sino que son reconstrucciones, creaciones como señala Bruner (1997)
indicando que “las historias se crean, no se encuentran en el mundo”.
En este capítulo damos voz a los recuerdos de tres educadoras ambientales, dos
de ellas en contexto formal de educación (infantil y primaria) pasados más de dos
años de la implementación de dos propuestas de EA relacionada con la eficiencia
energética. El objetivo de este trabajo no será la evaluación de las
implementaciones de esas propuestas sino que esto será una excusa para
evidenciar cómo a través de sus narraciones, se manifiestan recuerdos y
emociones, que sirven de anclajes perdurables y duraderos en el ejercicio de su
profesión y en la implementación de programas de EA desde una perspectiva más
humanista.
2. ¡UY! SE NOS OLVIDARON LAS EMOCIONES.
Cuando en la Ley orgánica de Educación (BOE 4 de mayo de 2006) y en los
reales decretos de enseñanzas mínimas se destacan por primera vez las ocho
competencias básicas 1 como uno de los componentes del currículo de manera
normativa, pareció deslizarse no solo la prioridad que se le debe conceder (quizás
en el orden) sino también la ausencia explícita de relación de las competencias
básicas con alguna de las inteligencias descritas por Gardner 2 (2001), en particular,
con el desarrollo de la inteligencia emocional, o la existencial y naturalista que hace
referencia explícita a la conciencia ecológica que permite la conservación del
entorno (Bisquerra, 2003).
Que la educación formal y, por contagio, la no formal concede mayor
importancia a los aspectos conceptuales frente a los procedimentales está
ampliamente descrito por diferentes autores (De Pro, 2011; García-Barros y
Martínez-Mondelo, 2003). Si poco énfasis se pone en lo procesal ni qué decir tiene
de lo actitudinal y lo afectivo. Este divorcio entre lo conceptual y lo procedimentalemocional también se percibe en la educación científica y ambiental (Cachapuz,
2011) y una muestra de ello puede ser la ingente cantidad de investigaciones sobre
1Competencia
en comunicación lingüística; matemática; en el conocimiento y la interacción con el
mundo físico; en el tratamiento de la información y competencia digital; social y ciudadana; cultural y
artística; para aprender a aprender y autonomía e iniciativa personal.
2Inteligencia lingüística; lógica-matemática; espacial; musical; corporal cenestésica; intrapersonal;
interpersonal, existencial y naturalista.
442
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
concepciones del alumnado, de docentes, etc., que aparecen en las revistas de
impacto en contraposición a la incipiente línea de investigación sobre educación
científica y emociones (Brígido, Bermejo, Conde y Mellado, 2010) al que este libro
quiere contribuir.
En nuestro trabajo, la necesidad de tomar conciencia de lo emocional en el
proceso de enseñanza-aprendizaje surge de la vinculación irremediable que tiene
en la EA. Si situamos la EA en el paradigma de la complejidad (Bonil y Pujol, 2005;
citado por Soler y Sanmartí, 2010) “para favorecer la capacidad de la ciudadanía
para pensar, sentir y actuar en una sociedad democrática y global”. Asumimos que
la EA se mueve “dentro de escenarios complejos, cambiantes y contradictorios, y se
enfrenta a múltiples problemas que no pueden resolverse mediante la aplicación
de reglas, técnicas o procedimientos rutinarios, mecánicos e irreflexivos” (Rojas,
Quintero y Aneízar, 2003) y precisa de un contagio en las formas de posicionarse,
de reflexionar y de actuar que difícilmente se van a desarrollar si sólo nos
centramos en aspectos conceptuales o, incluso, procedimentales. Por tanto, la EA
no puede desligarse de la educación emocional, sino que debe tratarse como uno
de los ejes principales de ésta. Para ello, fundamentamos nuestro trabajo de
investigación en la educación emocional, en las teorías sobre las emociones, la
inteligencia emocional y las competencias emocionales, como estrategias para
alcanzar las competencias básicas para la vida y el aprendizaje significativo,
logrando comprender la importancia de los aspectos afectivos en el proceso
enseñanza-aprendizaje.
Actualmente podemos decir que la inteligencia es un concepto problemático,
difícil de definir, y que aún sigue abierto el debate sobre su multiplicidad. Para
llegar a conocer cómo funciona nuestro cerebro y cómo evoluciona su estructura
podríamos remitirnos a los trabajos de Darwin como el Origen de las especies y la
Expresión de las emociones en los animales y en el hombre, para conocer las
normas conductuales. Ambas teorías, tanto la naturalista como la conductual, nos
inducen a pensar que las emociones tienen mucho que ver con el aprendizaje en
general y con la adquisición de comportamientos respetuosos con el medio, en
particular. Según Chóliz (1995):
Hoy en día no puede entenderse la conducta en ausencia de los aspectos
biológicos y evolutivos, como de aspectos socioculturales, así como es
inconcebible comprender los cambios y el equilibrio biológico sin hacer
referencia a las influencias del comportamiento (para muestra compréndase la
influencia del comportamiento humano en la extinción de especies, aumento
del agujero de la capa de ozono, efecto invernadero, o cambio climático debido
a la emisión de CO2).
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
443
Por ello, debemos comprender que el comportamiento humano tiene mucho
que ver con la problemática ambiental que acontece en nuestros días y debemos
buscar soluciones innovadoras en la dimensión afectiva del aprendizaje,
fundamental para todo tipo de interacción humana y crucial en el aprendizaje de
conductas respetuosas con el medio que nos rodea. Apoyándonos en numerosos
autores y en la neurociencia, reconocemos la importancia del input emocional en la
toma de decisiones, considerando que las emociones son tan relevantes como la
razón y que ahora conocemos mejor cómo funciona nuestro cerebro (Cachapuz,
2011).
El zeigeist o revolución emocional (Bisquerra, 2003) se inicia a finales del siglo
XX con autores como Goleman (1996) que hace que el mundo de las emociones sea
conocido por millones de personas a través de su best seller “Inteligencia
emocional”. Muchos autores antes que él, trabajaron este aspecto, profundizando
en el conocimiento del proceso cognitivo del sujeto, cómo aprenden las personas a
partir de la combinación de habilidades emocionales y racionales. Como señala
Bisquerra (2003), Payne (1986) en su tesis A study of emotion: developing emotional
inteligence, plantea el dualismo emoción-razón y realiza propuestas educativas para
trabajar en las escuelas el aprendizaje emocional del alumnado. Desde el
planteamiento que venimos exponiendo, también este proceso de aprendizaje
emocional debe tenerse en cuenta en el proceso de enseñanza-aprendizaje que
desarrollan docentes y educadoras ambientales a la hora de implementar
programas de actividades innovadores.
3.
EVALUANDO
RECUERDOS.
LOS
PROCESOS
DE
INNOVACIÓN
DESDE
LOS
Estos procesos innovadores requieren construir y proponer instrumentos o
estrategias para su evaluación en la EA (Gutiérrez, Benayas y Calvo, 2006) como
destaca la estrategia número siete del documento del Decenio de la Educación para
el Desarrollo Sostenible 2005-2014 (UNESCO, 2004), donde se comenta la necesidad
de implantar sistemas de seguimiento y evaluación para poder analizar las
dimensiones y viabilidad de los planes y programas implementados.
Como hemos indicado en la introducción, los instrumentos para saber si una
innovación didáctica ha funcionado o no, suelen estar centrados en el alumnado
(satisfacción, aprendizaje, etc.) y suelen realizarse durante e inmediatamente
después de la implementación. Sin embargo, para medir el éxito de una propuesta
innovadora también hay que tener en cuenta el proceso vivido por quien
implementa la propuesta, es decir, educadoras ambientales (o docentes en el caso
de la educación formal). De nuevo, la evaluación o autoevaluación, en muchos
casos, suele realizarse de manera inmediata a la realización de la propuesta. En
444
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
este trabajo, queremos dar voz a los recuerdos de tres participantes en dos
proyectos de EA sobre eficiencia energética, transcurridos dos o tres años de la
implementación, para ver si la distancia temporal permite que afloren significados
emocionales, y por tanto, los momentos significativos revividos, aquellos que
pueden dar claves sobre cómo hacer que las innovaciones sean permanentes en el
tiempo.
Los procesos innovadores que proponemos tienen validez y credibilidad,
puesto que el enfoque de investigación nos permite profundizar, interpretar y
conocer a partir de los relatos de las participantes de los programas, su
comportamiento o forma de enfrentarse a los problemas en el proceso de
aprendizaje-enseñanza, permitiéndonos construir conocimiento en la EA, así como
estrategias para fomentar la evaluación de los procesos. Por tanto, la investigación
de los problemas socioambientales desde la narrativa o investigación cualitativa,
nos permite afrontar las dificultades de la metodología convencional, sin
limitarnos en la recolección y análisis de datos. Posicionándonos dentro del
paradigma cualitativo y generando-construyendo conocimiento colectivo,
haciendo de esta práctica algo más accesible, natural o democrático. Contar las
propias vivencias y “leer” (en el sentido de “interpretar”) dichos hechos y acciones,
a la luz de las historias que los actores narran, se convierte en una perspectiva
peculiar de investigación como sugiere Bolívar (2002).
En nuestra propuesta destacamos la diferencia entre los enfoques de
investigación para comprender las experiencias vividas por educadoras
ambientales y docentes. A partir de la lectura y análisis de sus relatos
interpretamos si son significativas y si han influido en su preocupación y cambio
de comportamiento para alcanzar una protección efectiva del medio ambiente. La
revisión de sus relatos nos permite obtener conclusiones de sus motivaciones,
intereses, intenciones, actitudes y observar cambios en su conducta en futuras
propuestas educativas. Para ello, tomamos con referencia el trabajo de Chawla
(1988) quien evaluó la repercusión de las experiencias de vida significativas en la
EA para entender cómo las personas aprenden a partir de la combinación de
habilidades emocionales y racionales. Siguiendo a esta autora:
La EA siempre ha tenido dos caras: una que hace hincapié en el conocimiento
científico y las soluciones técnicas o de gestión de problemas ambientales, y
otro que trata de inculcar un sentido de cuidado y responsabilidad por la tierra
entre la población general. Estos corresponden a dos partes de nuestra
naturaleza humana: nuestra unidad racional de conocer el mundo, por pura
satisfacción de los descubrimientos y con el fin de adaptarla a nuestros fines y
necesidad emocional de identificación y afiliación a la tierra...
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
445
En palabras de Cobb (1977, citado por Chawla, 1988), una de las primeras
personas en estudiar el significado de experiencias de la infancia en la naturaleza a
través del curso de la vida, nuestra meta es la madurez para vivir y trabajar en el
mundo con una “inteligencia compasiva” que combina una profunda
identificación con la naturaleza y el conocimiento de sus procesos (Chawla, 1988).
Nos apoyamos en investigaciones cualitativas basadas en los recuerdos de
ejecutoras de los programas, la validez de la memoria autobiográfica está
argumentada por diversos autores, siendo la memoria el medio que selecciona e
interpreta los acontecimientos más significativos. Al solicitar a las tres educadoras
participantes en nuestro estudio que redactasen su experiencia vivida al
implementar los programas sobre eficiencia energética queríamos que hubiera la
suficiente distancia temporal para dar voz a sus recuerdos pues, la memoria es
plenamente consciente, se da una concatenación coherente de recuerdos, no suele
comenzar hasta los seis, siete, o a veces incluso diez años de vida. A partir de este
momento se establece una relación constante entre la importancia psíquica de un
suceso y su adherencia en la memoria, actuando selectivamente para conservar lo
esencial y olvidar lo secundario, de tal manera que una forma de valorar la
importancia de los grandes acontecimientos de nuestra vida se cifra en esa
capacidad para quedar incorporados a nuestra memoria consciente. El recuerdo
está claramente asociado al impacto de una situación vivida, como señala García
(2005). Buchanan (2007) en este sentido destaca que la memoria a largo plazo se ve
influida por la emoción experimentada durante el aprendizaje, así como por la
emoción experimentada durante la recuperación de la memoria.
4. ¿POR QUÉ LA PERSPECTIVA NARRATIVA Y EL USO DE RELATOS
BIOGRÁFICOS?
El uso de los relatos o narraciones nos permite construir y significar la
importancia de las experiencias profesionales y personales de nuestras
protagonistas, a la vez que nos dan la oportunidad de imbricar los significados y
subjetividades que estas mujeres aportan a la identidad de sus profesiones, como
constructoras de pensamiento, como transformadoras de roles profesionales y
como innovadoras en el campo del conocimiento educativo igualitario. Como
expresa Bruner (1997), mediante el pensamiento narrativo damos sentido a
nuestras vidas y a los sucesos en los que estamos involucrados integrándolos en
relatos, y de ahí que hayamos considerado éstos como instrumento significativo
para profundizar en el devenir del ejercicio de la implementación de estos
446
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
programas de EA y de cómo ello se adhiere de lo personal, emocional, político,
social…, a sabiendas de que cada educadora ambiental narra su historia desde la
subjetividad propia y en relación a sus experiencias, dando significado a una forma
de ejercer lo profesional desde lo personal y viceversa.
Siguiendo a este mismo autor, desde la perspectiva narrativa no nos interesa
ver lo que se cuenta sino cómo se cuenta, y de cómo lo contado es contextualizado
social y culturalmente influyendo medularmente en una forma de relatar, hacer y
transformar la profesión, a la vez que le dota de elementos emocionales que
configuran una forma de ejercerla. En este sentido, como señala Vázquez (2001)
cuando las personas hacemos memoria, mediante nuestro discurso sostenemos,
reproducimos, extendemos, engendramos, alteramos y transformamos nuestras
relaciones, y ello nos permite vislumbrar la importancia que el mundo emocional
adquiere en el proceso de la adquisición de conocimiento y experiencias
perdurables.
Las narraciones de experiencias son una fuente de información de interés e
importancia para recoger más información sobre la práctica de la profesión y sirve
para incorporar la percepción de los miembros de un equipo educativo a los
programas de EA. Como modo de conocimiento, el relato capta la riqueza y
detalles de los significados en los asuntos humanos (motivaciones, sentimientos,
deseos o propósitos), que no pueden ser expresados en definiciones, enunciados
actuales o proposiciones abstractas, como hace el razonamiento lógico-formal
(García, Lubián y Moreno, 2010).
Entendemos lo narrativo como una interacción entre subjetividades, un cruce
de narrativas en el que la epistemología se entrelaza con el concepto de democracia
y ética en la investigación, como cuestiones indisolubles e indivisibles a lo largo de
todo el proceso (Rivas, 2009). Así mismo, en la investigación naturalista, sobre todo
desde el punto de vista narrativo, la subjetividad es una cuestión epistemológica
relativa a la concepción de la realidad, a la forma de entender el conocimiento que
construimos y lo que afecta a las características más subjetivas de la investigación,
sin dejar fuera al sujeto que investiga (Rivas, 1990).
En este sentido, dar voz a tres personas, significa buscar diferentes caminos que
revelen la complejidad de los procesos. De ahí que las narraciones nos sirvan para
mostrar la importancia de una relación conversacional entre investigados e
investigadores, a través de la cual emergen los significados de las diferentes
experiencias (Van Manen, 2003). De igual forma, los relatos nos permiten que
consideremos sus conversaciones escritas como una forma de alcanzar significados
que imbrican a la persona con la humanidad (Kushner, 2002), a las experiencias
individuales con experiencias de colectividades.
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
447
El uso de las narraciones y la evocación de sus recuerdos, tal y como plantea
Prados (2011), conecta con la memoria de sus propios cuerpos y las situaciones
vividas, con las emociones, percepciones, sensaciones,… rescatando así la
experiencia previa, para a partir de ella desvelar cómo sus vivencias configuran un
modelo de docencia y proyectan aquello que ellos y ellas desean como
profesionales. A su vez, el uso de los relatos está considerado como una
herramienta metodológica que pone de manifiesto las relaciones que han
establecido y las estructuras en las que se han desarrollado, tanto sus procesos
formativos como sus experiencias profesionales. De esta forma, la experiencia y la
memoria del mundo social están fuertemente estructuradas, no sólo por
concepciones profundamente arraigadas y narradas en la psicología popular, sino
“por las instituciones históricamente enraizadas que una cultura elabora para
apoyarlas e inculcarlas” (Bruner, 2000).
Por otra parte, Bartlett (1932, citado por Márquez y Padua, 2011) expresa que
los esquemas de la memoria se encuentran bajo el control de una actitud afectiva.
Así una tendencia que amenace el equilibrio, individual o social, es capaz de
desorganizar la propia organización de la memoria. Por eso cuando intentamos
recordar algo lo primero que llega no es el recuerdo como tal, es un afecto, o una
actitud cargada, una emoción, un recuerdo. Al rescatar estos afectos, acto seguido
deviene una manera de relatar, es decir, una narración. Y en este sentido las
narraciones de nuestras protagonistas ponen de manifiesto, tal y como dice Rivas
(2009), la vinculación que existe entre las narraciones personales y las estructuras
sociales, políticas, culturales, institucionales, etc., que caracterizan al ámbito
educativo. De esta forma narrar se convierte en un modo de acceder a un mundo
complejo de significados al igual que al mundo personal de quien narra.
Decidimos también el uso de sus relatos porque éstos no son copias de los
sucesos ocurridos sino como apuntábamos anteriormente, son reconstrucciones,
creaciones,…y ello nos permite vincular las creencias con la experiencia, y de esta
forma, cada educadora ambiental puede construir y significar su propio proceso,
desvelando desde ahí cuestiones que ayuden a comprender las necesidades
formativas y profesionales que se demandan. De ahí que, tal y como dicen
Connelly y Clandinin (1995), la complejidad de la narrativa incluye que una misma
persona al mismo tiempo vive, explica, re-explica y revive esas historias, dando
sentido a su práctica y al modo en la que la ejerce.
A través del uso de la narración de su experiencia, las educadoras van dando
sentido y significado a su trabajo, ya que la narración modela no sólo un mundo,
sino también las mentes que intentan darle su significado (Bruner, 2003). De ahí,
que esta propuesta de rescatar la experiencia vivida, vaya encaminada a que las
educadoras asuman y den cuenta de sus implicaciones afectivas y emocionales, de
448
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
sus responsabilidades, de sus compromisos con la práctica y con la forma de
ejercer su profesión, tanto individual como colectivamente, a la vez que pueda ser
un vehículo para la toma de conciencia en relación a cuestiones como la
autonomía, autogestión y adherencia del aprendizaje.
El propósito de formar e investigar desde la narrativa conlleva dar voz a los
propios participantes como sujetos actores de su realidad. Cada voz está
constituida por la voz particular y la experiencia anterior, así mismo es el vehículo
para hacerse oír y convertirse en participantes activos del mundo (McLaren 1984).
Compartimos con Bruner (1997) la propuesta de que, el trabajo autobiográfico
procura un mayor conocimiento y reflexión que libera y amplía la visión del
mundo y del “yo”, rompiendo con la formas de reproducción de prejuicios y
estereotipos que han formado parte del proceso educativo y que impide a los
protagonistas de la acción participar como personas reflexivas en la acción
educativa y social.
Profundizar en el uso de los relatos permite evidenciar cómo las experiencias
previas quedan marcadas en el cuerpo, silenciadas e incluso olvidadas; al escribir
sobre sus vivencias, emociones y sentimientos del proceso de enseñanza y
aprendizaje, afloran situaciones en las que se pone de manifiesto su experiencia
vital (rechazos, sufrimientos, incomprensiones, enjuiciamientos, roles,
estereotipos,…), y es entonces, cuando las educadoras pueden tomar conciencia del
papel protagonista en su aprendizaje y del papel protagonista de sus educandos.
Esta experiencia es fuerte, en el sentido de que deja una huella en cada uno
(Fernández y Ramírez, 2006), y por tanto guía un camino, una manera de hacer,
una manera de comprender, una manera de comprometerse. Tal y como expresa
Prados (2011), las narraciones son una posibilidad y un instrumento que ayuda a la
elaboración de procesos de observación, reflexión e interpretación de las propias
vivencias y experiencias, permitiendo con ello que emerjan cuestiones que están
vinculadas al mundo emocional. De ahí la importancia en este proyecto del uso
que le damos a los relatos de las educadoras.
Por último, destacamos que el uso de las narraciones nos permite destacar la
importancia de que hacer sus propias narraciones las vincula a una forma de
aprender que nada tiene que ver con esquemas tradicionales ni reproductivos, ya
que como dice (Eisner, 1998): no existen rutinas que prescribir, reglas para dirigir
los pasos, algoritmos que calcular. Existen deseos, propósitos flexibles y la
necesidad de quedar en contacto con lo que es importante.
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
449
5. ASPECTOS METODOLÓGICOS
Desde el posicionamiento que venimos mostrando, el enfoque narrativobiográfico nos permite, tal y como señalan García et al. (2010), ampliar el
conocimiento sobre lo que realmente pasa en el mundo escolar, a través del punto
de vista de los implicados, por medio de testimonios escritos, recuperando su
propia voz al hacerla pública y porque clarifica el origen de sus ideas educativas,
las cuales repercuten en su actual formación como educadoras e influirán en su
futura labor educativa.
Asumimos de estas autoras que la investigación cualitativa pretende rescatar lo
genuinamente humano de los fenómenos didácticos: los distintos significados,
significaciones, motivaciones, percepciones, intenciones... (García et al., 2010) en
nuestro caso de las educadoras. Es por ello, que nos situamos en el paradigma
interpretativo, por cuanto queremos evidenciar de los relatos de las maestras y
educadoras, informaciones, cuestiones y hechos que puedan aportar luz a la
mejora de la implementación de futuros programas de EA.
Cuando nos planteamos esta investigación sabíamos que de alguna forma
debíamos acercarnos a profesionales que estuviesen participando en la
implementación de programas de EA. Por nuestro propio trabajo y por la
trayectoria profesional que hemos recorrido teníamos relación con personas
cercanas a este ámbito de estudio.
Nuestra propuesta de contacto con las personas que han participado en esta
investigación fue sencilla, fundamentalmente porque el ámbito desde el que
planteábamos la investigación, el trabajo fin de máster de la primera autora,
definía la extensión del mismo. Propusimos a tres personas conocidas que estaban
trabajando en la implementación de programas de EA la participación en este
proyecto. Su respuesta fue de colaboración total.
Una vez realizado el contacto, pusimos en conocimiento de estas personas el
propósito de la investigación e iniciamos los pasos de negociación en el uso de las
informaciones que nos proporcionasen. La cuestión básica de su participación
estaría relacionada con las aportaciones vinculadas a las experiencias personales y
profesionales en materia de aplicación de proyectos de EA, y por tanto, sería
importante centrarla en las experiencias significativas que ellas considerasen y que
pudiesen ayudar a la mejora en la aplicación de estos programas y a su práctica.
450
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
Siendo conscientes de las dificultades que puede tener este tipo de investigación
y para evitar que las temáticas que emergiesen fuesen excesivamente inabarcables
para este trabajo, le propusimos a las tres participantes que narrasen su experiencia
como educadoras ambientales; sobre todo, que en su narración estuviese presente
la experiencia y recuerdos que habían tenido en aquellos programas en los que
habían participado y que versaran sobre el ahorro y eficiencia energética, dado que
es uno de los problemas ambientales actuales más relevantes y preocupantes.
El contacto con las participantes fue personal. Sin embargo la recepción de sus
narraciones la hicimos vía correo electrónico. Una vez recibida dicha información
procedimos a la tematización y categorización de la información. Somos
conscientes de que este primer abordaje sólo responde a una fase inicial de la
investigación, por lo que en este escrito sólo presentamos las primeras
aproximaciones de la misma, a sabiendas de que el proceso narrativo necesita de
procesos de colaboración, interpretación y discusión con las participantes.
6. DANDO VOZ A LAS EMOCIONES A TRAVÉS DE LOS RECUERDOS: LA
NARRACIÓN DE TRES EXPERIENCIAS DE EA
Cuando ponemos en contexto a la persona que narra afloran no sólo cuestiones
técnicas o procedimentales, sino también cuestiones emocionales, políticas,
ideológicas… confiriendo con ello la posibilidad de abordar su proceso de
enseñanza y aprendizaje desde planteamientos más personalizados y más
imbricados con la realidad contextual. En nuestra investigación, queremos poner el
acento en aquellas informaciones narradas que están vinculadas a las emociones y
recuerdos, situándonos desde la persona que implementa un programa, desde su
conocimiento holístico, ya que contemplando desde ahí podemos propiciar
espacios, saberes y acciones creativas, que permiten considerar las distintas
situaciones y oportunidades que se presentan como un todo, y evaluar la
incidencia que los diferentes impactos independientes o relacionados que generan
sobre el resto y el todo. De aquí la importancia y el interés de esta investigación por
evidenciar la importancia que adquieren las creencias, los recuerdos y la memoria
de experiencias pasadas, y de cómo ello se adhiere a una forma de ejercer la
profesión. En este sentido, consideramos que las emociones cuando se evidencian y
se expresan confieren un papel importante en esta adherencia, ya que como expone
Gómez Chacón (2000), “se hace necesario plantear que los procesos de aprendizaje
están fuertemente vinculados a la afectividad, de tal forma que inteligencia,
cognición, emoción están plenamente integrados”.
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
451
El primer relato (Gaia) pertenece a la experiencia de una educadora ambiental,
bióloga sin formación previa en educación y con un año de experiencia como
educadora. La narración de su relato se construyó mientras cursaba el Máster
Interuniversitario en Educadora Ambiental (curso 2010/2011). Ella eligió para su
narración la experiencia sobre visitas guiadas y talleres de una exposición
itinerante sobre eficiencia energética en la que había participado durante el curso
escolar 2009-2010. En la figura 1 mostramos las principales temáticas que emergen
de su relato, dando pie a considerar la importancia que ha tenido para ella la
formación recibida en el máster desde una perspectiva más pedagógica y
humanista. Esta formación le ha hecho, según sus propias palabras, plantearse y
preguntarse por primera vez, qué deseos, qué emociones, qué vínculos se
establecen entre visitantes y educadora, y de cómo ello afecta y se afecta de los
procesos organizativos y conceptuales desarrollados en estos programas.
Figura 1. Esquema extraído de la narración Gaia.
El segundo relato (Agua) corresponde a la experiencia de una maestra de 6º de
primaria. Lleva once años en la docencia y ha sido la responsable de realizar un
proyecto sobre eficiencia energética durante el curso 2008-2009. Al finalizar el
proyecto tuvo que realizar una autoevaluación del mismo, a petición de los
coordinadores del programa. Su narración la basa en dicha reflexión, y como ella
misma expone, sus aportaciones están más cerca de cuestiones conceptuales y
procedimentales. En la figura 2 mostramos el esquema donde se puede apreciar
cómo los aspectos organizativos y conceptuales son más numerosos que las
emociones que describe suyas o de sus alumnos de 6º de Primaria.
452
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
Figura 2. Esquema extraído de la narración Agua.
Por último, el tercer relato (Corazón) ha sido redactado por una maestra de
infantil, con nueve años de experiencia docente. Durante el curso 2006-2007 realizó
un programa de actividades relacionadas con la arquitectura bioclimática, en una
clase de infantil de cuatro años. En la figura 3 destacamos aquellas evidencias, que
ella misma narra, en relación al proceso de cambio vivido a nivel emocional
durante el programa de actividades, así como algunos obstáculos y resistencias al
cambio centradas en sus propias creencias.
Todo era novedoso, empezábamos
a hablar de actividades ¡en las que
tenían que pensar!
Emociones de los niños/as (descritos por la
maestra):
Descontrol
Hablaban todos a la vez
Individualistas
Altísimos tonos de voz (impositivos)
Impulsivos
Grupo movidito (inquietos)
Resistencias al cambio de pensamiento docente y emocional:
• Teníamos que compaginarlo con el centro de interés que marcaba el libro de texto
• Pudiera parecer que es un proyecto meramente medioambiental pero no es así, pues
permite integrar distintos contenidos relacionadas con las matemáticas, la
lectoescritura, el medio físico, etc.
Emociones de la maestra:
Dudas
Miedos,
Inseguridad
Descontrol
Me lancé a la aventura e
intenté involucrarme y
aprender
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
453
Emociones de la maestra:
Satisfacción por aprender
Satisfacción porque mis alumnos aprendieron
Seguridad
Divertida
Autoevaluación
Trabajo en equipo para el intercambio de
opiniones, dudas..
Integra a las familias
Emociones de los niños/as (descritos por la
maestra):
Satisfacción por aprender
Divertidos
Grupales
Reflexivos (¡pensar!)
Motivados
Despiertos
Curiosos
Hábitos de investigación
Capacidad de búsqueda
Figura 3. Esquema extraído de la narración Corazón.
7. DE LAS INCERTIDUMBRES INICIALES A LA INSATISFACCIÓN FINAL
PORQUE ELLAS Y SU ALUMNADO APRENDEN PASANDO POR LOS
OBSTÁCULOS MÁS RECORDADOS.
Como consecuencia del posicionamiento epistemológico y metodológico de este
trabajo de investigación, asumimos la temporalidad del mismo, como una
limitación para poder profundizar en estos fundamentos. En una primera
aproximación hemos presupuesto que las informaciones que se muestran en sus
narraciones aportan cuestiones relativas a sus recuerdos en la ejecución del
programa así como satisfacciones, valoración de actividades, las estrategias
didácticas que utilizaban, observaciones sobre cambios en la actitud de docentes
que participaban..., sin embargo, debemos seguir profundizando en cuestiones que
propicien una mejor conceptualización del programa para así de esta forma poder
poner en contexto sus relatos y establecer las relaciones entre cuestiones políticas,
éticas, sociales, educativas.
Del análisis realizado, destacamos en este momento, aquellas evidencias que
hacen referencia al campo emocional, destacando lo ocurrido antes, durante y
después de la implementación del programa. En este sentido, y profundizando en
el aspecto emocional, Gaia comenta que:
454
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
… haciéndoles sentir parte del problema, a partir de ejemplos y anécdotas les
intentaba explicar los problemas en torno a la energía y, además, les hacía
trabajar la empatía, haciéndoles preguntas (...) si el alumnado siente que forma
parte del problema e indagamos en sus emociones, se produce un cambio de
pensamiento, por ejemplo si les contamos que somos unos recién llegados a un
planeta lleno de vida y ¿qué hemos hecho? ¿Qué estamos haciendo?” (…),
asumiendo que la “educación en valores” (…) como una parte de importante
del proceso enseñanza-aprendizaje en la EA, comentando que uno de los
grandes problemas ambientales es el “alejamiento del entorno”.
En otro momento Gaia destaca lo que ella misma ha aprendido durante su
papel como educadora y en relación a la EA planteando cuestiones relacionadas
con los estados de ánimo de la persona que aprende, y de la aprehensión y
adherencia a cuestiones ambientales desde situaciones extremas:
… he aprendido cómo el sujeto percibe el medio ambiente, la condición
ambiental del espacio asociado a diferentes estados de ánimo que nos produce
el medio y el comportamiento (…). Destaco el “apego al lugar” ya que su
significado es de carácter emotivo, surgiendo grandes emociones hacia un lugar
cuando ocurre una catástrofe natural o similar, ya que las personas no pueden
abandonar su entorno. La identidad se desarrolla a lo largo del tiempo y está
relacionada con aspectos sociales, las relaciones que se generan y el lugar de
residencia, el hacinamiento, el confort y la seguridad del lugar. Son muchos los
elementos que van a influir en nuestro apego al lugar.
Por su parte, Agua narra que:
… como los alumnos estaban tan motivados, resultaba difícil simplificar las
actividades, además parecía que lo más interesante eran los comentarios que se
realizaban durante la corrección o puesta en común de las mismas (…) ha
supuesto un cierto nivel de estrés (…) y aún con dificultades meteorológicas
aprecio que se estaba aprendiendo con la actividad.
Por su parte, el relato de Corazón, según ella misma nos dice, está cargado de
emociones, quizá debido al momento en que ella lo narra y a lo que le produjo
tener que narrarlo. Enfrentarse con su propia práctica, tomarse como referente en
el aprendizaje de su propia acción y recordar “tiempos pasados” le hacen dar a su
relato un carácter emotivo. Las frases iniciales de su relato nos ponen en la antesala
de la importancia del vínculo “aprendizaje emocional”:
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
455
… en un principio todo fueron dudas, interrogantes, miedos… Primero, por
tratarse de un tema casi desconocido por mí, y segundo, porque con mis tres
escasos años al frente de un aula con niños/as de educación infantil, me sentía
un poco (por no decir totalmente) inexperta en el campo de la ciencia y la
experimentación. Aún así me lancé a la aventura e intenté involucrarme y
aprender (conjuntamente con mis niños/as) todo lo que éste ámbito nos ofrecía
(…) la experiencia fue positiva, todos (tanto los alumnos/as como yo)
aprendimos algo más sobre arquitectura bioclimática y sobre todo, y lo más
importante, lo hicimos divirtiéndonos.
Podemos decir que la temática “emociones” aparece relacionada con otras
temáticas recurrentes y muy presentes a lo largo de sus narraciones. Estas son:
“actividad”, “actitud”, “aprendizaje”, “objetivo”, “dificultades para enseñar EA”.
A modo de ejemplo queremos hacer ver al lector/a, cómo los temas destacados no
aparecen aislados sino entrelazados a modo de red. Así Gaia comenta como “les
hacía trabajar la empatía...” relacionándola con actividades concretas. Por su parte,
Agua nos hace observar la relación entre actitud y emoción “fue muy divertido,
aunque eso sí el día estaba nublado”; y tanto Agua como Corazón vinculan
aprendizaje y emociones: la experiencia fue positiva, todos (tanto los alumnos/as
como yo) aprendimos algo más sobre arquitectura bioclimática y sobre todo, y lo
más importante, lo hicimos divirtiéndonos (Corazón); y aún con dificultades
meteorológicas aprecio que se estaba aprendiendo con la actividad (Agua).
También queremos destacar en los relatos la vinculación entre sentimientos y la
valoración inicial de la actividad. La frustración, angustia e incertidumbre son
sentimientos que emergen y se ponen de manifiesto ante lo desconocido y marcan
el punto de partida a la hora de afrontar la temática y la relación con el alumnado.
Corazón nos cuenta así en su relato “me lancé a la aventura e intenté involucrarme
y aprender (conjuntamente con mis niños/as)”. Preocupa la actitud de éstos, su
motivación y predisposición ante el aprendizaje, así como durante el desarrollo de
la actividad. En este sentido Corazón dice “recuerdo que durante las primeras
semanas el aula era un caos”; Gaia nos cuenta que le preocupa es “saber si el
conocer los problemas ambientales relacionados con la energía nos hace sentir más
humanos y más responsables con nuestro entorno, el lugar donde vivimos.
También, me daba por pensar qué cambiaría si volviera a realizar el programa, que
hacía mal y como solucionarlo”.
456
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
Por otra parte, Agua comenta que “la motivación de su grupo era adecuada, ya
habían trabajado contenidos similares en años anteriores pero le preocupaba la
organización de las clases en relación a sus contenidos”, como los alumnos estaban
tan motivados, resultaba difícil simplificar las actividades, además parecía que “lo
más interesante eran los comentarios que se realizaban durante la corrección” o
puesta en común de las mismas.
Las tres narradoras, coinciden en que la falta de tiempo impedía o perturbaba el
proceso de enseñanza y aprendizaje, condicionando con ello el propio proceso de
aplicación del proyecto, Agua comenta: “en cuanto a dificultades, a grandes rasgos
destacar, que lo más complicado ha sido el tiempo. La Unidad Didáctica es
demasiado extensa para ser tratada durante una quincena”; por su parte Gaia nos
dice “la falta de tiempo fue un problema para resolverlas y por tanto, no se
trabajaban adecuadamente o se dejaban para trabajo en el aula” y, finalmente,
Corazón expone que:
Y aunque lo suyo habría sido trabajar el proyecto si no a diario, casi, no pudo
ser, ya que teníamos que compaginarlo con el centro de interés que nos
marcaba el libro de texto, los cuadernillos de matemáticas, los de lectoescritura,
y demás.
Con sus comentarios, ellas nos muestran cómo la calidad y eficacia de los
programas se ve afectada por estas preocupaciones, sin embargo, durante el
proceso van solventando estas dificultades y buscan estrategias que confirman el
éxito y satisfacción de su labor, “se me ocurrió realizar todos los experimentos
como si se tratase de una feria; los alumnos y alumnas se distribuyeron por grupos
y a cada uno se le asignó un experimento para que tomase todos los datos con el
mayor rigor” (Agua). En este sentido Agua, se siente de alguna forma satisfecha
con los logros alcanzados tras los inconvenientes iniciales, superando la
incertidumbre en relación al tiempo y aprendiendo de la experiencia junto a su
alumnado.
De la experiencia de aprender junto al alumnado, las participantes ponen de
manifiesto un cierto grado de aceptación en cuánto a los sentimientos, inquietudes
y curiosidades resueltas o no; sin embargo, en los inicios de aplicación del
programa y desde su ser educadoras muestran una gran desorientación y angustia
por el desconocimiento de la temática, del grupo…:
… en un principio todo fueron dudas, interrogantes, miedos… Primero, por
tratarse de un tema casi desconocido por mí, y segundo, porque con mis tres
escasos años al frente de un aula con niños/as de educación infantil, me sentía
un poco (por no decir totalmente) inexperta en el campo de la ciencia y la
experimentación (Corazón).
Las Emociones en la Enseñanza y el Aprendizaje de las Ciencias y las Matemáticas
457
… me daba la sensación de que el grupo no sabía explicar qué es la energía, les
cuestionaba otra pregunta que era más cercana a ellos, cuándo usamos la
energía y qué tipo de energía utilizamos, entonces, los alumnos hablaban entre
ellos e intentaban responder la nueva pregunta… iba indagando en el
conocimiento previo del alumnado,... (Gaia).
Las participantes expresan cómo durante el progreso de la actividad y la
comprensión del funcionamiento, ellas se sienten satisfechas y con alegría al ver y
sentir que el grupo se implica y aprende dialogando y experimentado, “eran
responsables, por así decirlo de esa experiencia. Pero todos los grupos rotaban y así
experimentaban con todo, pero sólo tomaban registro de un experimento. Fue muy
divertido,...” (Agua).
A medida que ellas van afrontando retos y consiguiendo metas podemos
encontrar en sus relatos cambios en su actitud como educadoras y en la manera de
enseñar al alumnado. El proceso de aprendizaje-enseñanza en las tres educadoras
muestra una incertidumbre constante en los inicios, llegando a ser conscientes del
compromiso y retos adquiridos a lo largo del proceso.
A modo de conclusión de este proceso de relectura de las narraciones de las
participantes en esta investigación podemos extraer que hay tres momentos clave
en el proceso de implantación de los programas desde el nivel emocional: en un
primer momento, las incertidumbres iniciales junto con el arrojo por iniciar la
aventura. En segundo lugar, las resistencias al cambio de proceder didáctico (la
falta de tiempo o que la implementación se lleve “demasiado tiempo” así como los
contenidos a desarrollar o los que faltan por desarrollar) y, por último, la
satisfacción final por ser conscientes del aprendizaje de su alumnado y de ellas
mismas de manera conjunta así como por la resolución de los principales
obstáculos (tiempo o contenidos) que reconocen haber tenido.
En las figuras que mostramos, podríamos analizar el peso que tendrían los
factores emocionales y otros como los organizativos para, a partir de sus
narraciones, ver que la distancia temporal de la implementación del programa
afecta a la forma en cómo se afrontan y explican las emociones y su relación con la
profesión. Destacamos cómo existe una distancia entre cuestiones técnicas en la
implementación de programa de EA y cuestiones pedagógicas. En nuestro caso, las
maestras insistían en no tener conciencia de estar aplicando un programa de EA,
sino un proyecto que ayuda a desarrollar contenidos de las diferentes materias que
habían de impartir. De ahí la necesidad de vincular, a partir de la conciencia
458
¿Damos Voz a las Emociones? Evaluación de Programas de Educación Ambiental
emocional, el camino estrecho e integrado que los programas de EA han de
desarrollar. Estos resultados cobran vital importancia en la EA pues desde ella se
debería promover la sensibilización y difusión de prácticas ambientales sostenibles
(como la arquitectura bioclimática, el ahorro y la eficiencia energética en el hogar)
que tanto tiene que ver con un desarrollo educativo e integral de las personas.
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